El pozo negro no es tan negro --- The black pit is not so black

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Mayo - Septiembre 2011

El pozo negro es una lagunita glaciar a los pies del monte Otero. Es una de las pocas lagunas glaciares que hay en la Demanda y se encuentra justo en el centro de la sierra, casi en el límite entre las provincias de Burgos y la Rioja, a 1750 metros de altura.

Intenté ir allí un día de mayo. Una de las rutas para llegar al pozo negro parte de un rincón del pueblo Fresneda de la sierra Tirón conocido como Tres Aguas. El nombre desde luego no es muy original, ya que en este lugar se juntas las aguas de tres barrancos: Ticumbea, Reoyo y Pozo Negro. Tres Aguas está a unos 6 kilómetros de Fresneda, circulando por una ancha pista que atraviesa el fondo del valle, cada vez más profundo, entre prados, pinos, hayas y sobre todo, fresnos. Por algo al pueblo le bautizaron Fresneda.



Tomé el autobús a Belorado, en Belorado tomé un café con leche, y con la bicicleta fui hasta Fresneda, pasando por le pueblo casi abandonado de San Clemente del Valle, escondido entre los montes de Ayago.

Aparqué en Tres Aguas, y tomé rumbo al pozo negro. La ruta está muy bien señalizada con las marcas blancas y rojas del G.R. "Dos Aguas", que va desde Belorado hasta Neila, y que atraviesa el corazón de la sierra de la Demanda.

El camino va por una pista durante un par de kilómetros, para luego bajar al fondo del barranco del Pozo Negro y subir directo hasta la laguna glaciar. Estuve caminando un rato río arriba por el hayedo. Estaba mosqueado, pues ya no veía ninguna marca blanca y roja del G.R. Pasaba el río de un lado a otro, pero no había manera. Buscaba trocha y subía, pero nunca la encontré. Me di cuenta que me había equivocado de camino cuando llegué al cordal de la sierra, a más de 1.800 metros de altura, y no estaba el pozo negro por ninguna parte. Se echó la niebla y oí un trueno. Bajé a deshacer camino, no sin antes pasar un par de collados para ver si encontraba el pozo negro, ya que la tormenta parecía que se había disipado. No vi nada. Por suerte, para bajar encontré una pista que indentifiqué en el mapa topográfico y llegué a Tres Aguas, donde me esperaba la bicicleta.

En vez de volver a Belorado, fui a Pineda de la Sierra, donde me esperaba mi amigo Juan Luis con un plato de albóndigas con alcachofas. Estaban buenísimas. Dormí en su casa y al día siguiente me llevó al monasterio de Valvanera.



En septiembre volví a intentar subir al Pozo Negro. Aparque la bicicleta junto a un fresno en Tres Aguas y tomé la pista del G.R. Siguiendo las marcas blancas y rojas me di cuenta de que era casi imposible despistarse del camino. ¡No sé cómo me pude despistar la vez anterior!

El camino asciende a través de un frondos hayedo, y siempre cerca del curso de agua del Pozo Negro con sus pequeños saltos, hasta casi la misma laguna. El último tramo tiene algún repechillo duro, pero compensa el esfuerzo si se hace a la ruta al final del verano o principio del otoño. Está todo cubierto de arándanos maduros.

Del pozo negro se puede subir muy bien al pico Otero (2.049 metros) por una sendita, y a Campos Blancos también (2.058 metros), muy cerquita del Otero, y desde Campos Blancos bajar a una ancha pista que nos lleva de nuevo al Pozo negro. Yo subí sólo al Otero, tenía el tiempo ajustado para hacer ya nada más.



El pico Otero se encuentra justo en el centro de la sierra de la Demanda, y se ven equidistantes sus dos montañas mas emblemáticas: el San Millán y el san Lorenzo. La cara norte baja hacia los valles del Tirón y del río Oja, y la cara sur desciende más suavemente hacia el pueblo de Barbadillo de Herreros y todo el valle de Valdelaguna.

Era un sábado con un tiempo excelente, y aún así, siendo esta una de las rutas más conocidas de la sierra, me crucé con muy poca gente. Por suerte, estos montes siguen siendo bastante solitarios.

