Camboya. Dia 388. Vuelta al mundo. Round the world trip


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Cambodia's flag
Asia » Cambodia » South » Phnom Penh
May 19th 2006
Published: November 20th 2006
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Alegria y apoyo / Joy and supportAlegria y apoyo / Joy and supportAlegria y apoyo / Joy and support

Neng y Elena en el Centro Arrupe para niños víctimas de las minas antipersonales, Battambang / Neng and Elena at the Arrupe Center for children victims of landmines
BRIEF ENGLISH INTRO:

(Pequeña introducción en inglés para los que no hablan español --después vienen todos los posts en castellano.)

A Cambodian experience can be divided in two: Angkor and Recent History, or Recent History and Angkor. For the mild-hearted, I will begin with Angkor: one of the not-long-ago hidden wonders of this world, the vast and dramatic epic of an empire which reached levels of architectural success that can be compared to those of Medieval Europe and pre-Columbian America. Magic, mistery, sensations: a visit to Angkor Wat in the dark, before dawn, connects the body nerve nods with active spirits from a millenium ago. The sunrise is an amazing display of shadows and colours amongst the five main towers of the temple, and the reservoir's reflection helps to imagine the magnificence these Khmer cities had in the past. Brave as wild, in the temples of Angkor Mother Nature has taken it's stakes there and fights aggressively to preserve its regained dominion over the human work. As Chichen Itza, Macchu Picchu, Karnak, the Acropolis, Roma, Khajuraho and Xi'an, Angkor is a must for those who struggle to understand how civilization became what it is now, the great work of
Danza khmer / Khmer danceDanza khmer / Khmer danceDanza khmer / Khmer dance

En la fiesta de despedida a Elena / At Elena's farewell party
the men and women's bare hands.

The other face is the terrible one, Recent History. How men and women's hands --though probably the latter's contribution was far smaller-- destroyed men and women's lives with a disregard and even contempt that freezes your soul. Slaughter, tragedy, torture, massacre... incredible highs of human madness show themselves sorely in S-21, the secondary school turned prison of death, or the Killing Fields, where a high stupa piles up the shame packed in thousands of skulls. But it is, as well, the stories of people who are trying hard to recover dignity, national pride and mutual trust, of children who overcome the sad fate of being the mutilated victims of a landmine with joy and energy, and those who help them to do so. You will see their pictures too. That's the part of Recent History I'd rather outline and learn from. The part of bravery and hope.

Info: Day 388. May 19th, 2006. Came from Lao. Going to Vietnam. Current stage: South East Asia. Next stage: China.

Access previous chapters of my World trip through my main page. Below text and photos, there are buttons to add a comment (read other readers'
Fosa común / Mass graveFosa común / Mass graveFosa común / Mass grave

En los Killing Fields / At the Killing Fields
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(Sorry for the inconvenience of this Spanish-only blog. This trip leaves me no time nor energy for translation. Many of you have asked for it, so I'm adding now a brief English introduction. For the rest you can always try Google translator, let's see what happens!. For some of you, this will be a good chance to practice and hopefully improve your Spanish. For the others, I hope the photos themselves will be of worth.)

Información. Día 366. 19 de mayo de 2006. Llegué de Lao. Salgo a Vietnam. Etapa actual: Sudeste de Asia. Próxima etapa: China.

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DÍA 367. 28 DE MAYO DE 2006. PHNOM PENH, CAMBOYA: UN CIUDAD EX-FANTASMA



Parece increíble que esta ciudad, hace 30 años, haya sido vaciada por completo. Vivas, bellas, repletas de gente y tráfico, estas calles estaban solitarias, convertidas en territorio fantasma por el régimen del Khmer Rouge.

El cruce de la frontera desde Laos es el más caótico que he visto. Extenuante, confuso, no se sabe en qué país se está ni a los oficiales de qué se les está mostrando el pasaporte. Más adelante, en plena noche, en una carretera, un tipejo quiso asustarnos, incluso se atrevió a sugerir que si él no nos ayudaba podrían matarnos, para sacarnos unos dólares. No le creímos y lo mandamos al diablo, pero éste es un país donde la muerte ha trabajado con asiduidad y las armas abundan, así que durante un par de horas estuvimos muy tensos.

Todo bien, al final. Y Phnom Penh, la capital del país, me gusta mucho. Los millares de motos y coches generan un gran caos, pero es un caos sencillo, un mexicano común puede aprender las reglas fácilmente, y entonces se vuelve un caos divertido. Me voy a dar paseos en bicicleta y hago como los locales, invado el carril contrario para dar vuelta, recorro largos tramos en contrasentido y río con la gente.
Moliendo caféMoliendo caféMoliendo café

En una avenida de Phnom Penh
Les encanta saludarte, siempre dicen hello con grandes sonrisas.

En 1975, la dictadura sostenida por EU fue derrotada por la guerrilla del Khmer Rouge (la mayoría de los camboyanos son de etnia khmer, y rouge es rojo, en francés). Hay fotos de la gente de Phnom Penh en la calle, que sale a recibir a los "libertadores" con alegría. No imaginaban que los jefes del Khmer Rouge, Pol Pot por delante, estaban locos, locos, pero bien locos, y su idea de liberar al pueblo era mandar a toda la gente a trabajar al campo. Causaron más de un millón de muertes en su régimen de terror.

Uno ve a los habitantes de Phnom Penh, tan amables y sonrientes, y es difícil imaginarlos siendo expulsados de sus casas y forzados a marcharse en largas filas a los campos de trabajo forzado, ¡toda una gran ciudad!

Finalmente, en 1979, los comunistas de Vietnam, hartos de que el Khmer Rouge lanzara ataques contra su país, invadieron Camboya y pusieron un nuevo gobierno. Esta vez, cuando llegaron a liberar Phnom Penh, no había nadie que saliera a recibirlos. Sólo hallaron una cárcel clandestina con prisioneros torturados y asesinados. El Khmer Rouge fue casi derrotado por completo, pero...

¿Quiénes creen que pusieron el pero?

No es que los estadounidenses simpatizaran con el Khmer Rouge, pero no les gustaba el gobierno comunista y decidieron financiar al bestia de Pol Pot para que siguiera matando camboyanos. Y así lo hizo durante casi 20 años más, con la ayuda de Washington, Tailandia y, ¡oh!, los chinos, que también querían hacerles las cosas difíciles a los de aquí. Insólitas alianzas.


DÍA 373. PHNOM PENH, CAMBOYA: PEDERASTIA Y CONTAMINACIÓN



Vivo en una zona muy rara: es una combinación entre ghetto mochilero y zona roja para camboyanos. Se accede a través de una calle sin salida, de la que se desprenden unos callejoncillos que de noche dan miedo. En el que da al hostal, todas las tardes se reúne gente a jugar billar y barajas con ruidosas apuestas.

Abundan los conductores de tuk tuk (mototaxis de tres ruedas) y de "moto" (una especialidad oriental: taxistas en motocicletas comunes que te llevan detrás; a los occidentales no nos quieren llevar de a dos, pero a los locales sí, hasta tres, y no es una imagen extraña la de dos monjes con sus togas de color naranja conducidos por el "moto"). No puedes entrar o salir del área sin que te acosen con la oferta del servicio (insisten en llevarte aunque te vean montado en una bici) o de drogas.

En el medio de todo esto, un anuncio luminoso te trae de golpe a una de las muchas tragedias camboyanas: la pederastia. Los años de guerra y debilidad gubernamental favorecieron una corrupción sin medida y que floreciera el infame turismo de sexo con niños. Con dinero, se aseguraba la complicidad de las autoridades. Una vez fuera del país, se estaba a salvo porque las naciones occidentales sólo la castigaban si se cometía en su territorio. Hoy, esos gobiernos y el de Camboya la consideran un crimen donde quiera que se haga y tienen acuerdos para perseguirla. El letrero, junto con volantes que se entregan en los hoteles, está en inglés y advierte que, seas de donde seas, si te metes con niños amaneces encarcelado. Ojalá funcione.

Ésa es la parte mala. Por el lado contrario, hay muchos sitios agradables y con buena comida para pasar el rato. Por tu consumo, en "The lazy lizard" te ofrecen una pequeña salita con TV y
Kampuchea Democrática / Democratic KampucheaKampuchea Democrática / Democratic KampucheaKampuchea Democrática / Democratic Kampuchea

Visión del régimen del Khmer Rouge / Perspective on the Khmer Rouge regime
una amplia colección de DVD para que veas lo que quieras. Los de ese lugar me caen bien porque apoyan actividades de voluntariado. En otro restaurante, preparan un pollo al curry de yoghurt que es una delicia.

Lo mejor es que la parte de atrás de los hostales de estas callejuelas da a un bonito lago, Boeng Kak, lleno de palafitos (casas sobre el agua sostenidas por estacas). En particular, al atardecer adquiere colores acerados muy hermosos. Mi hostal tiene una terraza sobre él que es genial para quitarte el calor con la brisa.

Pero esto sigue siendo Camboya y no sé por cuánto tiempo seguirá siendo un lago disfrutable. Es pequeño, está en medio de la ciudad y los que deberían estar más interesados en protegerlo son los que lo destruyen. Un día en que estaba escribiendo en la terraza a las seis de la mañana vi cómo limpiaban las otras terrazas, que por las noches funcionan como bares con dj's mancos y sistemas de sonido abominables: barrían la basura (servilletas, mugre, botellas) y simplemente la arrojaban al lago.


DÍA 375. PHNOM PENH, CAMBOYA: NADIE SALE VIVO DE AQUÍ



No hay futuro ni escape.
Liberación? / Liberation?Liberación? / Liberation?Liberación? / Liberation?

Llegada de las fuerzas del Khmer Rouge a Phnom Penh. Días después, los habitantes que los salieron a recibir entre aplausos fueron deportados a centros de trabajo forzado / Khmer Rouge forces arrive to Phnom Penh. A few days later, the joyful people who went to the streets to cheer them were deported to forced labour camps
Eso es lo que expresa la fotografía que más me impactó. Es una de cuerpo completo de una adolescente. La chica no mira a la cámara, sino al cielo. “Por favor!”, casi la escucho decir: “Sácame de aquí”.

