Día 18. Pushkar


Advertisement
India's flag
Asia » India » Rajasthan » Pushkar
January 17th 2009
Published: January 20th 2009
Edit Blog Post

[youtube=u-0RzpbX6eQ]Resumen de las actividades del día: Recorrida por la ciudad, circunvalando todo el lago de Pushkar. Almuerzo en restaurante Little Tibet. Visitas a los templos de Brama, jainista, y de Vishnu. Por la noche traslado a Ajmer, cena frente a la estación del ferrocarril. Tren con destino a Agra a las 23:30 hs.

Salimos temprano de nuestro hotel, no sin antes reclamar por la falta de agua caliente. Nos dicen que el agua caliente había que solicitarla con anticipación para que pongan a funcionar la caldera. Bueno, lo sabemos para la próxima. Tenemos tren con destino a Agra a medianoche, por lo que pedimos que nos guarden las maletas hasta la noche.

Cuando se habla de Pushkar se habla de espiritualidad. Es uno de los cinco Dhams sagrados, los lugares de peregrinación a donde se dirigen periódicamente los hindúes devotos y donde deben ir al menos una vez en la vida. Por ello, el flujo de peregrinos es constante durante todo el año. En noviembre se festeja la feria del camello y es cuando Pushkar desborda de peregrinos, turistas y, obviamente comerciantes de camellos. Los precios se disparan y los albergues se inventan para dar alojamiento a quienes la visiten.

Se dice que Pushkar es el principal de los sitios sagrados, por ello no es de extrañar que ahí asienten más de 500 templos. Aquí está el único templo dedicado al dios Brahma que hay en la India, y posiblemente en el mundo. Según la mitología hindú, el Señor Brahma es el creador del mundo. En el templo de Brahma se hacen muchas ofrendas de flores; nosotros no las hicimos, pero igualmente fuimos recibidos en forma multitudinaria… por miles de abejas!!

Algunos datos curiosos: las ofrendas florales se llevan con ambas manos, pero con las manos tornadas hacia la derecha. No deben estar en el centro del cuerpo, porque la propia respiración las transformaría en impuras. Igualmente dejan de ser puras las que se caen al suelo. Nunca verás que las recojan para ofrendarlas. Otro dato curioso: dentro del templo hay una urna con un cartel que pone: “Donate for cows” (donación para las vacas)… Incredible India!

En lo personal, me resultó curioso que alguien se acercase a pedirme permiso para tomarme una foto. Casi como que me he sentido un famoso, aunque, por el contrario, ellos me han fotografiado como a un ave raris.

Como ciudad sagrada que es, en ella se deben respetar ciertas normas: está prohibido comer carne, huevo, ajo y está prohibido beber alcohol. No sé si, en la intimidad, todos cumplen con estos preceptos. Pero en los restaurantes: que ni se te ocurra!

El lugar de referencia dentro de la ciudad es su lago, alrededor de él gira la vida, aunque actualmente, la vida de Pushkar es una dicotomía entre lo religioso y lo comercial. La mayoría de los comercios y hoteles están al borde del lago. En las orillas del lago se cuentan 52 ghats (que son las escalinatas por las que se llega hasta él). Según dicen, uno por cada maharajá de Rajasthán. Sin duda, el más importante es el Gau Ghat, donde se esparcieron parte de las cenizas de Mahatma Gandhi; desde entonces también se lo conoce como Gandhi Ghat.

Por la mañana hicimos un alto para descansar de tanta caminata. Paramos en una terracita a tomar algo. Al rato aparece un turista usando una camiseta de fútbol en la que pone “Quilmes”. Es el nombre de una ciudad de Buenos Aires, donde yo he nacido, pero además es la marca de una cerveza, la más famosa de Argentina cuya fábrica está en la ciudad. La marca Quilmes aparece, como publicidad, en las camisetas de fútbol de algunos equipos. Me acerqué al muchacho a curiosear el porqué del uso de esa camiseta en la India. Sorpresa! No era argentino, era italiano pero había vivido en Buenos Aires y llevaba la camiseta del equipo de sus amores: Velez Sarfield.

Bordeando el lago hay varios templos en color blanco que se reflejan en las aguas y que serenan tu espíritu, mientras, de fondo se oyen cánticos de las numerosas ceremonias que tienen lugar en los atardeceres del pueblo. Sonidos e imágenes para el recuerdo.

También queda en el recuerdo la imagen de un muchacho que casi se ahoga en un ghat. A pesar de que estaba cerca de la orilla, el nivel del agua lo sobrepasaba. Comenzó a gritar y a agitar sus brazos en demanda de auxilio. Alguien le tiró una manta. Yo supuse que quien se la arrojó se quedaría con otro extremo de la manta, para tirar de él arrastrándolo; pero no. Ahí quedó el pobre muchacho aferrándose a la manta como si fuese un flotador. Pero las aguas son sagradas y sucedió el milagro. El muchacho volvió a la vida por sus propios medios (con la anuencia de Brahma).

