Del Caribe al Pacifico

Central America Caribbean » Costa Rica
March 2nd 2011

Published: March 3rd 2011

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leyrevarela

Momentazo

Que no se haga mayor

La carretera hasta Cahuita se convierte de nuevo en un pequeño martirio, esta vez por el trafico de camiones hasta Puerto Limón, donde años atrás se decidió construir un puerto estratégico de mercancía en Centro America, y pusieron la primera piedra allá donde había un limonero. Pasamos por Siquirres, y nos enteramos de que hasta mediados del siglo XX, los negritos Del Caribe tenian prohibido pasar esta poblacion hacia el oeste del pais. Y es que aquí el Tico es de piel oscura, descendiente de ex-esclavos jamaicanos que vinieron a esta costa en busca de trabajo. El ambiente, las casas y los ritmos son caribeños, aunque el mar no refleja la estampa imaginada de cualquier otro rincón del Caribe, de agua calma, sino que aquí las olas rompen con fuerza, tanta como en el Pacifico.

Nuestra primera parada en ruta nos asoma a un carácter algo mas hostil de la gente. Le concedemos a Maite que se estire de su sillita por un rato, y nos acercamos a un quiosko de comida donde nos atiende una señora tras unas rejas. Ademas de pedirle un helado, le pregunto por algún baño que pueda utilizar y, con gesto opaco y desconfiado, primero

Primeros banos en el mar

Prefiere la piscina, como su madre

me dice que no, y luego que igual si, que puedo ir donde su madre, pero que tendría que "cobrarme el doble". Se acerca a Maite con una carantoña fingida y mucha agresividad implícita, con un comentario desafortunado de, esta niña, esta niña no sonrie nunca, nunca, y Maite, que apenas suele negar sonrisas, le responde con la misma desconfianza y casi indiferencia. Asi me gusta, mi niña.

Así que, pensando que la siguiente parada que me concederá mi chico puede ser en unas cuantas horas y que mi vejiga tiene algo menos paciencia que yo, decido adentrarme entre las casas del lugar y buscar un alma generosa que me ofrezca su baño. Y all estaba el, tumbado el una hamaca a la sombra, pecho descubierto, el estereotipo de macho que vive de Rodriguez, recordandome las peculiaridades de la especie masculina - independientemente de su nacionalidad, color de piel o condición social - cuando no cuenta con una mujer que ponga orden, armonia y limpieza en su hogar. Entrar en aquella "casa", por llamarlo de alguna manera, fue, como diría yo, una experiencia transformadora. No tuve tiempo de fijarme en los detalles del salón-dormitorio, pero, el baño, en el

Manzanillo

Caribe sur

que pase un lindo ratito, era una taza de excusado rodeada de calzoncillos colgados mojados, no se si limpios y secandose o simplemente mojados, un cubo a rebosar de papel usado como alternativa a obstruir el inodoro, y un rollo de papel higiénico limpio sobre una repisa en la pared, que me sorprendo gratamente de encontrarme. Lo agarro no sin cierto escepticismo, para encontrarme, no por favor, una bola de mas papel de origen y vida desconocidos, incrustado dentro del carton. Socorro.

Le doy las gracias a la salida porque realmente ha facilitado mi objetivo y me ha ofrecido su casa con amabilidad y desinterés, y casi me hace pensar que quizás no debería estresarme tanto cuando viene algún amigo a casa y considero que esta demasiado desordenada para visitas.

Llegando a Cahuita nos damos cuenta de que este rinconcito de la costa sur caribeña esta menos desarrollado turisticamente y guarda un gran encanto. Casi ni pensábamos acercarnos a esta costa y nada mas llegar, nos alegramos de haberlo hecho.

Posiblemente la mejor opción para quedarse en Cahuita es hacerlo en Playa Negra al norte. Son playas de nuevo mas para surf que para baño, pero magnificas

Carretera a Manzanillo

Cuanto mas al sur, mas salvaje

para pasear a la sombra de los cocoteros y demás arboles, y sobre todo, están prácticamente desiertas. Echo de menos un baño de esos de aguas turquesas y mar tranquilo, pero aquí, no toca. Como nunca organizamos nada de antemano, nos quedamos sin sitio en el Playa Negra Guest House, seguramente la mejor opción del lugar. Pedimos habitación para esta noche pero no tiene nada libre hasta después de Semana Santa. Así que nos asentamos en El Suizo Loco, y es que esta zona esta llena de Europeos que un día decidieron dejarlo todo atrás y simplificar su vida.

