La Noche de Santiago

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Anoche fue la fiesta principal. Nos habían dicho que no fuéramos a la plaza principal porque habría miles de personas. Pero de todas maneras lo hicimos. Estuvimos desde las 9:00 de la noche hasta las 11:30 cuando empezó el show.

Era un programa coordinado de música celta-gallega con fuegos artificiales y luces laser. Para verlo puse unos videos aquí en el sitio. Espero que se oiga la música porque me ponía los pelos de punta. También reflejaban en la fachada imágenes a veces religiosas, aveces con textos y hacían sentir todo como místico más que comercial.

Algo curioso fue que durante estas dos semanas que he estado aquí nunca había llovido y este día, precisamente el día de la fiesta, empezó a llover. Pero la lluvia era como un rocío constante, era más bien como una neblina que moja. Gracias a que a las compañeras de NY y LA se les ocurrió llevar botellas de vino y yo me compré un bocadillo (léase, sandwich) porque estar tres horas parados con un paraguas no era lo que tenía planeado sinceramente. Pero, antes de empezar el show de luces, como por intervención divina, dejó de llover. Me parece que Santiago tuvo algo que ve con esto.

Después salimos de la plaza como ganado, básicamente, y por tres horas más estuvimos deambulando por la plaza repleta de gente como ven en los videos. Nos metíamos en un barcito, salíamos y nos metíamos en otro y en otro, y en otro. La gente todos en la calle, cantando los muchachos, viendólos desde los cafés los mayores. Un ambiente muy sano, sin peleas, ni lanzadera de botellas, ni gritos, ni cuchillos, ni policías, ni basura que no te deja caminar, ni peste a frito y ese inapetecible y repugnante peste a sobaco sudado y pasado por agua con lo que usualmente asocio yo este tipo de eventos multitudianrios...osea, no muy calle ocho.

Me vine a acostar como a las 4:00 de la mañana y en frente de nuestra residencia todavía seguía la fiesta con unas carpas que nos han puesto donde ponen conciertos y hay un tipo de exhibiciones. Parece ser para más jovencitos porque me dio la impresión de estar en el colegio durante la hora de almuerzo. La única diferencia que la mayor parte estaban borrachos y con botellas en las manos.

Hoy me he levantado a las 12:00 y voy a almorzar. Así que os dejo con el recuerdo de una de las más bellas, civilizadas y eternas fiestas a la que jamás haya asistido.

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