Estamos muy acostumbrados a ver la muerte por televisión. A veces no es ficción, sino una parte del noticiero. Pero los catorce mil retratos de prisioneros torturados y asesinados que se exhiben en el Museo del Genocidio Tuol Sleng te estremecen de una manera diferente: no muestran un dramatismo obvio; te golpean dentro del alma sin embarrarte de sangre. La mayoría son fotos que podrían servir para el pasaporte o la credencial de la escuela si los fotografiados no tuvieran un número de identificación, única pista objetiva de la situación en la que se encontraban. Era parte del trámite. Todos esos ojos que miran a los tuyos pertenecieron a personas que entraban en la experiencia más terrible, y final, de sus vidas. En muchas miradas hay miedo. En unas pocas, cierto dejo de burla. En otras aparece la confusión, la incredulidad por lo que les está pasando. Tú tampoco lo puedes creer: ves la imagen de hombres y mujeres de todas
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Nunca más la volverían a ver / She wouldn't ever be seen again
las edades, de una madre con su bebé en los brazos, de un niño de unos ocho años, de una nena de 10, y te preguntas: pero ¿cómo viniste a caer aquí, linda?, ¿por qué te hicieron esto? Sabes que todas esas personas que posan en calma fueron gente real que ya no está más.

El Khmer Rouge convirtió Tuol Sleng, una escuela secundaria de Phnom Penh, en una prisión secreta de donde sólo siete, entre al menos 14,000 personas que estuvieron presas ahí entre abril de 1976 y enero de 1979, salieron vivas. La S-21, como se la conocía en código, adquirió mayor importancia en la medida en que el régimen del Khmer Rouge acabó de eliminar a sus enemigos en la sociedad y empezó a buscarlos dentro del partido. Los interrogatorios mediante tortura, minuciosamente reseñados en enormes archivos, no buscaban averiguar si el acusado era inocente, pues al que era enviado ahí se lo consideraba culpable más allá de toda duda, sino justificar con confesiones la decisión de condenarlo sin juicio, obtener nuevas listas de sospechosos y demostrar la existencia de enormes conspiraciones para subvertir el orden, crear partidos de oposición, dar golpes de estado o sabotear
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Nunca más los volverían a ver / They wouldn't ever be seen again
la producción para desestabilizar al gobierno.

El "hermano Duch", jefe de la prisión, y su gente sabían que su misión era obtener esas "pruebas" --a riesgo de caer ellos mismos presos si no las conseguían-- y se esforzaban por obtenerlas a toda costa. Mediante el hambre, la privación del sueño, la presión psicológica y la inflicción brutal del dolor físico, los torturadores obtenían largas listas de supuestos traidores, miembros del partido que eran encarcelados y a los cuales les arrancaban más nombres. El criminal mayor, Pol Pot, el "hermano número 1", y sus secuaces confirmaban así sus temores de que enfrentaban todo tipo de complots orquestados por Vietnam, Tailandia, Estados Unidos, la Unión Soviética e incluso por su único aliado, China.

Muchos de los acusados no lo podían creer. El historiador David Chandler recoge el intercambio epistolar entre Siet Chhe, un general protegido de Pol Pot que había caído en desgracia, y Duch, en abril de 1977:

"¡Sufro horriblemente, hermano!", se quejó Siet. "Nunca había estado en una situación así. Cuando mi hija estuvo prisionera del enemigo pensé que era normal: la lucha entre el enemigo y nosotros. Ahora estoy confinado en la cárcel de la revolución,
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Nunca más los volverían a ver / They wouldn't ever be seen again
no lo puedo entender, ¡es muy confuso!"

En una segunda misiva, advertido de que lo iban a empezar a torturar, Siet rogó: "¡Querido hermano! ¡Sé que es mi fin! No importa cuánto me golpeen los camaradas, que rompan mis huesos en pedazos, no tengo nada más que informar. Sólo tendrán el flujo de mi sangre o mis heces, o mi muerte. Por favor, rescátame a tiempo, hermano. No importa cómo muera, seré leal al Partido hasta el final". Más adelante, Siet pedía a Duch que lo deje suicidarse para evitar la tortura: "Si no rescatas a tu hermano menor, ¡él morirá sin duda! Estaré dispuesto a morir por propia mano para que la Seguridad del Partido salve su honor".

Duch esperó hasta que aplicaron los primeros tormentos. Entonces respondió para criticar a Siet por haber dicho que las acusaciones en su contra eran una difamación: "Nunca ha habido un solo miembro del Partido que haya venido a la S-21 por falsas acusaciones. ¿Qué es lo que entiendes del problema, hermano? ¿Que se creó porque el Partido fue engañado con falsas acusaciones? ¿O porque tu has actuado mal con el Partido? Yo entiendo que tú has actuado mal con
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Nunca más la volverían a ver / She wouldn't ever be seen again
el Partido. Te pido que evalúes este problema y lo resuelvas. Cuando estemos de acuerdo, podremos trabajar juntos".

La S-21 era una prisión secreta y la mayoría de los que entraban presos ahí no sabían lo que les ocurriría. Pero Siet Chhe había oído hablar de ella, de que nadie salía vivo de allí, y estaba consciente de que "confesar", o estar "de acuerdo" con Duch, no le salvaría la vida. Resistió la tortura sin acceder. Hasta que Duch ordenó cambiar de táctica y Tuy, responsable del interrogatorio, le sugirió por carta a Siet: "Escribe la historia de tus actividades sexuales con tu propia niña en detalle, porque desde el punto de vista de las masas, esta ofensa ha sido observada claramente. No necesitas negarlo. No dejes que tu cuerpo siga sufriendo por estas insignificancias". Siet replicó con una misiva elocuente en la que defendía a su única hija, una veinteañera comprometida con la revolución, de la que dijo que era virgen. No obstante, esto parece haber terminado de derribarlo psicológicamente y dejó de escribir cartas. En los meses siguientes, hasta que fue asesinado, hizo "confesiones" que implicaron a decenas de personas.

Poco antes del fin, un torturador
Por favor, sácame de aquí! / Please, take me out of herePor favor, sácame de aquí! / Please, take me out of herePor favor, sácame de aquí! / Please, take me out of here

Nunca más la volverían a ver / She wouldn't ever be seen again
de la S-21 que se había convertido en torturado, declaró en la "confesión" que le arrancaron sus camaradas: "Si el Partido arresta a todo el mundo, ¿quién va a quedar para hacer la revolución?"

En enero de 1979, cuando los comunistas de Vietnam respondieron a las agresiones del Khmer Rouge e invadieron Camboya, no encontraron a nadie en Phnom Penh. Los habitantes de la ciudad habían sido enviados a trabajar y morir en el campo Dos fotógrafos de prensa dieron con la S-21 por casualidad, alertados por el olor a muerto: los guardias se ocuparon de asesinar a los últimos presos antes de marcharse.


DÍA 378. PHNOM PENH, CAMBOYA: THE KILLING FIELDS



Aunque los cráneos están ordenados por sexo, edad y nacionalidad, están más bien amontonados. Se encuentran en unas vitrinas que se elevan unos quince metros para poder contenerlos todos, dentro de una bonita pagoda. Parece que sus mandíbulas se ríen de su tragedia.

Fueron encontrados más de 8000, en fosas comunes de este lugar conocido por los camboyanos como Choek Ek y por el mundo como los Killing Fields, los campos de los asesinatos.

En la prisión de Tuol Sleng, los que no morían bajo tortura eran enviados tras semanas o meses (hasta que terminaban de "confesar") a ser ejecutados en los Killing Fields. En ciertas épocas de mucho "trabajo", la Tuol Sleng se saturaba y los camiones de volteo repletos de prisioneros eran rechazados y enviados directamente a estos campos para que la gente fuera ejecutada sin más trámite.

Había pocos recursos y se quería ahorrar balas. Se colocaba a las pobres víctimas en filas frente a las fosas y a cada una se le aplicaba un marronazo en la nuca. A los niños se los azotaba contra un árbol. Un guardia narró que el "hermano Duch", el director de Tuol Sleng, le ordenó matar a una persona de un golpe y de manera amenazante le preguntó si tenía miedo. El hombre se apresuró a cumplir la orden antes de que lo pusieran a él mismo en la fila.

Niños de la zona tratan de obtener algún dinero de los visitantes. Se ofrecen como guías e incluso tratan de mejorar el escenario: como en las fosas todavía quedan pequeños rastros de ropa y huesos, al ver que vas a tomar una foto arrojan huesos más grandes o dientes para hacerla más impresionante.

No parecen entender la dimensión de esta tragedia: se recargan aburridos en las lápidas, que señalan el árbol donde se mataba a los infantes, e incluso juegan a tirarles piedras.

Detrás de los Killing Fields hay campos de arroz y estanques, verdes bajo un cielo azul, con vacas y casitas. La última visión idílica de los que iban a morir.


DÍA 382. TEMPLOS DE ANGKOR, CAMBOYA: AMANECER KHMER



Cuando llegamos a Angkor Wat todavía estaba oscuro. Cruzamos el puente sobre el ancho foso casi a tientas. Las esculturas de los márgenes parecían monstruos amenazantes. La primera gran puerta del conjunto semejaba la entrada a la nada. Traspusimos el umbral. Con las primeras luces pudimos tener la imagen del gran recinto que rodea al fabuloso templo principal de Angkor, recortado contra el cielo del amanecer.

Más allá de los reinos europeos, de los imperios mesoamericanos y andinos, hubo otras culturas magníficas que tal vez, desde la óptica occidental, se ven opacadas por el peso gigantesco de las culturas india y china, pero que marcaron la existencia de millones de personas a lo largo de muchas generaciones y alcanzaron éxitos culturales a la par de los que tanto valoramos en Mesoamérica. Entre ellas destaca la civilización khmer, que llegó a su esplendor en la etapa llamada angkoriana y heredó para nuestro siglo varias de las obras cumbres de la antiguedad, como, Angkor Wat.

