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Published: November 18th 2011
Me levanté muy temprano y desayuné en el mismo albergue. Un albergue muy chulo por cierto y que os recomiendo a todos los que vayáis a Kyoto.
http://www.hostelworld.com/hosteldetails.php/Backpackers-Hostel-K-s-House-Kyoto/Kyoto/
Mi primer reto: Encontrar la oficina de turismo, que estaba dentro de la estación de tren. Una estación en la que no me orientaba fácilmente. Finalmente la encontré y me atendieron muy bien. Así que seguí las recomendaciones de la señora de la tourist info, quien me envió a la parte más alejada de Kyoto. Me pareció buena idea porque quería conocer la ciudad al completo y prefería dejar los lugares más cercanos al hostal para el final.
Lo que esta buena mujer me propuso fue visitar: Arashiyama, el castillo Nijo y Kinkakuji.
En primer lugar fuí al castillo Nijo, para ello tomé la linea de tren de Sagano. Al llegar aún tuve que caminar bastante para llegar al castillo. Nijo no me causó muy buena impresión, sin embargo me encantaron sus jardines. De camino tuve que parar varias veces el calor y la humedad son una combinación odiosa, además me compré una gorra y una toallita para ir secándo el sudor.
Al terminar la visita tomé la misma línea hacia Arashiyama, en
Mi tesoro
Bosque de Bambúel extremo oeste de la ciudad. Lo que ocurrió a continuación fue que me despisté y me pasé de estación, pero fue genial porque llegué a Hozukyo y pude disfrutar viendo las enormes y verdes montañas. Tan solo tuve que esperar 5 min para tomar el tren de regreso a Arashiyama.
Arashiyama es un distrito a los pies de las montañas, donde además de pasear por el rio y el puente Togetsu-kyo, puedes visitar el templo Tenryu-ji, cuyo principal atractivo es su jardín zen.
Pero lo que a mí de verdad me interesaba era visitar el bosque de bambú y a pesar de que el dichoso bosquecito se resistía, no paré de preguntar a todo el mundo cómo llegar hasta él. Por fin conseguí dar con él. Así es. Encontré el famoso bosque de bambú y la verdad...no diré nada.
Terminé exhausta y sin energía, así que ahi terminó mi visita. Me reservé Kinkakuji o templo dorado para otro día.
De vuelta al hostal, una ducha y a cenar. Me quedé a cenar en el bar del hostal. Ahi conocí a una pareja de Nueva Zelanda, Barbara y John. Los tres estuviemos intercambiando nuestras sensaciones y también las frustraciones de
una cultura tan diferente a la nuestra. Aproveché para escribir un correo a mi gente "estoy muy bien, no os preocupéis". Después hablé con mi amiga Mami por teléfono para relatarle todo lo que había hecho ese dia. Cuando colgué me di cuenta que a mi lado había un chico japonés, así que le pedí un boli con el único fín de entablar conversación. El chico mostró interés, así que le conté mi aventura. Él me animó y me dió algunos consejos para mis próximas visitas.
El día siguiente Higashiyama me esperaba!! Fue un auténtico regalo conocer a Yuichiro!
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