Las Puertas de los Sentidos


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November 24th 2008
Published: November 24th 2008
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La India no es un país como cualquier otro. La India es otro planeta. Acá la belleza está intimamente mezclada con el mugre y la miseria. Los sentidos son estimulados como si te estuvieran electrocutando. Los colores son más vivos, los ruidos más aturdidores, los olores más fuertes, los sabores más picantes, la gente mira de otra forma, hacen gestos incomprendibles, las calles son un caos de miles de personas, rickshaws (taxi bicicletas), vacas, autorickshaws (moto taxis), bicicletas, basura, almacenes, sadus (santones), comerciantes, motos, mugre. Las personas duermen y cocinan en las aceras, orinan y defecan en los andenes al igual que las vacas, los mendigos son muchos, el silencio no existe, la gente al hablar parece peleando, los autorickshaws atropellan a las bicicletas y se pelean, pero a la vez la vaca se acuesta en la mitad de la calle y nadie le pita, se acostumbra escupir constantemetne en la calle no sólo saliva sino el rojo tabaco que mastican, el cual sale de sus bocas como un chorro de sangre.

La basura siempre va a la piso, lo chivos caminan tratrando de comer entre los desperdicios, el pito en motos y carrros no para de sonar, las sabanas de los hoteles están rotas y sin lavar por años, sus baños no conocen el limpido y el olor invita a miar en la calle. Las frituras abundan en sus negras ollas de aceite, el chai (té con leche indio) es hervido en estufas de carbón en la calle y su olor a cardamomo inunda el ambiente y hace salivar el paladar, la venta de dulces es una exibición de color, polvo y moscas, los bananos son vendidos sobre carretas con su dueño en cunclillas esperando al cliente, música y artículos religiosos están desplegados por muchos pasillos, los perros en pandilla persiguen a perras en celo o pelean entre ellos, mostrando sus sarnas al visitante. Los micos saltan por los techos y ventanas, los ratones y ratas abundan por debajo de las mesas de los restaurantes mientras los comensales con sus manos derechas revuelven el curry y el arroz y se lo llevan a la boca, los mancos, mochos, ciegos y deformes piden limosna por todos los rincones, cada esquina tiene un templo o altar, con flores, comida, moscas y gente rezandole y prendiéndole inciensos.

El joven de modo se viste con camisa de rayas, jean apretado, gafas oscuras y anillo dorado en el dedo pequeño. El señor mayor comerciante con pantalón, camisón largo y bigote, mientras la inmensa mayoría de mujeres con saris de colores, cubriéndose el rostro y cabeza pero mostrando como las carnes del abdomen cuelgan con los años y con la abundante alimentación. La comida sino te pica te deja con el estomago inflado por lo pesada, los baños públicos huelen a orin reposado por siglos, pero los inciensos y los restaurantes destilan olores que nos hacen vibrar con curiosidad, los vendedores se acercan y hablan en varios idiomas, desconocen lo que es el espacio personal, se quedan por diez o veinte minutos al lado tuyo así les hables o no. Algunas personas te ven como un dolar con patas, otros como un turista y te sonrien y otros te miran fijamente por largos minutos como si fueras un animal en extinción.

El impacto para los sentidos es altísimo. Las emociones durante un día son como una montaña rusa. Puedes salir del hotel con una sonrisa, a medio día estar desesperado con el calor, los pitos, la gente y en la noche puedes estar satisfecho por estar en esta tierra o deseando intensamente que la fecha de partida sea lo más pronto posible. Un día puedes querer a la India porque un niño te dijo ¨hello¨ y al segundo la odias porque en taxista con ojos misteriosos te dijo un precio y cuando te bajas te cobra otro mayor.

Quizás por todo esto y muchos más que no alcanzo a descifrar y que aún no conozco, esta tierra ha sido tan fertil en aspectos espirituales. Quizás por existir un mundo tan congestionado y electrizantre, algunos dedicieron explorar el interior al contrario de lo que siempre se ha hecho en occidente.

