India, parte 2 de 3. Dia 207. Vuelta al mundo. Round the world trip.


Advertisement
India's flag
Asia » India » Uttar Pradesh » Sunauli
November 19th 2005
Published: June 3rd 2006
Edit Blog Post

Sadhu en VaranasiSadhu en VaranasiSadhu en Varanasi

Si enganhas a la gente, por lo menos que sea con buen humor.
INDIA, SEGUNDA PARTE. DE PUNE A SUNAULI.


DÍA 193. 5 DE NOVIEMBRE DE 2005. KALKUNDRY, MAHARASHTRA: INDIA RURAL



Lo imprevisible es una de las características más fascinantes de los viajes. Apenas hace 24 horas estaba echando humo por las orejas en Pune dispuesto a olvidarme de Ajit y Gayatri, y ahora amanecí a cientos de kilómetros de distancia en un pueblito donde viven sus padres.

Ajit es gran amigo de Sonal desde la universidad. Se enamoró de Gayatri (los tres estudiaron bellas artes), dejó Mumbai para ir a vivir cerca de ella, en Pune, y ahora están casados. Los llamé por teléfono un día, dijeron que pasarían a mi hotel a recogerme la mañana siguiente, no aparecieron, su celular estuvo apagado varios días, por fin hice contacto de nuevo, quedaron en venir al hotel... y 45 minutos después de la hora convenida yo ya prefería largarme.

Pero fueron por mí, me llevaron a comer con unos amigos, a Charu's restaurant, muy rico, nos llevamos súper bien, más tarde insistían en que los acompañara a Kalkundry, donde algunos familiares visitaban por diwali a los padres de Ajit, ¿por qué no?, era una oportunidad de ver la vida
Viejo pastorViejo pastorViejo pastor

Cerca de Satara, Maharashtra
rural marathi desde adentro, pasamos a recoger mi equipaje para dejarlo en casa de los chicos, nos fuimos en el bus destartalado de las 11 pm hasta Kolhapur, a las 4 am cambiamos a uno peor hasta la ciudad de Belgaum y a las 7 am nos subimos a otro todavía más destruido que nos llevó al pueblo de Koayad, como a las 8:30. De ahí caminamos, cruzamos un río en "ferry" (una canoa con un viejo y un cable), otro trecho y, por fin, Ajit's birthplace.

Todo encantador, antiquísimo y pequeño. Los viejos del pueblo con bermudas (sólo ellos las pueden usar) blancas y turbantes de color naranja, las mujeres con sus hermosos saris brillantes, los niños cotorros, las carretas tiradas por búfalos, la sirena que anuncia que la gente puede ir a vender su leche al intermediario (entre 6 y 20 rupias por litro, dependiendo de la cantidad de agua con la que la han mezclado: de 15 a 50 centavos de dólar), el centenario templo de Ganesh, el dios con cabeza de elefante, y los jóvenes intrigadísimos por el turista.

Definitivamente, los mexicanos no somos una de las especies más comunes que se encuentran por estas tierras. Ajit se cansó de explicar qué cosa es México, de manera que redujo mi presentación a "viene de América". Lo que en sentido estricto es totalmente correcto, pero para la gente significaba Estados Unidos y... pues así uno no se siente ni contento ni seguro, con los extremistas islámicos poniendo bombas por aquí cerca. De todos modos, cuando yo atajaba para decir México, y dónde está México, en Norteamérica, ah, pues eso es lo que entendían, de "América".

La familia de Ajit, genial. El padre, capitán retirado que sirvió en dos de las tres guerras contra Pakistán como jefe de cuerpos médicos, y la madre, ambos muy amables, más las visitas, un hermano de Ajit, una hermana muy guapa, sus hijos adolescentes, y nosotros.

Y vida rural: acompañamos al padre a cortar pasto, hicimos una cama de cacahuates en la azotea para que se seque y se pueda obtener aceite para cocinar, nos quedamos horas mirando constelaciones en el cielo clarísimo, sin interferencias lumínicas porque diariamente hay corte de energía en el pueblo de 7 a 9 pm, las mujeres cocinaron deliciosos thalis, nos sentamos todos en el suelo (rechacé el único lugar en una mesa con silla que me habían reservado, y lo ocupó el padre), todos se divirtieron mucho al observar mis avances en el dominio de la técnica de comer a la india, y hora de dormir, que mañana salimos temprano de regreso.


DÍA 194. BUS SATARA-PUNE, INDIA: LA VALENTÍA DE GALILEO



El viaje de regreso desde Kalkundry ha estado bastante pesado. Buses terribles y lentos, tráfico pesadísimo (es domingo por la noche y todo el mundo vuelve de las vacaciones de diwali), difícil conseguir boletos. Pasea por mi mente, sin embargo, una experiencia muy linda con Pravin, uno de los sobrinos de Ajit.

La brillantez del chico salta en la conversación: me habló de las explosiones nucleares en el sol, de la fuerza gravitatoria que explica la órbita elíptica de los cometas, de la distancia entre la Tierra y Marte y de Galileo Galilei.

Esto nos llevó a hablar de la distancia sana y enorme que debe haber entre ciencia y religión. Le platiqué del "debate nacional" que lanzó el presidente Bush en EU para conseguir que el "diseño inteligente", una revolcadura pseudocientífica del creacionismo (la idea de que la Tierra existe desde hace menos de seis
Ajit, Pradeesh y GayatriAjit, Pradeesh y GayatriAjit, Pradeesh y Gayatri

Mis amigos de Pune
mil años y que fue creada en seis días por Dios), sea enseñado en las escuelas secundarias como una "teoría científica" con el mismo rango que la de la evolución que postuló Darwin. Galileo sostuvo (y corrigió) la explicación de Copérnico de que la Tierra gira alrededor del sol, algo que la Iglesia Católica de su época consideraba herético. Lo llevaron a la Santa Inquisición, lo amenazaron con quemarle las patitas y todo lo demás, y lo forzaron a retractarse. Galileo dio, a pesar de todo, un gran ejemplo de independencia científica al insistir en su dicho (aunque a posteriori): "Y sin embargo, se mueve", fue su famosa frase.

Como hinduista, este joven marathi sabe valorar la importancia de separar las creencias individuales del conocimiento científico. La religión tiene un espacio en el corazón, la ciencia en la mente, y lo más sano para ambas es impedir cualquier tipo de interferencia. El progreso humano nunca ha sido más atrevido y veloz que cuando se liberó de las cadenas que le había impuesto la iglesia.

Pravin tiene otras preocupaciones, no obstante, que me parecen relacionadas con el miedo a las grandes ciudades. Puede ir a estudiar física en una
Bus a BelgaumBus a BelgaumBus a Belgaum

Muertos de frio y suenho pero contentos.
institución superior en una ciudad pequeña, fea y mediocre, Kolhapur, o puede ir a Pune, cuya universidad es una de las más prestigiadas de toda India y vehículo, además, para conseguir becas en el extranjero. El problema es que le han dicho que Pune está llena de pecado y que la religión está en peligro ahí.

Le dije que pusiera la religión en su bolsillo y se la llevara a donde fuera, que es algo íntimo cuyo ejercicio óptimo depende sólo de él mismo. Lo más importante es que busque la mejor educación y que la aproveche. También lo llamé a ser valiente, a no temer al caos de la ciudad, aunque él no lo mencionó como causa de sus dudas. Ajit, su tío, dejó el pueblito para ir a estudiar a Mumbai, un monstruo muchas veces peor que Pune, y pudo sobrevivir.

Los hombres de la familia nos acompañaron a la canoa-ferry para despedirnos. Yo estaba por embarcar cuando Pravin me sujetó el brazo. Se acercó para susurrar en mi oído: "Voy a ir a la Universidad de Pune". "No le tengas miedo a la ciudad, Ajit está allí para ayudarte", respondí. "No tendré miedo", sonrió. "Seré
La hermana de AjitLa hermana de AjitLa hermana de Ajit

Eh, tranquilos! Esta casada!
el más valiente, ¡como Galileo!"


DÍA 195. PUNE, MAHARASHTRA, INDIA: SALUD RURAL



No sé qué es más impresionante, si la valentía y la entrega de la gente que lo deja todo para resolver la problemática de salud en los países en desarrollo o la enorme disparidad que hay entre lo que se hace y lo que hace falta.

Mukta Gadgil (es una Mukta distinta de la hija de Anil Awachat) es una psicóloga que me invitó a visitar su unidad médica, en la aldea de Vadu Budruk, cerca de Pune. Ahí, una compañera suya, Triptu Joshi, accedió a llevarme a un recorrido por las zonas de atención.

