DÍA 11: De Quepos a Puerto Jiménez


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Published: August 19th 2010
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Etapa 5: de Quepos à Puerto Jiménez


UNA BUENA CARRETERA ASÍ SOLO PUEDE CONDUCIR A UN BUEN CHORIZO



7h30- Nos despertamos para lo que acababa de ser nuestra última noche en este hotel. Por fin... se acaba lo malo (en parte, claro). A Sonia le cuesta muchisimo ponerse en marcha, le recuerda un poco la sensación de somnolencia de cuando se toma el myolastan... Algo no va bien.

Vamos a desayunar en el hotel, el desayuno es humilde y sencilo, pero está bien: frutita, gallo pinto y café. Nos ponemos en marcha y nos damos cuenta de que nos olvidamos unos zapatos de Sonia en Montezuma... es lo que pasa cuando se sale deprisa y corriendo a por una mermelada... que uno deja atrás sus zapatos... es una pena, pero son cosas que pasan. Nos prometemos revisar siempre las habitaciones antes de irnos para que esto no vuelva a suceder. ¡Vamos! Que lo más importante ahora mismo es salir de aquí.

Hoy nos dirigimos hacia la Peninsula de Osa. Un sitio más al sur de dónde estamos ahora y que el Pou recomendó mucho a Tamim. Le dijo que Manuel Antonio era Disneylandia comparado con esto.
Lo bueno es que hace poco han construido una
Habitacion Iguana LodgeHabitacion Iguana LodgeHabitacion Iguana Lodge

vista desde fuera
nueva carretera costera que lleva hacia allí. Es sin duda la mejor carretera de Costa Rica (es la misma que cogimos anteriormente para ir a Quepos).
Lo malo es que está limitada a 80 km/h, y a veces, a 60 km/h, porque son carreteras que pasan por pueblos... Paramos a reponer gasolina y un poco de sangre a Sonia, que está todavía muy somnolienta. Se toma una bebida "Adrenalin Rush" a ver si hace efecto y de repente nos damos cuenta de que el problema es que se está tomando doble dosis de antihistamínico, y el nuevo para los picores es algo fuerte... resultado: mucho muuuuuuuuucho sueño. Paramos los antihistaminicos ya!

A salir de la gasolinera, Tamim se confia y por primera vez, Sonia no le repite las velocidades limitadas (pensando justamente que no necesitamos una multa por exceso de velocidad). Pero la verdad es que los limites a veces son un poco excesivos, aunque se entienden, considerando el estado de la mayoría de las carreteras y de las sorpresas que uno se puede encontrar.
De hecho, un señor con una gorra y un uniforme nos hace un gesto para que nos paremos... Exceso de velocidad, según su maquinita,
HabitacionHabitacionHabitacion

desde dentro
ibamos a 106 km/h en una carretera de 60 km/h. Un poco improbable considerando que justo salíamos de la gasolinera, igual íbamos a 80 km/h o por ahí pero vamos, no íbamos a discutir con las fuerzas locales. En lugar de preguntar los papeles, nos pregunta que a dónde vamos, y de dónde venimos (hmm... eso recuerda a algunas fuerzas de la ley de algún que otro país que controlamos).
Pide los papeles y se va a su moto. Tamim le sigue, y regresa con los papeles del coche y nos volvemos a poner en marcha. Una multa de esas asciende a unos 500 dolares. Nos escapamos con un apretón de manos con una mano con un billetito de 15€. Asunto solucionado

Tras este pequeño incidente que no acabó haciendo un gran agujero en nuestro presupuesto, seguimos nuestro camino hasta la Peninsula de Osa. Dudamos entre dos ciudades de destino: Puerto Jimenez o Bahía Drake (pronunciese como se lee, no a la inglesa). Tenemos una preferencia por la segunda, pero el estado de las carreteras ahí está muy muy mal. Es la zona más aislada del pais y ahí, donde hay rio, no hay puente... Hablando de puente, pasamos
Sonia y el Blog...Sonia y el Blog...Sonia y el Blog...

una nueva historia de amor
algunos puentes "en construcción" que parecían que se iban a deshacer por nuestro paso... Qué miedo! Pero aquí estamos para contarlo, así que bien.

Finalmente, nos decantamos por Puerto Jimenez. Hay un parque nacional en la peninsula de Osa, el parque nacional "Corcovado", que es un parque virgen con mucha densidad de animales. Este es el plan. Se puede acceder al parque desde ambas ciudades. No estamos muy a favor de los riesgos en países que no son el nuestro así que optamos por la opción segura, y nos vamos a Puerto Jimenez.
Ya tenemos vistas opciones de hotel.