Si los griegos creían que los dioses habitaban el Olimpo, en el hinduismo khmer se pensaba que Shiva, el dios que más veneraban entre los 300 millones que pueblan su panteón, residía en el mítico Monte Meru. Jayavarman II, el primer monarca que logró la unificación de los reinos khmeres de lo que hoy es Camboya (y abrió el periodo angkoriano, 802-1432 d.C.), se declaró a sí mismo como un ‘rey-dios’ e inició la costumbre de erigir templos-montaña como representación simbólica del Monte Meru.

Cada uno de los reyes-dioses de la época consideró que debía superar a su antecesor. Así movieron la sede del gobierno de un sitio a otro, en una frenética construcción de templos y palacios. Yasovarman I (reinó de 889 a 910), por ejemplo, hizo levantar el Phnom Bakheng, el primer templo-montaña en la zona de Angkor. Después de una larga ascensión por escalones semienterrados por la maleza, uno descubre con la lengua de fuera que apenas está al pie del verdadero templo, que tiene siete niveles, incluidas la base y el techo, que representan los siete cielos del hinduismo.

Desde la cumbre del Phnom Bakheng se tiene una amplia panorámica de los templos de Angkor. Hacia el oeste se extiende uno de los “baray”, los estanques inmensos construidos como parte del avanzado sistema de riego agrícola khmer. Al sureste se ve Agkor Wat.

El momento más emocionante de una visita a Angkor se da al amanecer. Disfrutarla tendría que ser lo primero que hace el recién llegado. Angkor Wat está rodeado de un foso de agua de 200 metros de ancho y 1.5 kilómetros de largo en cada lado. Los fosos de los castillos europeos parecen escuálidos arroyos comparados con éste. Uno tiene la sensación de que hay que cruzarlo en silencio para no remover las sombras del puente. Después se llega a una gran entrada para atravesar la muralla. Atrás, destacando en un área descubierta, está la gran joya khmer, con sus cinco torres que se recortan sobre el cielo estrellado.

A la izquierda hay un estanque: buen lugar para ver Angkor Wat reflejado en el agua mientras se alza la luz. Pero por la derecha se puede alcanzar la posición desde la que se ve el cielo enrojecer detrás del gran templo, un énfasis a la gravedad de sus líneas.

Suryavarman II (1112-1152) lo erigió y consagró a otro dios hindú, Vishnú, y desde ahí gobernó el imperio khmer en su máxima extensión, desde Birmania, Siam (Tailandia) y la península de Malaca, en el Océano Indico, hasta las aguas del Mar de la China, en el Pacífico.

De Angkor Wat se dice que es la mayor estructura religiosa del mundo (aunque los egipcios reclaman ese honor para Karnak, en la vieja Luxor; yo no lo puedo confirmar, son demasiado grandes para valorarlos a ojo de buen cubero). Escalar el edificio principal no es tarea fácil: hay que usar también las manos, ya que los escalones son tan estrechos que apenas cabe un pie de lado, y tan altos como del talón a la rodilla de un adulto. Arriba hay pasillos y altares activamente dedicados al culto del Buda. En el centro, una alta torre que representa el Monte Meru. Otras cuatro la rodean, como si fueran los picos circundantes. Las galerías de la base sugieren los continentes, y el foso, los océanos.

En ellas se encuentran nada menos que 800 metros de murales con bajorrelieves que narran historias clásicas del libro hindú del Mahabharata, como la batalla entre los kauravas y los pandavas, y hechos reales, como una victoria de Suryavarman II frente los chams, que venían de lo que hoy es Vietnam.

Jayavarman VII (1181-1219) construyó su capital un poco al norte de Angkor Wat y Phnom Bakheng, dotándola de una amplísima muralla, de ocho metros de alto y doce kilómetros de extensión y de un foso protector de 100 metros de ancho, que delimitan lo que conocemos como Angkor Thom (“Gran Angkor”). Tiene cinco entradas monumentales, cada una de ellas con puertas de 20 metros de alto coronadas por los grandes rostros de piedra del bodhissattva (santo budista) Avalokiteshvara, precedidas por puentes adornados con 54 estatuas de dioses (a lo largo de la orilla izquierda) y 54 de demonios (en la parte opuesta). La puerta sur es el sitio por donde entran más turistas y a veces los elefantes deben esperar a que pasen los autobuses.

Adentro abundan los templos, pero el más singular, incluso extraño, es Bayon, la expresión del genio
El Camarada Duch / The Duch comradeEl Camarada Duch / The Duch comradeEl Camarada Duch / The Duch comrade

Jefe de la S-21. La gente ha escrito lo que opina sobre la foto / S-21 boss. People have written their opinion on the picture
creativo y del enorme ego de Jayarvaman VII. Entre sus corredores y escaleras tiene 54 torres góticas y 216 rostros gigantes de Avalokiteshvara, que para muchos estudiosos, sin embargo, parecen hechos demasiado similares a la cara del propio Jayarvaman VII. Desde cada ángulo en que se los vea, transmiten poder y control con un pequeño dejo de humanidad, que era la fórmula del monarca para mantener su autoridad sobre el vasto imperio.

Tres días de recorrer Angkor fueron apenas suficientes para visitar los principales templos. Uno podría pasarse alegremente una semanita montado en la bicicleta para ir también a los sitios más lejanos. Es como tener todas las ciudades mayas concentradas en un cuadrado de 50 kilómetros por lado. Fascinante.


DÍA 383. TEMPLOS DE ANGKOR, CAMBOYA: RE, JOSÉ CARLOS Y OMBRETTA



Creo que nunca recorrí tantos kilómetros en bici. ¡Y qué calor!, ¡qué bestia! Pero el sitio es genial. En cada templo se encuentra algo distinto y misterioso.

Como hemos visto en México con los mayas, el genio y la determinación de los antiguos no es rival para la poderosa fecundidad de la selva. A fines del siglo XIX y durante la primera mitad del XX, los esfuerzos por rescatar los templos de Angkor se topaban una y otra vez con la jungla: apenas se descuidaban las construcciones liberadas, los tentáculos de la tierra se apoderaban de nuevo de ellas.

En algunas, a lo largo de los siglos, la naturaleza se entremezcló tan íntimamente con la obra humana que resulta imposible separarlas sin destruir esta última. Tal es el caso, por ejemplo, de una de las obras cumbre de Jayavarman VII, Ta Prohm, un gran templo a un lado de Angkor Thom en el que los árboles soportan hoy las puertas y los techos, lo que crea una atmósfera sobrecogedora.

Ahí conocí a Re. En todos lados hay parvadas de niños que te quieren vender paquetes de diez postales. En Ta Prohm, Re se me acercó y sin avisar empezó a barajar las tarjetas contándolas. Primero en inglés: "one, two, three", hasta diez. Luego en alemán, "eins, zwei, drei", y en francés, y de pronto, "uno, dos tres"... Acabó contando en holandés.

Le dije que me dijera hola en español, y lo hizo. Le prometí comprarle las postales si me decía gracias, y también supo. Se las compré. Entonces le pedí que me dijera su edad --13-- en castellano, y me encantó porque no lo sabía, pero se puso a tratar de deducirlo lógicamente con verdadero interés, "uno, diez, tres", decía, hasta que soltó un "¡trece!". Cuando nos marchábamos se despidió con un "adiós". Ojalá se pueda seguir educando, esta niña tiene talento.

Quería platicar una historia curiosa que me ocurrió en the killing fields. No la conté en el post correspondiente porque es algo bonito que choca con la trágica historia del lugar.

Estábamos en la pagoda donde conservan los cráneos. Mi amiga salió diez minutos antes que yo. Cuando la seguí, alguien me preguntó en español que si yo soy mexicano. Mi interlocutor también lo era, por lo que imaginé que habría hablado con mi acompañante y ella le habría dicho que yo andaba por aquí. Pero entonces él dijo: "¿Tú eres Témoris Grecko?" ¡Oh, oh!, eso ya fue más personal.

Se trataba de un lector del blog que me había reconocido por las fotos. En Indochina los mexicanos escasean casi tanto como en el Este de África y tenía cuatro meses sin encontrar alguno, y precisamente el que aparece es alguien con el que tengo un vínculo.

José Carlos tiene unos 24 años y colabora con Action for Life, una ONG que promueve el trabajo de jóvenes para ayudar al desarrollo. El voluntariado es, lamentablemente, algo que se practica poco en México, pero nuestro colega se dedica a ello muy contento. Pude conversar brevemente con unos ocho de sus compañeros, un grupo multinacional de chicas y chicos muy simpáticos e interesantes. Me pareció que están haciendo un trabajo ejemplar.

¡Qué grande! ¡Sigan dándole duro!

Y ya que estamos en eso de los encuentros que no platiqué a tiempo, va éste de Laos. Entré en el patio de un templode Luang Prabang. Un grupo de jóvenes monjes estudiaba el Dharma (el conjunto de las enseñanzas del Buda) bajo un frondoso árbol. Más al fondo escuché que alguien hablaba muy claro y en voz alta, en español. Eran dos mujeres, una de unos 28 años y su madre, que enseñaban castellano a otro monje. El chico lo está aprendiendo al mismo tiempo que el inglés y el francés. Ellas, muy carismáticas y amenas, no resultaron ser españolas ni latinas, sino ¡italianas! (bueno, bueno, ¿qué puede haber más latino que un italiano? Pero me refiero a
La stupa de los Killing Fields / Killing Fields stupaLa stupa de los Killing Fields / Killing Fields stupaLa stupa de los Killing Fields / Killing Fields stupa

Con una fosa común en primer plano / A mass grave closer to me
que no son latinoamericanas.) Conversamos muy agradablemente por una hora y media y ya tengo una invitación para visitarlas en Florencia.


DÍA 385. ENTRE SIEM REAP Y BATTAMBANG, CAMBOYA: EL AGUA NUESTRA DE CADA DÍA



La vida lacustre y fluvial de Camboya es una maravilla. Nunca había visto algo así. ¡Qué manera tan impresionante de hacer evidente la importancia del agua para los sere humanos!