Primero fuimos a la aldea de Dongergaon. Fue muy interesante. Triptu es muy joven pero, aunque no entiendo nada de marathi, pude darme cuenta de que explicaba con seguridad y elocuencia lo que quiere hacer y sus necesidades. Su interlocutora era la sarpanch (representante) del pueblo, Rajani Dhikari, una mujer con mucha personalidad y muy guapa que parecía entender bien lo que le decían. Después me mostró un pequeño local donde dan información sobre VIH. Tenían un cartel sobre el programa que tiene un logotipo muy complejo: antes
Con la familia de AjitCon la familia de AjitCon la familia de Ajit

Eh, tranquilos! Esta casada!
que informar sobre el sida, el póster se va en diseccionar y explicar cada uno de los símbolos del emblema.

Después visitamos un centro de vacunación infatil en Perne Phata. Las madres, muchas de ellas casi niñas, parecían pasarla bien mientras revisaban a sus hijos. Le pregunté a Triptu cuál es el alcance de la atención y la respuesta de la gente: bastante buena entre quienes viven cerca, pero se hace muy difícil cuando se trata de inmigrantes, que habitan bajo lonas y viviendas precarias que un día están y otro ya no, y peor con las tribus nómadas. No hay manera de seguirles la pista a todos los niños.

De regreso en Vadu, conversé por un buen rato con el director del proyecto de salud de la zona, el doctor Siddhivinayak Hirve. El hombre tiene una maestría en cirugía en Harvard y, como su mujer, publica artículos de investigación en revistas científicas occidentales (me dio algunas copias que me servirán para un reportaje). Un hombre con su preparación podría estarse haciendo famoso en EU o rico en Mumbai, pero escogió dedicar su trabajo a ayudar en las zonas rurales indias, que son un desastre.

Estuve mirando
Bufalos y lavanderasBufalos y lavanderasBufalos y lavanderas

En el rio junto a Koayad
su equipo y la cantidad de personas que lo ayudan: Mukta, Triptu y seis más en Vadu, más una o dos en cada uno de ocho locales como los dos a los que fui. No llegan a ser 20 trabajadores en total. Y tienen que atender una región de 70,000 habitantes. Siempre es así en India, siempre demasiado grande, siempre parece que lo que se hace es poco.


DÍA 197. PUNE, MAHARASHTRA, INDIA: LA MAGIA DE NO ENSEÑAR



"Pues qué musulmanas tan raras", pensé. "Tan tradicionalistas como coquetas". Hace dos años, en Egipto, pude observar que esas chicas que usan largos buibuis negros y a las que sólo se les pueden ver los ojos, llevaban jeans y tenis con lucecitas o lujosos zapatos europeos por debajo, usaban videocámaras y leían revistas de espectáculos que mostraban hombres y mujeres con muy pocas prendas. Pero las musulmanas de Maharashtra, que visten ropa de moda y se cubren toda la cabeza con coloridas mascadas de seda, me sorprendieron.

Después supe que no son de alguna religión en particular, sino chavalas modernas que se mueven en motocicleta o scooter. En principio, se trata de protegerse del polvo y la contaminación de la ciudad mientras conducen, pero también las vi así mientras caminaban. Entonces me dijeron que, bueno, también tiene que ver con el color de la piel: no les gusta tostarse, quieren permanecer tan pálidas como sea posible --una expresión más del racismo en India--. Y por último, como me dijeron dos muchachas que usan esas bonitas pañoletas: está de moda.

Cuando hablamos de las musulmanas, solemos dar por hecho que se las obliga a cubrirse la cabeza y que sufren mucho debajo de esas telas. Sin duda hay millones de mujeres que lo viven de esa manera, pero nos equivocamos al pensar que son todas. ¿Cómo querría alguien vivir con el rostro oculto, en zonas de calor? Pues las chicas guapas de Maharashtra lo hacen por puritito gusto.

Y otros millones de musulmanas lo hacen por convicción: en este renacimiento del islamismo al que asistimos, en Estambul como en Yakarta las muchachas se han puesto el velo por decisión propia. En el Cairo me contaban cómo en la Universidad, territorio liberal, de pronto se habían dejado de mirar los rostros femeninos. En Turquía, Kenya e India he visto parejas de hermanas y grupos de amigas en donde
Pasarela de sarisPasarela de sarisPasarela de saris

En la estacion de buses de Belgaum
algunas van tapadas y otras vestidas a la usanza más occidental. En Lamu, los hombres, supuestamente culpables de obligar a las mujeres a cubrirse, se quejaban de que no las pueden controlar si no ven sus rostros: "Mi hija puede pasar frente a mí o meterse en casa de un vecino, y yo no me doy cuenta", me decía un viejo swahili.

Esto nos devuelve a las cuestiones de la imposición de los valores occidentales a otras culturas, como meter la democracia a tiros en Irak. Con las imágenes de las mujeres de Afganistán, sometidas debajo de sus burkhas azules, muchos queríamos que echaran a los talibanes para que ellas por fin se pudieran "liberar". Hoy, la mayoría sigue usando esa vestimenta: o no saben qué otra cosa usar, o están inmersas en estructuras familiares y culturales que ninguna invasión va a romper o, simplemente, se sienten mejor así, les gusta.

Yo no lo entiendo. Pero ahora descubro con sorpresa que las motociclistas de Maharashtra se ven interesantes con los rostros cubiertos: se antoja ver qué hay debajo. Lo poco que muestran (los ojos, parte de la nariz, acaso las cejas) sobresale, resalta. Y promete.


DIA

197: TERRORISMO: UNA LÍNEA Y VARIOS GRADOS

PUNE, INDIA: Tras los estallidos en Delhi, Abi, un lector de este blog, reclamó que se llamara asesinos a los terroristas de ese ataque pero no a los que pusieron bombas en el mercado de la ciudad israelí de Hadera. Seguramente no se refería a Mundo Abierto, ya que aquí hemos denunciado hechos como el que menciona como lo que son: asesinatos injustificables a sangre fría. Pero tiene razón al denunciar que en ciertos sectores existe algo de complacencia con respecto a los actos terroristas de las milicias palestinas.

Hay objetivos militares y hay objetivos civiles. En la situación que se quiera presentar, no hay justificación para atacar a los civiles. (Otra es la discusión para definir lo que es un objetivo militar, como ocurre en el caso de los colonos armados de los asentamientos ilegales en Cisjordania, pero esto no es materia del post de hoy.) Una bomba en un autobús de Haifa o una pizzeria de Jerusalén es lo que es: un repugnante acto homicida, lo haya cometido un fanático religioso o el padre desesperado de dos niñas asesinadas por el ejército israelí.

Es muy importante decir que
TransbordadoderoTransbordadoderoTransbordadodero

O como se diga... camino de Kalkundry
la condena frontal de estas acciones debe realizarse por principios éticos, primero que nada, así como por motivos pragmáticos: cuando empezamos a buscar maneras de justificar acciones como ésas, abrimos la puerta para que se justifiquen muchas más. Frente al terrorismo hay una sola línea que no debemos vulnerar, para bien de la humanidad.

Pero si es correcto denunciar esa lamentable complacencia frente al terrorismo palestino, el que lo señala debe ser congruente y denunciar también el terrorismo que ejerce el gobierno de Israel sobre la población civil palestina. Una cosa son los militantes de Hamas y Jihad Islámica que matan civiles israelíes, y otra muy distintas son los hombres, las mujeres y los niños que, independientemente de que apoyen o rechacen las acciones de esos grupos, no atentan contra la vida de los ciudadanos israelíes.

El gobierno de Israel justifica sus ataques con el argumento de su seguridad interior. Pero esos ataques son los de un ejército profesional súper entrenado y armado contra civiles sin armas. Artillería que arroja obuses sobre zonas pobladas, helicópteros y aviones que disparan misiles contra vehículos que transitan en calles llenas de gente. Soldados que matan niños que toman clase en sus
Las sarpanch de DondergaonLas sarpanch de DondergaonLas sarpanch de Dondergaon

Que elegancia la de Francia
salones. Miles de detenciones y asesinatos basados en sospechas no demostradas. Y formas de terrorismo que no implican la muerte inmediata, sino lenta: demolición de casas y edificios habitacionales, destrucción de escuelas, hospitales e infraestructuras, encierro de pueblos y ciudades entre altos muros, sabotaje de cultivos e incluso formas de guerra biológica, como el envenenamiento de los muy escasos pozos de esos desiertos, fuente única de agua para miles de personas. El objetivo de todo esto es claro: causar terror para, primero, desmoralizar a la población y vencer su resistencia, y segundo, obligarla a abandonar sus tierras y marcharse al extranjero.

