De paseo por la Rambla
Los agentes no controlaban más que el terreno que pisaban. Un chavo se paró frente a ellos a decirles: “Para nosotros, la vida es sueño; para vosotros, la vida es hostias”. Como a la hora de enfrentamientos, empezaron a subirse a las camionetas y marcharse. La gente celebró. Pero era un truco. De súbito, no supe desde dónde, lanzaron una carga general que nos hizo correr cuatro cuadras. Pero no huyendo de ellos: manifestantes, turistas, curiosos y prensa corríamos adelante, a un lado y atrás de los policías, para atestiguar lo que hacían, denunciarlo o para insultarlos.