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Published: March 30th 2008
Hola a tod@s otra vez! Después de unos días movidos entre viajecitos, visitas "inesperadas" (lo siento Pelón!) y un poco de faena (que no sienta mal de vez en cuando) me dispongo a explicaros lo que fue nuestro primer viaje "serio" por Islandia. Como siempre, somos unos buenos buitres y siempre en busca de gente de carnet al final conseguimos ir en coche a los sitios. Siempre funciona eh! 😊
Ya que los islandeses se toman Semana Santa en serio (jueves, viernes y lunes fiesta, sí señor!) pues aprovechamos para alquilar un coche e irnos durante tres días por el sur de Islandia. Realmente un viaje espectacular.
Ya comenté en el post del Blue Lagoon que Reykjavik tiene sus cosas pero venir a Islandia y no visitar nada de los alrededores es de LOSERS. Y no va en coña. Salir de la ciudad y tirar millas es como meterte en otro planeta. Lo que más me choca (cascadas y glaciares a parte) es la continua sensación de estar en medio de la nada. Y ya no digo no ver ciudades o pueblos, sino digo no ver nada "humano" a parte de la carretera y uno mismo. Estoy seguro que
hacer la ruta de los castillos en Francia o perderte por Suiza ha de ser espectacular también, pero estoy seguro que la sensación de estar cerca de la naturaleza es menor más que nada porque uno no se quita la demás gente en la carretera o los campos de cultivo que te rodean. Supongo que es la gracia del turismo en este país.
Después de hacer las compras para el viaje (con una pelea buenísima entre la ucraniana y el alemán) y una cena con los del laboratorio, salimos el miércoles con un Toyota Corolla hacia el sur de la isla.
Después de una hora en la carretera y mientrás el tiempo poco a poco se arreglaba, nuestra primera parada fue cerca del volcán Hekla, quizás el más famoso de Islandia. Se decía de este volcán de 1400 metros que era la entrada al infierno y no me extraña ya que desde hace ya unas decenas de años, Hekla entra en erupción cada diez años. La última fue en el año 2000 (obviamente desde Reykjavik se veia todo el show) y se prevée que en el 2010 lo haga otra vez. Los que venis teneis suerte (o no)
porque este año no le toca 😉
Un rato más en ruta y nos paramos en el pueblo (?!) de Skogar de 23 habitantes. Una gran cifra contando que hay tres casas y un hostal (?!). Quizás se entiende mejor cuando ves que al lado del pueblo está Skogafoss, una cascada de 62 metros de altura. El pueblo no se ve en la foto pero podríamos decir que la cascada es más grande ¬¬. Tuvimos mucha suerte ya que, a parte de que el dia era genial, justo cuando llegamos había el arcoiris más grande e impresionante que he visto jamás. Se veia el inicio y el fin y no, no había duende verde ni monedas de oro al final (o inicio). Hablando de oro, cuenta la leyenda que detrás la cascada se encuentra un tesoro. Tendré que volver en verano ya que en mi intento de ir detrás y dado el hielo que lo cubría todo me pegué un piño que mis nalgas aún sienten... :S
Siguiendo por la "route number 1", principal de Islandia aunque sea un carril de ida y otro de venida, bordeamos el glaciar Myrdalsjökull, el cuarto mayor de Islandia. Nos acercamos a
una de sus lenguas con un viento helado del mal pero dejo la explicación de glaciar para después ya que el día siguiente fue mucho más impresionante.
Ya a media tarde llegamos a Vík, población de 290 habitantes (ojo eh!). El pueblo como podéis imaginar no tiene nada. Sin embargo una vez allí pudimos acercarnos a unos de los parajes más chulos del viaje a mi parecer. La playa de Reynisfjara es de arena volcánica negra y está bordeada por acantilados perfilados por columnas negras de basalto. Estas columnas parece que se forman a partir de lava sometida a grandes presiones. Esto más las formaciones rocosas en el mar hacían de esta playa un sitio genial para pasar el día si no fuese porque hacía un viento huracanado que no permitía ni andar (ojo al vídeo que es la risa). Estoy seguro que si te caes al mar no sales. :D
Ya para acabar con el día llegamos a nuestro albergue cerca de Kirkjubaejarklaustur (a ver quién es el guapo que se atreve a pronunciarlo). Nos alquilamos una casita de madera para los cuatros que viajábamos. Realmente, el sitio tenía su encanto. Lo mejor las carreras en bañador
desde la casita hasta los hot pots que había en la otra punta del albergue. 😊
Al día siguiente nos dirigimos hacia Skaftafell, el parque nacional más grande de Islandia y de Europa. Pero antes mención especial a los "sandars" que se han de cruzar para llegar hasta allá. Sandar significa delta de arena en islandés pero hoy en día es una palabra que se utiliza cuando quieres designar algo que está devastado (que conste que no tengo ni idea de islandés eh! Eso lo he leído en la guía 😉 ).
