Velero por el Caribe

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5 egun egin ditugu Karibeko itsasoan belaontzi baten, Panamatik Cartajenara. Gure ametsa bete dugu baina hau da heltzean hemengo backpacker baten itxi dugun idatzia:

"Sobre el velero xxxx,

Acabamos de hacer el viaje en velero desde Panamá a Cartagena con Peter y Paola. Visto que la polémica está servida y no somos los primeros en llegar no satisfechos, hemos decidido escribir nuestra experiencia para que otras personas tengan más información a la hora de elegir o recomendar este barco.

Que tuvieramos que comprar nosotros toda la comida en un supermercado antes de salir, aunque luego nos devolvieran el dinero, fue un mal comienzo. Peor fue que las salchichas compradas se las comieron ellos y la carne misteriosamente desapareció (Peter dijo que se habia estropeado el segundo día, aunque yo dudo que estuviera tan podrida como toda la comida qu tenían en el frigo y no tiraban). Por ello, la mayoria de comidas fueron patatas y pasta. Los desayunos todos los días café y un solo día arepas.

También nos molestó que Peter nos mintiera diciendo que no tenían gafas de snorkel, y el último día encontré dos pares en un armario. Tampoco se molestó en enseñarnos a pescar o animarnos a hacer alguna actividad, ni a darnos demasiadas explicaciones sobre los Kunas, la navegación etc.

Su mayor preocupación era la arrogante y nerviosa Paola, y la de Paola Peter. El peor momento del viaje, que nunca olvidaremos fue la primera noche. Peter y Paola se fueron a cenar a un catamarán que estaba a 200m del nuestro. Ya de noche comenzamos a oir gemidos y gritos de placer desde el otro barco. Eran Paola y la otra chica las que gritaban. Estaban haciendo una orgía o algo similar. En principio lo tomamos con humor. Después yo me desperte a media noche, resulta que nuestro capitán y su chica habían regresado a nuestro barco, pero seguían con la fiesta. Es dificil de explicar, pero estando a excasos 2m de nosotros, Paola gritaba como un animal. Eran gritos de placer y dolor mezclados. Podría ser sexo anal, sadomasoquismo o yo que se. Creanme que yo no me asusto con cualquier cosa, ni mi novia es una monja. Pero la situación era tan exagerada y anormal que tuve que pedirle a Peter que pararan, porque mi novia estaba asustadísima. Imaginense los gritos para que llegaran a asustarnos.

Al día siguiente Peter se disculpo con una sonrisa y el resto de días aunque no paraban de hacer el amor, lo hacían como personas civilizadas.

Por lo demás, el viaje fue tranquilo y correcto. Peter era correcto con nosotros, pero me hubiera gustado que me animara apescar o a bucear, porque nuestro objetivo no era solo la de transportarnos a Cartagena.

Aunque se rompió una de las velas, la velocidad era de unos 4 nudos de media y llegamos en el plazo de días previsto. No obstante, el primer día no pudimos sellar los pasaportes en San Blas (Peter y Paola creían que era lunes, cuando en realidad era domingo y el señor de inmigración no estaba allí). Por ello y porque el de inmigración no llegó hasta el mediodía siguiente, no pudimos conocer las islas del Rosario, tal como Peter nos había prometido, igual que prometió hacer una barbacoa etc. etc.

En fin, no fue una pesadilla ni un desastre, pero hubo muchas cosas que mejorar. Por ello, ninguno de los 5 pasajeros recomendamos viajar en este barco."

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Photos

Cartagena de Indias
Colombia