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Hola, hola!!!!
Señoras, Señores, soy presa del pánico. ¡Hace un mes que escribí por última vez!!! ¡Un mes!!!! ¡Qué loco! El tiempo vuela y aquí cada día llueve más, parece que ya ha comenzado la temporada de lluvias. Mi paraguas y yo, uña y mugre. Y eso que sólo llueve un rato por las tardes y no molesta mucho porque no hace frío.
Bueno, bueno, y que contaros...pues un montón de cosas. La semana después de Corcovado decidí quedarme por los alrededores de San José e ir a ver algún volcán. Fuí al Irazú, y me gusto mucho. Nunca antes había visto un volcán, y lo del cráter, aunque parece un laguito la verdad es que impresiona bastante. La única pena es que aunque se supone que está activo no percibimos ninguna señal de actividad estilo burbujita u olor a azufre. Estuvo bien comenzar a aclimatarme a tierras de altura. La cima está a 3432 m.s.n.m y creedme, no hace calor.
Como la excursioncita del volcán la hace uno en el día todavía me quedaba el domingo para aprovechar. Y que mejor que un domingo escalando....
En el gimnasio de escalada al que voy (el único existente en
San José) he conocido a bastantes de los míos, y organizan salidas los fines de semana a un sitio que se llama Cachí. Es uno de los pocos que cuenta con vías equipadas (aquí se lleva más lo del boulder ya que no hay casi nadie que equipe, ni ninguna federación de escalada) y la verdad es que está guay. Hay 18 vías para todos los gustos, una poza con el agua suuuper limpia, evidentemente un río, zonas de acampada y sólo cuesta 500 colones =$1 la entrada (porque la finca es privada). Desde "El Rocódromo" (así se llama el gimnasio) trabajan para promocionar este deporte en el país, y buscan fondos para equipamientos. Es increíble todo el potencial que hay a desarrollar en el país en ese sentido.
Y como resulta que ya me ha vuelto a picar el virus de la escalada, pues el finde siguiente después de un taller de yembé (que dolor de manos) también me fui a escalar. Pero, para no repetirnos pues nos fuimos a escalar unos árboles. Ja,ja. ¡Qué divertido! Un canadiense loco ha equipado árboles para “que la gente pueda escalarlos y así comunicarse mejor con ellos” en un lugar llamado
Providencia de Dota, en el Cerro de la Muerte. No veas que vértigo, que aquí los árboles miden 30 metros tranquilamente. Y eso no es todo, el mae (el tipo) también ha inventado una alternativa al Canopy (tirolina encima de los árboles) que consiste en caminar en lugar de deslizarse. Uno camina por un cable tipo cuerda floja y va atado a otro cable que está más arriba. ¡Eso si que impresiona! Para terminar a dormir, ¿y dónde? ¡En una casa en un árbol!!!¡Qué bueno! Un apartamento a todo lujo integrado a un árbol, nos sentíamos Ewoks, fue como un sueño. Podéis chequear su iniciativa en www.treewalking.com
Supongo que os diréis. Vaya, ya debió acabársele lo de viajar con el curro. Pues no, casualmente tres días después de lo del árbol me estaba yendo por fin a Talamanca, para realizar los famosos diagnósticos. El lugar es increíble, muy cerca de la frontera con Panamá en la costa caribe. No hay casi accesos, con lo cual está mucho menos desarrollado y lleno de Reservas Indígenas de entre otros los Bribris. Visitamos dos albergues, El Yüé que es una finca agroecoturística y la Casa de Las Mujeres, que es una iniciativa
de turismo indígena de la Comunidad Bribri de Yorkín. Me gustaron mucho los dos, pero sobre todo el indígena. No sólo porque en Francia ya había hecho una investigación sobre los Bribri durante el Master y les había cogido hasta cariño, sino porque pude comprobar que la mayoría de lo que había aprendido de antemano era cierto, porque son sencillos y sabios, porque pude ver que el turismo indígena puede funcionar de manera natural sin que la comunidad se vuelva un escaparate para el turista ávido de fotos, porque pude apreciar las mejoras que habían logrado gracias a los ingresos obtenidos por turismo. Porque fue una prueba de que el turismo bien interpretado puede ser una herramienta para el desarrollo, me encantó. Espero que sigan así.