En Siem Reap, visité el pueblo flotante de Chong Khneas, instalado en un lago poco profundo que crece en superficie más de diez veces en temporada de lluvias. Ahora es la de secas y los botes más grandes que llevan a los turistas de pronto se atascan !!!y la gente se tiene que bajar para empujar!!! Hay otros más pequeños que se mueven mejor, pero esto yo no lo sabía y, como hay pocos clientes, unos chicos me subieron a uno con capacidad para 30 personas, ¡a mí solo! El resultado fue que hubo zonas a las que de plano no fue posible entrar y me perdí de algunas partes de la comunidad. (Eso no impidió que los del barco me pidieran una propina por el privilegio de tener todo para
MemorándumMemorándumMemorándum

"Arbol de matanza contra el que los verdugos azotaban a los niños" / "Killing tree against which executioners beat children"
mí.)

La gente es muy pobre y algunos se las tienen que arreglar como sea para conseguir una limosna. La creatividad no falta: al ver que mi bote se aproxima, una madre con sus tres niños se acerca remando en su canoa. Ya lo han hecho otras, pero la novedad es que ella se queda a cierta distancia, unos cien metros, y los chamacos se lanzan a navegar solos, cada uno en una tinita de plástico. Es una imagen inusual y, cuando llegan a mí, dan vueltas y hacen monadas.

Algunas pocas construcciones están sostenidas sobre pilotes. La inmensa mayoria no y se mueven. Deben tener alguna forma de organizarse para mantener la conformación del pueblo, ya que no seria extraño que una noche te vayas a dormir con Pedro, Juana y Jose como vecinos y a la mañana siguiente tengas al lado el bar de Miguel.

La iglesia católica, por ejemplo, es itinerante. Desembarqué (mas bien, transbordé) a saludar al simpático hombre que la atendía -que no habla nada más que khmer, pero fue muy amistoso-y me mostró fotos del templo en el “muelle”.

Ahora navegamos por un río en dirección a Battambang. Es aún más bonito, porque a todo lo largo hay casas flotantes, pasamos muy cerca y es posible observar la vida cotidiana de la gente. Es un viaje de ocho horas que nos permite ver diversos momentos de su día, desde que se levantan hasta después de la comida: aparecen en piyama, lavan a los niños, se les acercan las canoas con mujeres que venden comida que preparan ahi mismo, pasa el bote-tiendita con toda clase de botanas en bolsas plásticas y bebidas…

En cierto momento, el lirio acuatico se hace tan denso que el tráfico se interrumpe. La gente lucha contra él para hacer avanzar sus lanchas, pero es peor que Calzada de Tlalpan en viernes por la tarde. Lo peor es que el río es, a la vez, callejón, calle secundaria y avenida principal, la única vía para transportarse aquí, y no hay manera de escapar del atorón.

Pronto llegaremos a Battambang, donde voy a preparar dos reportajes, uno sobre niños afectados por las minas antipersona, para Día Siete, y otro sobre la reconstrucción de la vida comunitaria tras la guerra, para Life&Style. Todo esto es precioso pero ya estoy cansados, asoleados, hambrientos y nos urge llegar.


DÍA 387. BATTAMBANG, CAMBOYA: LOS NIÑOS, LAS BOMBAS TRAIDORAS Y MR BUSH



Los soldados plantan las minas. La guerra se acaba. Ellos se van. Pero la gente se queda ahí. Con las bombas semidespiertas, listas para mutilar.

Las minas antipersona son armas especialmente perversas. Un herido grave --alguien a quien se le han destruido las piernas, por ejemplo-- queda fuera de combate, pero además se convierte en una carga para sus compañeros. Por eso las minas están hechas para mutilar. Y son apararatos que no distinguen entre amigos, enemigos o niños. Su vida útil es de unos 70 años. En Libia y Egipto, por ejemplo, cada año son afectadas personas por minas colocadas durante la Segunda Guerra Mundial. En Camboya, donde los últimos artilugios fueron colocados hace unos pocos años, cada día hay 2.5 personas víctimas de explosiones, en promedio, principalmente mujeres y niños.

Vine a Battambang a hacer un reportaje sobre infantes que han perdido brazos y/o piernas a causa de las minas. Hablé con el obispo español de la zona,Kike Figaredo, y con Gabbi, un jesuita filipino, y Elena, una médica voluntaria. Gente dulce y esforzada. Y pude conocer a Neng, Ratita y Nieng, niños que enfrentan su situación con coraje y buen humor. Sus historias serán publicadas pronto en Día Siete.

El grupo Campaña Internacional para Prohibir las Minas Antipersonales (ICBL, por sus siglas en inglés) obtuvo una victoria mayor en 1997, cuando 122 países se reunieron en Ottawa, Canadá, para signar el Tratado de Prohibición de Minas. Ese mismo año, el ICBL obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su labor.

El éxito es parcial, sin embargo. Tres países no han ratificado su firma. 40 naciones, de plano, no se sumaron a la iniciativa. Entre ellos, los mayores productores y usuarios de minas antipersonales: China, India, Israel, Irak, las dos Coreas, Pakistán, Rusia, Somalia, Sri Lanka y… Estados Unidos.

El 16 de mayo de 1996, cuando se empezaba a consolidar la Convención de Ottawa, el presidente estadounidense Bill Clinton comprometió a su país a “buscar agresivamente un tratado internacional que prohiba el uso, el almacenamiento, la producción y la transferencia de minas antipersonales”.

Diez años después, el 16 de mayo de 2006, el ICBL denunció el incumplimiento de esa promesa. Clinton no signó el Tratado. Su sucesor, el presidente George W. Bush, fue más allá al convertir a EU en el primer país que abiertamente declaró que nunca lo firmará, pues, sostuvo su gobierno en 2004, “sus términos nos requerirían renunciar a una capacidad militar necesaria”. Es decir, seguirán sembrando minas.


DÍA 387. 18 DE MAYO DE 2006. BATTAMBANG, CAMBOYA: LA DANZA DE LA CONFIANZA



Además de niños víctimas de las minas, las guerras dejaron otra terrible semilla en las almas de los camboyanos: la desconfianza. La revista Life&Style publicará pronto mi reportaje sobre el tema, en el que intento describir el proceso de rompimiento de la confianza y los esfuerzos por reconstruirla.

Durante el régimen del Khmer Rouge, la constante fue la traición. El partido llenó las aldeas de informantes que denunciaban a los vecinos, quienes enfrentaban tortura y muerte. Todos tenían terror de ser falsamente delatados y preferían delatar primero. Por el solo hecho de delatar a otros, pensaban que ganaban puntos por parecer leales militantes del partido y aseguraban así la vida. Mientras más cercana a ti fuera la persona que delatabas (amigos, padres, hijos, parejas, hermanos), mejor era valorada tu lealtad.

Como otros grupos, el del obispo católico Kike Figaredo está trabajando para reconstruir la confianza. Él se
Carrera vertical / Vertical raceCarrera vertical / Vertical raceCarrera vertical / Vertical race

Turistas orientales compiten para subir a Angkor Wat / Oriental tourists rushing to climb up Angkor Wat
concentra en los niños. Elena, la voluntaria española, se marcha tras 10 meses de trabajar aquí y le organizaron una fiesta a la que me invitaron. El papel principal lo tienen niños que participan en un grupo de danza creado por Kike. Es sorprendente, ¡parece tan profesional, creativo y bien producido como los de cualquier compañía urbana europea!

Los participantes de mayor edad tienen 15 y 16 años. Los menores hasta 6 y 7.

Primero pensé que el hecho de que la mayoría de los camboyanos es budista representaría un importante obstáculo, pues habría miedo de que los curas trataran de convertir a sus hijos. "Es mucho más sencillo tratar con los budistas que con otros cristianos, incluso que con los católicos", dijo Kike. "La costumbre de enjuiciar todo lo que vemos y definirlo como bueno o malo es nuestra. Somos nosotros los que descalificamos a los no cristianos, los budistas son tolerantes".

La desconfianza se transmite de los padres a los hijos. En el rompimiento de esta espiral de desconfianza interviene el trabajo artístico de la diócesis. La calidad de la ejecución de los niños del grupo de danza demuestra que están profundamente comprometidos: tienen que trabajar horas en el campo e ir a la escuela, pero le roban tiempo al juego y al sueño para acudir a los extenuantes ensayos. Las madres los apoyan, muchos padres también. Sus vestuarios son impecables, sus sonrisas, conmovedoras.

Todos ellos saben presentarse en castellano y algunos lo manejan con fluidez.

Hay que ver la galanura con la que visten los bellos trajes tradicionales, la dedicación con la que cuidan cada movimiento, el sentimiento con el que reflejan la música y la pasión con la que representan historias del pueblo khmer: están orgullosos de su identidad, de ser camboyanos nuevos.

Son gente digna. Y cuentan con sus compañeros: todos saben que el éxito de la función depende de todos. Cada cual cuenta con cada otro para salvarse del golpe de las tablas y brindar un espectáculo hermoso. Esa es su coordinación más perfecta: estos niños han tomado en sus manos y en sus pies la lucha por la recuperación de la confianza.



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Info: Day 388. May 19th, 2006. Came from Lao. Going to Vietnam. Current stage: South East Asia. Next stage: China.

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(Sorry for the inconvenience of this Spanish-only blog. This trip leaves me no time nor energy for translation. Many of you have asked for it, so I'm adding now a brief English introduction. For the rest you can always try Google translator, let's see what happens!. For some of you, this will be a good chance to practice and hopefully improve your Spanish. For the others, I hope the photos themselves will be of worth.)

BRIEF ENGLISH INTRO:

(Pequeña introducción en inglés para los que no hablan español --después vienen todos los posts en castellano.)
A Cambodian experience can be divided in two: Angkor and Recent History, or Recent History and Angkor. For the mild-hearted, I will begin with Angkor: one of the not-long-ago hidden wonders of this world, the vast and dramatic epic of an empire which reached levels of architectural success that can be compared to those of Medieval Europe and pre-Columbian America. Magic, mistery, sensations: a visit to Angkor Wat in the dark, before dawn, connects the body nerve nods with active spirits from a millenium ago. The sunrise is an amazing display of shadows and colours amongst the five main towers of the temple, and the reservoir's reflection helps to imagine the magnificence these Khmer cities had in the past. Brave as wild, in the temples of Angkor Mother Nature has taken it's stakes there and fights aggressively to preserve its regained dominion over the human work. As Chichen Itza, Macchu Picchu, Karnak, the Acropolis, Roma, Khajuraho and Xi'an, Angkor is a must for those who struggle to understand how civilization became what it is now, the great work of the men and women's bare hands.

