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Published: July 21st 2009
No se puede dejar
Estambul sin hacer un crucero por el
Bósforo, el estrecho que separa en dos partes la ciudad y conecta el Mar de Mármara con el Mar Negro, además de separar la parte europea de la parte asiática.
El
Bósforo tiene una longitud aproximada de 32 Km. y una profundidad que va entre los 50 y los 120 metros. En sus riberas encontramos numerosos palacios, destacando los de Bylerbeyi, Ciragan y Dolmabahçe.
Los cruceros salen cada 30 minutos desde
el puerto de Eminonu y son realmente muy baratos. Hacen paradas en un par de puertos sobre el camino, y si se tiene tiempo vale la pena bajar en alguno de ellos.
Al
Bósforo lo cruzan dos tremendos puentes colgantes que son toda una obra de ingeniería. Estos puentes son los que unen el lado europeo con el lado asiático y desde el barco se ven monstruosos.
En el crucero los chicos aprovecharon para jugar y nosotros para tomar un típico te turco, mientras mirábamos las construcciones de las orillas y los grandes barcos que pasaban por allí.
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