El terror que causan los terroristas palestinos no afecta más que a una mínima fracción de la gente que es víctima del terror ejercido por el gobierno de Israel.

¡Cuidado! Los números no deben llevarnos a lo mismo, ser complacientes con el terrorismo palestino por perjudicar a menos personas. Una bebé israelí asesinada a sangre fría, como ha ocurrido, es una tragedia en la conciencia del mundo.

Pero hay que señalar que en el terrorismo, como en todo, también hay grados distintos de responsabilidad. No es lo mismo, por ejemplo, el ataque cometido por un individuo enloquecido, un hecho que probablemente será aislado y tendrá efectos limitados, que el que realiza una organización, lo que implica que, además de recursos, infraestructuras y muchas personas, existe un proyecto, un objetivo determinado que se trata de alcanzar, para lo que se considera que destruir vidas humanas es válido. Esto implica una peligrosa filosofía de la muerte, y cualquier pensamiento de este tipo es un paso hacia la autodestrucción de la humanidad. El terrorismo organizado es, por tanto, mucho más grave y temible que el individual.

De manera similar, existen diferencias entre el terrorismo de las organizaciones y el terrorismo de Estado, es decir, el que cometen los gobiernos de los países. Para empezar, por el desequilibrio extremo que hay entre las víctimas y el patrocinador, por la enorme indefensión en que quedamos las personas frente al poder del Estado. Lo vimos en Chile y en Argentina, donde miles de familias acudieron impotentes a la desaparición sistemática y cotidiana de sus padres, hermanos e hijos. Lo vimos en México en los 60 y 70 (y más... pero la fiscalía designada por Fox para hacer justicia se convirtió en una lavaculpas del ejército y, según parece, en un negocito del fiscal... ¿Echeverría? A gustito en su mansión, muchas gracias).

Sobre todo, los estados tienen responsabilidades internacionales, son signatarios de acuerdos que ponen límites y condiciones para la guerra y los conflictos bélicos (una manera de darle un barniz de humanidad a los inhumano) y, lo más importante, tienen que responder a la tarea de crear un mundo mejor. Un gobierno terrorista es el grado más terrible del terrorismo, porque la filosofía de la muerte se convierte en política de Estado, porque los civiles se encuentran ante él más indefensos que ante nadie más, porque cuando el Estado es el gran promotor del terrorismo, todos los demás terroristas, organizaciones e individuos, encuentran la cohartada política y la justificación militar para su propia violencia, que es nada menos que oponerse al terrorismo de Estado. ¿Qué autoridad moral tiene un Estado terrorista para condenar el terrorismo de los que aterroriza? Todos, Estado, organizaciones e individuos comparten la misma filosofía de la muerte, y las acciones de unos alimentan las acciones de los otros, una espiral fatal.

No podemos mostrar complacencias hacia ningún terrorismo. Insisto, hay una sola línea. Y por eso se espera la congruencia de todos, Abi incluido, para denunciar el terrorismo de unos y de otros. Tampoco podemos darle el mismo valor a los distintos grados de terrorismo. Nuestra condena debe ser equivalente hacia todos los terroristas. Nuestra exigencia debe ser mayor hacia un Estado que se enorgullece de ser democrático, que asegura tener un sistema de justicia imparcial, que es signatario de convenios internacionales y miembro de la ONU y que es la primera e imbatible fuente de poder en la zona en conflicto.

En resumen: El Estado de Israel (más que la escuálida Autoridad Palestina a la que ha desmantelado) es el primer responsable de abrir las vías hacia la paz.

(Soñemos con que Sharon y sus secuaces, algún día, declaren públicamente su renuncia al terrorismo, como el extinto Arafat y sus secuaces hicieron hace 15 años.)


DÍA 199. PUNE, MAHARASHTRA, INDIA: ENERGÍA Y SUAVIDAD



Yo no sé si es que soy un optimista perdido o es que en verdad hay motivos para la esperanza, pero ya son varias las ocasiones en este viaje (¡199 días!) en las que me levanto pensando en que voy a ir a lugares donde veré cosas que me van a hacer a acabar la jornada deprimido y ocurre lo contrario. Creo que tiene que ver con la gente que enfrenta estos dramas cotidianos con compromiso, esfuerzo y buen humor. Y si ellos no se dejan aplastar, si son capaces de vencer tanto sufrimiento y seguir adelante, a mí me toca darles ánimos, apoyarlos, hacerlos sentir acompañados en sus luchas. Me llenan de ánimo.

Mukta, la hija de Anil Awachat, me invitó a ir a Muktangan De-addiction Center (Centro de "Desadicción" Libertad), una institución creada por su madre en 1986 y que hoy es la mayor casa de rehabilitación para adictos a drogas y alcohol en India, con 110 pacientes. Las cifras son bastante negativas, la verdad. En todo el país hay unos 450 albergues de este tipo, que atienden en un momento dado, inflando los números, a unas 6,000 personas. Datos oficiales de 2002 estimaban el número de alcohólicos en 63 millones, el de consumidores de cannabis en 9 millones y el de opiáceos en 2 millones. Esto significa que el país necesita más de mil veces la capacidad de atención con la que cuenta ahora. Y el problema está creciendo.

La gente está trabajando, no obstante, y consigue resultados. Platiqué un buen rato con Sanyaj, un interno que hizo el curso inicial de 5 semanas y se quedó por temor a recaer en el alcohol. Lleva medio año y no sabe cuándo se atreverá a salir. Pero es un entusiasta irremediable: cocina, lava los baños, educa a sus compañeros, atiende visitantes y no sé cuántas cosas más. Me explicó que paga 4,000 rupias al mes (90 dólares) y que le dan todo: techo en un dormitorio común, comida, medicamentos, servicios diversos y terapias (yoga, música, autoayuda y, lo más simpático, terapia de risa). Personas con menos recursos tienen cuotas reducidas o nulas.

Después agradecí el haberme forzado a aprender a comer como indio, porque me pasaron al comedor donde conviví con el personal, que estaba muy interesado en ver cómo me las arreglaba y sólo se rio con ganas cuando salté al tener en la boca unas verduras muy picantes y amargas que debería haber mezclado con algo más para suavizar el sabor. Las comí así, solas, porque una chica lo sugirió. Sospeché que había truco y lo confirmé cuando otro trabajador trataba en mal inglés de advertirme que no lo hiciera, pero quise seguir el juego. A fin de cuentas, era un chiste y todos nos divertimos.

Entre ellos estaba Sachin Mutalik, uno de los coordinadores de un programa que Muktangan lleva a cabo a cuenta de la Oficina de la ONU sobre Drogas y Crimen: se trata de trabajar en una ciudad perdida de 15 mil personas para sacar a la gente de las adicciones y, a la vez, evitar la propagación del VIH. Sachin me subió en su moto y me llevó.

En la entrada del lugar, llamado Indira Nagar, nos esperaban Dinesh y Sontosh, miembros del grupo de trabajo asignado al sitio. Para entrar en una colonia parecida en México, o en una villa miseria como una que visité en Buenos Aires, hace falta un guía de confianza. En América Latina, porque no sales vivo. Aquí, porque es un laberinto y porque los niños te acosan. Trataba de hacer fotos, pero era imposible apartar a la chamacada, me llegaban por todos lados, gritaban, querían salir en la imagen, se peleaban para verse en la pantalla de la cámara digital... un caos, muy simpático, pero un caos.

En cambio, no parece haber violencia. En India, en general, debes tener cuidado con los robos, los carteristas, los que esperan que te descuides. Pero son raros los asaltos. Al hablar con el equipo, los chicos admitieron que ocasionalmente se registraba alguno, aunque no había noticia de armas de fuego, sólo de navajas.

Este tipo de actos, junto con los mucho más comunes robos de bicis, motos, refacciones y zapatos (como la gente se los quita para entrar a las casas, algunos comercios y, sobre todo, los templos, es fácil expropiar algunos pares), aparecieron hace unos 15 años con la llegada de las drogas a este asentamiento. Las cuentas lo explican: la dosis de "brown sugar" (azúcar morena), una mezcla de heroína con químicos nocivos, tipo crack, cuesta 70 rupias (1.50 dólares; un litro de leche vale 20 rupias). Un adicto utiliza de tres a cinco dosis diarias, es decir, su gasto es de entre 210 y 350 rupias. Esto equivale a entre 6,300 y 10,500 rupias mensuales. Pero el salario medio en esta colonia es de 3,000 a 5,000 rupias (67 a 111 dólares) al mes. Aunque la persona trabaje, satisfacer este vicio queda muy lejos de su alcance, y la salida es el robo.

