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Published: July 10th 2008
Chiang Mai es una relajada ciudad en el norte de Tailandia, estación perfecta para visitar a las tribus de la colina (hill tribes).
Y es que Tailandia es una verdadera ensalada mixta. En realidad, ni los mismos Thai estan seguros de donde llegaron y como se instalaron en lo que hoy es Tailandia, antes Siam. En el Museo Nacional de Bangkok se habla de 5 teorías de su origen, ninguna particularmente favorecida.
Las tribus de la colina, que no son Thai, dan una idea de cómo y por donde el proceso de asentamiento thai pudo haberse dado. Estas tribus vienen de lo que hoy son Mongolia, China, Myanmar (Burma), Vietnam y hasta Bhutan.
Algunas tribus como los Karen fueron en su momento verdaderos imperios locales; pero atrapados entre burmeses, thais y khmer, terminaron por ser decimados. Algunas tribus (aunque a estas no llegue a visitar) tienen costumbres que uno relaciona mas con Africa que con Asia: por ejemplo mujeres que alargan sus cuellos desde ninas poniendose aros de metal.
El reto ahora para las tribus de la colina es sobrevivir con recursos limitados, su propio crecimiento demografico, y la sobreexplotación de sus campos de cultivo que mayor
poblacion con igual tecnología conlleva.
El turismo viene siendo una alternativa para generar ingresos, aunque termina por discriminar a favor de tribus más cercanas a las ciudades. Los operadores de turismo negocian con líderes comunitarios para llevar turistas, a los cuales alojan en chozas de la comunidad y les venden artesanías sobrevaluadas.
La verdadera aventura fue llegar donde las tribus. Con una pareja de holandeses y otra de alemanes (Allard, Nicole, Stefanie y Christof) anduvimos en el barro por empinadas colinas, montamos a elefante (lo maximo, trekking a lomo de elefantes) y desafiando rapidos en una rudimentaria canoa de bambu, lo que casi acaba en desgracia.
Y fue montando en elefante que los alemanes y yo escuchamos que alguien lloraba en el elefante de atrás. Nicole estaba banada en llanto: Allard acababa de proponerle matrimonio. Buen motivo para ir a Rótterdam en un anio.
En Chiang Mai me quede 5 dias, pero hay gente que se queda por un mes. Hay clases de yoge, de cocina, de masajs, de lengua thai, trekking, canotaje, escalada en roca, y demas; y una fauna discotequera interesante, con el Spicy como la maxima expresión. Aquí escuche por primera vez a
las chicas Thai cantando Lo que paso, paso…. La globalización AVANZA, hmmmmm…
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Segunda experiencia en elefante del viaje
