Advertisement
Published: July 26th 2008
Edit Blog Post
Nuestro próximo destino fue
Bruselas, la capital de Bélgica y el centro administrativo de la
Unión Europea. Es considerada la capital de la
Unión Europea, con lo que eso implica: mucha gente de distintos países conviviendo... y mucho tráfico! Veníamos de pueblitos pequeños de cuentos, cuando entramos en el caos vehicular de Bruselas. Por momentos pensamos en ir a buscar otra ciudad, pero con un poco de paciencia pudimos llegar a la estación de trenes y conseguir alojamiento.
Estuvimos en el
Comfort Art Siru, un hotel muy interesante situado en medio de la ciudad. Es un hotel temático, dedicado al arte, por lo que todas las habitaciones y pasillos tenían una decoración muy particular (eso que hoy en día llaman arte, pintar colores y formas inentendibles). Pero bue, era divertido.
Salimos por la tarde a pasear, y siguiendo nuestro plan de civilizar a los niños, los llevamos a una vuelta en el tren que va por debajo de la tierra, mas conocido como Subte, en Argentina, o Metro en España. Para ellos fue como llevarlos de paseo por Disneylandia, estaban contentísimos.
Nos bajamos en una de las estaciones que está cerca de la plaza principal y de allí empezamos a caminar. Durante
la caminata fuimos parte de un grave incidente internacional, del cuál pudimos zafar sin la intervención de la Embajada o de la Cancillería. Resulta que después de 3 cuadras, Pedro empezó a protestar por la caminata. Cuando le dije que recién empezábamos, y que íbamos a caminar por una hora mas, empezó un escandalete en el medio de la calle, revoleando sus brazos por todos lados. En ese momento pasó al lado suyo una japonesa, que iba pensando en el sushi que se iba a comer por la noche, y que llevaba apenas sostenida en su mano una moderna cámara de fotos digital. El brazo de Pedro hizo contacto con la cámara de la ponja, y esta salió despedida unos 3 metros, impactando fuertemente sobre el asfalto (explicación de perito!). La ponja lo miró a Pedro con ganas de hacerle un harakiri y el enano se asustó bastante. Yo le empecé a pedir disculpas en español, para que le quedara bien claro que no nos íbamos a entender (en caso que quisiera una compensación por daños y perjuicios). Cuando vio que no íbamos a entablar conversación, se dio media vuelta mientras nos mandaba a dar una vueltita por el monte
Mitsubishi.
Lo bueno de este casi conflicto internacional es, que por un lado no hubo falta recurrir a la diplomacia consular para solucionarlo, y que por el otro Pedro quedó asustado. Asi que cada vez que no hacía caso por algo, lo amenazábamos que venía la ponja a buscarlo y se quedaba quietito. Pobrecito, en Europa los japoneses están por todos lados, así que siempre estaba en enemigo nipón amenazante cerca nuestro!
Nuestro primer objetivo, luego del tremendo incidente oriental, era encontrar la estatua mas famosa de Bruselas, el
Manneken Pis. Si esta estatuita estuviese en Argentina se llamaría "El Pendex Meando", porque no es ni mas ni menos que un nene de medio metro, agarrándose el pirulín y haciendo pis en una fuente.
Hay varias leyendas tras esta estatua, pero la más famosa es la del duque Godofredo II de Brabante. En 1142, las tropas de este señor de dos años de edad batallaban contra las de los Berthout, señores de Grimbergen, en Ransbeke. Las tropas pusieron al infante señor en una cesta y la colgaron de un árbol, para animarse. Desde allí, éste orinaba sobre las tropas de los Berthout, que terminaron perdiendo la batalla. Otra
leyenda cuenta que en siglo XIV Bruselas llevaba bastante tiempo sitiada por una potencia extranjera. Los atacantes había ideado un plan para colocar cargas explosivas en las murallas. Sucedió que un niño pequeño llamado Juliaanske estaba espiándoles cuando las preparaban. Orinó sobre la mecha encendida y salvó así la ciudad.
El tema, mas allá de las leyendas, es que es una estatuita que todo el mundo pasa a visitar, y en la cuál se sacan las típicas fotos. Hay fiestas en que disfrazan al nenito (por ejemplo, de Papá Noel para Navidad) y otras en las que hasta cambian el agua de la fuente por cerveza. Lo mejor que encontramos nosotros en esta estatua, fue que al lado hay una chocolatería con una fuente de chocolates que es mucho mas interesante para contemplar, que perder tiempo con mirando a un nene haciendo pis. En casa ya tenemos 2 que hacen lo mismo!
Seguimos caminando por la ciudad, mirando las chocolaterías que hay en sus calles. Cada una con una vidriera mas golosa que la anterior, una delicia! Luego pasamos por el circuito de iglesias, donde una vez mas prendimos velitas para pedirle a Jesús que nos haga mas
buenitos. Luego pasamos por el palacio real, y nos quedamos un rato "descansando" en los juegos del Parque Central de Bruselas.
Se acercaba la noche y la panza empezaba a reclamar combustible. Mariela había estado hace como 10 años en Bruselas y se había quedado con las ganas de comer en una callecita llena de restaurantes típicos, que está detrás del palacio. Así que allí fuimos a deleitar un plato típico Belga: mejillones al vino (con cerveza!).
Después de la cena, volvimos caminado al hotel disfrutando de las calles de Bruselas.
Advertisement
Tot: 0.077s; Tpl: 0.011s; cc: 10; qc: 25; dbt: 0.0399s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1;
; mem: 1.1mb