Mi Tia, centro de ni~os.

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Trabajo voluntariado en el cuido: Mi Tía

Hoy tuve la gran oportunidad de ir por dos horas a un centro de cuidado de niños por el pueblo de Hatillo acá en San José. Mi amiga Sarah y yo cogimos la guagua a eso de las 9am y llegamos al lugar como a las 10am. Una hora de viaje por 325 colones (70 centavos aproximadamente). Al llegar, lo primero que note es que el lugar estaba bien maltratado por fuera, pero decidí no pensar en eso y entre. Lo primero que note fue que, dentro del lugar, había un fuerte olor a gasolina. Yo, como persona adulta, se me hacia un poco difícil respirar al principio, imaginar que un niño huela esto constantemente me preocupa porque he estudiado las varias consecuencias que esto puede traer: no solo problemas pulmonares, si no que también los niños podrían desarrollar una pequeña retardación en su cerebro ya que esos gases son tóxicos. Pero nuevamente, ignore ese hecho. Fui a trabajar, a jugar con los niños, y divertirme un rato. Los derechos infantiles es un tema el cual me apasiona mucho, pero solo he leído de violaciones de derechos drásticas, nunca, gracias a dios, he experimentado con nada de esto. Además, al escuchar la palabra abuso de menores, uno piensa inmediatamente en abuso físico o verbal, es rara la vez que uno acepta la falta de recursos como un abuso de menores. Lo he estudiado antes pero nunca antes había visto algo que le diera certeza a mis estudios.
Lo que vi hoy fue algo muy doloroso por varias razones. Primero que nada, por el bien de un niño no es bueno tener a todas la edades juntas: las necesidades y los intereses son muy diferentes, por lo tanto cada edad requiere diferentes tipos de tratamiento. Y en el cuido hay de todo, desde 1 año hasta una niña de trece. Lo peor de todo es que para todos esos niños, solo había una mujer cuidándoles, casi 20 niños. Ambos sexos juntos, y lo peor de todo es que había dos niños que requieren tratamientos especiales y ahí los tienen junto al resto del grupo. El lugar estaba sucio, en malas condiciones, y con varios peligros además del olor a gasolina. Otra cosa que me afecto mucho es el hecho de que los niños, por falta de ayuda, no tienen una estructura. Los niños solo jugar, correr, pelear, llorar, gritar, sin parar. Hasta su hora de almuerzo. Creo que la infancia es lo más importante en la vida de un ser humano, es donde se crea una base para una vida sana y saludable. Si no se exige disciplina y no se exige orden es muy probable que el niño capte esa idea como un valor con el cual vivirá el resto de su vida. Lo peor del caso es que la mujer que trabaja ahí, hace lo mejor que puede, pero sin ayuda no hay mucho que pueda hacer: tanto económica como ayuda física. Por eso me he comprometido en ir todos los lunes por 3-4 horas a ofrecer lo mejor que puedo ofrecerles a estos niños: amor, compasión e idealismo. Mi amiga y yo nos propusimos crear un plan de clase. Crearemos jueguitos, bailes, juegos educativos para mantenerlos ocupados.
¿Pero saben que? Hace mucho que no veo tanto amor inocente, puro. Vi a los niños grandes, dándole besitos a los bebes y ayudando a la señora acostarlos para su siesta. Creo en la pureza del ser humano, solo se debe cultivar desde temprana edad.
Perdonen por los errores gramaticales pero escribí sin pensar, solo lo que vi, lo que sentí, lo que siento y lo que quiero. Espero que les haya gustado y será la última vez que escriba como me sienta, solo escribiré detalles, no sentimientos. Solo quise compartir esta tan grata experiencia. Gracias, los amo a todos.

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