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Published: January 16th 2009
Resumen de las actividades del día: Viaje en autobús desde Udaipur hasta Chittaurgarh. Visita al Fuerte (100 Rs). Dentro del fuerte: vista de Torre de la Victoria, templo Meera, templo Kalika Mata, Palacio Rana Kumbha, Palacio Padmini. Cena en el restaurante del Hotel Pratap Palace. Me despierto temprano (7:30 hs) y subo a desayunar: Mientras espero a Lola me asomo a los ventanales. Udaipur comienza a levantarse. Desde aquí se ve lo que ocurre en otras terrazas; terrazas donde han dormido, y ya se levantan, despojándose de sus mantas, algunos aquí bien denominados “sin techo”. Enrollan su delgado colchón y comienzan con su higiene personal. Se oye el ronco y chirriador carraspeo de algún otro vecino, fumador trasnochado, tratando de aclarar su garganta. En los restaurantes de las terrazas de otros hoteles comienzan a aparecer los primeros turistas, desperezándose. No hace falta verles la cámara de foto para identificarlos, pero a ninguno le falta. Las vistas desde las alturas permiten una visión más arquitectónica de la ciudad, más geográfica, más gélida. Una vez desayunados y en las calles, la ciudad es otra. Ahí… y sin cambiar la temperatura ambiente, la ciudad hierve. 😊
Nos dirigimos a la terminal de
autobuses. El conductor del rickshaw nos pregunta a cual de las dos ¿a la gubernamental o a la privada? Le decimos que vamos hacia Chittaurgarh y le preguntamos si hay autobuses desde la Gubernamental. Pues hacia allá vamos! Ni bien entramos vamos a la taquilla, nos derivan a otra ventanilla. Se nos acerca un individuo (carpeta y folios en mano) y nos dice que lo sigamos hasta el autobús.
- Oiga, que no hemos sacado el billete.
- Que me sigan, que ya salimos - Dice.
El autobús no tiene ninguna identificación.
- Pero ¿este autobús va a Chittaurgarh?
- Que sí. Que ya nos vamos! - Insiste.
Bueno, un señor con papeles y carpetas entre manos siempre inspira confianza… 😊
Vaya! Con la curiosidad que me producen las estaciones de autobuses y apenas tuve oportunidad de verla.
Al rato de andar en el autobús, el buen señor, que del controlador/expendedor/revisor se trataba nos expende el ticket por valor de 75 Rs cada. Habíamos preguntado el precio el día anterior en algunas agencias y (las que lo vendían) nos pedían entre 120 y 150 Rs. Las que no lo vendían nos aconsejaron que compremos
directamente en la estación… más barato y tendríamos autobuses que salen casi constantemente. Y tanto! 😊
Cuatro horas de viaje para 112 km. No sé si era un mal promedio. 😞
Chittaurgarh era la primera de las ciudades a las que llegábamos sin reserva de hotel. Los que habíamos visto por Internet no nos convencían, por lo que decidimos ver
in situ que se nos ofrecía. Teníamos el listado de hoteles, las direcciones y algunas someras referencias de algunos.
Al bajar del autobús nos abordan varios conductores de rickshaws. Uno de ellos con exasperante insistencia. No nos permitía ni siquiera dialogar entre nosotros. Era realmente agobiante. Creo que ni a mi hijo menor le he dicho nunca tantos “noes” en tan poco espacio de tiempo. Pudieron ser 10 negativas en un minuto. 😞
Su principal propuesta era llevarnos al hotel Pratap Palace. El precio del viaje era lo de menos, cada 3 de mis negativas bajaban 10 rupias de su tarifa. Le dijimos que no teníamos reservas pero que queríamos ver algunos hoteles, en principio: el Panna, correspondiente a la red estatal (RTDC). Al final nos llevaría por 20 rupias independientemente de que fuésemos o no
Ticket del autobús
Totalmente rudimentario. Coste del pasaje desde Udaipur hasta Chittaurgarh: 75 Rs. Distancia: 112 Kma ver a “su” Pratap Palace, creo que, con la absoluta certeza de que terminaría por convencernos. Además, comenzaba a ofertarnos su servicio de visita completa al Fuerte con una duración de 3 horas. Difícil lo tenía… pero aceptamos que nos lleve al Panna por las 20 Rs. 😊
El hotel no nos gustó y nos cruzamos a ver otro que estaba a 100 mt (creo que el Kirti Plaza). Era más moderno, pero tampoco encajaba con nuestros requerimientos mínimos de higiene. El
rickshawero, ahí, expectante e insistente, continuaba recibiendo mis “noes”. 😞
Como estábamos con las maletas, decidimos que Lola se quedaría en la puerta de este último hotel mientras yo iría caminando a ver a otros dos que estaban frente a la estación del ferrocarril (el Chetak y el Shalimar). Habíamos desistido ya, definitivamente, de los servicios del conductor. Según mi mapa la estación no estaría a más de 500 mts. Un paseíto. Pero, caminados los 500 mts,… de la estación ni vestigios. 😞
Por suerte, el que había “cortado relaciones” con el
rickshawero había sido yo, pero él no había desistido en su intento. Ahí vuelve a aparecer con otra propuesta. Me llevaría gratis
Una de las siete puertas que hay que atravesar para llegar al fuerte
1. Padan Pol - 2. Bhairon Pol - 3. Hanuman Pol - 4. Jorla Pol - 5. Ganesh Pol - 6. Laxman Pol - 7. Ram Pol
hasta la estación del ferrocarril si yo aceptaba ir a ver luego y sin ningún compromiso, al Pratap Palace. Aceptado! 😊
Las habitaciones que nos ofrecían en los mencionados Chetak y Meera dejaban mucho que desear. Como ya podréis ir imaginando, esta historia de desencuentros tendría un final feliz. 😊
Resumiendo y evitando explicaciones sobrentendidas: pasamos a buscar a Lola que ya llevaría un buen rato esperando. El tantas veces injustamente rechazado Pratap Palace sería nuestro hotel por esa noche, por sólo 700 Rs (duro regateo mediante). El precio “oficial” de esa habitación era de 1000 Rs. (El
rickshawero también habría visto mermada su comisión).
