Angkor

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Hola, holita, compays!!

Os sigo contanto un poco cómo va nuestro periplo por tierras camboyanas...

Estos últimos cuatro días hemos plantado el campamento base en la ciudad de Siem Reap. Ciudad con ningún tipo de interés, salvo que está a 8 kilómetros de los templos de Angkor, así que os podéis imaginar... montonazo de hoteles, hostels, guest-house y demás, precios bastante más elevados que en el resto del país y la mayoría de la gente local que se gana la vida con el turismo.

No hay que ser muy agudo para comprobar que la situación económica de Camboya es bastante peor que en Tailandia. Basta salir un poco de la ciudad para ver la probreza de la gente in situ, en la cuneta de la carretera. Sin duda, los templos de Angkor son el reclamo turístico por excelencia del país, y hasta aquí se acercan miles de camboyanos en busca de las migajas económicas que el turismo les puede proporcionar.

En la entrada de la mayoría de los templos hay niños vendiendo souvenirs: postales, libros, imanes de nevera... Siempre la misma canción. El guiri que va ahí de guay-rico por la vida, y la gente local intentando hacer sentir culpable al guiri-guay mandando a los niños harapientos a pedir limosna. Tema difícil de digerir, pero tan real como la vida misma. Mi humilde opinión... cada uno que haga lo que quiera! Punto!! Yo no les he comprado nada a los críos. Creo que comprándoles es una manera de fomentar que los padres sigan utilizando a los niños para mendigar y dar pena en lugar de intentar llevarlos al colegio... pero también es cierto que llenar el estómago es prioritario a ir al colegio... en fin... quizá mi visión solo sea un mecanismo mío de autodefensa para lavar mi conciencia y justificar mi actitud arrogante... probablemente sea así... quién sabe...

Para entrar a los templos tienes varias opciones. Nosotros elegimos la entrada de 3 días, que cuesta 40$. Aquí la moneda local es el Riel, pero es aceptado en todos los sitios también el dólar. Siempre es aconsejable cambiar también dinero en moneda local, no sólo en dólares. A la hora de pagar en sitios menos turísticos se paga menos. Si no, todo se redondea al dolar y acabas pagando precios como en Europa.

Nosotros hemos "alquilado" un tuk-tuk para los tres días. Después del primer día nos planteamos seriamente la posibilidad de alquilar unas bicis, de hecho lo íbamos a hacer, pero el segundo día nos cayó una tunda de agua de impresión, así que al final tuvimos que morir al palo. Si algún día venís por aquí, os recomiendo encarecidamente que os alquiléis una bici y que recorráis los templos a vuestro aire. Se puede hacer. No hace falta ser un machaca para hacer la visita tranquilamente a vuestro rollo y volver a la ciudad. El camino es facilísimo y, si no, preguntando se llega a Roma! Lo único que te puede impedir todo esto es la lluvia, como a nosotros... en fin....

La mayoría de vosotros sabéis más o menos lo que son los templos de Angkor. Básicamente, un recinto arquitectónico sagrado de más de mil templos extendidos en una superficie de 250 km cuadrados... Es decir, imposible ver todo. Ni falta que hace. A nosotros con los tres días nos ha bastado para hacernos una idea de lo que hay aquí. De hecho, la mayoría de la gente se salta lo s templos más lejanos a los que fuimos nosotros el primer día. Por allí no había ni el tato. Algún japonés perdido suelto, pero poco más. El mogollón se va fundamentalmente a Angkor Wat y a Angkor Thom. Por supuesto, merece la pena ver tanto lo conocido, como lo que no... pero bueno, para gustos...

Y en cuanto a la impresión general que nos ha dejado... pues eso, no deja de ser una impresión totalmente subjetiva.

Lo cierto es que a los dos nos ha pasado que teníamos una imagen, idea forjada diferente a lo que hemos visto. Yo siempre que había oído hablar de estos templos lo relacionaba con algo megalítico, enorme, gigantesco... esa sensación de que cuando la ves te quedas con la boca abierta... y no, no ha sido así. Quizá porque nosotros empezamos nuestra ruta a la inversa, por los templos más lejanos y más pequeños y hemos acabado por los grandes, y por eso fuimos asimilándolo poco a poco. Pero sí que es verdad que yo pensaba que cuando viese Angkor Wat me iba a caer de culo, y no ha sido asi.

Todo eso no quita para que yo piense que esta es una de las cosas que hay que ver y disfrutar sí o sí. Es impresionante el trabajo artístico arquitectónico que hay en cada uno de los templos. Cada marco, cada dintel, cada balaustrada está inmaculadamente tallada... lo dicho, impresionante. Aquí los amantes a la fotografía se podrían pasar meses tirando fotos buscando los detalles en cada uno de los templos...

Por lo demás, todo va saliendo bien. Hemos encontrado un par de garitos con comida local que nos gusta bastante. La comida es sabrosa pero no te abrasa el paladar, que es de agradecer.

Hemos pasado un par de tardes en el mercado de la ciudad, olfateando los puestos de ropa, comida, souvenirs y demás, ahi regateando como buenos "spaniards". Somos duros regateadores... nos va el rollo. Lo bueno del regateo es que casi siempre, las dos partes salen contentas en los tratos que se hacen. El que compra porque se va con la sensación de haber conseguido un precio de risa, y el vendedor porque ha sacado tajada del guiri de turno y además se complace de lo "atontaos" que somos los occidentales, que nos pensamos que vamos de capos por el mundo, poniendo precio a todo... y no somos más que unos títeres, ni más, ni menos!!!

Mañana nos vamos a la capital, Phom Penh, en un bus matutino de más de seis horas. Promete descalabro de espalda sí o sí. ya os contaré. Había la posibilidad de ir a Battambang, pero vamos a ir directamente a la capital. Queremos visitar tranquilamente algún "museo de los horrores" de la Kampuchea polpotiana . Después vendrán las islas tailandesas, pero eso es para más adelante.

En la siguiente entrada os cuento más y mejor, my friends!!

Besos y carantoñas!!!

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