Ahora si lo que corresponde! Desierto de Dubai...

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Si bien vivimos en un país con muuuuucho desierto, se nota que todavía no lo tenemos tan presente. Así que para variar un poco, nos fuimos a hacer un "Safari por el desierto".

Salimos desde el Deira City Center mall a las 3.30 de la tarde en una camioneta Toyota 4x4 tremenda. Íbamos nosotros 4 y una chica húngara con su mamá, que, como ya explicaremos, fueron enviadas del cielo. La hora de salida no es casualidad, ni que se nos hizo tarde. Con mas de 45 grados de temperatura al mediodía, en el desierto no queda ni el aire.

Ya llegando a las dunas, a mas o menos 1 hora del centro de la ciudad, nos encontramos con todo el grupo de camionetas que venían de otros mall y de hoteles. En total unas 10 camionetas. Nuestro conductor aparentaba ser el mas experimentado de los 10, asi que encaró primero el camino... bue, si se lo podía llamar camino. El muy hijo de su buena madre, subió a toda velocidad una duna empinadísima y la bajó de costado!!! Menos mal que justo me agarró tos, porque sino me moría ahogado con los 2 huevitos que se me habían subido a la garganta. Santino lloraba del miedo, Mariela para variar se reía y Pedro disfrutaba. Por suerte la señora húngara se asustó mal, así que le gritó al driver que bajara el nivel de locura "por los niños". Si señora... por los niños menores de 70 años! De todos modos, yo estaba incluido en el grupo de los niños también, será el espíritu de Marley que nos acompañó en este viaje.

Después de la tortura de las 4x4 fuimos a andar en camello. Una experiencia muy divertida, sobre todo cuando se levantan y se bajan. Pedro y Mariela dieron 2 vueltas de lo bueno que estuvo.

Al finalizar el paseo en camello nos fuimos a un "campamento" en el cual había una barra para tomar algo, una chica que hacía tatuajes de gena (típicos árabes), ropa típica para ponerse y sacarse fotos, tablas para hacer sandboard y algunas tiendas. La ropa árabe conmigo pegaba tanto como las aceitunas con el dulce de leche. Pero a Mariela, para orgullo de la abuela Eva, la ropa árabe le quedaba perfecta. Lo podrán apreciar en las fotos.

Al rato prepararon un "asado" de vaca, cordero y pollo con ensaladas y otras comidas árabes y luego apareció una odalisca a hacer bailes árabes. Mariela, Pedro y Santi, subieron al escenario a bailar también... y bue, la sangre tira.

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