Casualmente nuestro destino nos condujo a Sarnath. Un retirado poblado cercano a Varanasi en donde Buda dio sus primeras enseñanzas. Un impulso misterioso nos llevó a explorar profundamente su legado y decidimos participar en un retiro de meditación Vipassana por diez días.

Rompiendo las cadenas

Buda significa iluminado. Pero la iluminación no es encontrar una luz blanca al sentarse a meditar, ni elevarse por los cielos en éxtasis. Iluminación significa liberación. Liberación de los sentidos. Liberación de la cadena de reacción que es provocada por todos los eventos que entran libremente por las puertas de los sentidos. Es romper la esclavitud de reacción cuando algo que nos ocurre no nos place.

Por tal motivo a Sidarta Gautama se le llama Buda, pero aquel que logre la liberación de los sentidos es llamado Buda. A través de los años y por intereses sectarios, se creó una religión en donde adoran a Buda y le llaman Budismo, pero en sus enseñanzas originales él nunca pretendió que lo adoráran, él sólo quizo mostrarle el camino de la liberación a todas las personas que lo quisieran hacer, porque como cualquier camino, este sólo puede ser caminado por una mismo.

Del lujo a la austeridad

Sidarta era un principe que vivía plenamente en su palacio. Un día salió y se dio cuenta que en toda parte había sufrimiento que él nunca había visto ni experimentado. Niños con hambre, ancianos impedidos, mujeres enfermas, hombres muriendo. Fue consciente que por muy principe que fuera, algún día él también sufriría y decidió explorar la causa del sufrimiento.

A los 29 años abandonó todo y por varios años de mucho esfuerzo logró encontrar una técnica para no sufrir en la vida, para estar liberado del sufrimiento que viene con el simple pasar de los años y a la vez seguir proporcionandole amor a la humanidad. Desde los 35 hasta los 80 años Sidarta se dedicó a enseñar este método que cualquier persona en el mundo, sin importar su religión o raza, puede practicar y obtener sus beneficios.

Con semejante atractivo como nos ibamos a quedar sin ver como era esa maravilla. No era que quisieramos dejar nuestras posesiones terrenales, aunque actualmente sólo son un par de mochilas, pero queríamos ver si podíamos acabar con el sufrimiento de nunca encontrar un baño o una cama limpia. Con suspicacia digimos "De eso tan bueno no dan tanto, pero igual miremos a ver que se nos queda". Lo que no sabíamos era que para obtener tan anhelados benefícios teníamos que sufrir en carne propia las torturas del mismísimo señor Jesucristo y luego ver la "Luz".

El encierro

El retiro es pavoroso cuando uno incialmente lo lee y también cuando uno lo hace, pero al final es tan maravilloso que uno no entiende como nadie nos había hablado de esto antes. Para asistir se deben seguir 5 reglas. No hablar, no matar ningún ser viviente, no tener relaciones sexuales, no mentir y no tomar ningún intoxicante (alcohol o drogas). El día empieza a las 4:30 del a mañana en donde se medita hasta las 6:30. Se desayuna y se medita de 8 a 11 am. Luego se almuerza y se vuelve a meditar de 1 a 5 pm, se cena algo ligero, se medita de 6 a 7 pm, se oye el discurso del profesor de 7 a 8:30 pm, se medita de 8:30 a 9 pm para luego ir a dormir y así por 10 días mantener la misma rutina. En total son diez horas y media meditando diarias. El curso es completamente gratis, lo cual te da la experiencia de vivir de la caridad, la comida es vegetariana, baja en sal, sin ajo, cebolla o picantes y para evitar hablar con los demás se solicita que no haya contacto visual, por lo cual siempre se debe bajar la cabeza y no mirar a nadie.

