2do Día del viaje en moto: Pai

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Ayer el día estuvo genial, empezó un poco atropellado porque las motos que habíamos negociado el día anterior en el hotel no las tenían, así que nos tocó conseguir otro lugar para alquilarlas y terminamos saliendo de Chiang Mai a las 12 y no a las 9-10am como teníamos previsto.

El camino estuvo hermoso y la mayor parte fue bastante fácil y agradable de manejar; la 1ra hora fue en una autopista de 2 canales a cada lado, pero no había mucho tráfico y la mayor parte del tiempo había un canal solo para motos, así que iba relajada; luego empezaron las curvas y pendientes poco pronunciadas, esa fue la mejor parte, era muy divertido para conducir y el paisaje era hermoso; y la última parte si estuvo un poco tortuosa, empezó a llover más fuerte y la visibilidad se redujo un montón, además por aquí las pendientes y las curvas eran más pronunciadas, lo que hacía que tuvieras que ir muy lento. Llegamos a Pai como a las 6pm, luego de 6 horas de camino (incluyendo las paradas, claro).

Al llegar a Pai conseguimos una posada que era como quedarse en casa de alguien, teníamos una habitación muy grande con baño en donde también había mucha ropa y pertenencias posiblemente de la dueña que era una señora muy simpática.

Al día siguiente me despertaron 2 gallos, uno a cada lado de la casa, que parecía que su único propósito era despertar a toda la cuadra... no paraban de cantar, y los podía oir tan cerca que ni que me pusiera a escuchar música en mi ipod dejaba de escuchar sus infernales cacareos. Por la mañana nos relajamos; primero caminamos un rato y luego nos instalamos en un café muy bonito a leer y tomar café (y comer torta, ups!); Pai es pequeño, lo que tiene de interés turístico son un par de calles llenas de restaurancitos, cafés, bares y tiendas, pero es indudablemente muy bonito y tiene una atmósfera que invita a quedarse varios días para no hacer más que relajarse, comer y beber. Por la tarde fuimos a Wat Phra That Mae Yen, un templo que queda en la cima de una colina desde donde hay vistas muy bonitas del valle de Pai, el río y las montañas alrededor; luego paseamos un poco sin rumbo entre los campos y regresamos a Pai cuando ya casi anochecía.

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