"Siento al caminar, toda la piel de América en mi piel,..."MS

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El primer vuelo salió a las 11 am del sábado 22 de marzo, mi familia más cercana estuvo ahí para despedirme, mi mama no podía parar de llorar y a mi papa se le salieron unas lagrimas, los abrasé y me fui.

Algunos miedos me habían quitado el sueño de las noches anteriores, pero cuando entré por esa puerta dejé todo atrás, ya no había nada de que preocuparse, lo que tenía que pasar, iba a pasar como fuera, entonces me relajé y esperé, esperé en el aeropuerto de Bogotá durante cuatro horas, en el de Lima durante tres, en el de Santiago durante un día, en el de Oakland durante dos horas y en el de Sydney durante cinco horas.

La sensación que tenía no era la que me imaginaba que iba a tener cuando empecé a soñar con esto, la verdad no sentía nada, me prohibí a mi misma imaginarme o crear cualquier tipo de expectativa respecto a este viaje, entonces no estaba emocionada o ansiosa, solo sentía un poco de tristeza y algo de nostalgia.

En Santiago, solo tenía un mapa, la recepcionista del hotel fue muy amable pero no sirvió de mucha ayuda para orientarme entonces sencillamente salí a caminar, era domingo y Santiago estaba casi paralizada, las calles estaban solas, seguí caminando durante horas con mi equipaje de mano encima, 10kg, encontré un parque hermoso, niños jugando futbol, personas con sus perros y en el medio una fuente de agua enorme, era un monumento a la Fuerza Naval de Chile, descansé por un momento y seguí mi camino, quería conocer el famoso barrio Bellavista, a los pocos minutos llegué, las casas eran hermosas, mucho arte, mucho color y en el medio me encontré a La Chascona, la casa que Pablo Neruda llamo así por el cabello de su amante Matilde, dueña de los famosos Versos del Capitán, la casa es un sueño, construida para simular estar a bordo de un barco, con fotos, con arte de todo el mundo, con los borradores de sus poemas, con sus libros y con una increíble historia de amor.

Después fui al Parque Metropolitano, desde ahí iba a poder ver la ciudad desde el aire y la vista es simplemente impresionante, bajé y fui hacia la Academia de Bellas Artes, ya estaba muy cansada pero seguí caminando, ya las calles no eran tan limpias, ni la ciudad tan organizada, todo era más real, más interesante, estaba yendo hacia el centro y de repente me encontré con un mercado de pulgas que ocupada prácticamente dos cuadras, al lado estaba Bellas Artes con exposiciones de diferentes artistas, entre ellos Salmona (Biblioteca Virgilio Barco, La FES, Chorro de Quevedo), una cuadra después había una escultura de Botero y unas cuadras más allá, de hecho muchas cuadras mas allá, Estaba la Plaza de armas, ahí tomé el metro y regresé al hotel para ir hacia al aeropuerto. En el terminal internacional ya se podían ver muchos australianos y neozelandeses, se sentía un poco extraño, la noche en el avión fue bastante pesada, una niña llorando al lado y una británica moviéndose al otro, y luego, por fin llegamos a Oakland, después a Sydney y después a Melbourne.

Melbourne es enorme, limpia, organizada, su arquitectura es un constante contraste entre estructuras coloniales y modernas, mucho arte urbano, música, parques hermosos, gente hermosa, diversa, una ciudad sistematizada, cultural y casi perfecta, pero ojo, la perfección es sólo una idea, no existe, y, además, raya en el aburrimiento, y lo digo porque alguien hizo un comentario respetable pero reprochable, “Colombia es un chuzo”, no podemos comparar peras con manzanas, Colombia está en un proceso histórico completamente diferente al de este mundo, un proceso del que por cierto deberíamos estar orgullosos de estar viviendo, y que, además, hace parte de lo que somos. Nuestras ciudades aun son caóticas, sucias y desorganizadas porque nosotros no hemos aprendido a vivir de otra manera, entonces, no se trata de llevar una manilla de Juan Valdez y decir, amo a mi tierra, se trata de conocerla, entenderla, aprehenderla, compartirla, solo así se puede sentir pasión por un territorio, conociendo su historia, la historia de su gente, de sus sabores, de sus sonidos, ¿cómo podemos ver claramente hacia adelante si no somos capaces de ver y entender lo que ha pasado y lo que pasa frente a nosotros?, bueno, pues ahí les dejo la pregunta, personalmente, Colombia me resulta fascinante no sólo por sus paisajes sino por las circunstancias, por la forma en que hemos evolucionado, por lo que somos, aunque no sea suficiente, aunque la evolución parezca poca, y aunque para algunos de los nuestros en un viaje se pueda perder todo el valor de nuestra historia.

PD:

TEORÍA DE CONJUNTOS

Cada cuerpo tiene
su armonía y
su desarmonía.

En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa.

En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.

Benedetti

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