Advertisement
Published: September 12th 2012
Edit Blog Post
Hoy nos levantamos bien temprano para nuestro segundo día de buceo del viaje. Estábamos bastante entusiasmados con el paseo ya que supuestamente íbamos a bucear en el mejor “dive spot” del golfo y, además, teníamos grandes posibilidades de ver tiburones (esta vez de los grandes!). El paseo no defraudo!
Luego de probarnos los equipos llegamos hasta el norte de Koh Phangan para embarcarnos rumbo a la “Sail Rock”, nuestro lugar de buceo. En el barco éramos unos 15 buzos que luego de un pequeño “briefing” fuimos deleitados con un rico desayuno en altamar. La diferencia de este lugar de buceo con otros que hemos hecho es que se encontraba en medio del mar, más precisamente una roca en el medio del mar, rodeada de vida marina. Al llegar a destino nuestro Dive Master, un holandés llamado Aksel (casi tocayo) nos contó cual era el plan para el buceo y como tratar a los tiburones. Mi expectativa era que la explicación me ayudara a tranquilizar a Maria, pero hizo el efecto contrario, en ambos! Nos dijo que posiblemente íbamos a ver bullsharks, que son los terceros más agresivos, y en este caso de tamaño bastante considerable (entre 2,5 y 4m!). También existía
la posibilidad más remota de ver whalesharks, los tiburones más grandes del mundo, aunque en este caso mucho menos agresivos. Creo que la idea de Aksel era asustarnos un poco para que respetemos a los animalitos ya que nos contó que diariamente hay unos 40 buzos en la zona y nunca hubo ningún problema. Allí asumimos que el peligro con referencia a los tiburones era mínimo, lo que nos hizo entrar al agua con mucha tranquilidad.
El primer buceo fue excelente, el agua a 29 grados, visibilidad unos 15 m y millones y millones de peces, en general bastante grandes en relación a los que estamos a acostumbrados a ver en el caribe o en Brasil. A unos 15 m de profundidad la visibilidad caía enormemente al llegar a una capa turbia llamada “termocline”, justamente allí es donde se esconden los tiburones a cazar. Al pasar por la zona de los tiburones (el lado norte de la piedra) vimos, en una fracción de segundo, un tiburón de unos 3 metros devorar un pez y luego volver a ocultarse en la oscuridad. Nos quedamos con una sensación entre excitación y decepción por no haber podido ver claramente lo que sucedió. Continuamos
el rodeando la isla a una profundidad de entre 15 y 25 metros hasta que se nos acabó el oxígeno. Excelente buceo! Definitivamente en nuestro top 3 personal!
Luego de un buen almuerzo y un generoso tiempo de relax decidimos alistarnos para el segundo buceo. Esta vez el plan era conocer una “chimenea” submarina (tal cual lo dice la palabra, una especie de chimenea donde se entra por una abertura a 17 m y se sale por la punta, a unos 4 m de profundidad) y concentrarnos en la búsqueda de los tiburones. A los 2 minutos de bajar, yo venía al final de nuestro grupo (Aksel, la alemana Gina, Maria y yo) y fum! … me paso un tiburón enorme a 4 m de distancia y fum! … otro! A todo esto el resto de grupo paseaba alegremente hacia la chimenea.
Al terminar de pasar por la chimenea, que por cierto estuvo muy buena, partimos a ver a los tiburones. A pesar de que la visibilidad había caído mucho, en especial en esa zona más turbia, pudimos disfrutar de 8 o 10 tiburones (en realidad deben haber sido 2 o 3 que pasaron varias veces). Siempre los vimos uno
por vez y nos pasaban, sin darnos mucha bola, a entre 4 y 6 m. Los tiburones eran los tipo Bullshark y si bien tenían “solo” unos 3 m, eran tan enormes de diámetro que realmente impresionaban. A pesar de la impresionante experiencia, con María coincidimos que durante el buceo no tuvimos nada de miedo. Creo que ayudo mucho que los tiburones no estaban muy curiosos con nosotros, me imagino que si uno se hubiese acercado a chusmear, los latidos y el consumos de aire se hubiesen disparado!
Terminamos uno de los mejores días del viaje leyendo en el hotel y viendo el atardecer. Mañana por la tarde partimos en ferry-omnibus hacia Bangkok, nuestro último destino antes de volar a Londres. A pesar de la tristeza por el fin de nuestras vacaciones nos vamos muy contentos por las experiencias vividas y los lugares y culturas conocidas. A partir del 16 de Septiembre empieza una nueva etapa en Oxford a donde vamos con muchas expectativas por disfrutar de un gran año. Con este capítulo cerramos nuestro “travel blog” del sudeste asiático y esperamos que les haya gustado leerlo como a nosotros escribirlo. La verdad que esto del blog ha sido una
nueva experiencia para nosotros y lo hemos disfrutado mucho. Hace varios años estamos lejos de nuestros amigos y familia y ha sido una gran herramienta para estar un poco más cerca y compartir con ustedes parte de nuestra vida. Les agradecemos por compartir este viaje con nosotros!
Advertisement
Tot: 0.124s; Tpl: 0.011s; cc: 6; qc: 44; dbt: 0.1005s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1;
; mem: 1.1mb
Mami
non-member comment
Menos mal que me entero ahora...
Y sí si hubiera sabido esto de los Sharks no hubiera dormido, por supuesto, qué coraje!!! Yo ni en pedo hubiera puesto un pie en el agua. De todos modos me imagino que para ustedes debe haber sido una experiencia increíble. La verdad chicos que viajecito!!! Me alegro mucho que hayan tenido esta experiencia. Nosotros compartimos desde acá todo lo que conocieron, muy buena idea lo del blog. Bueno en síntesis, lo más positivo de todo esto es que faltan menos días para verlos. Les mando un beso gigante y les cuento que tengo impreso el diario del viaje a Asia para volver a leerlo tranquila. Mil besosssssssssssssss. Los amooooooooooooo