Todas estas reglas, que parecen un poco desquiciadas, son necesarias para calmar el descontrol permanente de la mente entre tanto pensamiento y lograr penetrar al interior de uno mismo, a donde nunca se nos ha ocurrido mirar. Yo que pensaba que la vida de los monjes era fácil, rezar, regar las matas y caminar por los pasillos del monasterio con una bata. Pues no!, que vida tan sacrificada y dolorosa, ahora sí los admiro. Creo que con esto ya lo hemos vivido todo en este viaje. Sentado por horas como unos garabatos, quebrandonos las piernas y la espalda del dolor, enloqueciendonos con esta mente que no se calla, con los ojos cerrados sin poder compartir con nadie lo que experimentabamos y sin entender claramente esto como nos iba a ayudar a acabar con el sufrimiento.

La Impermanencia

Buda descubrió, así como lo han hecho los científicos modernos, que el cuerpo no es una unidad sólida y fija, sino que constantemente está cambiando. Somos como un río, nunca somos los mismos, cada parte de nuestro cuerpo está muriendo y otra naciendo inmediatamente. Desafortunadamente la limitación de nuestros ojos no permite que lo veamos, por lo cual creemos que somos sólidos y empezamos a identificarnos con el "YO", como si fueramos una cosa permanente.

Así como nuestra visión nos hace creer que la tierra no se mueve y que el sol es el que gira alrededor de ella, lo mismo pasa con nuestros cuerpos. Pensamos que somos sólidos, pero la realidad es que la carne y los huesos están constantemente cambiando. Nunca somos los mismos. El bebé gordo y cabezón que fui hace unos años, fue diferente al adolecente barroso de hace una década larga y al adulto buen mozo que soy hoy!. Lo único permanente fue la altura!!!.

Si tuvieramos un gran microscopio podríamos ver que cada segundo nuestras células y órganos están transformandose. Pero no lo vemos ni sentimos porque nuestra mente se ha preocupado sólo por ver hacia el exterior y nunca hacia el interior. Somos como una vela. La llama parece que fuera permanente, pero al mirar con detalle la vela se prende y apaga cada segundo mientras va quemando la cera, dando la impresión de continuidad. No obstante, la verdad es que es impermanente, tanto que al final se consume toda y se apaga íntegramente. Así es nuestro cuerpo, cambiando incesantemente lo cual da la ilusión de que es un sólido permanente, pero la verdad es que es completamente perecedero. Y es aquí donde uno entiende que aferrarse al "YO", a la vida, al cuerpo, a la familia y a las cosas es una locura, porque cómo nos vamos a aferrar a algo que desaparece constantemente?. Sería como aferrarse a la luz de la vela o al agua de un río. Imposible. Sin embargo, nos aferramos a todo porque nuestra mente se acostumbró a pensar así y no tiene la agudeza para observar el cambio constante del cuerpo.

La Observación

La clave de la técnica de Buda está en la observación. La observación interna para sentir como el cuerpo cambia segundo a segundo y entender no sólo intelectualmente sino experimentalmente el significado de la impermanencia. Esto puede sonar extraño al principio, pero al sentarse a meditar por horas con las instrucciones del profesor, se empiezan a sentir sensaciones por todo el cuerpo. No sólo el dolor punzante en las rodillas, el nudo que arde en la espalda y el mico o tortículis en el cuello, sino también pequeñas cosquillas, picones, vibraciones, calores y fríos que aprecen y desaparecen, que fluctuan constantemente.

Algunas de las sensaciones son placenteras como una suave vibración en la nariz, pero otras son insoportables como los dolores en las piernas. Sin embargo, todas las sensaciones poseen la misma característica. Son pasajeras. Una leve sensación de frío en las manos se puede convertir en calor al pasar los minutos y en vibraciones al final de la meditación. Una punzada en el pecho, como si fuera el picada de una hormiga roja de tierra caliente, dura unos minutos, desaparece y luego aparece una sensación húmeda de sudor. Absolutamente todas las sensaciones son pasajeras, unas tienen una duración mayor y otras pueden ser menos placenteras, pero todas tienen un inicio y un final.

