Peñas, monasterios y montañas de la Demanda Riojana --- Rocks, monasteries and mountains in the Rioja side of the Demanda

---

---

SEE TEXT IN ENGLISH BELOW

29-30 agosto de 2011

Si libro dos días seguidos en el trabajo, casi seguro es porque tengo un buen plan, y así ha sido en esta ocasión. Hacía ya dos semanas que lo tenía pensado, y tuve la suerte de haber escogido los días correctos, pues el tiempo fue muy bueno.

A las 8:30 tomé el autobús de Logroño, y antes de las 10 bajé en Santo Domingo de la Calzada. Monté las alforjas en la bicicleta, y después de desayunar un café con leche y un cruasán, rodé rumbo a Berceo. Hasta Cirueña me crucé con peregrinos, y después el paisaje poco a poco iba cambiando y haciéndose más montuno. Los monte de Suso, que dejaba a la derecha, poco a poco iban creciendo en altura. De Cirueña a Villar de la Torre, y de aquí a Berceo, en el valle del río Cárdenas, justo cuando éste comienza a estrecharse porque entra en la sierra de la Demanda.
En Berceo acampé, en su camping de 1ª categoría, y enseguida me encaminé a San Millán de la Cogolla, un pueblo casi pegado a Berceo aguas arriba del Cárdenas.

Si San Millán de la Cogolla es conocido, es gracias a sus dos monasterios, el de Suso y el de Yuso.
El monasterio de Yuso, o de abajo, está en el mismo pueblo de San Millán. Las visitas al monasterio siempre son visitas en grupo y guiadas. Es un monasterio grande, elegante, renacentista y barroco, aunque se fundó mucho antes de la última refoma, en los tiempos románicos del siglo XI.
Un rey de Navarra, el rey García, lo fundó. Tenía intención de trasladar las reliquias de San Millán, que estaban en el monasterio de arriba, a Nájera. Pero al poco de salir con las reliquias, cuando bajaron al fondo del valle, los bueyes que las transportaban se pararon y no hubo forma humana de hacerlos mover. El rey y los presentes interpretaron que las reliquias de santo no querían abandonar el valle donde habían descansado ya durante más de cinco siglos, así que decidieron no contrariar los designios divinos y construyeron allí mismo otro monasterio. Lo llamaron San Millán de Yuso, es decir, San Millán de abajo para diferenciarlo del monasterio de arriba, San Millán de Suso, que hasta entonces había guardado las reliquias.
Del monasterio románico sólo quedan unos marfiles que formaban parte de la arqueta de oro de las reliquias del santo. Precisamente por ser de oro,
la arqueta desapareció en los tiempos de la invasión francesa, y los marfiles, pensando los franceses que no tenían valor, se quedaron. Lástima, que más tarde en el siglo XIX, algunos desaparecieron de San Millán y están repartidas por el mundo. Los que aún permanecen, son una de las joyas más valiosas del monasterio.

Una chica muy simpática nos llevó al grupo, numeroso, por todo el monasterio. Casi todo es de los siglos XVI y XVII. Comenzamos en la iglesia, con sus altares, su púlpito de madera y sus retablos con los santos amigos de San Millán, como San Braulio, San Sofronio, San Citonato, San Geroncio o Santa Potamia. Lo que más me llamó la atención fue el retablo mayor, con pinturas de fray Juan Ricci. La grandísima pintura central, cómo no, representa a San Millán: un monje a caballo con una espada llameante aplastando al enemigo musulmán, tal cual como estuvo vestido durante en la batalla de Hacinas. Por lo que se ve, se apareció milagrosamente San Millán en ayuda y para socorro de Fernán Gonzalez y otros castellanos, y así vencer a las tropas del moro Almanzor.
También se apareció de la misma guisa en la batalla de Simancas, y gracias a esto, San Millán se convirtió en el santo patrón de Castilla y de Navarra.
De la iglesia, y el claustro, pasamos a la sacristía, de estilo barroco rococó y suelo de alabastro, que absorbe la humedad y hace de aislante térmico. Subimos al claustro alto, ahora cerrado con muros, cristales y decorado con pinturas que cuentan los 101 años de vida y milagros de San Millán.
Del claustro pasamos a ver los libros cantorales, y nos mostró allí la guía las virtudes del armario que los guardaban: evitan que los libros se estropeen y se los coman los ratones. Es una de las pocas colecciones completas de cantorales en España, y parecen que están en San Millán también muy orgullosos de ello.
Después vemos los marfiles y para terminar, después de bajar por la escalera real, las glosas, bueno, en realidad un facsímil de las glosas, ya que el original está en Madrid, en la Real Academia de la Historia. Las glosas son las pequeñas notas, aclaraciones en las márgenes de los libros, hechas por monjes que ya hablarían otra lengua, normalmente romance, evolucianada y diferente del latín y que es el idioma de los libros, para así entenderlos mejor. Estas glosas de San Millán se consideran los documentos más antiguos en lengua castellana y vasca, y por eso, San Millán de la Cogolla fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en el 1997. Pero parece ser que hay dudas al respecto, y que se han encontrado otros documentos más antiguos en castellano. Por si no fuera poco, la wikipedia dice que las glosas de San Millán no están en castellano, si no en lengua navarro aragonesa. En resumen: esto es un lío impresionante y ya no sé ni que pensar.