El Parque nacional de Cahuita tiene un recorrido de 8 km paralelo al mar y con vistas a el, pero por un bosque a la sombra, en el que nos encontramos con monos y cientos de pájaros. Maite empieza a familiarizarse con el baño en el mar, aunque las olas le dan todavía miedo. A ver si va a parecerse a su madre. Eso si, se relame con el sabor a salitre de su piel. Igualita aquí si, a mi.

Sin mucha expectativa, cenamos en el Sobre las olas, regentado por un matrimonio Italo-tico, y nos acabamos deleitando con

Punta Cahuita

Parque Nacional

un snish a la parrilla, un pez local de exquisito sabor que me transporta por un rato a Getaria.

Valoramos descansar un día mas en Cahuita pero al final nos animamos a seguir bajando hacia el sur, cerca de Puerto Viejo de Talamanca, en Playa Cocles. La carretera vuelve a estar llena de baches, y me vuelvo a preguntar para que tanta paliza mientras hacemos el camino, pero cuando llegamos a la zona, mas espectacular y salvaje que de donde veníamos, se me olvidan todas las incomodidades de nuestro corto viaje. Inspirada por un vino blanco - o dos - en una terraza a escasos tres metros de la orilla, en el Salsa Brava, - nombre que lleva la ola izquierda de Puerto Viejo- le decía a Javi que los viajes son fiel reflejo de la vida. Había que verle, claro, la cara a mi chico cuando empiezo una reflexión frente al mar con una frase así, el pobre con cara de, menudo tostón filosófico me va a tocar ahora tragarme. Pensaba yo que estando en Cahuita me entran ganas de quedarme allí, disfrutar de lo conocido, no complicarme, y cuando nos animamos a tomar esa carretera llena de

Que bonito

Photoshop cropping

baches, pienso que para que, pero nada mas llegar a destino reconozco que vale la pena, y agradezco habernos empujado fuera de la comodidad para conseguir avanzar y seguir enriqueciendonos con nuevas experiencias. A veces nos equivocamos, a veces hacemos el camino para nada, pero siempre merece la pena de una manera u otra, aunque solo sea para apreciar lo que tuvimos y por lo tanto, aprender a apreciar mejor cada instante que poseemos. La cara de mi chico es un poema, como ocurre frecuentemente cuando abordo cualquier tema no cuantificable según sus parámetros, y yo me pido otro vino.

En el Tótem en Playa Cocles, coincidimos con Olga, una catalana que trabaja allí desde hace dos anos. Es la primera española que nos encontramos y sin embargo me cuenta que de los 1500 habitantes del lugar, de 42 nacionalidades, el 60% son espanoles. Por cierto, estas son las frases que me gustan a mi other half, bien claritas y cuantificables. Olga me cuenta que con el sueldo que gana al mes, bastante inferior a un sueldo medio en Espana, despues de gastos de alquiler por su casita frente a la playa, le da para vivir como cualquier mileurista

Entre monos

Vikinga en el Caribe

en España pero con menos complicaciones. No es un planteamiento para todo el mundo, pero cuantas personas trabajamos, progresamos, nos convertimos en presos de nuestra situación laboral para sobre todo buscar un espacio para alquilar la casita de Olga frente al mar caribeño en el sur de Costa Rica.

Cenamos en La Pecora Nera, que tiene fama de ser uno de los mejores italianos de todo Costa Rica, y aunque la cocina es espectacular, el servicio nos deja un poco frios tras varios incidentes. Eso si, la peque va adquiriendo modales de buena mesa y se comporta como una mayor.

Y toca pasar a la siguiente pantalla. Hace un tiempo algún viajero aficionado a los videojuegos que no recuerdo ahora mismo decía que viajar es como ir cambiando de pantalla en un juego. Yo tampoco es que soy una avida lectora, pero si tengo esa sensación de abrir un libro nuevo cada vez que cambiamos de población, de alojamiento, de gentes, y este nuevo libro en el Volcan Arenal esta siendo inesperadamente especial.