Es acá donde empieza a unirse el entendimiento de la impermanencia con las sensaciones. Si sabemos que todo es impermanente, por qué preocuparnos?. Los dolores inicialmente parecen insoportables. Pero cuando se observa un dolor con desapego se logra experimentar como el dolor no es fijo y como este se mueve por diferentes áreas, mostrando así su característica pasajera. Un dolor punzante que empieza inicialmente en la rodilla, luego de observarlos por diez minutos se va moviendo hacia la espinilla y termina en el pie. El dolor de la rodilla que parecía mortal, al final de la hora de meditación ya ni siquiera existe y todo la energía que desperdiciamos preocupandonos por ese preciso dolor fue totamente inútil.

Cuando nos preocupamos el dolor o la aversión se multiplica y nuestra mente se desequilibra. Si lo observamos desprendidamente reconocemos que es un dolor agudo, pero no nos descontrolamos porque sabemos que en algún momento pasará. Es un ejercicio inicialmente difícil porque nuestra mente está siempre acostrumbrada a reaccionar, pero con paciencia y persistencia se le logra entrenar, como a un elefante salvaje se le puede domar.


Reacción tras reacción

Nuestra mente siempre reacciona. Si es plancentero le gusta, si es doloroso lo rechaza. De esta forma vamos creando nuestra "personalidad" o nuestro "YO". A mi me gusta esto o aquello y a mi no me gusta lo otro. Pero realmente no es más que una ilusión, porque la que está reaccionando es la mente a las sensaciones y nosotros ni siquiera lo sabemos.

Todo lo que entra por nuestros sentidos genera una sensación en el cuerpo. Si está clasificada como 'agradable' reaccionamos positivamente y si está clasificada como 'desagradable' reaccionamos negativamente. Si alguien nos dice que somos atractivos, nos genera una sensación de bienestar y probablemente sonreímos o le agradecemos. Pero si alguien nos insulta, sentimos una presión en el pecho y usualmente reaccionamos insultandolo de vuelta o peleando. Cuando aprendemos a observar nuestro interior, antes de reaccionar vamos a ser capaces de identificar la sensacion y detener las reacciones negativas. Así, la próxima vez que un conductor de taxi nos cierre y mente la madre, en vez de sacar la cabeza por la ventada del carro y vociferar como un orangután, podremos identificar la sensación de rabia en el pecho, sabremos que es pasajera y que no vale la pena mortificarnos por algo que es impermanente, por lo cual esperaremos a que la sensación pase y no reaccionaremos.

Eso no quiere decir que nos vamos a convertir en unos pendejos y vamos a dejar que todo el mundo abuse de nosotros. Por el contrario, vamos a tener una mayor capacidad para actuar y reaccionar en las situaciones difíciles de la vida. En vez de reaccionar apasionadamente, las decisiones van a ser tomadas de una forma desapegada, como dirían por ahí 'con cabeza fría', y los resultados serán más acertados. Las situaciones que requieran de mano dura seguirán siendo afrontadas, pero no habrá ni angustia ni sufrimiento cuando toque actuar. Será como en una obra de teatro, se representa el papel adecuado pero el interior no se desequilibra.

Las cosas son como son y las sensaciones que entran por nuestros sentidos son pasajeras por lo cual ninguna de ellas debería generar reacción, porque cuando reaccionamos es cuando sufrimos. Si algo no nos gusta sufrimos porque no lo queremos, y si algo nos gusta sufrimos si lo perdemos. Lo que se debe entender es que todo lo que nos ocurre es pasajero y tarde que temprano se acabará, placer o dolor, vida o muerte, y así empezamos a comprender que no hay que reaccionar a nada y nuestro sufrimiento se reducirá.