En fín, que estoy flipada con el trabajo. Ojala cuando acabe la práctica consiga uno en algo parecido. ¡Viva el Turismo Rural Comunitario! ¡Yupii!
Qué más, qué más…Ah sí, todavía más alto que el Irazú. El fin de semana siguiente fuimos a Parque Nacional Chirripó. Éste es el pico más alto de la cordillera de Talamanca, el pico más alto de Costa Rica, y el pico más alto de la parte sur de
Centroamérica. Mide nada más y nada menos que 3820 metros, y no veáis la subidita. Uf. El primer día subimos 8 horas desde San Gerardo de Rivas hasta el Albergue Base Crestones que está a 3400 metros, es decir un desnivel de 2100 metros, y ya no pudimos hacer nada más que jugar a las cartas porque estábamos mataos del camino con las mochilas y todo. A la mañana siguiente nos levantamos a las 3 a.m. para ir a ver el amanecer a la cima del Chirripó. ¡Qué bonito! Poder ver como se pone la luna a un lado (encima había luna llena) y va saliendo el sol por el otro. Los colores…indescriptibles, la vista…podíamos ver tanto el Atlántico como el Caribe y todas las otras cumbres costarricenses, lagos de origen glaciar, vegetación tipo páramo…algo verdaderamente genial. Y era la vez que más alto había estado nunca. Mi record anterior estaba en 3600 en los Alpes, pero no tiene nada que ver, porque ¡¡¡¡no había subido andando!!!!! Después de la excursión a la cima decidimos hacer otra al pico Crestones, a 3721, para escalar. Escalamos lo que se llama “la aguja de Crestones”. Yo flipada, nunca imaginé que escalaría en
un lugar tan privilegiado, y es que sólo 7 Ticos han escalado esa aguja. La ventaja de ser colega del que la equipó. Y no lo hice nada mal, de hecho creo que lo del golpazo en la espalda ha hecho que mejore mi técnica. ¡Surrealista! Ja,ja. La bajada no fue tan graciosa, pues llovía un montón, y los resbalones eran constantes, pero en fín, mereció totalmente la pena.
Volvimos el lunes a San José, y el martes me sentía como si un trailer hubiera estado aparcado sobre mí toda la noche. El hecho de tener mucho curro me mantuvo despierta, que sino… Ahora acabo de volver de un Taller de Buenas Prácticas Ambientales para empresas turísticas que estado dando como facilitadota con una consultora de Rainforest Alliance. Ha estado muy bien, pues he podido presentar los planes de acción a los socios, los hemos trabajado juntos, se han hecho muchas propuestas y hemos avanzado enormemente. También hemos visto todos los proveedores sostenibles que había contactado, se han elegido los nuevos productos que van a empezar a utilizarse. En fín, satisfacción total. Ahora tengo cenita en casa, que les prometí a los compis que iba a hacer una tortilla y un gazpachito y después…hay noche Ministry of Sound en una discoteca que se llama Vértigo. Creo que vamos a ir a ver que tal, aún no la conozco (hay que aprovechar cuando no hay salsa, jeje). Y mañana…yoga por la mañana y en la tarde…¡concierto de Peter Tosh! Puede que el domingo volvamos a Cachí…tengo el virus…ya no puedo parar…
Cuídense mucho. Les echa de menos.
Hasta pronto,
Virginia
P.D. Voy a dejar de tener teléfono en casa porque nunca estoy en casa. Para llamadas entonces al 00-506-223-80-87 ó 00-506-248-94-70 entre las 10 y las 18. Recordad, son 8 horas menos. Besotes.
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mamá
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Echaba de menos tus andanzas
¡Cuántas aventuras y qué bonitas fotos! ¡LLevas una marcha tropical total!. Como diría tu prima Adriana: " ¡Yo también quiero ser Virginia!" pero..."take it easy" y... ¡Cuidate mucho que no tenemos esqueleto de recambio! Te quiere ya sabes cómo, mamá.