Visto ya el monasterio, al que tenía ya de hace tiempo ganas de visitar, me fui de vuelta para el camping. Antes paré y comí un menú en el pueblo. Me eché la siesta, y en torno a las 4 de la tarde me monté de nuevo en la bicicleta. Era ya muy tarde para hacer alguna ruta ambiciosa de montaña, así que decidí dar un paseo por algunos lugares más modestos. Primero paré en Matute, y di un paseo corto por su barranco. A continuación fui a los peñascales de Tobía, justo al lado de Matute y a unos 15 kilómetros, en lo que sería el siguiente valle al este después del valle del río Cárdenas.
Estos peñascales son conglomerados fuertemente erosionados, pues el cemento que une los cantos de las peñas es calizo y el agua lo va disolviendo. Se alzan imponentes sobre el pueblo y el río de Tobía, y para darles más solemnidad, los buitres siempre andan planeando en torno a ella.
Como tampoco alcanzan una cota muy elevada (1.052 m), no se tarda mucho tiempo en subir. Además, la subida es muy bonita. Se podría decir que estas peñas son el extremo nororiental de la sierra de la Demanda. Justo debajo de las peñas se adivina el barranco de Matute, y un poquito más allá el valle del río Najerilla, flanqueado al este por la sierra del Camero Nuevo, es decir, la siguiente sierra Ibérica después de la Demanda. Hacia el sur de las peñas se alzan algunos montes más altos como el cerro Peñalba y el San Quíles.

A la mañana siguiente conseguí no levantarme muy tarde, pero no lo suficientemente pronto cómo para no poder tomar desayunar en la hospedería del monasterio de Yuso.
Con la bicicleta remonté el valle del Cárdenas unos 10 kilómetros. Ya bien internado en el hayedo, después de pasar el refugio de Urre, en una pista que subía la ladera a la izquierda aparqué la bicicleta a la sombra y comencé la subida.
Pasé junto algún haya de muy buen porte, y un tramo más adelante tuve que salir del hayedo por una pista para volver a internarme por otra. No sé mucho de plantas, pero conseguí distinguir algún acebo y algún serbal con sus ramilletes de frutos rojos.
Salí finalmente del hayedo a unos 1.500 metros de altura, en un collado sobre el pico Mendeiza, que parecía la proa de un barco avanzando en el valle del Cárdenas. Eran todo prados muy frescos, y había vacas sueltas pastando tranquilas. Al ser terreno tan despejado, se veía de maravilla la sierra de Pradilla, que son los montes que cierran el valle del Cárdenas por el este, y la Cabeza Parda, el primer pico al que quería subir en la mañana.
A mitad de la subida ya había sudado bastante, y unas matas de arándonos me hicieron parar. Estaban llenas de bayas maduras. No me pude resistir y comí varios puñados. ¡Estaban tan dulces, frescos y tan buenísimos!
Después me puse a sudar un poco más en la subida, pues era a pleno sol sin sombra ninguna. Al rato llegué ya a la Cabeza Parda. Es la tercera cima más alta de la sierra de la Demanda, con 2.106 metros, pero queda ensombrecida porque justo enfrente, a menos de 2 kilómetros de ella se encuentra el San Lorenzo, de 2.271 metros, y ésta sí, es la montaña más alta de toda la sierra.
Para llegar allí, hay que bajar primero al collado Nestaza, el collado más alto de la sierra, a más de 2.000 metros, y al que llega una pista de tierra horrorosa. Las vistas también se quedan estropeadas por la estación de esquí, Valdezcaray, que aunque no sea muy grande, horada buena parte de la ladera.
Ya desde aquí desde Nestaza sólo queda sudar un poco más para conquistar el San Lorenzo.
El San Lorenzo es sin lugar a dudas una de los montes más visitados de la sierra, y me crucé arriba en su cima con otras 7 personas. Ni antes de llegar, ni después, me encontré con nadie más. En la cima hay un altar y una figura de la virgen de Valvanera, la patrona de la Rioja. Cómo no, las vistas son estupendas y el día estaba lo suficientemente claro para llegar a ver todas las sierras ibéricas desde el Mencilla hasta el mítico Moncayo, ya muy lejos difuminado entre la neblina. Al sur, las sierras de Neila, Urbión, Cebollera y Castejón; al oeste, el valle del Oja y la Demanda burgalesa (Otero, San Millán, Trigaza y Mencilla); al este, Cameros y al norte, el valle del Ebro y las sierras de Cantabria, el Toloño o los montes Obarenes.