A pesar de que intelectualmente es fácil comprender, es muy difícil aplicarlo a la vida diaria. La única forma de entrenar a la mente para que detenga la reacción a las sensaciones es mediante la meditación o el yoga. Mediante la técnica de meditación vipassana se aprende a observar las sensaciones burdas y sutiles en el cuerpo, se experimenta en carne propia el significado de impermanencia y se controla a la mente para que no reaccione, logrando, con mucha paciencia y persistencia, acabar con el sufrimiento en nuestras vidas.

En este punto entendí cuando Jesucristo decía que si te golpean en una mejilla pusieras la otra. No era que el hombre fuera un pelotudo, sino que nos está enseñando que no debemos reaccionar al estímulo que entró por la puerta del tacto. Si te golpean te da ira y reaccionas con ira golpeando al otro y sufriendo tu y haciendo sufrir a los demás. Pero si sabes que es una sensación pasajera y no reaccionas, al tiempo cuando tengas tu mente entrenada, ningún estímulo externo podrá perturbar tu paz interior.

El sufrimiento no está tan lejos como creemos

El sufrimiento no sólo está en las cosas grandes como la muerte de los queridos, la propia, las catástrofes o en la pobreza. El sufrimiento está continuamente en la vida de todos. Cuando me molesta lo que dice el otro, cuando otro carro me pita, cuando no me veo bonito en el espejo, cuando las cosas no salen como YO las quería, cuando alguien habla mal de nosotros, cuando nos levantan la voz, cuando la comida no está sabrosa, etc, etc, etc. El sufrimiento está ahí día a día y lógicamente se agranda cuando nos enfermamos o cuando alguien muere. Sufrimos profundamente y no aceptamos el presente.

La liberación finalmente es ser consciente de las sensaciones y tener la suficiente ecuanimidad (imparcialidad) para no reaccionar ni por lo placentero ni por lo desagradable. Acepto el presente como es y no me afecto. Como dirían las abuelas, "Está sobre el bien y el mal". Parece que cuando esto se logra, un velo de oscuridad es levantado y tanto lo considerado bueno o malo es visto con amor y compasión. Por algo Jesus dijo en la cruz, "Perdónalos porque no saben lo que hacen". Quién en sus cinco sentidos diría una cosa de esas cuando se está con tres clavos atravesando las extremidades, flagelado y con una corona de espinas? Pues alguien que no tiene la ignorancia de reaccionar a las sensaciones del mundo exterior y puede ver a sus propios asesinos con amor.

La urbanidad de Carreño

Pero no crean que todo era espiritual durante estos días. Convivir con veinte indios día y noche es lo que realmente lo purifica a uno y si esto no lo libera, es porque estamos condenados al sufrimiento eterno.

En diez horas y media de meditación es imposible pensar que ningún gasecito se escape de alguno de los impermanentes cuerpos de los presentes. Luego de la primera media hora mi vecino se echó una ventosidad larga y apretada como una trompeta y mi 'reacción' fue de risa. Al segundo, el de atrás eructó como un trombón y hasta su aire me llegó a la espalda. Ya no me dio tanta risa, pero igual sonreí. Y así empezó toda una orquesta de gases desentonados que no culminaba. Luego de unos minutos ya mi 'reacción' no era de risa, sino de deseos asesinos. Sólo me provocaba pararme a cachetiarlos, decirles que no podía meditar gracias a ellos y callarlos. Pero no. Tenía que observar mis sensaciones y no reaccionar. Ser ecuanime.

La orquesta creció en miembros. Llegaban nuevos sonidos graves y agudos, acompañados de sutiles olores con las propiedades de los ingredientes del almuerzo del día o la falta de comida en los estómagos de los espirituales meditadores. El señor del frente no sólo se balanceaba para soltar sus tonadas, sino que el olor de cabello sin lavar, revuelto con humor a humo de fogata, salía bailando al son de su melodía directo hacia mis fosas nasales. En un momento entraron por las puertas de mis sentidos la vibración de la trompeta, el viento del trombón, el aroma de la fogata y el pensamiento de ahorcarlos a todos.

