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Published: December 30th 2006
Cruzar la frontera entre Bolivia y Chile es tarea fácil. No existen ni barreras, ni uniformados. Tan solo una pequeña oficina con dos funcionarios que te sellan el pasaporte y una parrilla de buses listos para trasladarte hasta San Pedro de Atacama. Este fue nuestro próximo destino.
Pasados unos 5 Km. lo que te impresiona es ver carreteras asfaltadas en medio del desierto. San Pedro de Atacama es una linda población plantada en medio del desierto de Atacama. Tiene la clásica distribución cuadriculada colonial y esta llena de restaurantes, comercios de artesanos, hospedajes y agencias de turismo que ofrecen recorridos por el desierto, el valle de la luna y otros parajes.
Lo que mas sorprende son los precios: veníamos de uno de los países más baratos del continente americano y aterrizamos en uno de los más caros. Tener que pagar 40 dólares por una habitación doble nos parecía un atraco!! Creo que rodamos todos los hostales del pueblo ilusionados en encontrar algo "barato" (en Bolivia solíamos pagar del orden de 10 dólares por una habitación doble). Misión imposible! Al final nos hospedamos en un hostal muy "cuco" el Sonchek, regentado por una eslovena casada con un chileno (que extraña
mezcla...) con un precio por habitación de 24 dólares.
El calor allí es sofocante, de esos que no te dejan respirar. Así que visto lo que el clima ofrecía, decidimos retomar la casi olvidada buena costumbre latina de la siesta. Por las mañanas salíamos prontito a dar una vuelta por las calles del pueblo, y al atardecer alquilábamos unas bicicletas y nos íbamos a merendar por los alrededores. Cómo niños en vacaciones, la verdad es que nos sentimos muy infantiles.
(Este sentimiento infantil se ha ido intensificando con el tiempo. Suponemos que es debido al ritmo de vida que llevamos: al no tener ninguna obligación y estar descubriendo cada día cosas nuevas, nuestra vida se está transformando en un continuo jugar.)
En una de estas excursiones Sylvie se lastimo 2 dedos del pié pequeño (bastante sangre..,). Aquí me gustaría volver a agradecer a las compañeras de trabajo de Sylvie y a sus "maromos" el botiquín que nos ofrecieron como regalo antes de partir. Casi me vi obligado a utilizar la goma elástica para practicar un torniquete en la pierna izquierda de Sylvie… No sé dejó…
Las noches eran frescas, casi heladas. Los restaurantes y bares de
San Pedro son preciosos y casi todos disponen de un patio con una hoguera central donde acercarse para tomar vino para refugiarte de las bajas temperaturas nocturnas.
Al cabo de 4 días ya consideramos que estábamos relajados y listos para empezar a descender hacia el sur de Chile. Próxima estación: La Serena.
P.S.: Aprovechamos la ocasión para desearos un Feliz 2007! Aquí no se estila lo de las uvas, lo intentaremos con Pisco Soers!
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Davinia
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FELIZ AÑO!!!!
FELIZ AÑO 2007!!! Qué envidia las fotos, veranito, con colorcito, tranquilos y relajados...vamos como aquí!!! ;-p Un besote!!