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Published: December 28th 2009
Mèrida, Yucatàn, a 8 de octubre del 2009.
Saludos a todos.
Ahì les van unas fotos del pueblo de Izamal, Yucatàn, incluido en la lista de "pueblos màgicos" de la SECTUR. Tiene 15 mil almas y recibe el sobrenombre de la "ciudad amarilla", y realmente hace honor a su nombre (en comparaciòn Mèrida, la "ciudad blanca", de blanca sòlo tiene el nombre ya que su centro històrico es de todos los colores), ya que todos los edificios, casas, casitas y negocios ubicados en el centro històrico estàn pintados de amarillo. Ha sido un centro religioso por siglos: primero con los mayas y despuès con la Virgen de Izamal, asì que en sus fiestas llegan peregrinos de todos lados. Su atractivo principal y referencia del pueblo son el grandìsimo convento franciscano ubicado en pleno centro del pueblo (obviamente pintado de amarillo) construido en parte con las piedras de las piràmides mayas del lugar. Afortunadamente su acceso es libre al pùblico hasta las 8 de la noche.
Ademàs de los edificios religiosos y coloniales, en el pueblo se encuentra la piràmide màs grande de la penìnsula de Yucatàn (Kinich Kakmó, si las fuentes no me mienten) y la tercera
màs grande de Mèxico (sòlo detràs de la Gran Piràmide de Cholula y la Piràmide del Sol de Teotihuacàn). Asì que ahì como la ven en la foto de feìta y deteriorada (entre la naturaleza y los españoles han desmadrado varias piràmides), es la number 3 en cuestiòn de dimensiones. Y la verdad es muy grande, hasta creo que en su plataforma se podrìa jugar futbol sin ningùn problema, es grandìsima. Lo bueno que esta sì me dejaron subirla, y fue un ascenso solitario, porque ademàs de mì sòlo estaba un señor cortando yerba en una esquina de la plataforma (o sea, muy lejos, porque la piràmide es muy grande). Ademàs de èsta, hay otras piràmides dispersas en el pueblo, que pueden ser escaladas sin problemas (y gratis).
Las fachadas de los edificios del centro històrico sì requieren de una manita de gato en cuestiòn de pintura en las fachadas, porque la pintura actual se encuentra medio deteriorada. Sus dos parques centrales son limpios en general, y la gente tira sus botellas en los botes de basura (¡¡¡para que aprendan Meridanos!!!); la mayor suciedad es producto de los pàjaros (muy tragones, por lo visto), y por lo visto el
Municipio no ha limpiado eso desde hace muuuuucho tiempo. Salvo eso, todo muy bonito, agradable, tìpìco y con mucho movimiento en las tardes.
Lo que sì se me hizo triste fue el no ver turistas, dado que este lugar era para que estuviera a reventar de güeros tomando fotos, recorriendo calles, subiendo al monasterio, escalando piràmides y probando comida yucateca; pero parece que, al igual que el resto de la penìnsula, sigue en crisis de visitantes por la maldita influenza A (como muestra, en Tulum tuve el dormitorio del hostel para mì sòlo y tambièn, salvo por una noche, en el hostel de Valladolid) --sigo sin convencerme de que nos llegò por casualidad--.
Asi que señores, si alguna vez vienen de vacaciones a Mèrida o Cancùn, dense una vueltecita por Izamal.
Saludos.
Omar Velàsquez Manzo
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