Siem Reap

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Al día siguiente nos levantamos un poco mas tarde que a las 5 de la mañana como el día anterior, el amanecer en Angkor Wat, es espectacular... pero tampoco tenemos que exagerar a las 12 es una hora ideal para levantarse.

Comenzamos el día con esos increíbles desayunos del hotel del americano donde nos hospedábamos que se llamaba Two Dragons, y es que el 80% de los hoteles en los que estoy pasando se llama algo dragons.

Comenzamos el día visitando el templo de las mujeres, se llama así porque tiene unos relieves y mosaicos realizados muy diminutos por lo que decían que estaba totalmente tallados por manos pequeñas solo de mujeres.... esta claro que eso lo hicieron los niños a punta de látigo, pero eso no lo pueden decir ahora porque la ONU les cerraría el chiringuito y adiós pasta de los turistas... pero debo de reconocer con los niños eran bien explotados porque es un templo precioso.

Mas tarde con el tuc tuc, fuimos a un templo que hay cerca del río con una cascada, resulta que después de hacer otro treking, con unos paisajes selváticos (esta vez sin embarre incluido) llegamos a unos relieves que había dentro del agua (no era para tanto)... menos mal que encontramos la cascada y nos bañamos todos en ella para salvar esa excursión.

Como teníamos el resto de la tarde libre decidimos repetir el templo que mas nos gusto: Bayón.

Fue un acierto la elección ya que tuvimos el templo para nosotros solos, y pudimos corretear hacer fotos saltando tocarlo hacer el tonto, jugar al escondite, imaginarnos haciendo botellón, organizar como haríamos una fiesta y hasta alguno que yo sé, robo una piedra.

Tras robar la piedra comenzaron a sonar unos truenos, nos debíamos ir por la tormenta.... o por la furia del emperador, no lo sabemos.

Terminamos el día despidiéndonos del mercado de noche y la calle de los bares, la cual era curiosa porque se ponía un policía al principio y al final para que la gente domestica no entrara, solo apta para extranjeros. Si era una situación muy injusta, pero debo egoistamente aceptar que era un alivio, porque te intentaban vender de todo, los niños te abrazaban, te tocaban, te seguían, hasta una señora me lanzo una tarántula... lo peor... es que me cayo en todo el hombro y me la tuve que quitar de encima.

Hasta pronto Camboya buenos días islas de Tailandia.

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