Me comí aquí el bocadillo de jamón, y bajé al collado de Artaza, entre la Cabeza Parda y el Pancrudo (2.079 m), para subir a este última, la quinta cima más alta de la Demanda.
El Pancrudo forma un pequeño cordal con varias cumbres que igualan su altura. Es el cordal más oriental de la sierra que supera la cota de los 2.000 m. Desde este cordal se descuelga primero el valle del río Tobía (donde están los peñascales) y el valle de Valvanera, posiblemente uno de los valles más bonitos de la sierra y donde se asienta uno de los monasterios más importantes de La Rioja, el Monasterio de Valvanera.
Del Pancrudo, bajé de nuevo al collado de Artaza, para seguir ladera abajo atravesando el hayedo y llegar al lugar donde aparqué la bicicleta. Por este collado de Artaza pasa una pista ancha que sube desde el valle del Cárdenas, por la que podría circular un minibus sin problemas, y continua por la ladera sur del San Lorenzo y otros picos de esta parte de la sierra. Es una cicatriz que afea bastante la sierra. Aparte de esta pista se ven por todas partes cortafuegos y más pistas, que aunque más estrechas, van sesgando la mayoría de las laderas de los montes y montañas de la zona.

La vuelta fue rápida y llegué a tiempo a San Millán para poder visitar el monasterio de arriba, el de Suso, al que desde el pueblo nos llevaron en autobús.
Es un monasterio mucho más antiguo que Yuso, y justo aquí donde San Millán vivió casi toda su vida. Es también muchísimo más pequeño, pero tiene un encanto especial precisamente por ello. Antes de que se fundara ningún monasterio, Millán fue el primero, y tuvo aquí su cueva. Nació justo al lado, en el pueblo de Berceo mucho antes de que llegasen los moros a España. En el mismo pueblo también nació, muchos años más tarde de que llegaran los moros, Gonzalo, llamado de Berceo, el primer literato conocido de lengua castellana y que escribió la vida de San Millán.
Millán habría dado su vida por Cristo si la ocasión lo hubiese permitido, pero en vez de ser mártir, fue pastor, fracasó como párroco, y entonces pasó el resto de su vida (casi toda) como eremita en una cueva hasta que se murió a los 101 años. No tenía necesidad de salir, pues desde dentro podía hacer milagros sin problemas. Llegó a alcanzar tal fama que vinieron otros clérigos a unirse en su forma de vivir. Se constituye así la primera comunidad, el primer monasterio. Y no sólo llegan hombres, también mujeres, y durante varios siglos la comunidad fue mixta con ambos sexos. Y es lógico, si se tiene voto de castidad, da igual quién o qué se ponga por delante.
Llegaron los moros a España, y siguieron eremitas en San Millán. Se construyó una iglesia mozárabe y acudían peregrinos de lugares cercanos y lejanos para visitar los restos del santo. Hasta de las tierras de Lara llegaron gentes que trajeron los siete cuerpos descabezados de los infantes de Lara. Los enterraron con su ayo Nuño en la entrada enfrente de otras tres tumbas de tres reinas de Navarra: Doña Toda, Doña Elvira y Doña Jimena.
Se amplió la iglesia años más tarde en estilo románico, pero siguió siendo una iglesia pequeña. Sus monjes siguieron aquí después de que les quitaran las reliquias de San Millán y las llevaran a Yuso, hasta la desamortización. Ahora pertenece al gobierno de la Rioja.
Lo más curioso son las cuevas con tumbas y huesos dentro de la iglesia, sobre la parte de la ladera en que se apoya. La más importante es la cueva donde vivió y luchó contra el demonio San Millán durante tantos años. Aún está su tumba, aunque sin restos. La guía que nos acompañó nos explicó que en una ocasión hace no mucho tiempo, entró en la cueva no sé si para limpiar. Al poco empezó a sentirse muy mal y salió creyendo que se había puesto enferma. Nada más salir se sintió de nuevo bien. Cuando comentó con sus compañer@s, se enteró que lo mismo que le había pasado a ellas, antes le había pasado al vigilante y las otras chicas que enseñabas Suso a los turistas. Claro, que si era la fuerza mística que emana un santo que luchó contra el pecado y el demonio, ella y todos se imaginaban, que no les haría sentirse tan mal, si no todo lo contrario. Supungo que éste, es otro de los misterios de la vida.

