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Published: March 17th 2007
Lo que nos deparaba hasta el final del viaje con nuestos padres ya era territorio en parte conocido por nosotros: San Carlos de Bariloche, San Martín de los Andes y regreso a Buenos Aires.
En Bariloche aprovechamos nuestra anterior estancia con Cali y todo lo que el nos había hecho descubrir para mostrasrselo a nuestros padres. El hecho de disponer de la furgoneta nos permitió llegar un poquito más lejos y descubrir paisajes sorprendentes, también para nosotros mismos, incluso teniendo referencias anteriores. No faltó la degustación de asado de turno y el alojarse en una de las preciosas cabañas que ofrece San Martín de los Andes.
La verdad es que nos hubiese gustado podernos empapar un poco mas de tanta belleza, pero el tiempo nos perseguía y para llegar a ver lo que nos habíamos planteado en un principio era necesario llevar un poco el cohete en el culo....
La última noche antes de llegar a Buenos Aires la pasamos en Bahía Blanca. Por la mañana, y haciendo caso a nuestra guía de viaje, Lonely Planet, habíamos reservado una pensión de las más económicas, y según los comentarios de la guía, con ambiente muy acojedor.
Llegamos a Bahía
a eso de las 21,00h, era ya de noche. Despues de unas cuantas vueltas conseguimos dar con la pensión. En la puerta de la misma había un par de tipos sospechosos. La puerta colindante, mucho mas grande y de cristal, dejaba entrever lo que parecía un bar musical. La recepcionista nos entregó las llaves y las correspondientes toallas. En el tablón de precios figuraban las tarifas diarias y también "por horas". Todo el conjunto nos hacia sospechar lo evidente, pero nadie quiso hacer ningún comentario. Nos fuimos a cenar a un restaurante vasco que se encontraba no muy lejos de nuestra pensión. El propietario nos atendió muy amablemente. Estableciomos un poco de confianza con él y al responderle a su cuestión de donde nos alojábamos, se puso las dos manos en la cabeza y dijo: -Pero donde os habeis puesto? Es que no habeis encontrado nada mejor? Sabéis de que se trata? Es lo peorcito de lo peorcito que existe en Bahía Blanca!!
Nos pedimos un par de cervezas mas y nos bebimos la especie de pacharan que nos ofreció el amigo, y sin darle mas importancia al tema nos fuimos a dormir.
La reconfirmación de nuestras sospechas
se hizó realidad cuando en la puerta de la "pensión" vimos a una de esas chicas que fuman y que te tratan "de tu" exibiendo toda su carne. La verdad es que como decia la guía, el personal podía ser muy acojedor...
Llegamos a Buenos Aires en la fecha prevista. Devolvimos el vehículo alquilado y, la verdad, suspiramos agradablemente: se termino nuestro periplo! Ahora disponíamos de 3 días de tranquilidad, de unas vacaciones de las vacaciones. Tres días para olvidarnos de la furgoneta, de la carretera, de reservar un hotel....
Así que con la mente más relajada y el cuerpo bien descansado, empezamos la tourné por Buenos Aires. Nos faltaba mostrar a nuestros padres los principales atractivos turísticos de la capital: Plaza de Mayo, Casa Rosada, Congreso, Puerto Madero, espectáculo de Tango, algún que otro café notable y la siempre terrible ruta de tiendas de regalos....
El día de su regreso llegó. Nos despedimos en el aeropuerto con un hasta pronto, pero por dentro se hacía raro volver a quedarnos solos Sylvie y yo. Ya nos habíamos habituado a su compañía. Esa tarde llovió.
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carme
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capìtol 2
Albert i Sylvie: Heu oblidat d'explicar l'atenció que vam rebre a ca la Nancy, encara que, qui millor es va deleitar va ésser éll mateix, sobretot de sommelier. molts besets i fins aviat.....!