No me imagino como será una sesión del parlamento de este país? Eso debe ser toda una sinfonía. Será que para aprobar una ley se echan un pedo y para negarla un eructo?. Y cómo será cuando le quieren hacer oposición al Primer Ministro?, será que todos sueltan sus flatulencias a la vez, o más bien en ráfaga para no dejarlo hablar?.

Yo estuve pensando en echarme uno de los mios y enseñarles como es un gas con aroma de café. Creo que me hubieran esculpido en una estatua de buda. Me hubieran llamado el buda que se peda y se ríe. Pero con miedo de que el chiste me saliera con curry, preferí observar en silencio y sin reaccionar.

Y ni hablar cuando salíamos. Mientras caminaban se pedaban tan seguido, que algo que es 'impermanente' parecía 'permanente'. A pesar de que lavaron sus trapos y faldas todos los días, que olor tan 'permanente'. Luego de unos días de sólo tener comida india el cuerpo empieza a destilar una mezcla de curry con pecueca mojada. Por mucho que me enjabone el olor no pasa. Este olor sí se volvió 'permanente' y sólo con moverme, la puerta de mi nariz lo recibía con escalofrío. Ahora imaginense a estos indios que desde pequeñitos sólo comen curries. El olor es tan penetrante que ni Cristo los hubiera perdonado!.

Las mujeres eran más reservadas en el salón de meditación, pero en sus alcobas y baños gemían como si tuvieran a un mozo de contrabando. Sus saris eran lavados todos los días, pero igualmente el olor azotaba las puertas de María Andrea como un vendaval. Con razón el segundo día vi a la pobre con una cara como si le hubieran robado el alma. Yo pensé que era por tanto dolor y cansancio meditando, pero en realidad era su ecuanimidad que estaba desequilibrada.

Nadie iba a pensar que al pasar de los días, al observar nuestra reacción a los estímulos externos y al poder mirarnos tal como somos, todos estos sonidos se convirtieron en música celestial y los olores en incienso bendito.

La felicidad está en el interior

Como todo en la vida, la maestría de cualquier arte sólo se gana con la persistencia diaria. El día que logremos entrenar a nuestra mente a que no reaccione, es el día en que estamos libres de los sentidos y entre lo que entre por las puertas no nos va a afectar. Diez días que parecían una tortura se convirtieron en el mejor regalo que nos hemos dado en la vida. El regalo de empezar a conocer quien somos y como podemos dejar de sufrir por cada vicisitud de la existencia.

Usualmente culpamos en los factores externos nuestra felicidad o infelicidad. Soy feliz si tengo la casa de mis sueños, el trabajo bien remunerado, las vacaciones exóticas, si tengo buena salud, o si la gente me aprecia. Pero igualmente soy infeliz si fulanito no se comporta como "Yo" quiero, si el jefe me regaña, si estoy enfermo o si el vecino es displicente. La gran enseñanza de Buda es que la felicidad está en el interior y podemos ser completamente felices apesar de que el mundo se esté derrumbando. Pero para logarlo debemos entrenarnos para observar nuestro interior y para detener nuestras habituales reacciones que generan sufrimiento.

No nos queda más que desarles, como Jesucristo dijo, que la paz esté con ustedes. Porque sólo cuando la paz está adentro y no reaccionamos a las sensaciones es cuando conocemos la verdadera paz.


P.D

Ya no tienen disculpa para seguir sufriendo y lo bueno es que no hay que venir a la India por el curso ni para la sinfonía de gases. El curso lo dictan en Colombia, USA y toda latinoamérica. Visiten esta página para más información.