Visitado el monasterio, ya sólo me quedaba ducharme, dar un paseo por Berceo, cenar huevos fritos con picadillo y echarme a dormir. Y al día siguiente recoger la tienda cuando aún estaba oscuro para llegar a Nájera antes de las 9 y tomar el autobús de vuelta a Burgos. No he vuelto a ver mi bolsa de aseo desde entonces.






2011 august 29th-30th

If I´m off two days, it is almost sure I have a good plan, and that was the case now. Two weeks before I had already planned it, and I was lucky, for during the two days I chose, the sun was shining without a break.

At 8:30 I took the Zaragoza bus, and before 10 I got off in Santo Domingo de la Calzada. I put the saddlebag on the bike, and after having some breakfast in a bar, I cycled up to Berceo. Until Cirueña I met some pilgrims, and afterwards, the landscape started to change and becoming more hilly. The mounts of Suso, on my right, were little by little growing. From Cirueña to Villar de la Torre, and finally Berceo, in the valley of river Cárdenas just on the spot where it narrows because it enters into the Demanda mountains.
I camped in Berceo, and soon I went to San Millán de la Cogolla, almost sticked to Berceo, upstream by the river Cárdenas.

If San Millán de la Cogolla is well known, it´s because its two monasteries: Yuso and Suso.
The monastery of Yuso or down is in the same village of San Millán. The visits to this monastery are always in group and guided. It is quite big, elegant, renaissance and baroque, although it was founded long before, in the romanesque XIth century. A king of Navarra, the king García, founded it. He had the intention of moving the relics of Saint Millán from the monastery up (now Suso) to Nájera. But soon after they took them from there, when they arrived to the bottom of the valley, the oxes stopped and there was no human way in making them move. The king and his men realized that the relics of the saint didn´t want to leave this valley, where they had stayed for five centuries, so they decided not to go against the heaven plans and built right there another monastery. They named it San Millán de Yuso, that is, Lower San Millán, to make it different from San Millán de Suso (Upper San Millán), the old monastery that had held the relics until that moment.
From the old romanesque monastery of Yuso there are no remains, but the pieces of ivory that were inlaid in the gold coffer of the relics. Precisely for being of gold, the coffer disappeared in the times of the French invasion at the beginning of the XIXth century, but they didn´t think that the ivory was valuable and they left it. Anyway, some years later somebody didn´t think that way, and that is way nowadays there are several pieces missing and scattered around the world. The ones still remaining, are the most valuable jewels of the monastery.