Hay mucha gente que hace esta ruta del Pozo Negro más larga para visitar el tejo milenario, de más de 7 metros de perímetro, en el barrando de Zarzabala, contiguo al del Pozo Negro.



El final de mi ruta no fue muy heroico, pues no pude llegar a mi destino y mi amigo Paco me tuvo que recoger en coche. Por suerte, casi todas las fuerzas se me recuperaron al tomar una cerveza.







Version in English

May - September 2011

The black pit (pozo negro) is a little glaciar lagoon at the feet of mount Otero. It is one of the few glaciar lagoons in the Demanda mountains and it is located just in the middle of the range, right next to the boundary between Burgos and La Rioja, at a height of 1.750 meters.

I tried to get there a day in may. One of the routes starts in a place next to the village of Fresneda de la Sierra Tirón, named Tres Aguas, that is Three waters. The name is not that original, for it is a place where the waters of three ravines gather: Ticumbea, Reoyo and Pozo Negro. Tres Aguas is around 6 kilometers from the village of Fresneda, running a track that goes along the bottom of the valley, gradually deeper, among prairies, pines, beeches and overall, ashes.



I took the bus to Belorado, in Belorado I had a coffe with milk, and then by bike, I drove to Fresneda, stopping on the way in the almost deserted village of San Clemente del Valle, hidden in the hills (montes) of Ayago.

I parked in Tres Aguas and took the path to the Pozo Negro. This itinerary is very well indicated with all the red and white marks of the "Dos Aguas" G.R. (long route) going from Belorado to Neila and crossing the heart of the range.

The route of the day is a track for at least a couple of kilometers, then it goes down to the bottom of the Pozo Negro ravine and climbs up to the glaciar lagoon. I walked for a while uphill through the forest. I became suspicious, for I wasn´t seeing the red and white marks of the marked route. I crossed the stream several times, always looking for the path, went uphill and never found it. I realized I wasn´t on the good way when I reached the tops of the range, higher than 1.800 meters and the lagoon was not there. Then it was hugged by the fog and I heared a thunder. I went fast backwards down, not without checking a couple of passes to see if the black pit was anywhere, for it seemed that the storm had vanished. I saw nothing. Luckily I found a track that I could identify on the map, and arrived fast to Tres Aguas, where my bike was waiting.

Instead of going back to Belorado, I went to Pineda de la Sierra, where mi friend Juan Luis was wainting me with a plate of meatballs with artichokes. They were so nice! I stayed there the night and next day he took me to the monastery of Valvanera.



In september I tried to climb again to Pozo Negro. I parked the bike under an ash in Tres Aguas and followed the marks of the G.R. It was alsmost impossible to get lost. I don´t know how I could mistake the previous time in may!

The path goes up through a lush beech forest, and always very close to the Pozo Negro stream,with its little falls almost until the glaciar lagoon. The last part has some steep slopes, but it is specially worth it if you do it at the end of the summer or beginning of autumn: the land is covered with ripe blueberries.

From the lagoon it is very easy to go up to mount Otero (2.049 meters), just above it, and also to Campos Blancos (2.058), very close to Otero, and from Campos Blancos take a track down back to Pozo Negro. I went up to Otero, but I did nothing else before going down the range.



Mount Otero is just in the middle of the Demanda range, as far from mount San Millán as from mount San Lorenzo, their two most emblematic mountains. The north slope goes down to the valleys of the river Tirón (Burgos) and Oja (Rioja) and the south slope rolls down gentlier to the village of Barbadillo de Herreros and the valley of Valdelaguna.

It was a saturday and the weather was fabulous, and even so, this being of the most popular routes in these mountains, I met very few people. Luckily this area is relatively quite lonely.

There is a lot of people who extend the route of the Pozo Negro to visit the millenial yew, more than 7 meters perimeter in the Zarzabala ravine, next to the one of Pozo Negro.



The end of my route was not very heroic, for I couldn´t reach my destination and my friend Paco had to pick me up with his car. After, I recovered all my forces once we had a beer.

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