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Published: July 21st 2009
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Estar en un país tan lejano de casa, como todo, tiene sus ventajas y desventajas. Entre las ventajas, podemos decir que están las materiales y las no materiales. Las materiales como vienen, se van (o no), pero al fin y al cabo no son las mas importantes.
La posibilidad de aprender otros idiomas, otras culturas y el hecho de vivir en una mini sociedad de gente de distintas partes del mundo, es el verdadero valor de esta experiencia. Es lo que mas nos va a quedar grabado dentro de 10, 20 o 30 años.
El
Colegio Británico de Trípoli, donde va Pedro, es el lugar ideal para potenciar el valor de esta experiencia. Es un colegio que cuenta con un director y un grupo de docentes muy buenos, y que hacen muchas actividades para compartir y conocer las distintas culturas.
Durante el año cada grado estudia un país, y luego hacen una presentación de lo que aprendieron en el “Internacional Day”. Ese día cada uno va al colegio vestido con ropas típicas de su país y cada familia lleva un plato de comida típica para compartir. La fiesta de este año terminó con la mejor canción que representa todo esto “It´s
a small World after all” (es un mundo pequeño después de todo).
Los deportes también tienen su lugar importante en el colegio. Como todos los años, se llevó a cabo el “Sports Day” en los jardines de la casa del embajador británico.
Y para terminar el año, la fiesta de egresados de “Nursery”, la sala de Pedro. Luego de dar un riguroso examen ante el público, Mr Colledge le entregó un diploma y un gorro de egresados con la inscripción “Ready for Reception”.
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