Apizaco, TLAXCALA.

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Culiacàn, Sinaloa, a 3 de diciembre del 2009.



Saludos a todos.



Al ir en camino de Huamantla a Tlaxcala, el autobùs hizo parada en una terminal, por lo que yo preguntè a una señora si habìamos llegado a Tlaxcala, a lo que me contestò de manera afirmativa. Bajè del autobùs, revisè mapa, brùjula y el nombre de la calle, y la siguiente intersecciòn: todo bien. Para asegurar, pregunto por la direcciòn del zòcalo o plaza y me encamino hacia donde me señalan. No me habìa gustado la ciudad, ya que la creìa un poco màs "tìpica" o colonial, y encontraba ante puro edificio de block y concreto, a lo que me decìa "con razòn a los delegados que destierran de BCS no les gusta Tlaxcala" (ah, porque sepan uds. que a los delegados federales de la BCS que los agarran en tranzas los destierran a este Estado para tratar de obligarlos a renunciar --no pueden procesarlos por lo escàndalos que conllevarìan y la gente que arrastrarìan--). En la plaza veo una iglesia grandota y una negociaciòn denominada "catedral", asì que segùn yo todo bien y empiezo a tomar las fotos.

Ya cuando no encontrè el Palacio de Gobierno en donde se supone estarìa, y ya las calles no cuadraron con el mapa, ya no me gustò el asunto, asì que a revisar nombres y taxis. Estaba yo en Apizaco, ubicada a 30 minutos de Tlaxcala. Asì que hube de corregir mi rumbo y encaminarme de vuelta hacia la terminal.

Como no quise desperdiciar las fotos pues ahì se las mando para su acervo cultural. Apizaco es la segunda ciudad màs grande de Tlaxcala (el Estado màs pequeño del paìs), tiene 70 mil almas, se origen data de las obras de ferrocarril de Don Porfirio y actualmente vive de las industrias asentadas en la zona. La Iglesia grandota que yo creìa catedral es la Basìlica de la Misericordia (por lo menos no me encontrè letreritos iguales a los de Huamantla).

Al ver el color la Presidencia Municipal de inmediato se deduce el partido político que gobierna, lo cual ha sido un mal que he identificado a lo largo de todo mi recorrido. Azules, rojos y amarillos, a veces parecen más preocupados por tener todo pintado de sus colores (y retener parte del pago a los trabajadores municipales) que en mantener finanzas sanas y servicios públicos de calidad (bueno, el gobierno municipal de Apizaco se acaba de ganar un premio por buen gobierno, pero eso no justifica el pintar todo de los colores partidistas). Ni modo. Así es esto.


Bien, saludos a todos y pàsenla bien.



Omar Velàsquez Manzo.

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