Retomamos la carretera a Limon, de ahí a Siquirres y por San Miguel llegamos a La Fortuna, base para explorar el Volcan Arenal. Menos

Aguas del Caribe

Un poco menos domadas

mal que mi chico hace la labor de lectura e investigación mientras yo me dedico a… buscar excusas, y el tiene claro que no nos quedaremos en la Fortuna, donde hay cientos de hoteles, sino que vamos a conducir, por un camino inhóspito, - como no – hasta El Castillo, 10 kilometros por el monte, a través de los cuales nos acercamos al Volcan. El Castillo es un pueblecito tranquilo y familiar, donde uno se siente en casa desde el minuto que llega. Intentamos alojarnos en el Esencia Arenal, pero ya no tenemos sitio, y es que, reconocemos, cierta organización de antemano a veces tendria su recompensa. Aun asi, Nico nos recomienda otras cabinas en el pueblo cerca de ahí y nos anima a que sigamos utilizando su hostal como base. El Esencia es uno de los backpackers mas especiales en los que habremos estado en todo el mundo. Tiene un concepto de hostal, a $ 14 la cama por persona, con las mejores vistas al volcán y a la laguna, una refrescante piscina y la cuidada mano de Mario, un chef que vive allí y que por $10 deleita cada noche a los 20 huespedes con un menú vegetariano

Tambien le gusta el mar

Como a su padre

con inspiración de distintos lugares del mundo, que presenta de antemano en la cocina comedor que compartimos. Le ayudamos a cocinar, en este caso, a preparar unos nam indues, que ha ideado como acompañamiento al menú indio de esta noche. No solo esta exquisito sino que Mario le pone una atención muy personal y un cariño intimo, tanto a su cocina como a su timido acercamiento a los demás.

Como colofón de la noche, entre los huéspedes tenemos a un suizo afincado en Benaojan, guitarrista de profesión y vocación, y amante de la guitarra española, que llego al Esencia como primer destino en Costa Rica, ha viajado por el país durante dos semanas, y ha decidido regresar donde Nico para pasar sus últimos cinco días en el país. Nos deleita con un recital de guitarra clásica española bajo la luz de las velas, que literalmente me hace llorar con Maite en brazos, mientras veo que la peque, que había empezado a sentirse ansiosa por ser su hora de dormir y tras un dia de mucha carretera, de repente se calma y escucha y disfruta con los acordes. La cocina, la guitarra, lo que pueden hacer dos manos y mucho

Paseando a la enana

Sin que sirva de precedente

amor dice mi chico. Y pienso que Nico, que regenta con cariño y bastante altruismo el lugar desde hace ano medio, es un claro reflejo de que la gente especial atrae a gente especial como estos dos artistas, cada uno en su genero.

Por la mañana me acerco a un restaurante simplemente a calentar un biberón, y salgo media hora después literalmente con la carne de gallina. Que te ha pasado, me pregunta Javi, y es que viajar te brinda la oportunidad de cruzarte en el camino con personas hechas de una pasta especial, que te ayudan a tomar un poco mas de conciencia de donde estamos y a preguntarnos de nuevo que es lo que queremos en esta vida. Me regalarías un minutito de microondas por favor, que estoy donde Anais pero para no molestarla de nuevo, he visto que estabais abiertos y… Ah, yo tengo una amiga vasca, Aldekoa, y tu ese acento, no eres de por aquí, verdad? No, mexicano de Tasco, en el Estado de Guerrero. Y que te trajo a El Castillo? Estoy de paso por un tiempo. Y como asi elegiste este rincon? Fue tras un viaje que hice en bicicleta durante un

Me pillo la marea

En traje de bano

ano y medio desde Alaska hasta Ushuaia en Argentina, pase por aquí y dije que algún dia regresaría. Me quedo tres meses mas, hasta marcharme a recorrer el Amazonas. Y Martin me sigue contando, mientras recorre con su dedo indice el mapa que cuelga de la pared de su restaurante, de su viaje a pie desde Paris a Santiago de Compostela, y su travesia en camello desde Senegal hasta Egipto. Y cuando estoy a punto de preguntarle que impulsa a una persona a buscar retos en un mapa y cumplirlos a lomos de un camello, me dice, te acuerdas de Chernobil? Yo hice un viaje hace anos con mi mujer, mi madre y mi suegra desde Finlandia a Mongolia, ellas se me adelantaron y se me murieron las tres en el desastre nuclear. No se ni que decir, me siento ridícula, pequeña, humilde. Disfruto del silencio con el. Me hace recordar que el mundo es grande y solo nosotros lo hacemos pequeño, y que la vida es corta y solo nosotros podemos hacer cada momento eterno.

