De camino a Beijing.


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October 1st 2011
Published: October 2nd 2011
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Llegada a Beijing. Con las dos mochilas rumbo al metro... a la aventura!!
Saludos varios a todos. Gracias por seguirme el rastro... Os sigo contando un poco, para que os entretengáis un ratillo, ok?? Allá voy...


Después de una majestuosa, prolongada y plácida noche de sueño (3 horas escasas con resaca incluida!!!), nos fuimos a la estación la pareja francesa que había hecho el tour conmigo y un servidor.

Y dio la casualidad de que íbamos a estar en el mismo compartimento del tren. Genial!! Imagino que ellos pedirían los billetes el mismo día que yo y nos tocaron camas contiguas. De cualquier manera, se agradece saber de antemano que no te va a tocar ningún “rarito/a” en el tren, así que, allí que nos fuimos los tres más felices que para qué!
Además, y a pesar de que este tren ha sido el más barato, el vagón es muy nuevo y limpio.

Y… en cuanto al viaje, poco más de lo que os he contado en entradas anteriores respecto a la vida en el tren.

Lo verdaderamente curioso de este tramo viene en la frontera mongola-china. Una vez que ya has pasado el control policial mongol, el tren avanza hacia el lado chino (Erlian) y allí meten el
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Llegando a la plaza de Tiananmen...
tren en un hangar. En esta nave gigante levantan los vagones con unas grúas y les cambian las “ruedas”. Como os lo digo!!! Y todo esto con los pasajeros dentro del tren, claro.
Es extraño. Resulta que el ancho de las vías de Rusia y Mongolia es mayor que el del resto de países, y al llegar a China hay que cambiar las “ruedas” del tren. Desde dentro del vagón lo único que se nota al realizar esta tarea, es, de vez en cuando, un fuerte golpe; como si se produjera un fuerte choque entre los vagones. Y nada más… yo miraba por la ventana a ver si me enteraba de algo, pero lo único que veía eran “ruedas de tren de hierro” apiladas ordenadamente una encima de otra.

Y así, poco a poco, hemos llegado a Beijing.

Y nada más bajar del tren y encaminarnos hacia la calle, ya hemos observado que esto es totalmente diferente a todo lo que he visto durante todos estos días. La cantidad de gente que había en la estación, y ya no digamos en la plaza exterior, daba vértigo!!
Pero como los tres (la pareja francesa y yo) teníamos claro lo
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El padre me tiró la foto. El hijo me dejó la banderita...
que teníamos que hacer nada más llegar, tampoco hemos perdido mucho tiempo y hemos ido en busca de “free wi-fi”.

Y como pegado a la estación había un McDonalds, nos ponían a huevo!! Allí que nos hemos metido a gorronear, peeeero…. pero para gorronearlo, había que facilitar un número de móvil chino, ellos te mandaban la clave y después tenías internet gratis.
Como, obviamente, nosotros no teníamos teléfono chino, nos hemos quedado sin nada.
Y como la necesidad agudiza el ingenio, le he pedido a una chica que tenía al lado a ver si nos podía ayudar a localizar nuestros albergues en el mapa de Beijing. Porque el tema era ese. Los tres teníamos reservados albergues, pero ninguno sabíamos dónde estaban.

Bueno, yo… previendo lo que iba a ocurrir, me hice un “print” de pantalla al reservarlo, y más o menos la zona la sabía, pero nada más…

Y la chica me ha dicho que no conocía la zona, pero que la calle de mi hostel sí le sonaba. Así que me ha escrito el nombre de la calle en mandarín, en un trozo de papel que le he dado, y … con eso ya me buscaría
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Y ese de la foto, os suena?
la vida yo por la zona, enseñándole el papel a la gente y preguntando.

Así pues, me he despedido de Agnes y Thomas y me he encaminado al metro de Beijing. Sin dudarlo, a estas alturas del viaje, me importa un carajo dónde este. En China, en Rusia o en Zambia… Si hay metro en la ciudad, me meto pa´dentro y ya saldré por algún lado. Y salvo raras excepciones (como en Moscú), no hay problema. Al final siempre hay alguien que habla inglés y te indica cuál es la salida que más te conviene… Recordad que la gente es buena por naturaleza, y que en contadísimas ocasiones la gente se niega a ayudar a alguien que le pide ayuda… Recordadlo, please!!!!!

Pues eso, que ahí iba metido con las dos mochilacas en el metro, al loro, para no pasarme de parada. Cuando, de repente, observo que mi metro no para en donde me quería bajar y pasa de largo. -Cómorlll?? Pero aquí qué coño pasa?? Eso he pensado yo, claro.

Al salir en la siguiente parada le he preguntado a una chica que había por allí y me ha explicado que debido a los días festivos
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Una de las callejuelas del hutong. De noche...
que vive el país, las paradas más céntricas están cerradas. –Shitttttt!!!

Así que nada, no me ha quedado otra que salir a la calle y retroceder una parada de metro andando, guiándome con el mapa de la Lonely Planet. Y después de preguntar a un poli y de sortear a miles de chinos-andantes por la calle y de bici-chinos por el carril-bici, he dado (con bastante chiripa, por cierto…) con el hostel.

Y tras una ducha reparadora he salido a la calle a mezclarme con el personal pekinés rápidamente!

Como lo más cercano que me quedaba del albergue es la plaza de Tiananmen, hacia allí que me he dirigido.
Y después de pasar algún control de seguridad allí me he plantado, como un campeón. Después de chuparme una kilometrada de tren alucinante y de patearme unas cuantas ciudades, regiones y dos países, he llegado a otro de los sitios emblemáticos de mi aventura! Yeahh!! Y allí he estado un montón de rato haciéndome fotos y disfrutando del ambiente festivo que se respiraba esta tarde por toda la ciudad.

Después de esto me he dirigido hacia un hutong cercano, a callejear de lo lindo. Y también a ejercer el regateo como los buenos cánones chinos exigen!!! Al principio me daba un poco de palo decir que lo que me ofrecían era muy caro y tal… pero luego ya me daba igual. Les enseñaba los billetes muy a la baja del precio que me pedían, y si querían bien, y si no me piraba y listo. Y así he ido comprando fruta, comida y alguna cosilla más en algún puesto callejero del hutong.

Y poco más… porque después de regatear, comprar y perderme por las callejuelas del hutong me he venido al hostel a descansar, a escribir algún mail y a actualizar el blog.

Mañana quiero ir a la Gran Muralla y hacer alguna visita a otros sitios importantes de la ciudad. Pero tampoco aseguro nada. Andando y viendo… esa ha sido la tónica de mi viaje, y quiero que continúe así hasta el final.

Bueno gente, os dejo desde la planta 6ª del hostel donde me hospedo. Desde aquí diviso los edificios de la plaza de Tiananmen iluminados, como si fuese Navidad. Todo con bombillitas. De hecho, a pesar de mi cansancio me están entrando ganas de bajarme y dar una vueltecilla... por ahí… Qué bueno es esto de hacer lo que te da la gana, cuando te da la gana y porque te da la gana!!!
Abrazos y carantoñas!!!

Luis


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