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Published: October 18th 2002
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18 DE OCTUBRE DE 2002
El Nilo en una África desértica y salvaje y el Plata en una Sudamérica fogosa e igualmente salvaje.
En Europa... En Europa los ríos son otra cosa. Muchos son bellos y ofrecen encantadores paisajes, pero siempre falta esa rudeza del mundo no domesticado que fascina porque nos recuerda cuál es nuestro verdadero tamaño en el planeta.
Entre el viaje al Iguazú, en noviembre de 2002, y el del Nilo, en julio de 2003, pude conocer el de la Plata, el Tíber, el Moldava y el Elba, y reencontrarme con el Rhin, la laguna de Venecia y el mar Caribe, y además con el Danubio en un sitio distinto. En cada caso, me pareció que la belleza de estas aguas dependía de la forma en que las ciudades que cruzaban se habían relacionado con ellos.
Destaca, sin duda, Praga, la hermosa Praga, mucho más íntima y menos pretenciosa que las ciudades cercanas, y al tiempo más guapa, con hermosos puentes y castillos, y con tantos edificios que han conseguido mantener su carácter sin ceder a la pasión de los bloques habitacionales, unos más burdos que otros, que predominan en la ciudad moderna.
Praga con el Moldava, como Budapest y Belgrado con el Danubio, creció integrando su armonía, desplegando sus bellezas frente al río. Viena, en cambio, irguió su gloria imperial sobre sí misma, despreciando al Danubio al ponerse de espaldas a él y reclamar la exclusividad de las miradas para la opulencia de sus grandes palacios. Dresde y Colonia, afectadas por la destrucción en la segunda guerra mundial, se abrieron al Elba y al Rhin con moderada convicción, como protegiendo la autosuficiencia de sus catedrales, en tanto que la historia larga y agitada de Roma, la ciudad eterna nacida de las aguas del Tíber, refleja que algunas veleidades desconocidas a lo largo de los siglos han querido crear alguna distancia con él, pero a fin de cuentas están bien atados una al otro. Gran maravilla, por otro lado, la de los árabes de aquella al Andalous (Andalucía) brillante de hace mil años, que amaron el agua e hicieron de La Alhambra un gran conjunto arquitectónico en el que las fuentes y los jardines son todavía más hermosos e impresionantes que los palacios y las murallas.
De Venecia tuve una gran visión: habiéndola recorrido callejón por callejón hace dos años, disfrutándola a la manera hormiga, esta vez fui pájaro y pude descender en avión hasta su aeropuerto, del otro lado de la laguna, en un día claro, perfecto, y embobarme desde el aire apreciando las dos partes divididas por el Gran Canal, los seis sestieres y la forma de pescado que tiene la isla, en la que los Arsenale y los Giardini della Biennale hacen de cola y la parte del puerto de boca. Gran maravilla ésta de los aviones: de ida y vuelta a Egipto sobrevolamos Italia, apreciamos con claridad el dedo de la bota, Calabria, y el Etna sobre la Sicilia, y en particular nos encantamos con nuestras extrañadas Islas Eolias, con la bella Pollara y el Stromboli bravucón.
En América, Buenos Aires comparte con Viena la negación del río: creció tierra adentro, siempre dependiente de los barcos que llegaban a su puerto, y sin embargo poco enamorada de las aguas y mirando hacia la Pampa.
Habiendo visto tanta agua, después de sentir profundamente su belleza y su valor para la vida humana, me sorprendo de un fenómeno que parece completamente absurdo: la existencia de una megalópolis bestial en un valle lacustre que hemos secado, a más de dos mil metros de altura. Mientras que para los habitantes de casi cualquier lugar en el mundo la relación con el agua es vital y permanente, ya sea de espaldas o de cara, para los de la capital mexicana el agua es superficial experiencia de fin de semana en arroyos y lagunillas de los alrededores, o efímero, apresurado encuentro a cinco horas de distancia en playas del Pacífico con sobrepoblación de turistas (las del Caribe, como volví a comprobar, son privilegio de extranjeros, de ricos y de ganadores de sorteos).
Lo peor es pensar que no siempre fue así, que alguna vez nuestra ciudad creció en el medio de un lago y que vivíamos en lo que Humboldt llamó “la región más transparente del aire”. Le hemos dado la espalda, nosotros sí, a nuestra naturaleza.
Nota: Aunque me parece que los madrileños, con su escuálido río Manzanares, tampoco son muy acuáticos. Mal de muchos, consuelo...)
Este blog es parte de la serie “Agua, tiempo, caos y pueblos”, publicada originalmente en el Serviçâo do Informaçâo do um tal Temoriçâo.
Vínculos a las demás partes de la serie
Agua, parte I Agua, parte II Tiempo Caos. Y pueblos (cerca, lejos y más lejos) Pueblos (mucho más cerca) GRACIAS POR VISITAR MI ESPACIO! ACTUALMENTE ESTOY DANDOLE LA VUELTA AL MUNDO. QUIERES CONOCER LAS ETAPAS DE MI VIAJE HASTA EL MOMENTO? QUIERES IR A SUDAFRICA, SWAZILANDIA, MOZAMBIQUE, TANZANIA, KENYA, INDIA, NEPAL, TAILANDIA, LAO, CAMBOYA O VIETNAM? HAY MAS DISPONIBLES EN MI PAGINA PRINCIPAL! THANKS FOR VISITING MY SPACE! CURRENTLY (2005-2007) I'M ON A ROUND THE WORLD TRIP. DO YOU WANT TO CHECK OUT OTHER STAGES OF MY TRIP? DO YOU WANT TO GO TO SOUTH AFRICA, SWAZILAND, MOZAMBIQUE, TANZANIA, KENYA, INDIA, NEPAL, THAILAND, LAO, CAMBODIA OR VIETNAM? YOU WILL FIND MORE OF MY TRIPS AVAILABLE AT MY MAIN PAGE!
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