Los sandars son llanuras desérticas de lava negra recorridas por rías que provienen de los glaciares al norte. Esta devastación fue creada en 1996 cuando la erupción del volcán Grimsvötn, debajo de un glaciar, provocó riadas de magma, lava, agua y barro. Imaginaros la potencia del asunto que se encontraron trozos enormes de hielo a kilómetros de distancia. Prueba de la fuerza de la erupción la tuvimos nosotros cuando vimos un puente destrozado que se dejó para recordar de lo que es capaz la naturaleza. Me quedó clarito, os lo puedo asegurar.
Finalmente llegamos a Skaftakell, un parque nacional variopinto donde se pueden visitar varias
cosas. Incluso tiene un camping para visitarlo durante varios días. Nosotros nos decantamos primero por una de las lenguas del mayor glaciar de Islandia y tercero del mundo después de los polos: Vatnajökull. Esta enorme masa de hielo que cubre montañas, valles y llanuras tiene la superficie de Luxemburgo, pesa 3000 billones de toneladas (no se de dónde sacaron la báscula para pesarlo) y hay sitios donde la capa de hielo tiene una espesor de un kilometro. En él se encuentra el punto más alto de Islandia con 2200 metros.
Aunque parezca bien quietecito, un glaciar se mueve y éste puede avanzar o retroceder según la estación del año y según la época sobre todo. Como todo, el hielo es atraído por la gravedad fluyendo (en el sentido figurado de la palabra) por valles hacia el mar. Es así como se forman las lenguas de los glaciares.
En el parque Skaftafell se puede visitar una lengua y acercarse a ella para sentir lo grande y la fuerza que se esconde detrás de ésta. Debido al cambio climático esta lengua ha retrocedido un kilometro en los últimos 50 años. Así se puede comprobar en el terreno que la lengua
deja el descubierto, la fuerza del hielo. Éste acaba con todo. Sólo rocas y piedras pequeñas quedan detrás. Una de las curiosidades de este sitio es que el hecho de la combinación de tanta agua, hielo y arena puede llegar a formar arenas movedizas. Así que ya os podeis imaginar que no es recomendable adentrarse por el glaciar sin supervisión. Aunque bueno, ya os digo yo que sin crampones no se puede ir muy lejos sin pegar un resbalón y caerte por una grieta...
Más tarde, visitamos la cascada de Svartifoss con más columnas negras de basalto. Esta vez no me aventuré muy cerca para no resbalar así que la observamos de lejos ¬¬ .... Aún estaba resentido :S
Después de un sandwich rapidito, proseguimos nuestro camino hacia uno de los puntos más célebres y fotografiados de Islandia: la laguna de Jökulsárlon. Este lago de unos 15 km2 está repleto de icebergs que lo surcan de lado a lado haciendo de este lugar una postal perfecta. La explicación la tiene el hecho de que 200 años atrás una lengua del gran glaciar llegaba al mar. Sin embargo, empezó a retroceder, dejando atrás esta laguna. Hoy en día, trozos
de hielo se desprenden de la lengua del glaciar para ir llenando poco a poco la laguna.
Lo mejor es sentarse en la orilla y ver como los bloques de hielo se mueven lentamente... Y tan lentamente porque resulta que están una media de 5 años vagando... Lo más espectacular fue la sorpresa que tuvimos al divisar yo unos puntos negros al otro lado del lago. Primero pregunté si había un parking ya que parecían coches a lo que se me contestó diciendo que no eran coches sino piedras. Total que subo a una colina para tener mejores vistas cuando me doy cuenta de lo que eran: focas! Y esta vez no en el zoo como estaba acostumbrado a verlas... Ahí estaban tan panchas al sol y de vez en cuando pegándose un chapuzón. Genial.
Ya el segundo día acabó llegando al inicio de la costa este islandesa en la ciudad de Höfn. Y digo ciudad porque después de un día sin casi ver un pueblo, una población de 1660 te parece una metrópolis.
El tercer día, ya volvimos hacia casa pasando por algún otro lugar pero ya sin comparación con éstos que os he explicado. Sinceramente,
el viaje al sur durante esos tres días mereció, y mucho, la pena.
Y para rematar la faena, nada mejor que volver a casa cansados del viaje con ganas de perrear cuando te llama Pelón y te dice: "que estoy en Heathrow! Ahora cojo el avión para Reykjavik!". Y nosotros esperándolo para el fin de semana siguiente...
Qué mal rollo me entró (no porque viniese, sino porque podríamos haber organizado el viaje al sur hasta el domingo viniendo Pelón el sábado y dejándolo sólo por Reykjavik, jus...).
Eso sí, todo salió clavado. Los reyes 😊
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yuyu
non-member comment
y el video?
y el video de la caida de xavi no se puede ver? subirlo al youtube o algo no? no se peude dejar al lector con los dientes largos...