Narathiwat

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Estamos de nuevo en nuestro querido Narathiwat. Las cosas han cambiado mucho por aqui. Desde que llegamos a Tailandia y la gente nos preguntaba que hacia donde ibamos y nosotros contestabamos que a Narathiwat, la gente se partia el pecho y no se lo podia ni creer. Que para que ibamos a Narathiwat, que si no sabiamos lo de las bombas de los ultimos annos... Y si, sabiamos lo de las bombas, que los separatistas musulmanes del sur de Tailandia quieren un estado propio, que hace unos annos pusieron varias bombas y sobre todo de la represion del gobierno tailandes que tiene medio ejercito en la region y mas ahora que la reina esta en el palacio de verano en Narathiwat. Prudentes como somos, nos fuimos haciendo caminito hacia Narathiwat. Controles en la carretera, policia, militares... pero por lo demas todo parecia tranquilo. Si antes aqui solo estabamos 3 o 4 gringos, mas los que estaban de paso hacia Malaysia, ahora somos los unicos en este extranno planeta. La gente nos sonrie y desde sus motillos nos lanzan carinnosos "Hello you" que es a lo mas que llega su escaso ingles. Ya no hay TaiChi por las tardes, los chinos tienen miedo a las bombas. El kiosquito al borde del rio que atendia un simpatico gay tambien ha desaparecido, incluso la unica heladeria
a no esta. Por lo demas la vida aqui sigue su curso. La gente se levanta mas temprano para ir a papear al mercado y por la noche todo cierra antes y a las 9h00 el hotel cierra y tenemos que estar de vuelta. Hemos visto a mucha gente de la que conocimos. Companneros del TaiChi que conservan las fotos que nos hicimos juntos, los profes de batik, la chica del internet, la mujer de los batidos de mango...
En fin pero hemos venido a lo que hemos venido. Hoy hemos cruzado a Malaysia para renovar el visado, hemos comprado pinceles chinos, tela y colores para batik, asi que en un par de dias nos largamos de nuevo para la playa, hacia Phuket. Queremos ver como se ha levantado todo de nuevo despues del tsunami de hace 3 annos.

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Photos

practicando tiro por si las moscas 2
A nuestro profe de batik no se le ocurrio mejor idea que llevarnos a una base militar donde hay un campo de tiro para probar su nueva pistola. Alucinante, os lo juro.