Sachin estima que un 20% de los habitantes del lugar, o sea 3,000 pesonas, es adicto a la brown sugar. El negociazo (si cada comprador gasta, bajita la mano, 7,000 rupias al mes, hablamos de ventas mensuales de 21 millones de rupias --470,000 dólares-- cada 30 días, que si ya es una fortuna en cualquier país, en India, y en este barrio de pobreza, donde 100 dólares es un buen salario, hablamos de las minas del rey Salomón) lo atienden sólo 3 proveedores. Imagino que en Latinoamérica, estos personajes ya les hubieran dado, por lo menos, un muy buen susto a los miembros del equipo, que les quitan clientes al combatir la adicción. Pero todavía falta mucho para que lleguen a nuestros niveles de locura y sólo se han encargado de indicarles que no se acerquen a las zonas de venta.

Para Ripley: uno de los traficantes, que se había vuelto adicto, acudió a la oficina del equipo y fue canalizado a Muktangan, donde se internó cinco semanas y quedó tan satisfecho que después metió a su hijo. ¿Alguien creyó que iba a dejar el negocio? Pues ná de ná, sigue envenenando jóvenes. Nothing personal.

En plena entrevista con los miembros del equipo, hicieron algo que sólo le había visto a Porfirio Muñoz Ledo: me informaron (porque no fue una propuesta) que cambiaban el tema (bueno, Porfirio no pregunta ni informa, lo hace y ya). Querían hablar sobre VIH/Sida, otra de las tareas que llevan a cabo. Las dificultades para convencer a la gente de que se haga el examen (en seis meses, sólo lo han conseguido con un matrimonio), la desconfianza de los vecinos, los problemas de las esposas con sus maridos, la existencia de trabajadoras sexuales y de lo que eufemísticamente llaman MSM (Men having Sex with Men, hombres que tienen sexo con hombres).

Después les pedí que me dejaran hacerles una foto en la entrada de su minúscula oficina. Accedieron con gusto, pero cuando me levanté de la silla, me hicieron sentar de nuevo con la misma autoridad con la que cambiaron la entrevista. Su idea era: tú nos preguntaste antes, ahora te preguntamos nosotros. Querían saber sobre mí, qué hago, cómo consigo dinero para viajar, si estoy casado o tengo hijos (les parecí de plano un fenómeno rarísimo, ¡35 años y soltero sin chamacos!), cómo son los mexicanos, si estamos divididos en castas, por qué tengo dos nombres y dos apellidos, y si en Sudáfrica tuve contacto con gente con VIH.

Al final fuimos, como siempre en India, a tomar chai (te con leche). Entonces pasó algo que me conmovió porque me pareció muy bonito, pero también un poco doloroso. Estas personas son muy transparentes, es un gusto porque transmiten sus emociones de una manera muy franca, y dos de las tres mujeres, las más jóvenes, con todo el recato que es propio de esta cultura, empezaron a jugar conmigo, a reír y actuar de una forma que no había visto en las demás muchachas del país. Me invitaron a regresar, les dije que estoy por marcharme, quisieron saber si no me parecía impropio (!!!) mantener contacto por e mail, y cosas por el estilo. Yo estaba encantado por la inocencia con la que se expresaban.

Una de ellas se fue rápido porque se hizo tarde. La otra, que a pesar de su juventud es madre y viuda, me contó que su nombre significa "poema" y que de hecho los escribe, versos "de amor y también de cosas tristes". ¿Como de qué? De la estúpida tradición, por ejemplo. La gente cree que ella está manchada por la mala suerte, ya que su esposo murió tempranamente. Sin decirlo, la culpan por el deceso.

Sachin anunció que nos íbamos. Me iba a acercar en su moto a casa de Gayatri y Ajit. Al empezar a despedirme, me detuve frente a la chica, junté la palmas en posición de rezo y dije "namaskar", muy respetuoso de las maneras de los indios. En sus ojos había algo que quería salir. Sus labios estaban cerrados pero sus músculos temblaban. Quería decir algo, durante cinco segundos lo contuvo, pasé a despedirme de alguien más. Ella se acercó otra vez y repetí la ceremonia del namaskar. Ocurrió de nuevo, había algo atrapado en su boca, en sus pupilas un grito, creo que pude sentir el bombeo pesado de su corazón. Pero no pudo hablar. Subí a la moto y nos marchamos.

En el caos de las avenidas, esquivando camiones y autorickshaws, Sachin me reveló un secreto. Cuatro de los siete miembros del equipo están infectados de VIH. Todavía no desarrollan enfermedad alguna, están sanos. Esta última chica es una de ellos y su esposo murió de sida.

Entonces comprendí: la insistencia en hablar del tema del VIH, la pregunta de si había conocido gente infectada con el virus, el impacto de mis respuestas, que emití sin sospechar ante quiénes hablaba:

Había narrado la experiencia en Durban (Sudáfrica) que ya conocen los lectores de este blog, cuando participé de una sesión terapéutica con personas VIH positivo que enterraron todas las divisiones de raza que afectan a sus compatriotas y entrelazaron sus manos para disfrutar, compartir y apoyarse unos a otros. Había hablado también de la difícil situación que enfrentan las esposas al proponer a sus maridos que se hagan el examen de VIH: los hombres se ofenden con la sugerencia y en algunos casos voltean la sartén: si me pides esto es porque seguramente te andas metiendo con alguien y puedes haberme infectado. Estas actitudes también son comunes en India.

La chica en cuestión tiene todo en contra. Es viuda, tiene que hacerse cargo de un niño de cinco años, es VIH positivo y vive en una sociedad en la que de una u otra manera se la culpa y discrimina por su tragedia. Entonces llego yo, con mi sonrisa boba y una actitud con respecto al VIH y las mujeres que es muy difícil de encontrar en su país, su religión y su medio.

No pretendo hacerme el interesante ni alardear. Mi intención es señalar que hay problemas para los que ciertas sociedades un poco mejor preparadas. El hinduismo, con todas sus restricciones, puede estar bien para una mujer normal con problemas comunes. No para una que ha caído en alguna de las muchas disfunciones globales. Los estrechos marcos de su religión la asfixian e impiden que salga adelante. En su mundo, ¿quién quiere a una madre viuda? ¿Y si además tiene VIH, y la costumbre culpabiliza a las mujeres por la muerte de sus hombres --o sea que si el marido falleció por Sida, seguro que fue ella?

En Occidente lo tendría muy difícil porque también imperan el prejuicio y la discriminación. Sin embargo, en las últimas décadas se han abierto allá ámbitos más flexibles y espacios de comprensión y apoyo que aquí apenas se han esbozado. Frente a esta mujer solitaria se levantan barreras infranqueables. Será un milagro que encuentre un hombre de sus mismas nacionalidad, religión y casta que la acepte. Por eso creo que se sorprendió al ver al "periodista internacional", con otra experiencia y una visión alimentada por cinco siglos de humanismo europeo, expresarse con esta apertura. En Occidente no es tan raro, aquí es extrañísimo. Y tal vez imaginó que estaba ante una oportunidad, que yo podría ser una respuesta, que podría ser el apoyo que tanto le hace falta.

No puede ser. Y me duele en el alma, porque pude ver la luz de la desesperación en sus ojos, detectar el temblor de los labios que encarcelaban su llamado de ayuda, sentir la angustia sin salida que golpeaba en su pecho.

Pero también la vi en otro momento, antes de que el ansia entrara en su rostro. A lo largo de la plática en la oficina, ella era la que más hablaba, la que tenía más claras las tareas y la forma de llevarlas a cabo, la que hacía las preguntas más perspicaces y, al mismo tiempo, la que mantenía el ambiente relajado con comentarios y expresiones que nos hacían reír a todos a pesar de los obstáculos del idioma.

Para enfrentar el VIH, una actitud positiva es fundamental. La suya es genial. Y para encarar los retos de este mundo duro, también. Por eso, halagado por la dulce expresión de estas chicas, adolorido por no poder brindarles más que un rato amable bebiendo chai, me siento estimulado otra vez, entusiasta porque ésta es la gente que nos muestra los caminos. Porque no me voy a dar por vencido ni me abandonaré a la depresión cuando las cosas se pongan duras: ellos saben de durezas... y también de retar al mundo con energía y suavidad.

¡Brindo por ellos!


