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El mismo día que aterrizamos en Bangkok desde Myanmar, decidimos coger un tren nocturno hacia Ubon Ratchathani, la ciudad tailandesa más próxima a la frontera Sur con Laos. Desde ahí cogimos a la mañana siguiente un bus a Laos, cruzamos la frontera andando, y una vez llegado a Pakse (sur de Laos), decidimos engancharlo directamente con un bus local para ir a las 4000 Islas (en la frontera con Camboya). Era un "Bus" pintoresco: estilo pick-up, con bancos de madera, tres jóvenes alcoholizados y un saco con cerditos vivos sufriendo el calor asfixiante del mediodía. En total unas 20h de viaje que se hicieron menos duras de lo que parece, ya que estuvimos entretenidas observando la forma de vida de nuestro nuevo destino, y además negociando con los tuk-tuk drivers que nos querían timar (first time que Ani saca las garras).
Las guías de viaje describen Laos como el país pendiente por descubrir. Una promesa de autenticidad. Y seguramente lo fue hace unos años. Nosotras hemos visto un Laos que se desarrolla a pasos agigantados y que está absorbiendo rápidamente las influencias de occidente. Carreteras perfectamente asfaltadas (nos llamó muchísimo la atención en comparación con Myanmar), coches modernos (hemos llegado a ver
un Hummer!), casas de estilo occidental que se entremezclan con las clásicas casuchas de bambú, blackberries en las manos de muchísimos jóvenes, vaqueros, tacones, música tecno-chundi, chicos con cortes de pelo nunca vistos en España (una mezcla de flequillo estilo Beatles y pelo punta estilo erizo despeinado)...
A pesar de estos toques modernos, Laos sigue contando con ciertos detalles que lo caracterizan por ser un país asiático en vías de desarrollo: vacas cruzando tranquilamente las autovías parando el tráfico; cabras y cerdos (!) que pastan libremente por los pueblos, prados y arbustos; gallinas con sus polluelos que corretean entre las casas de bambú; arrozales cultivados a mano...
Gran parte del repentino desarrollo de Laos se debe a las "inversiones" que países vecinos como China y Vietnam hacen en infraestructuras. A cambio obtienen energía y recursos naturales de la zona a precios irrisorios. La deforestación constante y la contrucción de numerosos embalses amenazan seriamente el ecosistema de este país.
Cabe destacar que ha sido uno de los países más bombardeados en la historia (sobre todo en la guerra de Indochina), y que todavía quedan numerosas minas antipersonas semienterradas en los campos. Muchos campesinos y niños han sufriendo durante todos estos
años y lo siguen sufriendo a día de hoy las consecuencias de dicha guerra, y del tipo de bombas utilizadas (claster bombs): amputaciones de brazos, de piernas, cegueras, ...
Habiendo enganchado Myanmar con Laos las comparaciones han sido inevitables. Nuestra primera impresión de la gente es que era menos amable, menos interesada en entablar conversación, menos dispuesta a echarte una mano. Pedir algo para comer en un restaurante parecía molestar a los camareros. Nosotras lo justificamos en el principal tipo de turismo que viaja por Laos: El joven backpacker que viene principalmente de fiesta y que no siempre resulta ser un turismo respetuoso; mientras que el turista que va a Myanmar va a encontrar de todo menos fiesta y bares de copas. Por otro lado, nos quisieron "timar" varias veces en tuk-tuks, laundry services, hoteles...Muchos justifican esa falta de interés general que percibimos en que Laos es el "Cuba asiático". La mítica frase de "me estás estresaaaando" aplica totalmente. Aquí no existen las prisas...queda la duda de si el alto consumo de opio es el gran causante de ello!
Sin perjuicio de lo anterior, nuestra impresión de Laos ha ido mejorando muchísimo conforme fuimos subiendo al Norte, donde encontramos
no sólo los paísajes impresionantes que esperábamos, sino una actitud totalmente diferente de la gente, que pasó a ser servicial, encantadora y abiertos con los turistas.
Nuestra primera parada en Laos fue en Don Det, una de las 4000 islas del Mekong que casi tocan frontera con Camboya. Es la isla con más ambientillo backpacker de la zona. Accedes a ella en una barca de madera de la que el barquero tiene que ir achicando el agua al mismo tiempo que la dirige. Una única calle, sin pavimentar y bungalows (la mayoría con pinta putrefacta) a ambos lados. Hasta diciembre del 2010 esta isla no contaba con electricidad 24h, ni tenía Internet. A fecha de hoy, no sólo hay electricidad 24h, sino que de las 10 tiendas que debe tener la isla, 7 son ciber cafés. Los demás establecimientos son restaurantes y cafés con colchones y cojines que sirven como asientos y más de un "happy dish" o "happy drink" en el menú...lo del "ambiente de fiesta" de Don Det es un poco relativo. No es una fiesta activa de música y baile. Aquí domina el chill-out, relax and be happy...Además, en todo Laos existe un sistema sutil para
implantar un toque de queda: la gran mayoría de establecimientos tiene que cerrar a las 23h!! Y se cumple (en general) a raja tabla.
Otra de nuestras paradas en el Sur de Laos fue en la catarata más grande del Sudeste asiático, Kohn Phapheng. El rugir de sus olas y la fuerza que se desprende de las mismas no deja impasivo a cualquiera. Además, ver a los pescadores de la zona cruzar de un lado de la catarata al otro manteniendo el equilibrio sobre simples cuerdas como si de expertos trapecistas se tratara, es espectacular.
Asimismo visitamos el templo de estilo Khmer pero de religión hindú 'Wat Phu' en Champasak (de nuevo en la zona de Pakse). Sus cimientos datan de principios del s.VI y se encuentran en la colina de una montaña a la que se asciende por empinadas escaleras que provocan más de un sudor. Wat Phu se distingue de los demás templos de arquitectura Khmer por estar diseñado en torno al mantenimiento de una pequeña fuente de agua sagrada que proviene de la montaña. Todo un sistema de canales proveía al templo de forma constante con este agua. Entre los árboles y arbustos encontramos una
piedra enorme en la que todavía se mantiene tallada la silueta de un simpático elefante!
En nuestro quinto día en Laos, cogimos un bus nocturno desde Pakse a Vientiane (la capital)....Un bus que literalmente tenía camas! En vez de asientos tenía dos filas de literas, en las que en cada una de las "camas" debían dormir 2 personas!! Y evidentemente las camas estaban diseñadas para tamaños asiáticos!! Tuvimos suerte y el bus iba relativamente vacío. Cada una tenía una 'doble cama' para sí misma, donde tumbadas en diagonal conseguíamos estirar las piernas malamente...
Xox
Ani&Viky
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