Esta larga anécdota sirve para resaltar la importancia de la perseverancia del
rickshawero, no sólo para obtener la mejor rentabilidad en los negocios, sino también para exaltar el carácter luchador y entusiasta del
chittaurgarhense en general, como digno descendiente de los antiguos guerreros que defendieron su fuerte hasta la muerte.
Pero la anécdota no quedaría completa sin decir que… fue nuestro conductor en la visita al fuerte! 😊
El precio habitual de un rickshaw para llevarte a recorrer el fuerte es de 180 Rs (es lo que nos cobró) y
Otra más
En ésta, atención al detalle, no poco frecuente de ver cuatro personas montadas en una moto. En este caso dos niños, pero otras veces cuatro adultos su contratación es realmente imprescindible. El Fuerte es el más grande - aunque no el más interesante - de Rajasthan. Tiene un perímetro de 36 km y las distancias entre los templos y palacios son casi imposibles de recorrerlas andando.
En realidad el fuerte me resultó poco atractivo. Quizás el hecho de haber estado anteriormente en otros fuertes más interesantes es lo que le haya quitado mérito a Chittaurgarh. La mayoría de los turistas eran procedentes de la misma India, había muy pocos occidentales, lo que posiblemente sirva para corroborar mi impresión.
Quizás deba excluir de esta diatriba al templo de Kalika Mata, que resultaba atrayente por la gran afluencia de devotos. Era día domingo y muchos fieles acudían a hacer sus ofrendas y veneraciones. Las manifestaciones de adoración a sus dioses te deja un tanto deslumbrado; sus acciones y gestos parecen exagerados, pero evidentemente es su forma “natural” de expresar amor a sus deidades.
Al regresar le pedimos al
rickshawero que nos deje en el centro de la ciudad, para poder recorrer sus calles. Nos dejó en un extremo de la ciudad vieja. Supusimos que sería interesante recorrerla a pie. A poco de andar nos dimos
cuenta del poco atractivo que tenía la ciudad. Una vez visto el fuerte nuestro siguiente objetivo era encontrar un cyber para poder pasar las fotos a CDs. Nadie conocía ningún lugar donde pudiéramos hacerlo. No podíamos creerlo. Por fin pudimos dar con el único lugar con conexión a Internet del que nos pudieron dar cuenta en Chittaurgarh, que estaba a mitad de camino de nuestro hotel.*
*
Decidimos dejarlo para la mañana siguiente. Cuando comenzamos a caminar no nos habíamos imaginado que la caminata hasta el hotel nos llevaría más de una hora, y que se tornaría tan extenuante. A estas alturas ya sabía que el -al principio - “poco atractivo” de la ciudad se podía sustituir, sin necesidad de mentir, por “nada atractivo”.
Ya llegando al hotel nos cruzamos nuevamente con nuestro
rickshawero. Obviamente, nos saludó con una amplia sonrisa… pero ya no nos insistió más en nada. 😊
El hotel es muy bonito por fuera pero muy sencillo en su interior, tiene 14 habitaciones, la nuestra era bastante amplia, con un horroroso mural detrás del cabecero de la
cama. Habían dicho que habría agua caliente por la tarde pero no fue así. 😞
Cenamos en el restaurante de nuestro hotel (es una de las recomendaciones de la guía Trotamundos). La comida no estuvo mal, estaba poco especiada, tal como lo habíamos solicitado. He visto una rata que se paseaba alegremente por el salón. Si estaba tan alegre, seguro que es porque estaría de festejos con algunas más de su misma especie y condición. 😞
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Bego
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siguiendo tu ruta
Eduardo, no se si este es el relato que mas me ha gustado pero sí el que mas me ha divertido, tu forma de redactarlo lo hace realmente ameno. Supongo que en el momento, tantos noes no te harían mucha gracia, pero la tiene. Tambien te agradezco este respiro en la historia que nos cuentas porque eres tan gráfico que también sufro cuando detallas lo triste. Un saludo Bego