A nice lady took the large group around the monastery. Almost everything date from the XVIth and XVIIth centuries. We started in the church with its altars, the wood pulpit and the reredos dovoted to the saints friends of Saint Millán. The most outstanding piece in the church was the main altarpiece, with paintings by fray Juan Ricci. The big one in the middle depicts, naturally, Sain Millán: a monk on a horse holding a flame shaped sword and crushing the moor enemies, the same way he was during the battle of Hacinas. It seems that he appeared miracously to help count Fernán Gonzalez and other Castilians to win over the troops of the moor Almanzor. He also would appear in the same clothes during the battle of Simancas (he helped the kings of Pamplona and León this time), and thank to this, Saint Millán became the patron saint of Navarre and Castile.
From the church and the cloister, we went to the sacristy, in a rococo baroque style and alabaster pavement, that absorbs the humidity and insulation. We went to the upper cloister, nowadays closed with a wall, windows and decoreated with painting depicting the 101 years of life and miracles of Sain Millán. From the cloister we went to a room to see the choirbooks and the guide showed us the virtues of the wardrobe thery are kept in for the good preservation and to avoid be eaten by mice. It is one of the few collections of complete choirbooks in Spain, and they are proud of it. After we were took to see the ivory pieces, and then, to end, after going down the royal staircase, we were shown the glosas, or better said, a facsimile of them, for the original ones are in Madrid, in the Royal Academy of History.
The glosas are the little notes or explanations hand written on the margins of the pages, usually in romance language, by the monks to make the books in latin more understandable. These glosas from Saint Millan are considered the oldest documents in Castilian language and Basque, and because of that the two monasteries were declared world heritage by Unesco in 1997. But it seems, anyway, that there are serious doubts about that, and that there are other documents older in Castilian. Besides that, at least wikipedia asserts that the glosas are not written in Castilian language but navarro-aragonese. Summarazing, this is a horrific mess and I don´t know what to think anymore.

Once visited the monastery, which I had wanted to visit long before, I went back to the camping. On my way I had lunch. I took a nap and around 4 p.m. I rode again my bicycle. As it was already pretty late, I hadn´t in mind an ambitious mountain hike, so I decided to walk around some more modest places. I first stopped in Matute and took a short walk in its ravine. Next I went to the rocks of Tobía, just next to Matute and 15 kilometers away from San Millán. It is in the next parallel valley after the Cardenas valley, that is the one where Saint Millán sets. The rocks of Tobía are conglomerates strong eroded, for the cement linking the peebles is limy, and therefore dissolved little by little by the water.
They are imposing over the village of Tobía and its valley, and making the landscape more solemn, the vultures are always flying around.
As they are not that high (1.052 m), it doesn´t take long to go up, and besides, the walk it´s very nice. The rocks, could be said, are the north east end of the Demanda range. Just below the rocks it´s Matute ravine and a little beyond the valley of river Najerilla, separating the Demanda from the next mountain range: New Camero, and just behind the rocks, a couple of nice higher hills, like San Quíles and Peñalba.

Next morning I got to get up early, but late enough to find the cafeteria at the monastery of Yuso open and have breakfast.
On my bicycle I went upstream Cárdenas valley around 10 kilometers, and after passing a shelter name Urre, deep inside in the beech forest, I parked the bike and started the hike up.
In the forest there were some pretty big beeches. I had to come out following the path, and come in back again following another. I don´t know much about plants, but I could distinguish some hollies and rowans with the bunchs of red fruits.
The beech forest turned to fresh prairies and free cows grazing at the height of 1.500 meters, in a pass next to the Mendeiza hill that looked like a clipper bow over the Cárdenas valley. Without a tree before the eyes, I had very views of the Pradilla range, (a line of mountains over the Cardenas valley) and Cabeza Parda, the first mountain I wanted to climb in the day.
At the middle of the climb I had sweated enough, and some blueberry shrubs made me stop. They were full of ripe berries. I couldn´t resist and ate several handfuls. They were so good, so sweet and so fresh!
After I sweated a little more, for the climb was in the full sun without any shadow and in a while, I arrived to Cabeza Parda. This is the third highest mountain in Demanda Range, 2.106 meters high, but it is overshadowed by the mountain San Lorenzo, the highest one in the range, that with a height of 2.271 meters, it just rises less than 2 kilometers west of Cabeza Parda.
To go up to San Lorenzo, I had to go first down to Nestaza pass, the highest pass in the range more than 2.000 meters, where a horrible track crosses. The views from here are also spoiled by the ski resort of Valdezcaray, that, although it is not very big, erodes a good deal of the San Lorenzo slope. And from here, from Nestaza, its only an steep effort more to conquer San Lorenzo. Without a doubt this is one of the mountains more visited in Demanda and I met seven persons up there. Not before or after getting to the summit did I meet anyone else.
Being the day clear enough, the views were of course great, and you could see all the Iberian mountains from Mencilla to the mythical Moncayo, very far and fading in the haze. In the south, the ranges of Neila, Urbión, Cebollera y Castejón; in the west, the Oja valley and Burgos side of Demanda (Otero, San Millán, Trigaza and Mencilla); in the east, Cameros ;and in the north, the river Ebro valley and the ranges of Cantabria, Toloño and Obarenes.