DÍA 199. PUNE, MAHARASHTRA, INDIA: BANCOMER Y SU MÁQUINA DEL TIEMPO



Una de las fallas del capitalismo como lo vivimos es la indefensión de los consumidores ante las grandes corporaciones. Los fanáticos del mercado exigen la miniaturización del Estado, pero eso no significa un aumento del poder ciudadano, sino lo contrario, porque las grandes empresas no van a renunciar a incrementar sus privilegios mediante la invasión de los espacios que deja vacíos el gobierno enanizado.

Hoy, que fue sin embargo un muy buen día por mi visita a Muktangan e Indira Nagar, tuve dos ejemplos de esto, uno en India y otro a control remoto, en México (son casos del Tercer Mundo, pero en el primero, aunque hay algunos instrumentos útiles, a final de cuentas ocurre casi lo mismo).

Fui a comprar dos boletos de tren para viajar dentro de tres días a Jhansi, una ciudad en el camino a Khajuraho, el famoso conjunto de templos eróticos. Uno es para mi amigo Ajit y pretendía ser una sorpresa, ya que él está angustiado contando quintos para ver si puede acompañarme. Pero las lindas chicas de la agencia de viajes me informaron que no hay asientos en dos semanas. Sin embargo, el abuelo Indian Railways es muy buena onda y ha añadido "carros de emergencia" (como si no supieran que es una situación de lo más normal). Conseguir sitio en ellos, ¡cómo no!, tiene un sobreprecio: hay que pagar el trayecto completo del tren, es decir, no de Pune (origen) a Jhansi, sino hasta el destino final, en Jammu, un estado en el extremo norte, junto a Cachemira. Adémás hay que abonar una tasa extra. Total que el billete de 450 rupias sale en 1040, si te late, y si no, te esperas dos semanitas más, chato. Como veas. Me resigné y pagué.

Me quedé con muy pocas rupias y el día iba a estar muy activo. Además, aunque me queda dinero para algunos días, no sé qué tan fácil será sacar plata en Khajuraho, así que quise aprovechar la oportunidad para ir al cajero. Los pagos de las revistas se han estado retrasando mucho y mi cuenta está vacía, pero ¡tarán!, tengo una de emergencia con seis mil pesos, suficientes para aguantar un rato mientras por fin me depositan.

Pues ná, colega. Estaba más seca que un alcohólico en La Meca. Por suerte, comí por cortesía de Muktangan y el equipo de Indira Nagar me invitó el te, asíque al final del día sólo tuve que pagar 3 dólares de taxis.

Ocurrió lo siguiente: al preparar el viaje, por primera vez en mi vida, solicité una tarjeta de crédito. A veces no puedes hacer compras por internet con las de débito y las de crédito son, además, útiles para rentar coches y reservar cuartos. Dos semanas antes de marcharme de México, descubrí que Bancomer me había domiciliado el teléfono de casa de mi familia. Muy simpática y amable, mi ejecutiva de la sucursal de la calle de Coahuila, casi esquina Insurgentes, Colonia Roma, me explicó que, al pedir la tarjeta, había autorizado el cargo de Telmex (??!!!), pero hakuna matata, no problem, bastaba con meter una carta solicitando que se cancelara la domiciliación y que se me devolvieran los cobros. Le expliqué que me iba a un largo viaje y que era indispensable que no ocurrieran este tipo de cosas, pues desde lejos no podría resolverlas. De nuevo, hakuna matata.


Pues claro que sí hubo matata. A lo largo de seis meses estuvieron transfiriendo dinero de mi cuenta a la del bisnes de Carlos Slim sin mi consentimiento, hasta vaciarla. Tuve que enviar una nueva carta por fax, mi prima Valery me hizo el favor de llevarla y pelearse con mi querida ejecutiva (que me mandó saludos cariñosos, ¡gracias linda!), quien le dijo que no habían cancelado la domiciliación porque Telmex les hubiera cobrado una sanción si lo hacían antes de seis meses, y que ahora sí se va a terminar, pero que no habrá ningún reembolso.

Ya Bancomer me había hecho otra: en marzo me aparecieron dos retiros de cajero automático, hechos al mismo tiempo en horas de la madrugada, por 224.35 cada uno. Ese día estaba dormido, pero es lo de menos. ¿Dónde se puede sacar dinero por una cantidad así? Si los cajeros no dan billetes menores de 50 pesos, ¿los hay que den centavos? Protesté en Línea Bancomer, "es imposible", dijo el operador, como si yo estuviera mintiendo, luego lo comprobó en su pantalla, imposible, ¿eh?, me pidió enviar una carta por fax, llamé para confirmar el recibo, un nuevo operador insistió en que esos cargos eran imposibles, su pantalla le mostró lo extraño que puede ser el mundo y finalmente dijo que esperara respuesta por correo en cinco semanas. La carta llegó cuando yo estaba en Sudáfrica: solicitud rechazada porque no hay comprobación de que no hice el retiro.

¿No son ellos los que tienen que comprobar que lo hice? ¿Y cómo le saqué monedas de 20, 10 y 5 centavos? Tal vez era un cajero-máquina del tiempo, conectado con la fábrica de billetes de a centavo de Pancho Villa. ¡Diablos!, ¿dónde estará? ¿Podré viajar al pasado? ¡Siempre quise demostrar que Morelos era Morales y comía meros, moras y banqueros!


DÍA 201. SATARA-PUNE, MAHARASHTRA, INDIA: DIOSAS DE CUIDADO



Sexismo y fascismo. A uno lo llevan de expedición de fin de semana a apreciar el arte indio y termina con un aprendizaje político-social sobre la sociedad local. De esto se trata, claro está.

El día en de mi segundo cumplecentogiorni de viaje
DependienteDependienteDependiente

Entre Khajuraho y Satna
(no sé por qué a nadie le pareció relevante aquí --será que no me expliqué bien) nos lanzamos a Satara, una ciudad al sur donde vive la abuela de Gayatri. Fui con ella, Ajit y dos amigos, Pradish (con "e", pradesh significa territorio y el nombre de muchos estados termina así: Andhra Pradesh, Madhya Pradesh, etc.; Gayatri apodó a Pradish "hipopótamo" y yo, simpático y tierno como soy, ya saben, popularicé el sobrenombre "Hippo Pradish") y Narender, los dos últimos nativos de Kerala y Hyderabad.

El domingo fuimos a Aundh, en un divertido viaje en camionetas de pasajeros por zonas tribales donde los nómadas montan viviendas como las de los tipis de los pieles rojas (para no decir "indios") de Norteamérica. En un monte lejos de todo, un rico rajá creó un museo para exponer su colección de arte indio y universal. Muy rica e interesante, a pesar del escaso trabajo museográfico.

Hubo dos cosas que me llamaron la atención. Una fue que el rajá tenía, aparentemente, inclinaciones fascistas: un busto de Mussolini, un regimiento de soldaditos de plomo nazi (las suásticas no cuentan porque es un símbolo tradicional indio de buena suerte que se usa todo el tiempo). El museo fue fundado en 1938, un año antes de la guerra. No creo que Hitler hubiera visto con mucha simpatía a los indios (a ese rajá, como los adolescentes mexicanos que se creen muy rebeldes al usar suásticas, lo hubiera puesto en un lugar privilegiado al principio de la fila de materia prima frente a la máquina de hacer jabón), pero recuerdo que mi abuelo contaba que los nazis tenían muchos simpatizantes en México y que se bebía una cerveza de nombre "Swastika": nadie tenía idea de lo que quería Hitler, pero estaba contra los gringos y eso era lo importante. En esa época, India estaba bajo ocupación británica: tal vez el rajá brindaba al conocerse cada bombardeo sobre Londres. (Pura especulación.)

El segundo asunto tiene que ver con las mujeres. Hace poco leí un artículo crítico en Times of India sobre lo que se enseña a los niños en la escuela: en las preguntas que se hacen en la materia de lengua inglesa, se debe responder que las niñas lloran y los niños son valientes (tipo Juanita está ____ porque perdió su muñeca; Pedrito es muy ____ y defendió a su hermana); en los libros de
Columnas de humoColumnas de humoColumnas de humo

Que se elevan de las hogueras donde incineran a la gente
historia antigua, el papel de las mujeres en los textos clásicos (Vedas, Ramayana, Mahabarata) es omitido o minimizado.

Esta actitud sexista parece no ser histórica. En la tradición hindú, las diosas han tenido roles muy importantes que ahora son marginados. En el museo hay una interesante colección de miniaturas (obras pictóricas de tamaño similar al carta, muy apreciadas aquí) que detalla la gesta de un poderoso ente al que se denomina, simplemente, como "la diosa".

