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Published: April 19th 2008
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TRAYECTO EN EL TREN TRANSMONGOLIANO (21-25/6)
(de Moscú a Ulan Bator)
Llegamos a la estación de tren Yaroslavskiy en Moscú media hora antes de la salida de nuestro tren y a las 21:35h iniciamos el trayecto en el mítico tren Transmongoliano (167€/pers, en 2ª clase, compartimento de 4 pers). El billete lo compramos desde Madrid por internet a través de la agencia Intelservice de Moscú (www. Interservice.ru). La atención y gestión es muy buena y no tuvimos ningún problema con ellos.
Algunas webs útiles: www.seat61.com, www.poezda.net/en, www.russianrails.com, www.waytorussia.net
La travesía de Asia en tren desde Moscú (Rusia) hasta Beijing (China), pasando por Ulan Bator (Mongolia), son unos 8.000km. Nosotros vamos a hacer una parada en Mongolia antes de llegar a China, por lo que en nuestro primer trayecto de Moscú a Ulan Bator recorreremos solamente 6.266km. Vamos a estar 4 días y 5 noches enteros en el tren, tan sólo parando unas 3 o 4 veces al día durante 20-30min para estirar un poco las piernas y avituallarnos de comida y bebida en los puestos de los andenes. Hay tiendas y también vendedores ambulantes. El paisaje en general es estepa
y taiga (bosque boreal).
El legendario trayecto ferroviario pasa por zonas inalcanzables y desoladas. Atraviesa el subcontinente semivario con temperaturas extremas tanto en invierno como en verano. Otra curiosidad es que pasamos por varias zonas horarias, pero el tren siempre se rige por la hora de Moscú hasta el paso de la frontera de Mongolia. Eso significa que durante 3 días la hora solar no se correspondía con la hora de nuestro reloj y un día llegamos a ver el atardecer cuando acabábamos de desayunar. Fue bastante extraño porque perdimos por completo la noción del tiempo y trastocamos los horarios de comidas y de sueño.
Antes de iniciar el viaje es aconsejable hacerse acopio de víveres como comida instantánea (noddles, sopas, purés, té, café, etc...). En cada vagón hay una caldera con agua caliente para preparar la comida instantánea. Los compartimentos son todos de 4 camas, 2 arriba y 2 abajo. Te dan sábanas, manta y toalla. Los trenes son bastante antiguos. Hay un espacio arriba para las mochilas y debajo de las camas de abajo hay un arcón donde se puede guardar la comida. El espacio es reducido pero según pasan los días te vas acostumbrando. Hay
dos pequeños aseos en cada vagón que cierran cada vez que el tren hace una parada en alguna estación, así que procurábamos utilizar el baño antes para no tener que aguantarnos. Hay dos revisores en el vagón que limpian los compartimentos de vez en cuando. En total había 12 vagones, incluido el vagón restaurante pero no tenía muy buena pinta y no vimos a nadie comer allí. Todo el mundo come su propia comida instantánea en sus compartimentos.
En nuestro vagón casi todos los compartimentos estaban ocupados por familias con niños, que regresaban a casa por vacaciones. En contra del mito, vimos pocos mochileros como nosotros. Dos de las familias eran mongoles, así que tuvimos nuestro primer contacto con ellos. Con Naomi de 16 años hablábamos en inglés porque ella había estado viviendo durante 4 años en USA, pero con el resto nos entendíamos por signos. Al final, compartimos buenos momentos con todos ellos y sobre todo con los hermanos Dzula y Samo.
El último tramo por territorio ruso es por bordeando el Lago Baikal durante 2 horas, apreciando su magnitud. Ese día nos despertamos a las 6:00h para ver el más viejo y profundo lago del mundo.
Una de las paradas para comprar provisiones
El tren para unas cuantas veces al día y en los andenes hay vendedores ambulantes Se calcula que tiene de 25 a 50 millones de años, alcanza una profundidad de 1.620m, tiene 640km de largo y 80km de ancho en su punto máximo. Almacena la sexta parte de agua dulce del planeta. En el lago viven cerca de 1.200 especies diferentes. Esta zona es la más atractiva del transmongoliano en cuanto a paisaje.
El último día antes de cruzar la frontera, el revisor nos dio el formulario de entrada a Mongolia y la declaración de bienes de Rusia para rellenarlo. La frontera se pasa en la localidad de Naushki (Rusia) y desde que te piden el pasaporte hasta que te lo devuelven son 4 horas que tienes que estar esperando en el tren o el andén, con un calor horrible y sin poder utilizar el aseo porque está cerrado. Después el ejercito ruso revisa uno a uno todos los compartimentos. Nosotras antes de ir a Rusia habíamos oído que había que declarar todo el dinero en efectivo con el que se entraba al país, pero no es necesario. Sólo en caso de llevar más de 1.000 dólares.
Cuando terminan todos los tramites, llegamos al lado fronterizo de Mongolia, donde nos vuelven a pedir
Pasando el tiempo como podemos...
Dzula y Xamo, dos niños mongoles, nos amenizaron el trayecto los pasaportes. Aquí la espera es de 1h 30m, hasta que nos devuelven la documentación y seguimos el viaje. El paso de las dos fronteras se hace interminable. Es el momento de ajustar nuestro reloj al horario mongol (+6h respecto a España y +4h respecto a Moscú).
Una vez en Mongolia, sólo queda esperar durante 1 día para llegar a nuestro destino: Ulan Bator, la capital. Un cambista mongol recorre todos los vagones cambiando dinero. Aunque el tipo de cambio que ofrece es muy malo, nosotros cambiamos algo de dinero por si lo necesitamos al llegar.
Por fin llegamos a Ulan Bator el día 26/6 a las 7::30h. Hemos conseguido sobrevivir al trayecto más largo en tren por el subcontinente asiático !!!!
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