Por fin llegamos a Puerto Jimenez, un pueblecito pequeño, con cierto encanto. Vamos a un hotel que vimos en la guía “Playa Preci-Osa Lodge”. Nos indican un camino que seguimos un rato y nos sorprende no ver ningún hotel por el camino, y nos estamos alejando de la playa… se supone que el hotel donde vamos está en la playa. Volvemos a preguntar, efectivamente, nos habían indicado mal… podríamos haber seguido así un rato largo. Llamamos al hotel para que nos indiquen el mejor camino y nos informan de que están cerrados y nos recomiendan el hotel “black turtle”.
TamimTamimTamim

disfrutando de una limonada natural "frozen"
Ahí que vamos. De camino, nos paramos en un hotel que iba anunciado y que no tenía mala pinta. En la entrada, lo que parece ser una recepción, no saben decirnos si tienen habitación libre o no (¿?). No tienen…

Seguimos hacia Black Turtle. Llamamos antes por si acaso. Tienen habitaciones, una en lo alto, nos gusta esta idea. Llegamos y ahí está un señor americano que nos hace visitar. Solo le queda una habitación libre, y no tiene baño. Para ir al baño, hay que dar un buen paseo por una mini selva tropical. La habitación es preciosa. No tiene ventanas, solo mosquiteras, una cama grande en medio. Muy bonito pero… no baño! Nos dice que la mujer que nos atendió por teléfono no está por aquí y no sabe. Bueno, nos quedan dos opciones en la zona, así que vamos a probar suerte. Pasamos un hotel, el coco lodge. Solo tienen tres bungalows y está completo… así que solo nos queda una opción para alojarnos en esta ciudad, el Iguana Lodge que nos dice el señor del Coco Lodge que vale 150 dólares por persona. Probamos suerte de todas maneras. En el peor de los casos, volvemos al Black Turtle y veremos lo que hacemos mañana.

Llegamos al Iguana Lodge, muy bonito lugar. Nos atiende Giovanni, un costarricense de padre español. Pedimos ver la habitación y nos mira un poco de reojo pensando que igual este hotel está fuera de nuestro alcance. Nos avisa de que el precio es de 152 dólares. Vamos a ver la habitación. Es muy bonita, tiene un baño precioso. Hay una parte que da al océano. Negociamos precio por dos noches. Nos lo deja por 100 dólares. Podríamos haber bajado más pero bueno, nos pareció un buen precio para este “palacio”. Aquí nos quedamos. Además, después de la experiencia en Quepos, nos merecíamos un homenaje!

Nos instalamos y bajamos a comer. El restaurante da a un jardín que da al mar, al golfo dulce de la Península de Osa para ser más exactos. Muy bonito. Nos recuerda a Montezuma, con menos turistas. Tenemos que decidir qué vamos a hacer como excursión antes de las 3. Mientras comemos, vamos barajando opciones. Sonia quiere un día de relax mañana, y pasado podemos ir de paseo por el parque natural de Corcovado. Vamos viendo las opciones y preguntamos a Giovanni. Nos dice que Corcovado queda lejos y que la ruta es un poco cansada y nos recomienda ir a Cabo Matapalo. Dice que se ven los mismos animales que en Corcovado y que está a 45 minutos de donde estamos. Para mañana, nos proponen una vuelta en barco para ver delfines y posiblemente ballenas pero cuesta 250 dólares… mucho dinero para los dos, así que optamos por el Canopy, que es un sistema de cables enganchados a lo alto de árboles, como tirolinas, pero vas enganchado de un arnés y vas de árbol en árbol. Hay un centenar de canopys en toda Costa Rica. Dicen que este es bonito porque se ve el mar también. Así que reservamos esto y para pasado mañana, haremos lo de Matapalo. Comemos ligero porque esta noche, es una noche especial “pasta” y la cocina huele de muerte! Además de la pasta, es una velada donde vienen ticos al hotel para cenar y bailar con los turistas.

Después de una siestita cortita y una larga largísima ducha con presión, agua caliente y baño de lujo, bajamos a la terraza, con vista al jardín y al golfo dulce y seguimos un poco con el blog. Empieza la música (demasiado alta, pero bueno, intentan animar a la gente, lo que pasa que a la hora de la comida, mejor empezar por música más tranquila y luego subir el tono, pero qué le vamos a hacer!).
La pasta está buena pero no tan buena como olía. Luego empiezan a bailar y Sonia se hace la loca y vuelve a ponerse con el blog. Ahí que viene Giovanni para sacar a Sonia a bailar (Sonia sospecha que Tamim hizo señales a Giovanni para que la sacara a bailar), ésta se resiste un poco pero acaba aceptando. Merengue merengue merengue... una canción, y una ampolla después, Sonia vuelve a lo suyo como si nada.

Nos vamos a dormir. Son las 21h30, y mañana toca madrugar. Nos vamos a dar paseítos por la cima de los árboles.

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