Los dioses fueron vencidos y expulsados de su reino por los demonios. Fueron a pedirle ayuda a la diosa, quien se les fue encima a los malos y los hizo pedacitos, en varios capítulos. En cada uno de estos, la miniatura reserva una de las esquinas inferiores a los dioses, que observan muy tranquilos la lucha de la diosa y aplauden. Uno se pregunta, bueno, ¿y no podrían echarle una mano? Pues nada, sólo le hicieron una fiesta con más aplausos.

Después les volvió a pasar, los demonios les dieron una arrastrada y pa'fuera. Y ahí va la diosa de nuevo. Esta vez, a media guerra y después e varias batallas, el texto indica que los "dioses" se suman a la diosa...
 Cremaciones nocturnas Cremaciones nocturnas Cremaciones nocturnas

Funciona 24 horas (con 1,100 millones de indios no les va a faltar negocio)
pero en la pintura sólo se ven diosas en el pleito... y los dioses siguen en su esquina, muy ocupados en aplaudir. Entre las diosas llega la famosa Kali, la de la lengua sangrienta, una con muy mal humor que no quieres encontrarte por ahí nunca, y todas estas finas damas acaban colgándose collares que hicieron con las cabezas de los muertos, todo muy bien trabajado, eso sí. Los dioses, buena onda, rodean después a las guerreras y... pues aplauden, ¿qué más querían? No se pongan exigentes, ¿eh?, ¡viejas peleoneras!


EL SIDA Y LAS (TON)TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN



La semana pasada, dos colegas comentaron sobre los rumores de que el sida podría ser un virus de diseño destinado a reducir a la población africana por las malas. El asunto es muy delicado y no quisiera pasarlo por alto. Para responder, me basaré en lo escrito por Beatrice, que fue más extenso y argumentado.

Para fundamentar la hipótesis, nuestra compañera menciona estudios que no detalla, realizados por gente que no nombra. Dice que el inventor de una de las técnicas más confiables para detectar el sida (lo que se detecta no es el sida, sino los anticuerpos
Rasurado ritualRasurado ritualRasurado ritual

Los deudos se rapan en honor a sus muertos
que produce nuestro organismo para defenderse del VIH, mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas de sida) aceptó que no sirve para contar virus. Seguramente, Beatrice podrá explicar qué es lo que quiso decir y demostrar aquí , pues no se pretende contar los virus (sino los CD4). En todo caso, aunque ella pudiera citar diez estudios que apuntan a que el VIH es de diseño, ¿qué caso tiene que yo replique con otras cien referencias de investigaciones que fortalecen la hipótesis contraria? No es en este blog, en el que no participan médicos y no podemos ofrecer evidencia dura, donde el mundo descubrirá si el VIH fue diseñado o no.

Sin embargo, ya que ni la acusación ni la defensa pueden aportar una pistola humeante como evidencia, podemos tratar de explorar el motivo, es decir, si Occidente obtendría beneficios diseñando este virus contra los africanos. Beatrice ofrece un motivo y tres "ventajas" (las numero para poder desglosar mejor sus argumentos): "...el objetivo no es acabar con ellos (los africanos), sino reducir la población a través del miedo, un miedo castrante a la sexualidad, derivando en ventajas, tales como (1) eliminar excedentes poblacionales, (2) justificar el fracaso de las hipótesis de la infección y su transmisión en el occidente, (3) poder seguir vendiendo productos para el tratamiento, etc. ¿No te parece un increíble diseño de virus?"

Como dice Silvio en la canción, Beatrice tal vez tenga la sonrisa perfecta y sin duda tiene la palabra precisa: increíble. Voy a explicar por qué es increíble ese diseño de virus.

Ventaja 1: Es cierto que a Occidente le interesa moderar el incremento de la población africana (también el de la latinoamericana y, sobre todo, el de la asiática: véase si no donde estoy, en India, con 1,100 millones de habitantes en un territorio apenas más grande que México; en todo caso, hubieran empezado por aquí, no por África). De hecho, los primeros interesados deben ser los africanos: su escaso crecimiento económico se esfuma por el demográfico. La miseria está estrechamente atada a la sobrepoblación. Pero hay maneras mucho más prácticas de hacerlo, no con un virus que es: a) incontrolable: se ha expandido también a Occidente, que es el supuesto "diseñador", con saldo de decenas de miles de muertes; b) atemporal: se va a quedar con nosotros por mucho tiempo, mucho más de lo que querría el diseñador;
Este sadhu era mas ceremoniosoEste sadhu era mas ceremoniosoEste sadhu era mas ceremonioso

pero igual les quito la plata
c) altamente mutable: aunque el diseñador tuviera una vacuna, la dinámica evolutiva del VIH la haría inútil; d) antilaboral: no se concentra en los ancianos, en los desempleados ni en los niños (los "excedentes poblacionales"), sino que está diezmando a la población en edad de trabajar, precisamente ésa que necesita Occidente como mano de obra barata para explotar los recursos de África.

No es casual que en la primera línea de defensa contra el VIH estén gigantes multinacionales. La mayor empresa minera que opera en Sudáfrica, Angloamerican, presentó en Durban, en la conferencia antisida de junio a la que asistí y que reseñé para ustedes, los exitosos resultados de su programa de consejería, detección del VIH y tratamiento para sus miles de empleados. Y es un ejemplo para el sector privado: no por ética humanitaria, sino por algo que les importa mucho más: ahorra dinero. Angloamerican hizo un estimado de lo que le cuesta perder gente por sida (por cada tres empleados que se retiran o mueren, tiene que capacitar a cuatro nuevos) y lo que gasta en su programa, y los beneficios son muy grandes.

Ventaja 2: Este argumento es contradictorio. No se puede inventar un virus
En el Ganges sagradoEn el Ganges sagradoEn el Ganges sagrado

Tinka y Krrrt, de Belgica.
para
"justificar el fracaso de las hipótesis de la infección y su transmisión en el occidente". ¿Entonces ya existía el virus? ¿Cómo se justifican fracasos inventando nuevos virus? ¿Se inventan nuevos virus cada vez que hay fracasos?

Ventaja 3: Los activistas antiVIH denuncian con razón que, en este como en muchos otros casos, los grandes laboratorios muestran más interés en desarrollar tratamientos que vacunas: la prevención acaba con el negocio. Pero esto no es igual a decir que inventan virus para vender productos. Es mucha paranoia, ¿no?

Vale, pues, pensemos que vivimos en un capítulo de Expedientes Secretos X y que las grandes farmacéuticas son tan perversas como para matar millones de personas para vender productos. Si fue así y era en África donde querían vender, lo planearon muy mal. Para empezar, porque África no tiene plata. Los gobiernos, la ONU y las ONG están comprándole a India, Brasil y otros países que fabrican productos genéricos sin pagar derechos a los laboratorios malosos, y por lo tanto los consiguen a una fracción del precio normal. La OMC ha avanzado en hacerlos respetar la propiedad intelectual, pero ha tenido que aceptar salvaguardas inusuales: los medicamentos para las naciones pobres pagan menos derechos; los países pueden declarar el estado de emergencia y no pagar nada a las farmacéuticas; los grandes laboratorios han preferido resignarse y vender baratísimos --o de plano regalar-- ellos mismos sus productos, para no dejarle el mercado a la competencia.

¿Y quién creen que ayudó mucho a romper los tabúes de la propiedad intelectual, algo inconcebible hace sólo tres años? El gobierno de GW Bush (y no me acusen de ser pro-Bush). ¿Porque son muy buenas personas? No, porque el sida también perjudica a Occidente, es una catástrofe mundial.

El negocio p ara los grandes laboratorios no está en África, sino en Estados Unidos y Europa Occidental. Ahí es donde se pagan fortunas por el tratamiento. Agente Mulder, está usted buscando en el lugar equivocado: los villanos de las farmacéuticas no querían enfermar a los africanos, sino a los gringos.

Beatrice plantea que se estaría tratando de desviar recursos destinados a los alimentos, el agua y las enfermedades de pobreza. Aunque se pudiera demostrar esto, el sida no se puede dejar aparte, no sirven los pozos de agua si no queda nadie vivo para beberla. Ella denuncia "campañas para sembrar terror sobre el sexo en la población", para que no se tengan relaciones sexuales y no distribuir condones gratuitos (ese párrafo es confuso, creo que esto es lo que quiso decir). ¿Dónde se llevan a cabo esas campañas antisexo? Estuve en cinco países con los mayores problemas de VIH y no vi nada de eso. La gente es muy liberal en el sexo y el enfoque de los gobiernos va por el sexo protegido, no la abstinencia (salvo Uganda). Por lo contrario, en África es más fácil encontrar condones gratuitos que algo para comer.

