Tafi del valle, arqueología del Norte de la Argentina

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Partimos de Tucumán en el bus que nos llevaría en 2 horas a Tafi del Valle, al llegar el impacto del cambio de los años, lo que era un remoto pueblito sin mucho desarrollo y turismo, ahora es un centro turístico de gran importancia en el norte de la Argentina, alojamientos de todo tipo, restaurantes, sitios de ventas de productos locales y artesanías, todo lo tiene el hermoso pueblo de Tafi... Encontramos un pequeño y sencillo hostal administrado por Antonio 'Quiqui', un español que a los 12 años llegó a Argentina y se caso prontamente con su primera esposa, quien murió rápidamente dejando atrás a su joven viudo con 3 hijos, lo que el destino le pinto a Quiqui fue casarse con la hermana de su difunta esposa y con ella criaron los hijos y hasta hoy viven juntos y administran el hostal en Tafi y en el invierno viven en su casa familiar en Tucumán. Que increíble pareja, Antonio y Perla nos alojaron con gran cariño y compartimos varias charlas muy interesantes. Esta pareja también se convirtió en nuevos amigos......
El primer día en Tafi nos enteramos que los menhires o los monolitos antiguos ahora estaban todos juntos en un parque arqueológico que el gobierno había creado para su protección en el pueblito vecino del Mollar. Visitamos en Tafi el museo de los jesuitas donde se ve una pequeña colección arqueológica y religiosa de los jesuitas. Vimos unas bellas cerámicas y piedras esculpidas por los antiguos.... Caminamos luego por los alrededores del pinturesco Tafi, tomamos una cerveza artesanal y comimos algo rico, otra buena muestra del buen gourmet de la Argentina.... Al día siguiente fuimos al Mollar, unos 15 minutos en vehículo desde Tafi, un pequeño y remoto pueblo que tiene en un costado de su plaza principal el parque arqueológico de los menhires, allí se encuentran ubicados artificialmente unos 100 monolitos de los cuales sólo unos 15 aun vislumbran vestigios de su talla original, sin embargo si uno analiza cuidadosamente y observa con detalle los monolitos se ve las sombras de lo que algún día fue su tallado... Allí estuvimos varias horas, incluso con la emoción de estar en el sitio y viendo las estatuas que inspiraron el último capítulo del libro de david, fuimos a la biblioteca del pueblo y donamos para ellos y su pueblo el libro de 'las estatuas del pueblo escultor'.... Linda sensación pensar que los locales podrán acceder el libro y aprender sobre las esculturas de san Agustín y el macizo colombiano. Volvimos a Tafi del valle, caminamos sus bellas calles y comimos su comida y por supuesto bebimos otra botella del delicioso vino argentino! Ha sido toda una gran aventura vinícola probar los deliciosos y económicos vinos argentinos! En el hostal del Quiqui conocimos a Emiliano, quien se animo a acompañarnos al día siguiente al paseo para visitar las ruinas de Quilmes.....

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