The other face is the terrible one, Recent History. How men and women's hands --though probably the latter's contribution was far smaller-- destroyed men and women's lives with a disregard and even contempt that freezes your soul. Slaughter, tragedy, torture, massacre... incredible highs of human madness show themselves sorely in S-21, the secondary school turned prison of death, or the Killing Fields, where a high stupa piles up the shame packed in thousands of skulls. But it is, as well, the stories of people who are trying hard to recover dignity, national pride and mutual trust, of children who overcome the sad fate of being the mutilated victims of a landmine with joy and energy, and those who help them to do so. You will see their pictures too. That's the part of Recent History I'd rather outline and learn from. The part of bravery and hope.


DÍA 367. 28 DE MAYO DE 2006. PHNOM PENH, CAMBOYA: UN CIUDAD EX-FANTASMA



Parece increíble que esta ciudad, hace 30 años, haya sido vaciada por completo. Vivas, bellas, repletas de gente y tráfico, estas calles estaban solitarias, convertidas en territorio fantasma por el régimen del Khmer Rouge.

El cruce de la frontera desde Laos es el más caótico que he visto. Extenuante, confuso, no se sabe en qué país se está ni a los oficiales de qué se les está mostrando el pasaporte. Más adelante, en plena noche, en una carretera, un tipejo quiso asustarnos, incluso se atrevió a sugerir que si él no nos ayudaba podrían matarnos, para sacarnos unos dólares. No le creímos y lo mandamos al diablo, pero éste es un país donde la muerte ha trabajado con asiduidad y las armas abundan, así que durante un par de horas estuvimos muy tensos.

Todo bien, al final. Y Phnom Penh, la capital del país, me gusta mucho. Los millares de motos y coches generan un gran caos, pero es un caos sencillo, un mexicano común puede aprender las reglas fácilmente, y entonces se vuelve un caos divertido. Me voy a dar paseos en bicicleta y hago como los locales, invado el carril contrario para dar vuelta, recorro largos tramos en
Pequeña políglota / Little poliglotPequeña políglota / Little poliglotPequeña políglota / Little poliglot

Re trata de adivinar cómo decir su edad en español. Lo logró! / Re trying to guess how to say her age in Spanish. She succeeded!
contrasentido y río con la gente. Les encanta saludarte, siempre dicen hello con grandes sonrisas.

En 1975, la dictadura sostenida por EU fue derrotada por la guerrilla del Khmer Rouge (la mayoría de los camboyanos son de etnia khmer, y rouge es rojo, en francés). Hay fotos de la gente de Phnom Penh en la calle, que sale a recibir a los "libertadores" con alegría. No imaginaban que los jefes del Khmer Rouge, Pol Pot por delante, estaban locos, locos, pero bien locos, y su idea de liberar al pueblo era mandar a toda la gente a trabajar al campo. Causaron más de un millón de muertes en su régimen de terror.

Uno ve a los habitantes de Phnom Penh, tan amables y sonrientes, y es difícil imaginarlos siendo expulsados de sus casas y forzados a marcharse en largas filas a los campos de trabajo forzado, ¡toda una gran ciudad!

Finalmente, en 1979, los comunistas de Vietnam, hartos de que el Khmer Rouge lanzara ataques contra su país, invadieron Camboya y pusieron un nuevo gobierno. Esta vez, cuando llegaron a liberar Phnom Penh, no había nadie que saliera a recibirlos. Sólo hallaron una cárcel clandestina con prisioneros torturados y asesinados. El Khmer Rouge fue casi derrotado por completo, pero...

¿Quiénes creen que pusieron el pero?

No es que los estadounidenses simpatizaran con el Khmer Rouge, pero no les gustaba el gobierno comunista y decidieron financiar al bestia de Pol Pot para que siguiera matando camboyanos. Y así lo hizo durante casi 20 años más, con la ayuda de Washington, Tailandia y, ¡oh!, los chinos, que también querían hacerles las cosas difíciles a los de aquí. Insólitas alianzas.


DÍA 373. PHNOM PENH, CAMBOYA: PEDERASTIA Y CONTAMINACIÓN



Vivo en una zona muy rara: es una combinación entre ghetto mochilero y zona roja para camboyanos. Se accede a través de una calle sin salida, de la que se desprenden unos callejoncillos que de noche dan miedo. En el que da al hostal, todas las tardes se reúne gente a jugar billar y barajas con ruidosas apuestas.

Abundan los conductores de tuk tuk (mototaxis de tres ruedas) y de "moto" (una especialidad oriental: taxistas en motocicletas comunes que te llevan detrás; a los occidentales no nos quieren llevar de a dos, pero a los locales sí, hasta tres, y no es una imagen extraña la de dos monjes con sus togas de color naranja conducidos por el "moto"). No puedes entrar o salir del área sin que te acosen con la oferta del servicio (insisten en llevarte aunque te vean montado en una bici) o de drogas.

En el medio de todo esto, un anuncio luminoso te trae de golpe a una de las muchas tragedias camboyanas: la pederastia. Los años de guerra y debilidad gubernamental favorecieron una corrupción sin medida y que floreciera el infame turismo de sexo con niños. Con dinero, se aseguraba la complicidad de las autoridades. Una vez fuera del país, se estaba a salvo porque las naciones occidentales sólo la castigaban si se cometía en su territorio. Hoy, esos gobiernos y el de Camboya la consideran un crimen donde quiera que se haga y tienen acuerdos para perseguirla. El letrero, junto con volantes que se entregan en los hoteles, está en inglés y advierte que, seas de donde seas, si te metes con niños amaneces encarcelado. Ojalá funcione.

Ésa es la parte mala. Por el lado contrario, hay muchos sitios agradables y con buena comida para pasar el rato. Por tu consumo, en "The lazy lizard" te ofrecen una pequeña salita con TV y una amplia colección de DVD para que veas lo que quieras. Los de ese lugar me caen bien porque apoyan actividades de voluntariado. En otro restaurante, preparan un pollo al curry de yoghurt que es una delicia.

Lo mejor es que la parte de atrás de los hostales de estas callejuelas da a un bonito lago, Boeng Kak, lleno de palafitos (casas sobre el agua sostenidas por estacas). En particular, al atardecer adquiere colores acerados muy hermosos. Mi hostal tiene una terraza sobre él que es genial para quitarte el calor con la brisa.

Pero esto sigue siendo Camboya y no sé por cuánto tiempo seguirá siendo un lago disfrutable. Es pequeño, está en medio de la ciudad y los que deberían estar más interesados en protegerlo son los que lo destruyen. Un día en que estaba escribiendo en la terraza a las seis de la mañana vi cómo limpiaban las otras terrazas, que por las noches funcionan como bares con dj's mancos y sistemas de sonido abominables: barrían la basura (servilletas, mugre, botellas) y simplemente la arrojaban al lago.


DÍA 375. PHNOM PENH, CAMBOYA: NADIE SALE VIVO DE AQUÍ



No hay futuro ni escape. Eso es lo que expresa la fotografía que más me impactó. Es una de cuerpo completo de una adolescente. La chica no mira a la cámara, sino al cielo. “Por favor!”, casi la escucho decir: “Sácame de aquí”.

Estamos muy acostumbrados a ver la muerte por televisión. A veces no es ficción, sino una parte del noticiero. Pero los catorce mil retratos de prisioneros torturados y asesinados que se exhiben en el Museo del Genocidio Tuol Sleng te estremecen de una manera diferente: no muestran un dramatismo obvio; te golpean dentro del alma sin embarrarte de sangre. La mayoría son fotos que podrían servir para el pasaporte o la credencial de la escuela si los fotografiados no tuvieran un número de identificación, única pista objetiva de la situación en la que se encontraban. Era parte del trámite. Todos esos ojos que miran a los tuyos pertenecieron a personas que entraban en la experiencia más terrible, y final, de sus vidas. En muchas miradas hay miedo. En unas pocas, cierto dejo de burla. En otras aparece la confusión, la incredulidad por lo que les está pasando. Tú tampoco lo puedes creer: ves la imagen de hombres y mujeres de todas las edades, de una madre con su bebé en los brazos, de un niño de unos ocho años, de una nena de 10, y te preguntas: pero ¿cómo viniste a caer aquí, linda?, ¿por qué te hicieron esto? Sabes que todas esas personas que posan en calma fueron gente real que ya no está más.

El Khmer Rouge convirtió Tuol Sleng, una escuela secundaria de Phnom Penh, en una prisión secreta de donde sólo siete, entre al menos 14,000 personas que estuvieron presas ahí entre abril de 1976 y enero de 1979, salieron vivas. La S-21, como se la conocía en código, adquirió mayor importancia en la medida en que el régimen del Khmer Rouge acabó de eliminar a sus enemigos en la sociedad y empezó a buscarlos dentro del partido. Los interrogatorios mediante tortura, minuciosamente reseñados en enormes archivos, no buscaban averiguar si el acusado era inocente, pues al que era enviado ahí se lo consideraba culpable más allá de toda duda, sino justificar con confesiones la decisión de condenarlo sin juicio, obtener nuevas listas de sospechosos y demostrar la existencia de enormes conspiraciones para subvertir el orden, crear partidos de oposición,
Con Nico y MeritCon Nico y MeritCon Nico y Merit

Nos conocimos en Lao y nos reencontramos por casualidad en una fiesta en Phnom Penh / We met in Lao and again in a Phnom Penh's party
dar golpes de estado o sabotear la producción para desestabilizar al gobierno.

El "hermano Duch", jefe de la prisión, y su gente sabían que su misión era obtener esas "pruebas" --a riesgo de caer ellos mismos presos si no las conseguían-- y se esforzaban por obtenerlas a toda costa. Mediante el hambre, la privación del sueño, la presión psicológica y la inflicción brutal del dolor físico, los torturadores obtenían largas listas de supuestos traidores, miembros del partido que eran encarcelados y a los cuales les arrancaban más nombres. El criminal mayor, Pol Pot, el "hermano número 1", y sus secuaces confirmaban así sus temores de que enfrentaban todo tipo de complots orquestados por Vietnam, Tailandia, Estados Unidos, la Unión Soviética e incluso por su único aliado, China.

