Nueva Zelanda

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Nueva Zelanda, Nueva Zelanda, Nueva Zelanda, que bella que eres. No se puede decir que hayamos estado en muchos lugares de este mundo, pero nos atrevemos a decir que Nueva Zelanda es uno de los paises mas hermosos que uno pueda visitar. Por muchas fotografias o videos que se vean no es nada comparable a vivirlo en primera persona. Conducimos cerca de 6.000 kilometros y todo lo que vimos fue espectacular. Había paisajes que nos dejaban la boca literalmente abierta, nos mirabamos el uno al otro preguntandonos si era de verdad lo que estabamos viendo o era una maqueta. Fue como estar en un cuento.

En la panorámica se puede ver a la derecha el pico nevado del Monte Cook a 3.754 metros de altura.

¿Problemas de insomnio? No se preocupe, nosotros tenemos el remedio para solucionar su problema, váyase a Nueva Zelanda a contar ovejas. Dicen que es el país de las ovejas y el de la gran nube blanca. Lo cierto es que nuestros primeros días presagiaban unas vacaciones pasadas por agua, pero afortunadamente no fue así 😉

Dos asturianos acostumbrados a ver paisajes maravillosos en nuestra tierrina, hemos sido sorprendidos al visitar esta parte del mundo tan espectacular. No es de extrañar que Peter Jackson eligiera Nueva Zelanda para rodar El Señor de los Anillos.

Esta un poquito lejos de España, cerca de 20.000 kilometros nos separan, pero el viaje merece la pena. Para los amantes de la naturaleza este es un destino perfecto, para aficionados como nosotros también, Nueva zelanda impacta hasta el más urbano.

El pais esta formado por dos islas, la del norte y la del sur. Tiene cerca de 2.000 kms de largo por 400 kms en su parte más ancha. Hay cerca de 4 millones de habitantes, de los cuales 3 millones y pico viven en la isla del norte. La isla del sur esta prácticamente deshabitada debido principalmente al clima, mucho más frío, y a los Alpes, que se extienden por toda la isla y pueden ser vistos desde casi todos los lugares. El paisaje quita el aliento de cualquier mortal. Existen tantos lugares bonitos en esta isla, que no es difícil sentarse al borde de una carretera y quedarse literalmente horas apreciando el paisaje. Una de las características de Nueva Zelanda es que el paisaje va cambiando dramáticamente en la medida que se viaja. Cada 200 o 300 kms el paisaje cambia completamente. Valles inmensos, cordilleras de montañas, praderas infinitas, lagos, glaciares, fiordos, playas....y ovejas, millones de ovejas por todas partes.

Comenzamos nuestro viaje por la isla del sur. Tras un vuelo de dos horas y media desde Sídney, el día 28 de Diciembre de 2007 aterrizamos en Dunedin, una pequeña ciudad al sureste. En el aeropuerto alquilamos un coche de dimensiones pequeñas, metimos todos los trastos, tienda, sacos, cocinilla de gas... y nos fuimos al super a por provisiones. Como novatos que somos en esto de la montaña, al llegar al coche con todas las bolsas y meterlas dentro, casi ya no entrábamos nosotros. Nada mas llegar y liandola, el ranchito lolailo ya estaba montado. Después de dar una vuelta por esta tranquila ciudad, partimos hacia Te Anau, un pueblo al suroeste, donde se encuentra el lago mas grande de la isla del sur, el lago Te Anau. El agua es limpia, cristalina y profunda. El pueblo se ubica en un extremo del lago y esta rodeado por altas montañas repletas de vegetación. Este pequeño pueblo sirve de punto de partida para excursiones a los fiordos neozelandeses, la joya de la corona.

