Terminamos saliendo de Pag casi a medio día; esta vez salimos de la isla por un puente que la conecta por el sur con el continente, no muy lejos de Zadar. En Zadar visitamos el centro histórico, parecido (pero diferente) a los otros; había un "órgano del mar", que con 35 tubos y el movimiento del mar dentro de ellos genera sonidos parecidos a los de un órgano. Había un viento muy fuerte, y el mar retumbaba contra las paredes que lo contenían generando unas olas muy interesantes, daba un poco de miedo, pero no faltaban los que se acercaban a que los bañara la ola y hasta hubo uno que se tiró al mar. Al atardecer agarramos camino de nuevo y pasamos la noche en Trogir, un pueblito con un casco histórico medieval precioso, habían
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