Muchos de los acusados no lo podían creer. El historiador David Chandler recoge el intercambio epistolar entre Siet Chhe, un general protegido de Pol Pot que había caído en desgracia, y Duch, en abril de 1977:

"¡Sufro horriblemente, hermano!", se quejó Siet. "Nunca había estado en una situación así. Cuando mi hija estuvo prisionera del enemigo pensé que era normal: la lucha entre el enemigo y nosotros. Ahora estoy confinado
Bajate a empujar! / Push the boat!Bajate a empujar! / Push the boat!Bajate a empujar! / Push the boat!

El lago es tan poco profundo que en temporada seca hace falta darles una manita a los botes/ The lake is so shallow that in dry season the boats need a little help
en la cárcel de la revolución, no lo puedo entender, ¡es muy confuso!"

En una segunda misiva, advertido de que lo iban a empezar a torturar, Siet rogó: "¡Querido hermano! ¡Sé que es mi fin! No importa cuánto me golpeen los camaradas, que rompan mis huesos en pedazos, no tengo nada más que informar. Sólo tendrán el flujo de mi sangre o mis heces, o mi muerte. Por favor, rescátame a tiempo, hermano. No importa cómo muera, seré leal al Partido hasta el final". Más adelante, Siet pedía a Duch que lo deje suicidarse para evitar la tortura: "Si no rescatas a tu hermano menor, ¡él morirá sin duda! Estaré dispuesto a morir por propia mano para que la Seguridad del Partido salve su honor".

Duch esperó hasta que aplicaron los primeros tormentos. Entonces respondió para criticar a Siet por haber dicho que las acusaciones en su contra eran una difamación: "Nunca ha habido un solo miembro del Partido que haya venido a la S-21 por falsas acusaciones. ¿Qué es lo que entiendes del problema, hermano? ¿Que se creó porque el Partido fue engañado con falsas acusaciones? ¿O porque tu has actuado mal con el Partido? Yo entiendo
En el navio / On the shipEn el navio / On the shipEn el navio / On the ship

Hay competencia entre las personas en lanchas que se acerca a tu bote a pedirte dinero y la gente tiene que ser creativa, este ninho y sus dos hermanos navegan en cubetas / There's competition amongst the persons who follow you in canoes to beg and they need to be creative. This boy and his two brothers sail on bins
que tú has actuado mal con el Partido. Te pido que evalúes este problema y lo resuelvas. Cuando estemos de acuerdo, podremos trabajar juntos".

La S-21 era una prisión secreta y la mayoría de los que entraban presos ahí no sabían lo que les ocurriría. Pero Siet Chhe había oído hablar de ella, de que nadie salía vivo de allí, y estaba consciente de que "confesar", o estar "de acuerdo" con Duch, no le salvaría la vida. Resistió la tortura sin acceder. Hasta que Duch ordenó cambiar de táctica y Tuy, responsable del interrogatorio, le sugirió por carta a Siet: "Escribe la historia de tus actividades sexuales con tu propia niña en detalle, porque desde el punto de vista de las masas, esta ofensa ha sido observada claramente. No necesitas negarlo. No dejes que tu cuerpo siga sufriendo por estas insignificancias". Siet replicó con una misiva elocuente en la que defendía a su única hija, una veinteañera comprometida con la revolución, de la que dijo que era virgen. No obstante, esto parece haber terminado de derribarlo psicológicamente y dejó de escribir cartas. En los meses siguientes, hasta que fue asesinado, hizo "confesiones" que implicaron a decenas de personas.

Poco antes del fin, un torturador de la S-21 que se había convertido en torturado, declaró en la "confesión" que le arrancaron sus camaradas: "Si el Partido arresta a todo el mundo, ¿quién va a quedar para hacer la revolución?"

En enero de 1979, cuando los comunistas de Vietnam respondieron a las agresiones del Khmer Rouge e invadieron Camboya, no encontraron a nadie en Phnom Penh. Los habitantes de la ciudad habían sido enviados a trabajar y morir en el campo Dos fotógrafos de prensa dieron con la S-21 por casualidad, alertados por el olor a muerto: los guardias se ocuparon de asesinar a los últimos presos antes de marcharse.


DÍA 378. PHNOM PENH, CAMBOYA: THE KILLING FIELDS



Aunque los cráneos están ordenados por sexo, edad y nacionalidad, están más bien amontonados. Se encuentran en unas vitrinas que se elevan unos quince metros para poder contenerlos todos, dentro de una bonita pagoda. Parece que sus mandíbulas se ríen de su tragedia.

Fueron encontrados más de 8000, en fosas comunes de este lugar conocido por los camboyanos como Choek Ek y por el mundo como los Killing Fields, los campos de los asesinatos.

En la
Templo flotante / Floating templeTemplo flotante / Floating templeTemplo flotante / Floating temple

La iglesia catolica del pueblo del lago / Lake Town's Catholic church
prisión de Tuol Sleng, los que no morían bajo tortura eran enviados tras semanas o meses (hasta que terminaban de "confesar") a ser ejecutados en los Killing Fields. En ciertas épocas de mucho "trabajo", la Tuol Sleng se saturaba y los camiones de volteo repletos de prisioneros eran rechazados y enviados directamente a estos campos para que la gente fuera ejecutada sin más trámite.

Había pocos recursos y se quería ahorrar balas. Se colocaba a las pobres víctimas en filas frente a las fosas y a cada una se le aplicaba un marronazo en la nuca. A los niños se los azotaba contra un árbol. Un guardia narró que el "hermano Duch", el director de Tuol Sleng, le ordenó matar a una persona de un golpe y de manera amenazante le preguntó si tenía miedo. El hombre se apresuró a cumplir la orden antes de que lo pusieran a él mismo en la fila.

Niños de la zona tratan de obtener algún dinero de los visitantes. Se ofrecen como guías e incluso tratan de mejorar el escenario: como en las fosas todavía quedan pequeños rastros de ropa y huesos, al ver que vas a tomar una foto arrojan huesos más grandes o dientes para hacerla más impresionante.

No parecen entender la dimensión de esta tragedia: se recargan aburridos en las lápidas, que señalan el árbol donde se mataba a los infantes, e incluso juegan a tirarles piedras.

Detrás de los Killing Fields hay campos de arroz y estanques, verdes bajo un cielo azul, con vacas y casitas. La última visión idílica de los que iban a morir.


DÍA 382. TEMPLOS DE ANGKOR, CAMBOYA: AMANECER KHMER



Cuando llegamos a Angkor Wat todavía estaba oscuro. Cruzamos el puente sobre el ancho foso casi a tientas. Las esculturas de los márgenes parecían monstruos amenazantes. La primera gran puerta del conjunto semejaba la entrada a la nada. Traspusimos el umbral. Con las primeras luces pudimos tener la imagen del gran recinto que rodea al fabuloso templo principal de Angkor, recortado contra el cielo del amanecer.

Más allá de los reinos europeos, de los imperios mesoamericanos y andinos, hubo otras culturas magníficas que tal vez, desde la óptica occidental, se ven opacadas por el peso gigantesco de las culturas india y china, pero que marcaron la existencia de millones de personas a lo largo de muchas generaciones y alcanzaron éxitos culturales a la par de los que tanto valoramos en Mesoamérica. Entre ellas destaca la civilización khmer, que llegó a su esplendor en la etapa llamada angkoriana y heredó para nuestro siglo varias de las obras cumbres de la antiguedad, como, Angkor Wat.

Si los griegos creían que los dioses habitaban el Olimpo, en el hinduismo khmer se pensaba que Shiva, el dios que más veneraban entre los 300 millones que pueblan su panteón, residía en el mítico Monte Meru. Jayavarman II, el primer monarca que logró la unificación de los reinos khmeres de lo que hoy es Camboya (y abrió el periodo angkoriano, 802-1432 d.C.), se declaró a sí mismo como un ‘rey-dios’ e inició la costumbre de erigir templos-montaña como representación simbólica del Monte Meru.

Cada uno de los reyes-dioses de la época consideró que debía superar a su antecesor. Así movieron la sede del gobierno de un sitio a otro, en una frenética construcción de templos y palacios. Yasovarman I (reinó de 889 a 910), por ejemplo, hizo levantar el Phnom Bakheng, el primer templo-montaña en la zona de Angkor. Después de una larga ascensión por escalones semienterrados por la maleza, uno descubre con la lengua de fuera que apenas está al pie del verdadero templo, que tiene siete niveles, incluidas la base y el techo, que representan los siete cielos del hinduismo.

Desde la cumbre del Phnom Bakheng se tiene una amplia panorámica de los templos de Angkor. Hacia el oeste se extiende uno de los “baray”, los estanques inmensos construidos como parte del avanzado sistema de riego agrícola khmer. Al sureste se ve Agkor Wat.

El momento más emocionante de una visita a Angkor se da al amanecer. Disfrutarla tendría que ser lo primero que hace el recién llegado. Angkor Wat está rodeado de un foso de agua de 200 metros de ancho y 1.5 kilómetros de largo en cada lado. Los fosos de los castillos europeos parecen escuálidos arroyos comparados con éste. Uno tiene la sensación de que hay que cruzarlo en silencio para no remover las sombras del puente. Después se llega a una gran entrada para atravesar la muralla. Atrás, destacando en un área descubierta, está la gran joya khmer, con sus cinco torres que se recortan sobre el cielo estrellado.

A la izquierda hay un estanque: buen lugar para ver Angkor Wat reflejado en el agua mientras se alza la luz. Pero por la derecha se puede alcanzar la posición desde la que se ve el cielo enrojecer detrás del gran templo, un énfasis a la gravedad de sus líneas.

Suryavarman II (1112-1152) lo erigió y consagró a otro dios hindú, Vishnú, y desde ahí gobernó el imperio khmer en su máxima extensión, desde Birmania, Siam (Tailandia) y la península de Malaca, en el Océano Indico, hasta las aguas del Mar de la China, en el Pacífico.