Desde Te Anau se inician infinidad de caminatas bien demarcadas y cuidadas, con todos los tipos de grado de dificultad, para todas las edades y disposición física. Una de las más famosas, reconocida a nivel mundial por su belleza, es la Milford Track. Se necesitan entre 4 y 5 días para hacer los 55 kms, pero según dicen es espectacular. Nos hubiera gustado hacerla, pero no disponiamos de tantos días 😞 Aunque, siempre se puede volver!!! 😉

Milford Sound - Fiordo neozelandés

Al día siguiente nos fuimos a Milford Sound, parada ineludible en un viaje a Nueva Zelanda. La carretera que va desde Te Anau hasta Milford Sound es considerada uno de los trayectos más bonitos del mundo. La belleza natural es tan exuberante, que cualquier foto o descripción no llega ni de cerca a transmitir lo que es verlo en vivo. Toda el área fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Catorce fiordos componen el parque, es un laberinto de canales y paredones de piedra con alturas cercanas a los 2.000 metros. Nosotros contratamos un tour en barco, recorrimos todo el fiordo hasta llegar a mar abierto y regresamos de vuelta. En el trayecto se ven paredes rocosas que cortan al mar de forma vertical y muchas cascadas que caen desde lo alto de las montañas. En algunas de ellas los barcos se paraban justo debajo. Delfines seguían al barco y focas descansaban sobre las piedras. Sin duda, de los sitios más espectaculares que hayamos visto.

Nuestro siguiente destino, nuestra querida Queenstown, un pueblo en medio de la cordillera montañosa como sacado de un cuento. Allí teníamos pensado pasar la nochevieja. Para llegar teníamos que volver a Te Anau ya que no hay carretera directa desde Milford Sound, por lo que se tienen que hacer unos 350 kms para ir entre dos localidades que en línea recta no distan más de 100 kms.

De regreso a Te Anau, hicimos alguna parada para disfrutar del paisaje y echar una siesta en el coche de 20 minutinos antes de emprender el viaje a Queenstown. Al despertar de la siesta Vanesa decide conducir, sin dudarlo ni un momento se incorpora al carril derecho. Álvaro distraido buscando un mapa por el suelo del coche, ajeno a la caraja de su novia, hasta que oye: "¡Ay madre!", exclamación que significa - que hace el loco de la autocaravana que viene de frente contra nosotros -. Imaginaros la cara de Álvaro, un poema. (Vanesa escribe...) Tres factores desencadenaron esta situación, factor nº1 mujer al volante, factor nº2 conducir por el lado contrario al habitual y factor nº 3 el apijote que tienes después de la siesta. Gracias a Dios y a la reacción de Álvaro que gritó "ponte a la izquierda", llegamos a Queenstown a despedir el año.

Lago Wakatipu - dirección la capital radical

Queenstown

Queenstown es conocida en el mundo como la capital mundial de los deportes radicales y uno de los top-ten destinos turísticos en Nueva Zelanda. Esta ciudad simpática y pequeña, es sencillamente genial. Está situada al lado de un lago cristalino, el lago Wakatipu, rodeado de montañas que componen un paisaje de ensueño.

Al tratarse de una fecha tan especial como es Noche Vieja, nos dimos el lujo de pasar dos noches en un motel y dejar nuestra querida tienda de campaña en el coche. Cenamos en un restaurante en la calle principal, nos tomamos una botellita de vino y nos fuimos por el pueblo a ver que se cocía. Nos encantó la manera de celebrar el fin de año de esta gente, tan informal y tan de andar por casa. Una banda tocaba musica en directo en la plaza del pueblo, gente de todas las edades bailaba, y disfrutaba de la velada. Una pantalla en el escenario marcaba la cuenta atras hasta que dieron las doce de la noche y empezaron los fuegos artificiales. Fue genial. Un video de nuestro fin de año 2007 en Queenstown.

