...
El castillo de Gravensteen debe su existencia a los condes de Flandes. En el siglo IX, el conde Balduino II construyó fortificaciones en puntos estratégicos de su imperio para protegerse de los ataques exteriores. Su hijo Arnulfo I continúo su obra y construyó una fortaleza en Gante, en la confluencia de los ríos Lys y Escalda, justo en el lugar donde ahora se encuentra el castillo de Gravensteen. Inicialmente era una estructura de madera rectangular con un edificio principal de dos plantas y varias construcciones anejas, entre ellas un granero. Pronto se convertiría en un foco de atracción para el comercio y la industria de la región. Tanto es así, que Gante se convirtió en la ciudad más grande de la flamante Flandes.