¿Quién sale ganando, entonces, con la difusión de estos rumores no comprobados y, hasta que alguien demuestre que me equivoco, contrarios a la lógica? Van algunos ejemplos:

a) Los dictadores. Y los movimientos políticos irresponsables. Acusar a Occidente de estas terribles conspiraciones sirve a los intereses de genocidas como Robert Mugabe (Zimbabwe) y Teodoro Obiang (Guinea Ecuatorial), entre muchos otros, para legitimar su eternización en el poder y sus métodos asesinos: "defienden a la patria contra las amenazas de Occidente".

b) Los sangomas, o curanderos tradicionales: Estas personas son importantes factores de poder en África, pero su influencia es amenazada por la medicina occidental. Denunciar la conspiración del sida les sirve para retener o recuperar a la gente, aunque después se les muera.

c) Los charlatanes. Un ejemplo del que ya he escrito es el de Matthias Rath, un "médico" alemán desacreditado en Occidente que paga muchísimo dinero en publicidad para decir que las multivitaminas que vende son todo lo que se necesita para combatir el sida. Su eslogan trata de tocar la sensibilidad anti-occidental de muchos africanos: "Rompe las cadenas del colonialismo farmacéutico", es decir, el de los laboratorios a los que trata de hacerles competencia.

Inventar conspiraciones resulta muy útil para quienes quieren crear o mantener un rebaño, sea político, religioso o filosófico. Pero no sirve para quienes están interesados en combatir los problemas con seriedad, como Beatrice sin duda está. Además confunde a la gente, ése es un grave peligro porque distrae esfuerzos y debilita los apoyos. Me gustaría que los lectores recientes de este blog (creo que ella lo es) visitaran la página de mi viaje por url=http://www.travelblog.org/Africa/South-Africa/Johannesburg/Melville/blog-12317.html]Sudáfrica (o mi artículo en la revista Quo de noviembre): hablé con muchos hombres y mujeres que están comprometidos en la lucha contra el sida y que no pueden perder tiempo buscando conspiraciones y confundiendo a la gente: su pueblo se muere. Ellos mismos se están muriendo.


DÍA 205. KHAJURAHO, MADHYA PRADESH, INDIA: DEL SEXO AL HECHO



Los antiguos indios tenían dos teorías rivales de cómo alcanzar la iluminación: para unos, se obtenía a través del ayuno y la renunciación; para otros era lo contrario: el sexo era el camino. Èstos fueron los que construyeron los templos de Khajuraho, hace un milenio, y en sus relieves finos y hermosos detallaron la buena vida que llevaban.

En la zona hay tres conjuntos de templos. Son grandes construcciones con paredes decoradas tanto en el interior como en el exterior con multitud de detalles. En muchos no hay sexo, sino situaciones de la época, reproducciones de ceremonias, batallas y divinidades que por sí mismas justifican con creces la visita a este lugar, que está en el centro de India pero lejos de todo, incluyendo las estaciones de tren (y las cinco horas que hay que hacer en malos buses son bastantes agotadoras).

En lo que tiene que ver con las relaciones íntimas entre hembra y varón... pues resulta que tenían una concepción muy, muy abierta e incluyen escenas más bien públicas donde hay mucho más que hembra y varón.

¿Qué les pasó a los indios, cómo se olvidaron del Kamasutra? Según la encuesta Durex 2005, son el pueblo en el mundo cuyos jóvenes (ya más bien adultos, 19.8 años) pierden más tarde la virginidad, los que menos gustan del sexo ocasional, los que creen que la educación sexual debería impartirse más tarde y los que nunca comprarían juguetes sexuales.

Una actriz hindú, Khushboo, que promueve el uso del condón para prevenir el sida, respondió a una pregunta que ningún hombre educado debe esperar que su novia llegue virgen al matrimonio, lo cual resulta muy lógico pues no me parece que los varones indios en general tengan preocupación alguna por mantenerse vírgenes. Uy, ¡escándalo! Movimientos religiosos montaron una campaña enorme contra Khushboo,, le montan escenas y la agreden en todas partes, la atacan con un montón de demandas judiciales por cualquier pretexto y exigen que se le aplique un castigo ejemplar por "atentar contra la cultura" local. A la estrella del tenis indio, Sania Mirza, que es musulmana y respaldó a Khushboo, le salió un ulema que dictó una fatwa (sentencia religiosa) que le prohibe ponerse las faldas que usan sus compañeras. Y su padre tuvo que pedir públicamente que dejen de hostigarla, que nunca apoyó la pérdida de la virginidad, si ella todavía lo es.

Conocí a un chico simpático, Yogendra. Y él me presentó a otro mucho menos agradable, Seepu, quien sin venir a cuento se puso a preguntarme si había tenido sexo con una india. Le dije que no. Quiso saber si había besado a alguna, respondí que ni siquiera me le había acercado a nadie, y él casi cantó al decir que las indias son de lo más recto, y en cambio las occidentales... él se había acostado con muchas, je, je, je, je, porque es muy atractivo y claro, cuando las lleva a los templos a ver los relieves del Kamasutra, ellas casi le ruegan que les muestre si eso se puede hacer, y él como es todo un campeón...

Ufff, enfermizo. Pero así tienen la cabeza muchos hombres de este pueblo, convencidos de que sus mujeres son la virtud encarnada y las demás... joder, pobres tipos. Qué mal están de la cabecita, cuántos traumas.

Una occidental que viaja sola me dijo que se sintió muy molesta con los hombres en Khajuraho (y en India en general) porque la seguían por la calle diciendo "Kamasutra, Kamasutra, yo te enseño".

Algo se perdió en el camino desde que se levantaron los templos hasta ahora, porque por sus relieves parece que los antiguos se tomaban el sexo con naturalidad y entusiasmo, y para muchos de estos tipos de ahora se trata de algo que quieren hacer pero de lo que se avergüenzan, que piden que hagan otras mujeres, pero no las suyas, a las que seguro convertirían en frígidas si pudieran hacerlo.

Inescrutables son los caminos de los 300,000,000 de dioses...


DÍA 207. 19 DE NOVIEMBRE DE 2005. VARANASI, UTTAR PRADESH, INDIA: RELIGIÓN, JERARQUÍA Y AUTOEMPLEO



En India todo puede ser divino. Un día vi unas figuritas de barro del tamaño de una mano en la azotea de casa de un amigo, pensé que eran un trabajo escolar o el juguete mal hecho de algún niño y le pregunté qué eran: "Son dioses", respondió con candidez. "¿Qué dioses?", solté sin terminar de asimilar la sorpresa. No me pudo decir, pero accedió a que los fotografiara e incluso los cambió de lugar cuando notó que la luz no me daba. ¡A
La orilla del GangesLa orilla del GangesLa orilla del Ganges

En tiempos de monzon, el agua puede llegar a cubrir el edificio blanco de abajo
uno de los dioses se le cayó un brazo! No le dió importancia y se lo volvió a colocar.

Varanasi, antes Benares, es el summum de lo divino, lo santo de lo santo. Es la ciudad sagrada en el sagradísimo río Ganges, llena de templos muy santos y gente en busca de santidad. A pesar de la sempiterna suciedad india, es muy bonita, con mucho ambiente en sus callejones llenos de comercios, vacas y adoratorios. En la orilla del río hay un ghat (sitio de baño) detrás de otro. Todo hindú viene o aspira a venir a lavarse aquí al menos una vez en su vida. En días más sagrados, de fiesta, cientos de miles de personas pueden estar tratando de entrar en el agua al mismo tiempo, aunque a nosotros nos tocó un momento menos santo. A pesar de ello, y de que el agua está impresionantemente sucia, mucha gente cumple el rito.

Dos de esos ghats son funerarios. Ser cremado en uno de ellos es un pasaporte al cielo, sin trámites, aunque inevitablemente con comisiones: hay que pagar a los hombres que cargan el cadáver por las ciudad cantando una oración al dios Rama, lo llevan
Dalla-wallas del GangesDalla-wallas del GangesDalla-wallas del Ganges

A pesar de la suciedad del rio, la gente se banha en el y los dalla-wallas lavan la ropa junto a la basura flotante
al ghat, lo bañan en el Ganges y lo colocan en la pira. También hay que dar dinero a los que trabajan en el ghat: unos proveen la madera, otros la amontonan, unos más acomodan el cuerpo y la encienden, los últimos recogen las cenizas. Para el observador es muy interesante, además, ver dónde se gastan las últimas rupias de la familia: les rapan el pelo ahí mismo (por lo menos uno de los parientes debe hacerlo), les venden flores, velas y ornamentación diversa, los sadhus se hacen presentes para sacarles una limosna a cambio de una bendición de utilidad incierta, etcétera.