El 3 de Enero de 2008 era el día que teníamos programado para marchar de Queenstown. Por la mañana dimos una vuelta por el pueblo antes de marchar. Álvaro sentía un vacío en su interior. Llevabamos cuatro días en la capital de los deportes de alto riesgo y nos íbamos sin haber hecho nada. De repente Álvaro dice "Vanesa, no podemos irnos sin hacer algo. Solo hay una cosa que suple a todo lo que se puede hacer aquí. Lo más heavy. Vamos". Que casualidad que estabamos al lado de NZone - The ultimate jump, en nuestra opinión unos profesionales de la caida libre o freefall. Álvaro entró sólo a preguntar por los precios y cuando me di cuenta ya estaba apuntada en la lista. Esperamos todo el día para dar el salto y se hizo muy largo. A las 5 de la tarde nos tiramos de una avioneta a 12.000 pies de altura, unos 4.000 metros. 45 segundos de caida libre a unos 200 km/h. ¿Qué es lo que se siente? Es una pregunta sin respuesta, hay que vivirlo. Pero para que os hagáis una idea a continuación tenéis un enlace a un video que no tiene desperdicio. Fijaros en las piernas de Vanesa justo al saltar, su cara en el descenso y el apijote de Álvaro al llegar al suelo, al pobre se le atravesó una cinta al cuello cuando el instructor soltó el paracaidas y estuvo un rato sin aire. A pesar de ello la experiencia fue alucinante.










NZONE - The ultimate jump.

Después de tanta descarga de adrenalina continuamos nuestro viaje, próxima parada, Wanaka, otro pequeño pueblo a 110 km al norte de Queenstown. El paisaje era espectacular, y tanto que tenía que serlo ya que justo al llegar, estábamos parados en un stop y de repente nos dan un golpe por detrás, el carajas que venía por atrás no sabemos para donde estaba mirando, pero no queda hay la cosa, a los dos segundos, nos vuelve a dar otro golpe, nosotros estabamos alucinando. Bajamos del coche con ganas de... y nos encontramos con la típica pareja dominguera de turno, ella en estado de shock y él todo nervioso. Después del primer golpe bloqueó y no centraba si pisaba el freno o el acelerador y nos da otra vez, de “juzgado de guardia”. Gracias a Dios los daños fueron materiales y la peor parte se la llevaron ellos porque levantaron todo el capó y no podían mover el coche. Nuestro coche tenía la puerta del maletero abierta y no se podia cerrar. Después de todo el papeleo y atar la puerta con una cuerda, vuelta otra vez a Queenstown a cambiar de coche. Lo peor, pagar los 1.500 dolares de franquicia que luego tardaron cerca de 4 meses en devolver. Lo mejor, el coche que nos dieron era el doble de tamaño y automático.

Después del incidente y otra vez en Queenstown nos pusimos de nuevo en marcha dirección al Monte Cook. Los Alpes de la isla del sur se extienden unos 540 km. El punto más alto es el Monte Cook, con 3.754 metros, además cerca de 20 picos están por encima de los tres mil metros.

Hicimos noche en la zona de acampada libre que hay justo al comienzo del camino que lleva al monte. Lo cierto es que no hacía buen tiempo y no se veían bien las montañas. Por suerte esa misma noche se fue despejando y al día siguiente, temprano nos pusimos en marcha. Después de caminar una hora y media llegamos al lago que forma el deshielo. Había un pequeño glaciar cuya lengua llegaba al lago. Durante el momento que estuvimos allí se rompió un bloque de hielo y vimos un par de pequeñas avalanchas de nieve. El sitio era espectacular y a la vez espeluznante. Era como si estuviese vivo y en algún momento fuera a atraparte.

Lago Pukaki - al fondo el Monte Cook

A la vuelta decidimos ir a conocer el lago Tekapo. En esta zona existían unos cuantos lagos que tenían el color del agua tal y como se ven en las fotografías. Era alucinante. No nos explicamos como podían tener ese color, suponemos que por algún material en el fondo, pero hacían del paisaje una maqueta.

