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Published: August 1st 2010
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Bien trempranito ya nos estaba esperando el señor del barco para llevarnos a nuestro próximo destino: Don Khon y Don Det. Éstas son dos ilslitas que se sitúan en el extremo sur de las 4000 islas justo en la frontera con Camboya. Son aún más pequeñas que la isla en la que estuvimos el día anterior, no más de 5 Km de largo cada una de ellas y ambas se encuentran unidas por un puente por lo que casi da igual a cual de ellas vayas.
Los chicos de Barcelona que conocimos en Champasak nos recomendaron que nos alojáramos en Don Khon, decían que era más tranquila que Don Det además había una rutita buena para hacer en bicicleta. Les hicimos caso y nos fuimos para allá, igualmente nos dirigimos directamente a la guesthouse que nos recomendaron y que llevaba poco tiempo funcionando (Pakha guesthouse), regentada por dos hermanos muy jovencitos y muy agradables. Tuvimos que esperar una media hora mientras que limpiaban nuestra habitación por aprovechamos para desayunar en la terracita comunitaria de la guesthouse, tomamos un crepe con chocolate y un batido de plátano que estában buenísimos por lo que volvimos a desayunar lo mismo los dos siguientes
días.
Como en todos los alojamientos de las islas, no cabía esperar muchos lujos, la habitación era muy sencillita pero limpia, una cama, un ventilaor, el perchero y un minibaño, gracias que había papel higiénico... pero es que allí no hay más y con el tiempo te das cuenta que tampoco necesitas nada más. Además, teniedo en cuenta que hasta 2008 no había red eléctrica en las islas y que nos estaban cobrando por la habitación 4 euros/noche...
Nada más dejar las mochilas ya empezamos a darnos cuenta de lo tranquilos que iban a ser los dos siguientes días, los pasamos paseando en bicicleta a través de los campos de arroz, sorteando vacas y perros en medio del camino, comiendo, descansando... más bicicleta, más comida, más zumo de limón, más hamaca..., las tardes las pasábamos tirados en las hamacas de la terracita comunitaria junto con el resto de huéspedes, vamos, que a las cuatro de la tarde del primero de los días ya teníamos la tensión por los suelos. Pero es precisamente esto lo que tienes que hacer en estas islas, relajarte...
La verdad que el tiempo nos estaba acompañando, desde que llegamos al sur de Laos
ya no llovía tanto y cuando lo hacía era un chaparrón de veinte minutos y rápidamente volvía a salir el sol, de esta manera todo se disfruta más... Además también estábamos teniendo más suerte con la comida, en todos los sitios en los que estuvimos, tanto recomendados por la guía como no, comimos estupendamente, en concreto uno de los días comimos una hamburguesa de calabaza que estaba deliciosa, eso sí trabajito costó, llegamos al restaurante y no había nadie, tuvimos que buscar a la camarera-cocinera en la casa que había al lado y después esperar un buen rato. Y... todo esto da que pensar... EN EL SUR SE VIVE MEJOR!!!!
Despertamos el día 31 en nuestra habitacioncita con el tiempo justo para preparar las mochilas. Nos esperaba un largo día de desplazamientos, primero en minibus hasta Paksé y después de unas horas de espera tocaba coger de nuevo el "sleeping bus" hasta Vientian. Ese día no ocurrió nada especial, lo que tuvimos fué mucho tiempo para pensar en que nuestras vacaciones en Laos ya estaban terminando. En este sentido a Asun ya se le veía nerviosa y es que en tres días ya tendría que volver al trabajo... entonces
pensé... le compraré una hamaca para colgar en la terraza y le prepararé zumos de limón todos los días para que le sea menos traumática la vuelta...
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tamy
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que pasada de fotos!
Ains!!!que pasada de fotos!! que poquito os queda ya!!!disfrutad de lo que os queda, y a ver si a la vuelta por lo menos podeis venir sentados juntos en el avion!!! Un beso!!!