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Geo: -15.6693, -69.7117
Estos últimos dos días han sido en el aislamiento. El domingo a primera hora partí hacia las islas de lago titikaka primero las islas flotantes de los uros, una comunidad que en la actualidad vive en el lago titikaka sobre islas flotantes que ellos construyen hechas de totora, originalmente en tiempos antiguos esta era una tribu que vivía en tierra pero por los conflictos con los incas y otros pueblos deciden construir sus casas sobre las balsas de totora y luego construir estas islas de totora sobre el lago. Básicamente las construyen con las raíces de la totora y luego con la misma totora que van poniendo sobre ella en capas, hay una foto que aparece un habitante explicándolo. Estas se agrupan en varias comunidades de las cuales varias están abiertas al turismo, todas las que tienen torres de totora, las demás no quieren contacto con los turistas. Ya en esta isla uno se empieza a sentir como muy extranjero en medio de comunidades tan pequeñas y diferentes, hasta en el idioma porque hablan un español muy mezclado con el quechua. Luego de llegar a la isla y conocer un poco de la comunidad que vivía allí nos llevaron
a otra isla en una de las balsas de totora, estilo matarangi pequeña. De allí tomamos el bote que nos llevaría a la siguiente isla en tierra firme eso sí, amantani, a unas 3 horas adentrándose por el titikaka. Al llegar esperan algunas personas de la comunidad que son quienes nos van a alojar y allí nos separan al grupo para ir a alojar a las casas de las familias a mi me tocó en la casa de Isabel, y nos empieza a llevar a su casa que quedaba arriba del cerro, bueno esta isla está formada por 10 comunidades que en total son unas 500 personas, sin luz, ni agua, ni celular, ni autos, etc. aislamiento total. Al llegar a su casa construida en adobe y con puertas muy pequeñas para la altura de la gente de allí, y luego de mostrarnos las piezas, bajamos a la cocina a almorzar una sopa de quinua y un plato con papas de algún tipo y un queso derretido, no comí mucho porque no me sentía muy bien. A las 4 de la tarde nos reuniríamos en una plaza para subir al punto más alto de la isla donde hay un templo
y de donde veríamos el atardecer. El solo trayecto para llegar a la plaza me dejo agotado y luego venia la subida de verdad, la que no me iba a perder a pesar de la dificultad para respirar, la isla está en los 3800 metros sobre el nivel del mar y subiríamos a unos 4200, después de varias paradas en la subida llegue a la cima de donde se tiene una vista espectacular del lago titikaka y hasta de la cordillera real de Bolivia y todo con una luz de atardecer. Luego pensé que con la subida había pasado lo peor pero la bajado resulto igual de difícil y tuve que ir parando muy seguido, luego al llegar a la casa había un momento para recostarse luego la cena y un espectáculo que tendría la comunidad, pero luego cuando me levante para la cena me sentí pésimo, sobretodo de la cabeza así que solamente tomé un te de coca y me fui a dormir. Dormir como 12 horas de corrido, creo que recuperé todo el sueño perdido, y amanecí mejor, para ir a tomar el desayuno que nos preparó Isabel, una especia de panqueque, y luego bajar a tomar el
bote para dirigirnos a la siguiente isla. Creo que a pesar del dolor de cabeza, fue de las mejores días del viaje, el lugar en si su entorno alejado del mundo, la cultura tan distinta, y poder compartir con la gente en su rutina diaria, fue toda una experiencia, da mucho que pensar la forma en que vive esta gente. Yo había leído que en general eran mal pagados por estos servicios que ellos hacían así que junto con la otra pareja de franceses que me tocó estar en su casa decidimos comprarle algunas cosas, bueno yo le compre un gorro y guantes que ella me había prestado el día anterior por el frio que hacía. Lo bueno que ella nunca ni siquiera nos ofreció cosas para vender como otras personas del lugar que eran insistentes, y luego se mostró muy agradecida, en realidad es tan poco pero para ella significaba harto, si situación económica es difícil, su esposo de hecho trabajaba en puno. Una comunidad que aun se mantiene algo intacta esperemos que el turismo no la arruine y que los tjs puedan llegar también, bueno según me comentó el hermano de puno no daban abasto para llegar a
predicar hasta allá. Bueno eso un resumen de mi estadía en la isla de amanti, que resultó muy interesante, 100% recomendable.
Al día siguiente ( hoy lunes) fuimos a la isla de taquile similar un poco a la anterior, aunque se notaba con más influencia externa, más que anda recorrimos la isla, su plaza y almorzamos en uno de los restaurantes que funcionan como cooperativa. De todas maneras resulta extraño como aunque están tan cerca, una hora en bote, tienen muchos aspectos culturales distintos, hasta en su vestimenta.
Luego de 3 horas llegamos de vuelta a Puno, y a prepararse para mañana que parto a Bolivia, veremos que tal resulta.
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