Esa misma tarde cogimos ruta dirección los glaciares Fox y Franz Joseph. Los glaciares se encuentran dentro de los mayores atractivos de Nueva Zelanda. Estos se encuentran el la costa oeste de la isla del sur y descienden desde los Alpes en forma de lenguas de hielo a través de los valles en dirección al mar. Algo que los hace únicos es su ubicación geográfica ya que en ninguna otra parte del mundo, a la misma latitud, se pueden encontrar glaciares que lleguen a casi 300 metros sobre el nivel del mar. Desafortuadamente el deshielo de estos glaciares se ha ido acelerando, el cambio climatico es el responsable de que tengan los dias contados. A medida que te ibas acercando te aparecen señales indicando que hacía 50 años que el glaciar estaba allí y la señal estaba a unos 10 kilometros.

Cuando llegas a la base de los glaciares es cuando realmente quedas impactado de su tamaño, son enormes. Sus lenguas miden cerca de 14 kilometros. Se hacían excursiones por encima de la lengua con guías expertos. Nos digeron que las vistas desde arriba eran expectaculares. También se podía subir en helicóptero. Aunque eso se nos salía de presupuesto. Algunos osados caminaban cerca de los bloques de hielo ajenos al peligro que eso conlleva, en cuestión de segundos una placa te puede caer encima y quedas cubito de hielo total.

Leyendo la guía nos enteramos que Kaikoura, una población de la costa este, era famosa en el mundo entero por ser uno de los mejores lugares para ver ballenas en su habitat natural además de las mayores colonias de Albatros. Esto nos hizo pensar en un amigo nuestro al que le encantan estas aves. Para ir a Kaikoura debíamos cruzar los Alpes. Existen solamente tres pasos para cruzar la cordillera. Nosotros la cruzamos por el paso Arthur. El trayecto es alucinante. Cruzas un parque nacional y al pasar al otro lado se extienden las famosas llanuras que llegan hasta Christchurch, la mayor ciudad de la isla del sur, aunque esta isla no era de ciudades, por lo que nos dirigimos directamente a Kaikoura.

Al llegar a Kaikoura analizamos la situación. Había tours que te llevaban mar adentro para ver las ballenas. Si tenías suerte las podías ver de cerca y en caso contrario, te das un tute de dos horas y medio en barco y te quedas con las ganas, la naturaleza a veces es caprichosa. Las colonias de albatros eran más de lo mismo. Pagar un tour y no te garantizaban que estuviesen allí 😞. Nosotros nos conformamos con dar un paseo por el pueblo y sacar unas fotos a las simpáticas focas.

Nuestros días en la isla del sur estaban contados. Nos dirigimos de Kaikoura a Picton donde debíamos dejar el coche y coger un ferry para cruzar a la isla del norte. Decidimos hacer noche en una población llamada Nelson a 80 kilometros de Picton. Allí fuimos a cenar a un restaurante un pescadito ya que la guía lo recomendaba para comer buen marisco y pescado. No estaba mal, pero claro, el cantábrico es el cantábrico 😉.

Esa mañana pasó algo con nuestro despertador y no sonó a su hora. No nos quedaba tiempo para hacer los 80 kilometros a Picton y ya teníamos reservados y pagados los billetes del ferry. Además había que llegar a Picton y dejar el coche de alquiler. No sabemos como fuimos capaces pero allí estaba el ferry esperando por nosotros. Lo primero al ferry, sacar todo el rancho del coche. Vanesa a explicar al ferry como buenamente pudo lo que nos había pasado. Álvaro corriendo a dejar el coche, sin explicaciones, les dijo que perdiamos el ferry. Muy amables, lo acercaron hasta el ferry. Estaba todo el personal ayudandonos con las maletas, para colmo una se nos rompió y todo por el suelo. Españolitos de turno dando la nota. La gente se descojonaba y nosotros sudando como cerdos. Pero al final lo conseguimos.

