Advertisement
Published: April 19th 2011
Cenando en Kusadasi
Con nuestro amigo AmirPues por fin arrancó nuestro viaje del año: Dos semanas en Turquía. Este viaje fue todavía más controversial entre nuestros conocidos que el viaje del año pasado. Cuando antes simplemente nos preguntaron: "¿Cambodia? ¿Qué hay ahí?" ahora si fue todo un drama con mucha gente: Que si los terroristas, los talibanes, la guerra civil en Libia, y un largo etcétera. Eso demuestra que en México sabemos muy poco de estos lejanos lugares del mundo (yo no sabía casi nada del país hasta este viaje).
Los participantes en esta ocasión fuimos Sandra y yo, nuestro amigo César y Julián "el cuñao" que repitió por 2do año consecutivo. Igual que la vez pasada decidimos organizar todo el viaje de manera independiente en vez de tomar un tour, primero por que sale mucho más barato que los
viajes mas o menos parecidos que tienen las agencias en México, y en segundo lugar por que la verdad es más divertido ir solos en vez de en un camión con otras 45 personas, además de que pudimos ver y hacer muchas cosas que los tours ni de relajo visitan.
Todos volamos por rutas separadas: Sandra y yo vía Newark y Frankfurt a Estambul, César via Newark y Munich y Julián directamente de Nueva York
a Estambul. Llegamos a Estambul a medio día del viernes 1 de abril, y ahí esperamos un rato para tomar un vuelo local de Estambul a Izmir. Llegando a Izmir rentamos un coche (estándar, mil gracias a Julián y César por la manejada), y nos fuimos manejando a la ciudad costera de Kuşadası, a orillas del mar Egeo. Prácticamente nada más llegamos a dormir, aunque
nuestro hotel estaba en la playa y pudimos dar una pequeña vuelta por ahí. Kuşadası es un puerto de cruceros muy importante, y dicen que en verano está llenísimo, pero a nosotros nos tocó muy tranquilo. Cenamos en un restaurantito a la orilla del mar, dónde nos atendió nuestro amigo Amir, todo un personaje. La verdad es que los turcos resultaron ser gente muy simpática aunque al final siempre te tratan de vender algo, pero al menos le echan ganas para caerte bien.
A la mañana siguiente después de desayunar nos fuimos manejando a Efeso en medio de una lluvia torrencial. Nuestra primera visita fue a la casa de la Vírgen María, en dónde se supone que pasó sus últimos años tras la muerte de Jesús. La historia es así: Cuando Jesús muere en la
cruz le dice a su discípulo Juan que ahí le encarga a su mamá, Juan se fué para Efeso y se cree que se llevó a la Vírgen María con él. La casa de la Vírgen es chiquitita, pero es interesante ver los regalos que le han llevado diferentes papas, así como miles de cartitas que han dejado los fieles en los muros, tipo el muro de los lamentos en Jerusalén. Afuera de la casa hay un arroyito y se supone que el agua está bendita. Espero que tambien estuviera bendita la lluvía, por que nos cayó a raudales.
Tras la casa de la Vírgen nos fuimos al sitio arqueológico de Efeso. Esta ciudad fué la capital de la provincia romana de Asia, y la segunda ciudad más grande del imperio romano. Aquí estaba el templo de Artemisa, una de las siete maravillas del mundo antiguo, del cual sólo queda una columna. También es importante su anfiteatro con capacidad para casi 30,000 personas, en dónde predicó San Pablo y fue abucheado (tras lo cual se fue muy indignado de la ciudad y les escribió la famosa "Carta a los Efesios" que aparece en la biblia). Para mí también fue
muy emocionante estar en el escenario del teatro, pues aparte de San Pablo ahí se han presentado
Elton John, Sting, etc.
Otro aspecto muy importante en Efeso son las llamadas Casas en la Terraza, para las cuales se cobra una admisión adicional. Éstas son casas de los millonarios romanos, que fueron enterradas en un deslave hace como 1800 años y se conservaron casi intactas. Todavía conservan muchas de las pinturas en las paredes y los mosaicos en el suelo. Están muy padres y te dan una buena idea de como vivían los ricos en aquella época (nada mal, considerando que tenían drenaje, agua corriente, calefacción, etc.) El último monumento importante en Efeso es la biblioteca de Celso, la cual fue la segunda biblioteca más grande del mundo antiguo después de la de Alejandría, y cuya fachada se conserva casi intacta. Ah, y no puedo dejar de mencionar las famosas letrinas de Efeso. Eran letrinas públicas de la colonia "nice" de la ciudad, los asientos tenían calefacción y en el centro del cuarto de las letrinas habían músicos tocando para amenizar la ida al baño (o más probablemente para no escuchar los esfuerzos de el de al lado).
Afortunadamente dejó
de llover a la mitad de nuestra visita a Efeso, y de ahí nos fuimos a comer al pueblito cercano de Selçuk. Tras la comida estuvimos paseando un poco por las calles peatonales del pueblo, y compramos un tradicional kilim (alfombra turca). El dueño de la tienda de alfombras nos dió toda una cátedra sobre el tema, si son de seda, de lana, de doble nudo, etc. (para más información pregúntenle al cuñao que se obsesionó con el asunto de los tapetes).
Nuestro último punto a visitar era la basílica de San Juan. Se supone que San Juan (el apóstol/evangelista, no el bautista) murió en Efeso, y en tiempos bizantinos construyeron una gran basílica sobre su tumba. Tras la ocupación musulmana la medio desmantelaron para construir la mezquita de Isa Bey, pero todavía queda bastante de la iglesia original. Cuando llegamos a la basílica estaban cerrando, y se nos acercó un exótico individuo con una credencial del museo, diciendo que él trabajaba ahí y que podía darnos acceso after-hours. El caso es que le dijimos que sí, pero en vez de meternos por la puerta nos llevó a campo traviesa por el baldío junto a la basílica, y nos
colamos brincándonos la barda por la parte de atrás. Muy extraño. Pero la verdad estuvo bastante padre tener el sitio para nosotros solos. El fulano éste además nos dijo que acostumbraba colarse en Efeso por la noche con un detector de metales, y nos sacó unas monedas romanas que según había desenterrado para vendérnoslas. Al final las acabó casi regalando, y Julián si le compró una, asi que ya saben que ahora es un contrabandista de antiguedades robadas.
Como a las 5 de la tarde nos fuimos manejando a Pamukkale, un pueblito como a 2:30 horas tierra adentro. Nos hospedamos en el hotel
Artemis Yoruk . Sandra y César usaron el sauna del hotel, y luego nos fuimos a dormir.
Advertisement
Tot: 0.141s; Tpl: 0.013s; cc: 14; qc: 53; dbt: 0.0496s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1;
; mem: 1.2mb
El Turco Aguirre
non-member comment
La frase del viaje:
Seven Turkish Money!