De Madrid a Granada

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Madrid me recuerda más como lo que he oído sobre New York. La gente aquí (vale no todos pero muchos) viven con prisa y no les gusta el pensamiento o la gente despacio. En general, la ciudad es espléndida y hermosa con edificios de ladrillo. También hay menos turistas; por caminar los calles puedes oír la charla en español más que cada otro lengua del mundo. El viaje desde Barcelona hasta Madrid tomó casi 8 horas con dos paradas. Una parada fue en Zaragoza que es un pueblo pintoresco con calles punteado por restaurantes y tiendas chiquitas. También en las dos horas que tuvimos, visitamos la catedral allí. Aunque de afuera, no me parece algo espectacular, el interior era la más hermoso que he visto y sintió lo más sagrado de todos.

Llegamos a Madrid y tuvimos la oportunidad de visitar El Museo Prado y El Museo de La Reina Sofia. Para llegar a los dos, caminábamos a través el Parque de Retiro que es tan bonito. Si estuviéramos allí por un tiempo más largo me gustaría tener un picnic o relajarme allí por la tarde. Los museos eran increíble; las obras que decoraban las paredes eran impresionantes.

Sobre todo, prefiero Barcelona a Madrid. La gente en Barcelona son más amable y aunque Madrid tiene edificios antiguos y grandiosos, no tuvo la vida de la noche o las diversiones de Barcelona. Sin embargo, una de las cosas que me gusta más de Madrid es que la población allí habla en español; cuando caminaba las calles oía el español que hubiera estado deseando oír. Una de las noches fuimos a un club – el Kapital – que es un club de 7 pisos, cada uno con un tema diferente. Pasábamos la mayoría de la noche en el piso Latino con la mejor música y con hombres agresivos en sus deseos de bailar con chicas. Tristemente, la misma noche era la última vez que pasé tiempo con mi familia antes de que ellos regresaron a los EEUU. Que suerte tuvo de tener ellos allí conmigo y de empezar mis exploraciones del extranjero con ellos.

La noche final, fuimos a un bar de Salsa, Azúcar, que era un experiencia tremenda! Personas muy talentosas estaban bailando salsa y bachata y merengue en cambiando parejos. Muchas veces paraba de bailar para mirar a ellos con boca arriba en admiración. La gente allí eran más viejas, pero me gustaba que los hombres eran tan respetables cuando nos pedían bailar. Aprendí como bailar cada de las tres bailes que mencioné (aunque a un nivel muy básico) y me divertí mucho. Deseo regresar allí aunque ya salimos de Madrid.

De hecho, salimos de Madrid esta mañana con una parada en Toledo, el capital anterior de España. La ciudad era chiquita y llena de historia. Si pensé que los callejones de Barcelona eran confundidos, los de Toledo fueran peor; perfecto por un capital para protegerse de invasores. Después de nuestra exploración del Greco y otros museos y tres más horas en el autobús, llegábamos Granada! Estoy muy animada estar aquí finalmente. Dónde estamos ubicado hay un ambiente de un pueblo de una universidad (la universidad de Granada) y me encanta el sentido menos turística de este pueblo. Es relativamente compacto – puede caminar al centro del hotel en unos quince minutos y hay algunos parques y cafés que me gustaría investigar. Esta noche comemos Shawarma que es demasiado sabroso y que me dejó muy satisfecha. Es un cambio necesario de la misma comida española que encontrábamos en Barcelona y Madrid. Tendré sueños sobre el Shawarma y claro que regresaremos para comprar más. Ojalá que también fuéramos al Corte Inglés para comprar comestibles para sostenernos durante la semana. Estoy lista para empezar los estudios y sumergir mí misma en la vida de una estudiante en Granada. Veremos si todavía estoy diciendo este en unas semanas.

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