De Angkor Wat se dice que es la mayor estructura religiosa del mundo (aunque los egipcios reclaman ese honor para Karnak, en la vieja Luxor; yo no lo puedo confirmar, son demasiado grandes para valorarlos a ojo de buen cubero). Escalar el edificio principal no es tarea fácil: hay que usar también las manos, ya que los escalones son tan estrechos que apenas cabe un pie de lado, y tan altos como del talón a la rodilla de un adulto. Arriba hay pasillos y altares activamente dedicados al culto del Buda. En el centro, una alta torre que representa el Monte Meru. Otras cuatro la rodean, como si fueran los picos circundantes. Las galerías de la base sugieren los continentes, y el foso, los océanos.

En ellas se encuentran nada menos que 800 metros de murales con bajorrelieves que narran historias clásicas del libro hindú del Mahabharata, como la batalla entre los kauravas y los pandavas, y hechos reales, como una victoria de Suryavarman II frente los chams, que venían de lo que hoy es Vietnam.

Jayavarman VII (1181-1219) construyó su capital un poco al norte de Angkor Wat y Phnom Bakheng, dotándola de una amplísima muralla, de ocho metros de alto y doce kilómetros de extensión y de un foso protector de 100 metros de ancho, que delimitan lo que conocemos como Angkor Thom (“Gran Angkor”). Tiene cinco entradas monumentales, cada una de ellas con puertas de 20 metros de alto coronadas por los grandes rostros de piedra del bodhissattva (santo budista) Avalokiteshvara, precedidas por puentes adornados con 54 estatuas de dioses (a lo largo de la orilla izquierda) y 54 de demonios (en la parte opuesta). La puerta sur es el sitio por donde entran más turistas y a veces los elefantes deben esperar a que pasen los autobuses.

Adentro abundan los templos, pero el más singular, incluso extraño, es Bayon, la expresión del genio creativo y del enorme ego de Jayarvaman VII. Entre sus corredores y escaleras tiene 54 torres góticas y 216 rostros gigantes de Avalokiteshvara, que para muchos estudiosos, sin embargo, parecen hechos demasiado similares a la cara del propio Jayarvaman VII. Desde cada ángulo en que se los vea, transmiten poder y control con un pequeño dejo de humanidad, que era la fórmula del monarca para mantener su autoridad sobre el vasto imperio.

Tres días de recorrer Angkor fueron apenas suficientes para visitar los principales templos. Uno podría pasarse alegremente una semanita montado en la bicicleta para ir también a los sitios más lejanos. Es como tener todas las ciudades mayas concentradas en un cuadrado de 50 kilómetros por lado. Fascinante.


DÍA 383. TEMPLOS DE ANGKOR, CAMBOYA: RE, JOSÉ CARLOS Y OMBRETTA



Creo que nunca recorrí tantos kilómetros en bici. ¡Y qué calor!, ¡qué bestia! Pero el sitio es genial. En cada templo se encuentra algo distinto y misterioso.

Como hemos visto en México con los mayas, el genio y la determinación de los antiguos no es rival para la poderosa fecundidad de la selva. A fines del siglo XIX y durante la primera mitad del XX, los esfuerzos por rescatar los templos de Angkor se topaban una y otra vez con la jungla: apenas se descuidaban las construcciones liberadas, los tentáculos de la tierra se apoderaban de nuevo de ellas.

En algunas, a lo largo de los siglos, la naturaleza se entremezcló tan íntimamente con la obra humana que resulta imposible separarlas sin destruir esta última. Tal es el caso, por ejemplo, de una de las obras cumbre de Jayavarman VII, Ta Prohm, un gran templo a un lado de Angkor Thom en el que los árboles soportan hoy las puertas y los techos, lo que crea una atmósfera sobrecogedora.

Ahí conocí a Re. En todos lados hay parvadas de niños que te quieren vender paquetes de diez postales. En Ta Prohm, Re se me acercó y sin avisar empezó a barajar las tarjetas contándolas. Primero en inglés: "one, two, three", hasta diez. Luego en alemán, "eins, zwei, drei", y en francés, y de pronto, "uno, dos tres"... Acabó contando en holandés.

Le dije que me dijera hola en español, y lo hizo. Le prometí comprarle las postales si me decía gracias, y también supo. Se las compré. Entonces le pedí que me dijera su edad --13-- en castellano, y me encantó porque no lo sabía, pero se puso a tratar de deducirlo lógicamente con verdadero interés, "uno, diez, tres", decía, hasta que soltó un "¡trece!". Cuando nos marchábamos se despidió con un "adiós". Ojalá se pueda seguir educando, esta niña tiene talento.

Quería platicar una historia curiosa que me ocurrió en the killing fields. No la conté en el post correspondiente porque es algo bonito que choca con la trágica historia del lugar.

Estábamos en la pagoda donde conservan los cráneos. Mi amiga salió diez minutos antes que yo. Cuando la seguí, alguien me preguntó en español que si yo soy mexicano. Mi interlocutor también lo era, por lo que imaginé que habría hablado con mi acompañante y ella le habría dicho que yo andaba por aquí. Pero entonces él dijo: "¿Tú eres Témoris Grecko?" ¡Oh, oh!, eso ya fue más personal.

Se trataba de un lector del blog que me había reconocido por las fotos. En Indochina los mexicanos escasean casi tanto como en el Este de África y tenía cuatro meses sin encontrar alguno, y precisamente el que aparece es alguien con el que tengo un vínculo.

José Carlos tiene unos 24 años y colabora con Action for Life, una ONG que promueve el trabajo de jóvenes para ayudar al desarrollo. El voluntariado es, lamentablemente, algo que se practica poco en México, pero nuestro colega se dedica a ello muy contento. Pude conversar brevemente con unos ocho de sus compañeros, un grupo multinacional de chicas y chicos muy simpáticos e interesantes. Me pareció que están haciendo un trabajo ejemplar.

¡Qué grande! ¡Sigan dándole duro!

Y ya que estamos en eso de los encuentros que no platiqué a tiempo, va éste de Laos. Entré en el patio de un templode Luang Prabang. Un grupo de jóvenes monjes estudiaba el Dharma (el conjunto de las enseñanzas del Buda) bajo un frondoso árbol. Más al fondo escuché que alguien hablaba muy claro y en voz alta, en español. Eran dos mujeres, una de unos 28 años y su madre, que enseñaban castellano a otro monje. El chico lo está aprendiendo al mismo tiempo que el inglés y el francés. Ellas, muy carismáticas y amenas, no resultaron ser españolas ni latinas, sino ¡italianas! (bueno, bueno, ¿qué puede haber más latino que un italiano? Pero me refiero a que no son latinoamericanas.) Conversamos muy agradablemente por una hora y media y ya tengo una invitación para visitarlas en Florencia.


DÍA 385. ENTRE SIEM REAP Y BATTAMBANG, CAMBOYA: EL AGUA NUESTRA DE CADA DÍA



La vida lacustre y fluvial de Camboya es una maravilla. Nunca había visto algo así. ¡Qué manera tan impresionante de hacer evidente la importancia del agua para los sere humanos!

En Siem Reap, visité el pueblo flotante de Chong Khneas, instalado en un lago poco profundo que crece en superficie más de diez veces en temporada de lluvias. Ahora es la de secas y los botes más grandes que llevan a los turistas de pronto se atascan !!!y la gente se tiene que bajar para empujar!!! Hay otros más pequeños que se mueven mejor, pero esto yo no lo sabía y, como hay pocos clientes, unos chicos me subieron a uno con capacidad para 30 personas, ¡a mí solo! El resultado fue que hubo zonas a las que de plano no fue posible entrar y me perdí de algunas partes de la comunidad. (Eso no impidió que los del barco me pidieran una propina por el privilegio de tener todo para mí.)

La gente es muy pobre y algunos se las tienen que arreglar como sea para conseguir una limosna. La creatividad no falta: al ver que mi bote se aproxima, una madre con sus tres niños se acerca remando en su canoa. Ya lo han hecho otras, pero la novedad es que ella se queda a cierta distancia, unos cien metros, y los chamacos se lanzan a navegar solos, cada uno en una tinita de plástico. Es una imagen inusual y, cuando llegan a mí, dan vueltas y hacen monadas.

Algunas pocas construcciones están sostenidas sobre pilotes. La inmensa mayoria no y se mueven. Deben tener alguna forma de organizarse para mantener la conformación del pueblo, ya que no seria extraño que una noche te vayas a dormir con Pedro, Juana y Jose como vecinos y a la mañana siguiente tengas al lado el bar de Miguel.

La iglesia católica, por ejemplo, es itinerante. Desembarqué (mas bien, transbordé) a saludar al simpático hombre que la atendía -que no habla nada más que khmer, pero fue muy amistoso-y me mostró fotos del templo en el “muelle”.

Ahora navegamos por un río en dirección a Battambang. Es aún más bonito, porque a todo lo largo hay casas flotantes, pasamos muy cerca y es posible observar la vida cotidiana de la gente. Es un viaje de ocho horas que nos permite ver diversos momentos de su día, desde que se levantan hasta después de la comida: aparecen en piyama, lavan a los niños, se les acercan las canoas con mujeres que venden comida que preparan ahi mismo, pasa el bote-tiendita con toda clase de botanas en bolsas plásticas y bebidas…

En cierto momento, el lirio acuatico se hace tan denso que el tráfico se interrumpe. La gente lucha contra él para hacer avanzar sus lanchas, pero es peor que Calzada de Tlalpan en viernes por la tarde. Lo peor es que el río es, a la vez, callejón, calle secundaria y avenida principal, la única vía para transportarse aquí, y no hay manera de escapar del atorón.

Pronto llegaremos a Battambang, donde voy a preparar dos reportajes, uno sobre niños afectados por las minas antipersona, para Día Siete, y otro sobre la reconstrucción de la vida comunitaria tras la guerra, para Life&Style. Todo esto es precioso pero ya estoy cansados, asoleados, hambrientos y nos urge llegar.