Almorzamos en un restaurante muy pintoresco, el Little Tibet. Nos gustó lo exótico de la vegetación en el que estaba inmerso. En la entrada del restaurante hay una vitrina con tartas con muy buen aspecto.

En Pushkar, como en toda la India, todo el mundo escupe continuamente. Lo que mascan y escupen se llama ”paan”. Es una mezcla de hojas de betel, nueces de areca y cal muerta, a veces se le agregan otras especias y se le puede o no agregar tabaco. Aumenta la sensación de bienestar y es adictivo. Se mastica lentamente después de las comidas y produce un aumento de la salivación. Lo utilizan como digestivo y para suavizar o refrescar el aliento, pero puede producirles cáncer de la cavidad bucal y hace que sus dientes se les pudran. Les quedan los dientes de un color entre marrón y bermellón, como los mismos escupitajos. Es, como podréis imaginar bastante desagradable. Además, escupen sin preocuparse demasiado donde lo hacen. Ojalá que no te toque pasar justamente por ahí en ese preciso instante!

Los sacerdotes Brahmanes, cuando paseas por los ghats, te "invitan / obligan" a hacer un donativo. Habitualmente la cantidad de dinero que te piden es excesiva, con ello realizan la “puja” en alguno de los templos de la orilla del lago. Una vez que has hecho el donativo, te colocan una pulsera, de tal manera que ya ningún otro sacerdote te pedirá dinero y podrás circular libremente sin ser molestado. Se podría considerar un salvoconducto, algo así como un “éste ya ha pagado”. Según dicen están muy a la caza del turista para hacer la puja, sin embargo a nosotros no nos han perseguido con insistencia. Con un “no” era suficiente para que desistan de su intento.

En un determinado momento tuvimos que pasar por un puente por encima de las aguas del lago. Quienes estaban ahí nos dijeron que deberíamos quitarnos el calzado y así lo hicimos. Las aguas del lago se consideran sagradas, y tal como si fuese un templo, no se puede ir con calzado (se considera impuro) a menos de 40 metros del agua.

Algo que es muy interesante de ver son los cambios que la luz solar produce en el reflejo de los ghats y los templos sobre las aguas del lago al acercarse la hora del atardecer. Creo que las fotos lo atestiguan.

Una vez caída la noche y después de haber visto (sí, en esta ciudad también!) los festejos callejeros de una boda, nos fuimos con intención de contratar un rickshaw que nos llevase hasta la estación de autobuses (previa recogida de maletas de nuestro hotel) para allí tomar el autobús que nos condujese a Ajmer. Nuestro tren con destino a Agra partiría a las 23:30 hs.

Los rickshaws pretendían cobrarnos un precio excesivo, por lo que decidimos ir directamente a nuestro hotel y que el encargado nos consiguiese alguno. Así lo hicimos. No problem - nos dijo. Y fue a buscar a alguien por el barrio. Vuelve al rato diciendo que lo único que pudo conseguirnos es a un hombre que llevaría nuestras maletas en un carro (tirado por él mismo) mientras nosotros fuésemos caminando a su lado. Decidimos ir caminando con las mochilas a cuestas.

Caminando de noche, a la vera de la carretera, le habremos inspirado pena a un conductor de un coche, porque paró y se ofreció a llevarnos. Fuimos a una de las dos estaciones de buses que hay en Pushkar (Marwar y Ajmer), pero, el último autobús de esa estación ya había salido y le dijeron al conductor (en hindi) que el último saldría desde la otra estación en 5 minutos (según nuestra guía habría autobuses hasta muy tarde, por eso nuestra despreocupación). Allá nos llevó a todo trapo. Llegamos cuando el autobús estaba saliendo. El hombre le plantó su vehículo justo de frente para impedirle el paso, y así lo detuvo para que nosotros pudiésemos cogerlo. Pffffff!

Bueno, si no hubiéramos llegado a tiempo a tomar el bus tampoco se hubiera derrumbado el mundo. Siempre quedaba la alternativa del taxi Pushkar-Ajmer, pero el autobús nos costó 6 Rs per cápita. Y la odisea nos sirvió para sonreír un rato.

Llegamos a Ajmer. La zona de la estación de trenes es horrorosa (sospecho que el resto de Ajmer no sería mucho mejor), encontramos un restaurante “no turístico” donde nos comimos unos thalis bien indios (bien picantes!).

A las 23:30 subíamos al tren.







Additional photos below
Photos: 31, Displayed: 28


Advertisement

Entrada al templo de VishnuEntrada al templo de Vishnu
Entrada al templo de Vishnu

Frente al restaurante Moon Dance
Imagen de barrioImagen de barrio
Imagen de barrio

cerca del templo jaini


Tot: 0.114s; Tpl: 0.016s; cc: 10; qc: 32; dbt: 0.0338s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1; ; mem: 1.1mb