Un viaje en barco muy sudoroso

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Capitulo I: Hay comida gratis a bordo, tres raciones por pasajero al día: arroz, porción cuadrada de tortilla y noodles, 220ml de agua y una minileche chocolatada (esto ultimo me temo que solo para los desayunos). Para obtener tu porción de campo de refugiados tienes que hacer cola en un pasillo estrecho abarrotado de gente que se empuja. La temperatura esta cerca de los 35 grados y la humedad es tan alta que se condensa agua en los ojos de buey (en el exterior quizás sean 25 grafos la temperatura del aire). Bonita experiencia. El truco, rebozarse todo el tiempo posible contra la puerta de la cámara frigorífica para burlar a la muerte.

Capitulo II: dormir en el barco del amor: Hay dos opciones, una es estar en cubierta con otras 500 personas, por alguna razón el mejor sitio en la cubierta 6, frente a la cafetería esta poco concurrido, problema: los bancos dan dolor de espalda. La otra opción es dormir dentro. He conseguido un colchón verde plastificado al lado de mi bici, pero entre en colchón plastificado y que no corre el aire ahí dentro, la sudada es inmediata. Quizás sea mejor por la noche. Además el sitio no es malo, estoy junto a un grupo de chicas jóvenes y ellas están muy contentas de tener al gran elefante blanco durmiendo al lado, así que me guardarán el sitio cuando no esté.

Capítulo III: Después de una siesta sudorosa (aunque no he dormido porque hay un gran escandalo aquí) todavía son las 14:30. Me quedan 16 horas. Ya estoy esperando impaciente a mi próxima sesión de grupo en el pasillo de la comida. La espalda ya no me duele tanto, ha debido pasar al cargar la bici completa con alforjas por las escaleras...

Capitulo IV: Las 5 de la tarde y han servido la cena. No avisan en megafonía y me he perdido la comida. Yo creo que están compinchados con los de la cafetería. Este pide precios astronómicos por la comida, unas 3 veces lo que costaría en tierra...

Capítulo V: sudoroso barco indonesio. He conseguido de alguna manera dormir unas horas en un charco de mi propio sudor. A pesar de que me he puesto el bañador la sudada ha sido casi la misma... En ningún momento han bajado la luz, y en ningún momento los vecinos han dejado de poner música horripilante indonesia en sus móviles. Esta gente aborrece el silencio. Son las 4 de la mañana y dicen que queda 1 hora a Bali. Quiero creer que es verdad.

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