Las mujeres hindúes no pueden presenciar las cremaciones: se las tiene por lloronas y si alguien derrama lágrimas durante tu cremación, te amolaste. Por eso, los parientes observan el fuego con toda calma e incluso platican, parece que es un aburrido evento más del día. Pero las extranjeras y todos los demás que lo deseen pueden mirar el proceso, a condición de no tomar fotos: resulta impactante ver tantas piras funerarias juntas, de día y de noche (no hay descanso), aunque no es grato que de pronto se distinga, o por alguna causa de plano se asome, una mano, una pierna o una cabeza que se derrite entre las llamas.

Hice esta parte del viaje, desde Khajuraho, con Krrrt y Tinka, dos belgas de Gent, y Gavin, un inglés de Leeds, muy simpáticos los tres. Hicimos una excursión por el río, vagamos por los callejones e incluso caímos --a veces no se puede evitar-- en una tienda de sedas. No vas, te llevan y parece que no puedes salir de ahí sin comprar. Es lo contrario de un supermercado. En Asia, el comercio es un importante intercambio social que hay que hacer con tiempo, nada de prisas. Hay que descalzarse, pasar a una sala con piso acolchonado, sentarse, beber te y mirar al vendedor, que desdobla y desdobla infinidad de piezas de tela, preciosas, para que puedas escoger. Te habla de su calidad, de dónde fueron hechas, del valor de los colores. Cuando por fin consigues escoger las que más te gustan, y de entre ellas las que más, más te gustan (son tantas), y al final la que vas a comprar, viene el regateo.

Ellos llevan la ventaja: conocen el mercado, nos tomaron la medida como clientes desde el primer momento y, además, se ponen de acuerdo en hindi: hablan de la mercancía y de nosotros en nuestras narices sin que podamos entender ni pío. Yo no hablo flamenco ni los belgas español. Tuve que abrir mi añejo baúl lingüístico y en el fondo, empequeñecido y enfermo, estaba mi alemán. Krrrt y Tinka lo hablan. Los indios pusieron ojos de plato cuando dejamos de hablar en inglés y empezamos a gruñir y berrear, y fueron incapaces de monitorearnos mientras tramábamos nuestras estrategia de precios, negociación y salida. Al final se quedaron con nuestra oferta.

Mientras tanto, en el ghat principal de la ciudad, estaba por iniciar la ceremonia de adoración al Ganges que se celebra todos los días, a las ocho de la noche. Cuatro jóvenes de la casta brahmán ofrendan candelabros con velas. Al finalizar el evento, los sadhus se apoderan de la atención: sentados en pequeñas plataformas, reparten bendiciones a las personas que por decenas o cientos se agachan a besarles los pies. Uno de los sadhus, con el cuerpo pintado de blanco, es por lo menos simpático y lleno de buen humor. El otro, vestido de azul y con largo cabello dread lock (tipo Bob Marley), ensaya su mejor mirada
AmigosAmigosAmigos

Con Krrrt, Tinka, Dimesh (Varanasi) y Gavin (Leeds, GB) en un portal de Varanasi.
de benevolencia profundísima mientras recibe los besos y los billetes.

¿Quiénes son estos sadhus? Se supone que hombres santos, dedicados a la búsqueda espiritual y, por lo tanto, buena palanca con los dioses. Lo que he visto es que cualquier hombre puede pretender que es un sadhu, basta con dejarse la barba larga, usar ropas y turbantes color naranja encendido (el color más santo), colocarse un tikka en la frente (la marca del tercer ojo) y acosar al prójimo: ante la duda, la gente prefiere darles dinero, no vaya a ser que éste sí sea influyente y yo lo haya tomado por maje. Incluso, aunque el sadhu sea de otra religión (en India también los hay jainíes --que caminan con unas escobas para barrer el piso por donde van a pasar y así, creen, no matar a ningún ser vivo--, musulmanes, sikhs y cristianos), mejor hay que darle, sólo por si uno está adorando al dios equivocado. Y estos tipos recorren los comercios y las casas en busca de las rupias. El pleito por las monedas es tal que en muchos templos se advierte en hindi, en inglés y en todos los idiomas que las contribuciones deben ser depositadas en las cajas del lugar, no entregadas a lo sadhus.

¿Quién designa a alguien como sadhu? ¿Qué institución hay detrás de ellos para legitimarlos? Como la religión hindú es extremadamente laxa y no tiene una jerarquía o estructura unificada, no hay control alguno y cualquiera puede autodenominarse sadhu. El único talento requerido es el de saber aprovechar las inseguridades espirituales de las personas.

Eso me hizo sentir tristeza e indignación por el pueblo indio, tan fanático e ignorante que no distingue a quien lo engaña y le arrebata su muy escaso dinero.

Pero después pensé: Y si hubiera una institución con una estructura unificada y jerarquía, con un señor que fuera su jefe y que vendiese un papel con una autorización oficial para ser sadhu, y que también otorgase franquicias a cambio de una comisión sobre las ganancias, ¿tendrían los sadhus legitimidad para sacarle las pocas rupias a la gente? ¿Lo que me molesta es que los sadhus se autodesignen sin respaldo de una institución religiosa? ¿Y quién le otorga la legitimidad a la institución? ¿No es igualmente autodesignada? ¿No está compuesta de sadhus que se legitiman unos a otros, recíprocamente? (Como los banqueros que se cruzan préstamos, estos sadhus se intercambian santificaciones.)

Caí en la cuenta de que en los demás pueblos del mundo pasa lo que en el indio, sólo que aquí es más primitivo: un sadhu se autonombra (¡empléate a ti mismo!), en otros países las instituciones se autonombran poseedoras únicas de la legitimidad e interpretes exclusivas de la voluntad divina (fundamentándose en compilaciones corregidas y aumentadas de relatos mitológicos) y descalifican a las instituciones rivales con el argumento de que mi verdad es más verdadera que la tuya porque es mía.

Así me fui en el tren que me llevará a Gorakhpur, donde encontraré a mis amigas Sonal y Bini, para ir juntos a Nepal. Pensando que lo que resulta evidente y grosero aquí, afuera está cubierto con los ricos mantos de las jerarquías. La gran diferencia entre el fanatismo religioso indio y muchos otros en el mundo no es más que de desarrollo institucional.


LA ETAPA DEL SUBCONTINENTE INDIO ESTA DIVIDIDA EN CUATRO PARTES.
VISITALAS A TRAVES DE ESTOS ATAJOS:

INDIA. DE MUMBAI A PUNE
INDIA. DE PUNE A SUNAULI
NEPAL (aparece a fines de febrero de 2006)
INDIA. DE DELHI A BANGALORE (aparece en marzo de 2006)


QUIERES CONOCER OTRAS ETAPAS DE MI VIAJE? QUIERES IR A SUDAFRICA, SWAZILANDIA, MOZAMBIQUE, TANZANIA, KENYA, INDIA, NEPAL, TAILANDIA, LAO (disponible a fin de octubre 2006), CAMBOYA (disponible a partir de noviembre 2006) O VIETNAM (disponible a partir de noviembre 2006)? HAY MAS DISPONIBLES EN MI PAGINA PRINCIPAL!

DO YOU WANT TO CHECK OUT OTHER STAGES OF MY TRIP? DO YOU WANT TO GO TO SOUTH AFRICA, SWAZILAND, MOZAMBIQUE, TANZANIA, KENYA, INDIA, NEPAL, THAILAND, LAO (available from November, 2006), CAMBODIA (available from November, 2006) OR VIETNAM (available from November, 2006)? YOU WILL FIND MORE OF MY TRIPS AVAILABLE AT MY MAIN PAGE!

Advertisement



2nd February 2006

Ese Témoris! Da gusto seguirte por ahí y aprender contigo! Desde mandril, capital de españa (o ex-paña como dicen los fachas), te cuento que el edu está ya de finalista del notodofilmfest y que luis y marina (los recuerdas?) están a puntito de ser papás de Martino; el pablito se viene mañana desde granada para el fin de semana y tenemos a la lupita visitando a maiki! Saludo también por si lo leen a todos esos fenómenos del DF (Ulises, Marcela..) Suerte y pásalo en grande por Nepal!! Muchos besos!!!

Tot: 0.33s; Tpl: 0.032s; cc: 23; qc: 97; dbt: 0.1365s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1; ; mem: 1.9mb