Las islas norte y sur están separadas por una distancia de 96 Km que forman el estrecho de Cook. El estrecho conecta la ciudad de Wellington, capital de Nueva Zelanda en la isla del norte, con la ciudad de Picton en la isla del sur. Durante el trayecto del ferry nos relajamos y secamos el sudor. La odisea había terminado.

Cima del volcán Ruapehu - Parque Nacional Tongariro

A nuestra llegada a Wellington alquilamos otro coche, el tiempo no acompañaba por lo que decidimos continuar nuestro viaje con destino al Parque Nacional de Tongario. Fue el primer parque en el mundo en formar parte del Patrimonio de la Humanidad. Se trata de tres volcanes activos de casi 3000 metros de altura, están a poca distancia uno del otro, componiendo un ambiente alpino, mezclado con actividad volcánica intensa. El volcán Ruapehu es el punto más alto de la isla del norte con 2.797 metros de altura, es un volcán que ha entrado en erupción nada menos que 60 veces. La última el 23 de Septiembre de 1995. En alguna de las fotos podéis ver la erupción y a la gente que estaba esquiando mirando el espectaculo. Alucinante!!!. El volcán Ngauruhoe de 2.291 metros con un cono perfecto, es el más joven y más peligroso. Según los especialistas, el volcán volverá a entrar en erupción con el potencial de destruir toda la isla del norte, ¿a quién le tocará?, esa es la pregunta. El volcán Tongariro de 1.968 metros es el más bajo y más viejo, y hace mucho tiempo que está callado.

El sol brillaba la mañana que decidimos hacer una excursion al volcán Ruapehu , pero a medida que íbamos subiendo la ladera del volcán las nubes hicieron acto de presencia, Álvaro que es más aventurero decidió subir los 2.797 metros que hay hasta llegar al crater y lo cierto es que encontró un espectaculo increíble. Cerca de la base del volcan se encuentra Mordok, bautizado este lugar con ese nombre después de rodar aquí parte de la película El señor de los anillos. La vista es impresionante, puedes quedarte horas observando el paisaje. Después de disfrutar de esta maravilla y hacer un poco el Gollum nos fuimos.

Decidimos ir a Taupo en donde se encuentra el lago Taupo, el más grande de Nueva Zelanda. Al estar allí parece que sea el mar y no un lago. Pasamos un día allí en un camping super pintoresco, donde los animalillos andaban por todas partes, parejas de jubilados disfrutaban de su casa autobus, un inglés que viajaba solo nos dió una tarjeta de sus amigos que residían en Oviedo y los dueños del camping que insistían en que les hicieramos una paella.

No había mucho que hacer en Taupo y ya tenáéíAl siguiente día nos dirigimos a Rotoura. Toda la isla del norte fue formada a partir de una gigantesca erupción clasificada como cataclismo, último grado en la escala geográfica de erupciones. El lago Taupo en si es el mayor crater existente en toda Nueva Zelanda. Rotoura tiene una característica especial, su olor a pedo. Esta exquisita frangancia es originada por un montón de gases que salen de esta tierra viva y reboltosa. En esta zona es posible ver un montón de manifestaciones volcánicas, la tierra está que echa humo literalmente.

El arte y la cultura Maorí dominan Rotoura. Whakarewarewa es una aldea Maorí situada en el area termal de la ciudad, ofrece la posibilidad de conocer la cultura de esta tribu, a pesar de ser una turistada merece la pena la visita. El pueblo Maorí tuvo una gran diferencia de otros pueblos colonizados en el pasado como el indio en Brasil o el aboringen australiano, que fueron masacrados y explotados por los colonizadores. El pueblo Maorí respondía a cualquier invasión con mucha resistencia, llevando en muchas ocasiones a la huida de sus enemigos con el rabo entre las piernas, otros corrieron peor suerte y terminaron como guiso en la cena de su enemigo. En su físico ya se puede apreciar la fuerza de esta raza, hombres, mujeres y niños tienen una constitución fuerte y son grandes, muy grandes. Se nos olvidó contar que en el restaurante Los tres amigos en Sídney, Álvaro sirvió una cena a 20 mujeres Maorís que estaban de despedida de soltera. A Álvaro se le veía pequeño al lado de aquellas mujeres.