DÍA 387. BATTAMBANG, CAMBOYA: LOS NIÑOS, LAS BOMBAS TRAIDORAS Y MR BUSH



Los soldados plantan las minas. La guerra se acaba. Ellos se van. Pero la gente se queda ahí. Con las bombas semidespiertas, listas para mutilar.

Las minas antipersona son armas especialmente perversas. Un herido grave --alguien a quien se le han destruido las piernas, por ejemplo-- queda fuera de combate, pero además se convierte en una carga para sus compañeros. Por eso las minas están hechas para mutilar. Y son apararatos que no distinguen entre amigos, enemigos o niños. Su vida útil es de unos 70 años. En Libia y Egipto, por ejemplo, cada año son afectadas personas por minas colocadas durante la Segunda Guerra Mundial. En Camboya, donde los últimos artilugios fueron colocados hace unos pocos años, cada día hay 2.5 personas víctimas de explosiones, en promedio, principalmente mujeres y niños.

Vine a Battambang a hacer un reportaje sobre infantes que han perdido brazos y/o piernas a causa de las minas. Hablé con el obispo español de la zona,Kike Figaredo, y con Gabbi, un jesuita filipino, y Elena, una médica voluntaria. Gente dulce y esforzada. Y pude conocer a Neng, Ratita y Nieng, niños que enfrentan su situación con coraje y buen humor. Sus historias serán publicadas pronto en Día Siete.

El grupo Campaña Internacional para Prohibir las Minas Antipersonales (ICBL, por sus siglas en inglés) obtuvo una victoria mayor en 1997, cuando 122 países se reunieron en Ottawa, Canadá, para signar el Tratado de Prohibición de Minas. Ese mismo año, el ICBL obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su labor.

El éxito es parcial, sin embargo. Tres países no han ratificado su firma. 40 naciones, de plano, no se sumaron a la iniciativa. Entre ellos, los mayores productores y usuarios de minas antipersonales: China, India, Israel, Irak, las dos Coreas, Pakistán, Rusia, Somalia, Sri Lanka y… Estados Unidos.

El 16 de mayo de 1996, cuando se empezaba a consolidar la Convención de Ottawa, el presidente estadounidense Bill Clinton comprometió a su país a “buscar agresivamente un tratado internacional que prohiba el uso, el almacenamiento, la producción y la transferencia de minas antipersonales”.

Diez años después, el 16 de mayo de 2006, el ICBL denunció el incumplimiento de esa promesa. Clinton no signó el Tratado. Su sucesor, el presidente George W. Bush, fue más allá al convertir a EU en el primer país que abiertamente declaró que nunca lo firmará, pues, sostuvo su gobierno en 2004, “sus términos nos requerirían renunciar a una capacidad militar necesaria”. Es decir, seguirán sembrando minas.


DÍA 387. 18 DE MAYO DE 2006. BATTAMBANG, CAMBOYA: LA DANZA DE LA CONFIANZA



Además de niños víctimas de las minas, las guerras dejaron otra terrible semilla en las almas de los camboyanos: la desconfianza. La revista Life&Style publicará pronto mi reportaje sobre el tema, en el que intento describir el proceso de rompimiento de la confianza y los esfuerzos por reconstruirla.

Durante el régimen del Khmer Rouge, la constante fue la traición. El partido llenó las aldeas de informantes que denunciaban a los vecinos, quienes enfrentaban tortura y muerte. Todos tenían terror de ser falsamente delatados y preferían delatar primero. Por el solo hecho de delatar a otros, pensaban que ganaban puntos por parecer leales militantes del partido y aseguraban así la vida. Mientras más cercana a ti fuera la persona que delatabas (amigos, padres, hijos, parejas, hermanos), mejor era valorada tu lealtad.

Como otros grupos, el del obispo católico Kike Figaredo está trabajando para reconstruir la confianza. Él se concentra en los niños. Elena, la voluntaria española, se marcha tras 10 meses de trabajar aquí y le organizaron una fiesta a la que me invitaron. El papel principal lo tienen niños que participan en un grupo de danza creado por Kike. Es sorprendente, ¡parece tan profesional, creativo y bien producido como los de cualquier compañía urbana europea!

Los participantes de mayor edad tienen 15 y 16 años. Los menores hasta 6 y 7.

Primero pensé que el hecho de que la mayoría de los camboyanos es budista representaría un importante obstáculo, pues habría miedo de que los curas trataran de convertir a sus hijos. "Es mucho más sencillo tratar con los budistas que con otros cristianos, incluso que con los católicos", dijo Kike. "La costumbre de enjuiciar todo lo que vemos y definirlo como bueno o malo es nuestra. Somos nosotros los que descalificamos a los no cristianos, los budistas son tolerantes".

La desconfianza se transmite de los padres a los hijos. En el rompimiento de esta espiral de desconfianza interviene el trabajo artístico de la diócesis. La calidad de la ejecución de los niños del grupo de danza demuestra que están profundamente comprometidos: tienen que trabajar horas en el campo e ir a la escuela, pero le roban tiempo al juego y al sueño para acudir a los extenuantes ensayos. Las madres los apoyan, muchos padres también. Sus vestuarios son impecables, sus sonrisas, conmovedoras.

Todos ellos saben presentarse en castellano y algunos lo manejan con fluidez.

Hay que ver la galanura con la que visten los bellos trajes tradicionales, la dedicación con la que cuidan cada movimiento, el sentimiento con el que reflejan la música y la pasión con la que representan historias del pueblo khmer: están orgullosos de su identidad, de ser camboyanos nuevos.

Son gente digna. Y cuentan con sus compañeros: todos saben que el éxito de la función depende de todos. Cada cual cuenta con cada otro para salvarse del golpe de las tablas y brindar un espectáculo hermoso. Esa es su coordinación más perfecta: estos niños han tomado en sus manos y en sus pies la lucha por la recuperación de la confianza.


QUIERES CONOCER OTRAS ETAPAS DE MI VIAJE? QUIERES IR A SUDAFRICA, SWAZILANDIA, MOZAMBIQUE, TANZANIA, KENYA, INDIA, NEPAL, TAILANDIA, LAO, O VIETNAM (disponible a partir de noviembre 2006)? HAY MAS DISPONIBLES EN MI PAGINA PRINCIPAL!

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Información. Día 366. 19 de mayo de 2006. Llegué de Lao. Salgo a Vietnam. Etapa actual: Sudeste de Asia. Próxima etapa: China.

Acceso a otros viajes a través de mi página principal. Al terminar el texto y las fotos, hay botones para que puedas dejarme un comentario ("add comment") (checa los comentarios de otros lectores también), enviarme un mensaje ("contact Té­moris") o suscribirte a este travelblog ("subscribe") para que el sistema te avise cada vez que yo añado un capítulo nuevo.

Info: Day 388. May 19th, 2006. Came from Lao. Going to Vietnam. Current stage: South East Asia. Next stage: China.

Access previous chapters of my World trip through my main page. Below text and photos, there are buttons to add a comment (read other readers' comments, too!), contact me or suscribe to this travelblog to be noticed everytime I add a new chapter.

(Sorry for the inconvenience of this Spanish-only blog. This trip leaves me no time nor energy for translation. Many of you have asked for it, so I'm adding now a brief English introduction. For the rest you can always try Google translator, let's see what happens!. For some of you, this will be a good chance to practice and hopefully improve your Spanish. For the others, I hope the photos themselves will be of worth.)

BRIEF ENGLISH INTRO:

(Pequeña introducción en inglés para los que no hablan español --después vienen todos los posts en castellano.)
A Cambodian experience can be divided in two: Angkor and Recent History, or Recent History and Angkor. For the mild-hearted, I will begin with Angkor: one of the not-long-ago hidden wonders of this world, the vast and dramatic epic of an empire which reached levels of architectural success that can be compared to those of Medieval Europe and pre-Columbian America. Magic, mistery, sensations: a visit to Angkor Wat in the dark, before dawn, connects the body nerve nods with active spirits from a millenium ago. The sunrise is an amazing display of shadows and colours amongst the five main towers of the temple, and the reservoir's reflection helps to imagine the magnificence these Khmer cities had in the past. Brave as wild, in the temples of Angkor Mother Nature has taken it's stakes there and fights aggressively to preserve its regained dominion over the human work. As Chichen Itza, Macchu Picchu, Karnak, the Acropolis, Roma, Khajuraho and Xi'an, Angkor is a must for those who struggle to understand how civilization became what it is now, the great work of the men and women's bare hands.

The other face is the terrible one, Recent History. How men and women's hands --though probably the latter's contribution was far smaller-- destroyed men and women's lives with a disregard and even contempt that freezes your soul. Slaughter, tragedy, torture, massacre... incredible highs of human madness show themselves sorely in S-21, the secondary school turned prison of death, or the Killing Fields, where a high stupa piles up the shame packed in thousands of skulls. But it is, as well, the stories of people who are trying hard to recover dignity, national pride and mutual trust, of children who overcome the sad fate of being the mutilated victims of a landmine with joy and energy, and those who help them to do so. You will see their pictures too. That's the part of Recent History I'd rather outline and learn from. The part of bravery and hope.





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CHINA (etapa de Yangshuo, disponible a partir de diciembre de 2006),
CHINA (de Xian a Shanghai, disponible a partir de diciembre de 2006) O
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Anuncio en la zona turistica de Phnom Penh: el que con ninios se mete, en la carcel amanece / Sign in Phnom Penh's tourist area: you won't get away with it if you deal with children


20th November 2006

Hey, Temoris! That's very informative and well-written. I have some problems with the Spanish part but, as you said, it's good practice! All the best for the rest of your trip, compadre! marco
21st November 2006

Saludos, huevón
Ceguetas: Un abrazo muy grande. Cuidate y entérate de Oaxaca y de un servidor por medio del messenger, vienen fotos recientes en hizamar@hotmail.com en mi espacio. Otro abrazo y med io gusto "verte"
3rd October 2012
Por favor, sácame de aquí! / Please, take me out of here

Por favor, sácame de aquí! / Please, take me out of here
El rostro de la chica parece preguntarse si existe la bondad en algún lado, cómo es que alguien puede asesinar a su misma raza o si podrá encontra la paz una vez que la asesinen.

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