Operation "from cape to cape"-4º Fascículo


Advertisement
United Kingdom's flag
Europe » United Kingdom » England » Devon
October 31st 2012
Published: October 31st 2012
Edit Blog Post

Hola!!




Después de una dura semana de trabajos en los invernaderos llega el merecido fin de semana, ayer sábado el colega Manuel y un servidor gastamos toda la mañana en Okehampton chupando más lluvia que ni sé… Aunque de vez en cuando el cielo nos daba un respiro para poder ir a ver la estación de tren, donde después de dos semanas bebiendo abominable té inglés pude tomarme una taza de autentico café, que no era ninguna maravilla, pero daba igual, en ese momento era todo un lujo.




El pueblito está bastante majo, con sus típicas casas estilo victoriano, la población bastante viejuna, aunque vimos alguna que otra muchacha con potencial, aunque no hubo manera de entablar amistad, una pena.




También nos acercamos a ver el castillo, que lo recomiendan bastante, aunque en esta época del año está cerrado, aun así echamos un vistazo a lo que resultaron tan sólo las ruinas del famoso castillo, pero al estar en una colina, rodeado de árboles y con un arroyoal fondo, se presenta idilico para sacarle algunas y seguir adelante nuestro camino.




Al día siguiente, domingo, tocó turisteo intensivo de nuevo. Primeramente nos

Madeleine angevineMadeleine angevineMadeleine angevine

El Madeleine angevine de 2010 de Sharpham es un vino suave, de aromas a frutas tropicales, hierbas y flores. Muy agradable de beber, con un final hacia ácido pero sin ser desagradable. Recomendado
dirigimos ya de buena mañana las féminas Monk y yo mismo a Sharpham, un viñedo cerca de Totnes (Devon) donde cultivan las mismas variedades que tenemos en la granja, principalmente la Madeleine angevine. Fue una lástima no poder verlos con detenimiento, ya que estaban esos días vendimiando y el acceso estaba restringido, aunque conseguimos colarnos y echar un vistazo.


La formación es en espaldera estilo doble cordón Royat a dos alturas (4 brazos/cepa) y unos 4 pulgares/brazo, también advertimos la colocación de un pastor eléctrico. para los conejos! Ya que estábamos allí echamos también un vistazo a los jardines, huertos e invernaderos (ésta fase de la visita ya fue dentro de la legalidad). También ese día estaban haciendo sidra y pudimos contemplar el proceso casi completo. Y por supuesto catar el producto, que siempre es la mejor parte.




Partimos de allí rumbo a Dartmouth no sin antes surtirnos de alguna que otra botella de vino de las producidas en Sharpharm, de las que dimos buena cuenta durante la cena de ese día.




Dartmouth es una pequeña ciudad costera preciosa, y debido al sol que lucía podía parecer que estabas ante una ciudad mediterránea, colorida,

con clase. En el paseo marítimo pude degustar el plato británico por excelencia: el fish and chips, he de admitir que llevaba con ganas de hincarle el diente desde que llegué, sí señor. Que delicatesen! Una bomba calórica p’al cuerpo. Me encantó, aunque creo que estaré una temporada sin acercarme a ello de nuevo. Para mitigar semejante comida me dí un grabeo de una horita por las calles y paseos alrededor de la costa.


Es un lugar muy bien conservado, con algunos restos de fortalezas y puestos avanzados escondidos entre los edificios nuevos que en ningún momento rompen con la estética victoriana que posee Darmouth, que recomiendo encarecidamente invertir unas horas en acercarse a esta joya de la Riviera inglesa.




Para terminar el día realizamos una fugaz visita al castillo de la cuidad, sito en la bocana de la ría, donde están recreados los cañones y baterías que han sido utilizados allí a lo largo de los siglos, sin duda un lugar interesante para los amantes de la historia militar.




Como dato curioso decir que durante mucho tiempo la táctica que utilizaban los defensores del puerto era colocar una enorme cadena a

lo largo de la entrada del puerto, a los pies del castillo, que elevaban en tiempos de guerra para que quedaran encallados los barcos enemigos y poder así freírlos a cañonazos. Ni se sabe la de restos de barcos hundidos que habrá ahí abajo.


Como recomendación personal de Kate fuimos a las apartadas playas “Blackpool sands” donde pudimos contemplar apaciblemente el atardecer y dejarnos abandonar durante un instante el presente e imaginar cómo serían aquellas batallas navales entre los navíos castellanos, franceses u holandeses contra los defensores ingleses, en las que lamentablemente casi siempre vencían estos últimos. Que se lo digan a los germanos, dueños de Europa en los años 40 e incapaces de someter a la pequeña isla de gran Bretaña.




Un saludo




Additional photos below
Photos: 9, Displayed: 9


Advertisement



Tot: 0.157s; Tpl: 0.014s; cc: 9; qc: 49; dbt: 0.0935s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1; ; mem: 1.2mb