El equipo oficial de rugby neozelandes antes del comienzo de los partidos cantan la Haka, se trata de una danza de guerra del pueblo Maorí con el fin de encarar y ahuyentar al enemigo. Con todos esos movimientos y expresiones faciales amenazadoras y teniendo en cuenta que podías terminar en la pota, es para pensarselo dos veces antes de meterse con estos grandullones.

Después de un montón de kilómetros recorridos por la isla del sur y parte de la isla del norte, nos mereciamos un descanso en las playas de la Península de Coromandel. Si el paisaje dejado atrás era espectacular, el que nos esperaba era guapo guapo guapisisisisisisimo, como diría papuchi. La costa como no podía ser de otra manera era una maravilla. ¿Os imagináis poder daros un baño de agua super calentita a la orilla de una playa de agua fresquita?, pues eso es posible en la playa Hot Water beach. Vasta con cavar un agujero de medio metro en la arena y ya tienes el spa montado y además gratuito, con chorros de agua fría y caliente. Los más profesionales llevaban una pala de tamaño considerable para montarle el jacuzzi a la parienta, todos haciendo agujeros como posesos. Otra playa que nos gustó mucho fue la playa de La Catedral, se llega mediante una caminata de una hora bordeando la costa. A pesar de lo popular que es y por la saturación de turistas, la visita merece la pena.

Una lugareña nos recomendó visitar la zona mas al norte de la isla, menos transitada por turistas y por lo tanto mas virgen. Pues vale! Total, después de tantos kilómetros que más da 300 más arriba o abajo. Hicimos muchos, muchos kilómetros pero mereció la pena. Playas fabulosas, prácticamente desiertas, nos esperaban. Esta parte de la isla aún guarda aquel toque de lugar secreto, frecuentado por poca gente, y que siempre son los mejores.

De vuelta a Auckland cabiamos el itinerario y escogimos una carretera interminable, pero con lugares preciosos que compensaba la kilometrada. Hicimos una parada en el camino para surfear las dunas de arena de Opononi, se encuentran cerca de la playa de las 90 millas que llega al punto más al norte del país, el cabo Reinga.

La carretera atravesaba frondosos bosques. En el medio de esta vegetación salvaje se encuentran los árboles Kauri, tienen mas de 500 años de edad y un diámetro que llega a los 3 metros, son impresionantes.

Después de bastantes horas al volante llegamos a Auckland, era de noche, estabamos cansados, pero había que buscar un buen lugar para hacer una foto de la ciudad iluminada, y venga a dar mas vueltinas, dimos con el sitio ideal, sacamos unas cuantas fotitos y nos pusimos otra vez en marcha en busca de un lugar donde plantar la tienda y por fin descansar.

Nuestros días de vacaciones llegaban a su fin. Un avión nos esperaba en el aeropuerto de Hamilton para llevarnos de vuelta a Sídney. No había despegado el avión y ya estábamos haciendo planes para nuestra siguiente visita a este maravilloso rincón del planeta llamado NUEVA ZELANDA.











Bueno amig@s, esto ha sido todo en este capítulo. Después de tantos increíbles, bonit@s, hermos@s, maravillos@s, alucinantes y un largo etc., está claro que este país nos ha dejado literalmente encantados. No tenemos la menor duda de que volveremos, posiblemente con el deshielo 😉

El siguiente capítulo Viajando por Australia, pero no olvidar que hay más fotografías.















Y sigue el cuento...

En algún lugar dirección Monte Cook

Cerca de los glaciares

En ruta por la isla del sur

Playas en la isla del norte

Buzones típicos en Nueva Zelanda, Nueva Zelanda, Nueva Zelanda

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Photos

Vista desde el avión
Esta eran las vistas desde el avión, ya muy cerca de Dunedin, una pequeña ciudad al sureste en la isla del sur.