I had my ham sandwich up there, and just after I was ready to go on. I went down to the Artaza pass, between the mountains of Cabeza Parda and Pancrudo (2.078 m), the fifth height of the range and where I headed to.
Pancrudo summit is located in a short ridge with several summits almos as high as the Pancrudo itself. This is the easternmost strecht of Demanda higher than 2.000 meters. From the Pancrudo ridge come down two valleys, first the river Tobia valley and next the Valvanera valley, perhaps one of the most beautiful valleys in Demanda and where it is set the Monastery of Valvanera, very loved by the people in La Rioja. In this monastery they keep the patron virgin of the region: the virgin of Valvanera. A reproduction of this virgin is also at the summit of San Lorenzo.
From Pancrudo I went back then to the Artaza pass in order to go down to the bottom of the valley through the beech forest.
Through this pass cross a track that comes from the bottom of the river Cárdenas valley. The track is so large that could be rode even by a minibus without a problem, and continues along the south slope of San Lorenzo, and following the line of peaks of this area of the range. I find it to be an actual scar that spoils the mountains. Besides this track, there are some other narrower tracks, trails and firebreaks that cut most of the landscape.

Going back was fast, and I was in San Millán on time to visit the upper monastery, Suso, where we were taken on a minibus from the village.
This monastery is much older than Yuso, and the place where Sain Millán spent a great deal of his life. It also much smaller, but precisely because of this, it´s got the special charming. Before any monastery, Millán was here, and had here his cave. Millán was born very near from here, in the village of Berceo long before the moors arrived in Spain. In the same village, but long after the moors arrived, Gonzalo, called of Berceo, was also born, the first man of letters in Castilian language with a known name and wrote Saint Millán´s life.
Millán would have give his life to Christ if the circumstances had let him to do it, but instead of martyr, he was shepherd, he failed as parish priest and then spent the rest of his life (most of it) in a cave until he died at age of 101. He didn´t need to go out because he could do miracles from the inside without any problem. He bacame so famous that other clerics came to join him in his way of life. In that way, the first community, the first monastery was constituted. And not only they were men, but also women, and they were mixed with both sexs for several centuries. And there was no problems at all, for everyboy took their solems vows of chastity, so no matter who or what could tempt them.
The moor arrived in Spain, but still hermits lived here. A mozarabic church was built and pilgrims arrived from near and far shires to visit the tomb of the saint. From the far land of Lara some pilgrims brought the beheaded corpses of the seven infants. They were buried with their server Nuño at the entrance of the monastery opposite other three tombs of three queens of Navarra: Doña Toda, Doña Elvira and Doña Jimena.
The church was extended year later in romanesque style, but still it remained small. The relics of Sain Millán were taken down to valley, to Yuso, but the monks and nuns stayed for many more years and then only monks until the Ecclesiastical Confiscations. Nowadays it is property of the Rioja government.
The most curious things in the church are the caves and the bones in the slope the building lean on. The most important cave is of course the one where Saint Millán lived and fought against the devil for so many years. Still his tomb stays, but without his remains.
The lady who showed us the place told us that once not long ago she got in Saint Millán cave to clean or something. Shortly after she started to feel bad and had to go out thinking she was ill. Once she was out, she was all right again. She told her workmates, the securuty guard and the other guides, what had happened to her, and they told her that right the same had also happened to them. If that was the mystic forces emanating from a saing who fought against sin and evil, they had imagined it to cause a nice and full feeling. I guess this is just another mistery of life.

When we finished the visit to the monastery, I took a shower, walk in the villages, went back for dinner some fried eggs with pork and went to bed. Next day I had to get up before sun rise to collect my stuff in order to arrive in Nájera before 9 to take the bus back to Burgos. I haven´t seen my toiletry bag.

---

Photos

San Millán de la Cogolla
Al fondo, la Cabeza Parda y el San Lorenzo --- At the bottom, Cabeza Parda and San Lorenzo

Matute
Al fondo, sierra del Camero Nuevo --- The new Camero range at the bottom

Peñascales de Tobía --- Rocks of Tobia
P