Llegada al aeropuerto de Bangkok, desde fuera es realmente grande y moderno. Tal y como nos aconsejó Michael, sacamos pasta en un cajero, seguimos las flechas de “Taxi oficial”. Negociamos 500 BTH, sin taxímetro, desconfiamos un poco, pero tampoco nos parece una barbaridad. Por el camino por la autopista, nos dan agua en un envase un tanto peculiar… El chofer, el Sr. Panya, resulta ser un tio muy simpático. El hotel Arnoma, no nos defrauda, en pleno centro comercial, frente al Central World Plaza y a Erawan y una habitación con buenas vistas. Una buena ducha, y salimos a explorar centro comercial tras centro comercial; por el cansancio estamos un poco despistados, y nos abruma ver tanta gente corriendo de un sitio a otro. Para cenar, no nos complicamos mucho, nos metemos en una especie de
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