Ovejas y más ovejas
Este paí­s está lleno de ellas, el número es incalculable, las vimos por todas partes. Este lugar está en las proximidades de Te Anau.

Lago Te Anau
Este lago esta en el pequeño pueblo de Te Anau punto de inicio de la carretera hacia los Milford Sound, los fiordos Neozelandeses.

Dirección Milford Sound
La carretera de Te Anau a Milford Sound es increíble. Ves lugares tan bonitos como el de la fotografía.

Pared vertical
Una de las más altas del mundo. Dijeron que cerda de 800 metros de pared que cortaban al mar. Se puede ver un barco sobre el mar.

Mitre Peak en Milford Sound
El trio calavera en Milford Sound. Al subir la marea el agua cubre el lugar donde estamos.

Lago Wakatipu
Un fondo genial para un parque de Queenstown.

De excursión
Un día de excursión por los alrededores de Queenstown.

Extensas llanuras y montañas
Si algo se caracteriza la isla del sur es por este tipo de paisajes. Llanuras y al fondo altas montañas.

En la base del Monte Cook
Al fondo la copa nevada del Monte Cook. Encima de nuestras cabezas la lengua del glaiciar y el lago.

Lago Tekapo
Colorín azulado!!!

Glaciar Fox
Al fondo se puede ver el glaciar. No parece muy grande la verdad. Pero a medida que nos fuimos hacercando...

Cerca de la lengua del Fox
Aquí no estabamos justo debajo de la lengua pero ya se iba viendo mucho más grande.

Focas en Kaikoura
Además de focas vimos unas llámparas enormes, pero enormes...

Volcán Ngauruhoe
El volcán más peligroso en Nueva Zelanda. Se sabe que entrará en erupción y que puede destruir la isla del norte. Sin comentarios sobre los dos espontáneos!!!

Mordok
En esta fotografía no aparece, pero en otra más adelante se puede ver la pared sobre la que desciende Gollum al llegar a Mordok.

Dirección Taupo
Al fondo el lago Taupo, el más grande de toda Nueva Zelanda. Está justo en el medio de la isla del norte.

La Haka
En el pueblo Maurí Whakarewarewa después de bailar la haka. ¿Quién es pareja de quién?

Playas en el norte
Buen tiempo y buenas playas, justo lo que necesitabamos ;)

Árbol Kauri
Esta fue la primera vez que vimos uno de estos árboles. En la foto no se aprecia tanto, pero cuando te acercas a ellos son gigantes.

Atravesados por Auckland
Nos gusta mucho el efecto de la fotografía, con nosotros ligeramente transparentes y al fondo la ciudad.

Otra vista desde el avión
Llegando a Dunedin.

Primera mañana
Y ya teníamos montado el ranchito.

Lago Te Anau
Pero que mal que pintaba el tiempo...

Vacas
También vacas, muchas vacas, pero no tantas como ovejas.

Lagos espejo
Dirección Milford Sound estaban estos lagos que reflejaban el paisaje. No estaba el agua muy tranquila de ahí la mala calidad del reflejo.

Flores
A la niña le gustaban esas flores, pues foto, aunque muy serios. Que raro!!!

Cabronazo
Este peculiar ave se subía encima de los coches y empezaba a mordisquear el chasis. Y cuando los coches se iban el pajarraco con ellos.

Parejita
Hacia el fiordo.

Tunel Homer
Para llegar a Milford Sound se debe cruzar el tunel Homer de 1.2 km bastante. Esto es lo que vimos al salir.

Mitre Peak en Milford Sound
Mitre Peak es el nombre del pico más popular en el fiordo Milford Sound. Es que se ve a la izquierda en la fotografía.

En avioneta
También se podían ver los fiordos en avioneta.