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25th November 2008

La ciudad de la Alegría
Estimulado con sus crónicas y fotografías, estoy releyendo el libro de Dominique Lapierre "La Ciudad de la Alegría"que transcurre en Calcuta y contiene todo lo caótico e impresionante para nuestra visión occidental que describe Mateo de la India y mucho más, pero con la enseñanza de que a pesar de la pobreza e ignorancia, el alma humana se puede sublimar al comprender la impermanencia del cuerpo y existir alegría y amor donde nosotros solo vemos miseria e inmundicia, porque la felicidad y la paz son interiores. El símbolo hinduista de la flor de loto es una excelente símil de la mente que supera las crudas realidades de lo mundano y se eleva sobre la materia así como la flor de loto emerge bella y limpia del fango que la rodea.
25th November 2008

jajajaj!!!
pues gocé como loca leyendo esta crónica. La sinfonía de gases estuvo estupenda, y sólo puedo pensar en lo afortunados que fueron los compañeritos indios en no haber tenido que experimentar una de tus mega ventosidades al curry... creo que ni el mismísimo Buda lo hubiera soportado. Genial la experiencia, espero poder hacerla dentro de poco. Eso sí, sin orqueta india a mi lado. Y los comentarios de las fotos geniales como siempre!!
28th November 2008

saludo
creo q`no necesito ir la India, ya conocì puntual/. sus costumbres y demas, no sabìa meditar ya aprendì, pero as`de profundo talves no me apunto, q`relatos tan espectaculares. Saludos edo. trujillo
29th November 2008

Las Enseñanzas de Buda
Hola Queridos Mateo Y Maris:Quiero manifestarles mi temor por los graves disturbios en Bombay;Se que estan en otro lugar pero la inseguridad es manifiesta en todo el pais:Las enseñanzas de Buda estan "en nuestro interior"pero para lograrlo debemos entrenarnos para observar nuestro comportamiento y controlar las reacciones que ocasionan el sufrimiento"...Riguroso entrenamiento de 10 dias para meditar y llegar a este control de los sentidos....Un abrazo grande, espero su regreso sin ninguna novedad y con anhelo por verlos...
2nd December 2008

El efecto liberador.
Leyendo su magnífico relato, pude comprobar una vieja teoría y es que los pedos tienen un efecto de liberación espiritual. Basta con observar la actitud de inocencia del que los emite. Recuerdo una vez a mi amigo Cachuchecho, en una finca de Riosucio, cuando llevábamos 5 horas sin comer nada, nos ofrendó un "vizcaino" descomunal. Al hacerle el reclamo nos dijo sabiamente: Si ven que cuerpo tan agradecido. Solo me he tomado una naranjada en el día y miren como reacciona. Una demostración palmaria de que mi teoría funciona. Así y todo, por favor Mateo, cuando regresen abstente de practicar la teoría en público, a no ser de que sea una necesidad apremiante de abrirte espacio en un tumulto o congestión. Un gran saludo Jorge Berrío
5th December 2008

Buenísisisismo
Ole Mate y Mariandrea!!! Que nota de crónica, bitácora, diario.... me encantó!!! Me dio mucha risa o mucha impresión la sinfonía de vientos!! Muy buen regalo: La felicidad en el interior. Bakano!!! Un abrazo
20th July 2009

VIPASSANA, LA EXPERIENCIA.
Muy buenas a todos. Yo tambien entre en vipassana sin saber muy bien donde me metia, pero mi experiencia, sin tanto gas, ni mucho menos, fue tambien la experiencia de mi vida. No se muy bien como, ni quien pero si se que alguien se ha encargado de presentarme esta tecnica de la que nunca antes habia oido hablar y a la que me hizo saltar sin red. Desde mi contacto con la meditacion me han ido pasando cosas curiosas y poco a poco como se comenta en el articulo, las cosas van cambiando y se empiezan ha ver las cosas de otra manera. No quiero alargarme mas, solo animar a todo el mundo a que si tienen una oprtunidad, se animen ha probar esta tecnica si ningun tipo de temor, ya que es beneficiosa no solo para el practicante, sino que poco a poco sus frutos llegan a todo el mundo. Como decis en el articulo, verdadera paz para todos. Agur

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