Hsipaw

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Llegamos por la noche, y al día siguiente me fui en bici con Spela y Marta (solo conseguimos 3 bicis para alquilar), queríamos ir a unas aguas termales, pero nunca conseguimos el camino... conseguimos uno entre los campos de arroz, pero era intransitable para las bicis porque tenía mucho barro; en el camino de regreso al punto de partida nos conseguimos a una pareja de franceses que nos habló de una fábrica de fideos de arroz en donde también los podíamos comer, y como se acercaba la hora de almuerzo decidimos ir a comer ahí, y fue así como encontramos los mejores noodles de todo Myanmar (y ahí almorzamos los otros 2 días que estuvimos en Hsipaw, de paso eran súper baratos, menos de 0,40$); luego nos fuimos a pasear sin rumbo por el campo, en un camino que en gran parte bordeaba el río y era muy bonito; el resto de la tarde la pasamos en Mrs. Popcorn Garden, una antigua fábrica de cotufas que hace un par de años cerró y hace menos de uno se convirtió en un café/restaurant en el jardín de la casa; es un lugar muy agradable para pasarse unas horas, y la atención de la Sra. Popcorn (así le llaman todos los turistas que pasan por ahí) era inigualable, nos iba trayendo siempre snacks para picar y era muy simpática. Ya al atardecer nos fuimos a Little Bagan (en efecto, VERY little) y al monasterio que está al frente que tiene un buda de teca y un jardín de lotos.

El segundo día fuimos por la mañana caminando a una cascada, nos tomó como una hora y media para subir y luego una para bajar... nada impresionante, la cascada se veía a lo lejos como unos hilos de agua dibujados en una roca, supongo que cuando llueve mucho se verá como una verdadera cascada... bueno, estuvo bien por el ejercicio 😉

El tercer día fue de descanso total, sólo salimos a comer noodles en el sitio de siempre y luego a que Mrs. Popcorn's Garden a pasar el resto de la tarde leyendo y adormitándonos en las tumbonas. Ese día el grupo se separó, Elena, Marcel y Spela se fueron por la mañana porque ellos se quedan menos días en Myanmar y ya se tenían que ir a Bagan.

Al día siguiente fuimos a Mandalay a las 5:30 de la mañana, llegamos antes de mediodía y como teníamos que tomar el tren a Naba (para luego ir a Katha, un pueblito en el norte de Myanmar al que sólo íbamos para luego tomar un ferry por el río Ayeyarwaddi de regreso al sur, que se supone que es un viaje muy bonito) nos pasamos la tarde deambulando por el mercado, muy pintoresco y un poco caótico, pero me encantó.

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