Volveremos en la tarde a tomar una cerveza con Martín para descubrir su lado mas particular. No había caído en la cuenta de

Suizo Loco

Chapoteando en Cahuita

que el restaurante en el que trabaja pertenece al serpentario del lugar, un lugar un tanto friki donde tienen en urnas de cristal toda clase de serpientes que habitan Costa Rica y el resto del mundo. Y en ese momento Martín empieza a desvelarnos su afición por estos reptiles, y es que su viaje por el Amazonas esta enfocado a investigar sobre bichos para producir un libro junto a otros tres compañeros. Y yo que había estado contandole nuestro viaje dominguero por el río de la desolación, que si en Alter do Chao hay unas playas preciosas, que si Leticia tiene todo sabor colombiano, que si el teatro de Manaos, .... Y el que solo va en busca de serpientes, nos cuenta que anos atrás las coleccionaba en casa, llego a tener 34. Y de donde las sacabas? No, me las traia de los viajes. Ah, uf, y como las traias, pregunto, interesada en conocer los detalles del proceso legal de importación de serpientes. Pues mujer, en un tubo así alargadito a lo largo de la maleta escondiditas, les haces unos agujeritos para que respiren y ya. Nosotros con los ojos como platos y el contandonos esto con tono de,

Jardines del Suizo Loco

En Playa Negra

pues como va a ser, como se ha traficado toda la vida con serpientes, vaya preguntas que tenéis. Pobre del agente de aduanas que haya hecho amago en alguna ocasión de revisar la maleta de nuestro Indiana Jones mexicano. Confirmamos que la selva y los viajes le han hecho un tipo duro, cuando nos habla de su experiencia en Puerto Limón, la ciudad mas hostil de Costa Rica, de la que tuvo que salir después de que un delincuente tuviera la mala idea de querer atracarle y acabara en coma en el hospital tras una buena paliza. El delincuente, claro. Tampoco entendemos como hizo para cruzar desde Panama a Colombia en su periplo en bicicleta de norte a sur del continente americano, y nos contesta de nuevo, con ese tono de obviedad, pues hablando con la guerrilla para que me dejaran pasar, no fue complicado. Me siento viajera dominguera de catalogo de El Corte Ingles.

Un tipo al que la vida le habrá hecho de hierro, decia, pero yo le veo con gran corazon y, sobre todo, cuando nos despedimos de el al dia siguiente, percibo en su mirada cierto sentimiento de soledad y tristeza, como de alguien que

Playa Cocles

Clases de surf

pertenece a todos los lugares y a ninguno a la vez, y tambien que pertenece a este mundo pero se siente un poco ajeno a el. El encuentro con Martin me revuelve un poco por dentro.

Tanto Martin como Nico nos recomendaran ir al Chollin, como llaman los locales a las aguas termales naturales del río, que se encuentran a escasos metros del hotel Tabacon, donde cientos de turistas disfrutan de las mismas aguas, pero pagando un dineral y dándose codazos en un entorno artificial. Las termas naturales son mas salvajes, quizás demasiado para un bebe, pienso yo cuando tenemos que atravesar un túnel de hormigón pisando fuerte río arriba para llegar a las pozas mas tranquilas, que por fin hacen las delicias de la peque. Pero mientras Javi avanza entre piedras con agilidad, yo despliego mi torpeza habitual, pierdo mi chancleta río abajo y me siento insegura con la bajada del agua hasta que una chica local, que disfrutaba de la tarde del sábado con su familia en las termas, deja de masajear la espalda encorvada de su viejo abuelo para venir corriendo a ayudarme tendiendo su mano. Entre gritos de nervios y risas, rodeada de la fuerza

Puerto Viejo de Talamanca

Salsa Brava

del agua, me hace recordar porque siempre buscamos estas alternativas a un hotel lleno de turistas, y es que estos momentitos vuelven a hacer merecer la pena viajar a miles de kilómetros de casa, para volvernos a encontrar con nosotros mismos quizas.

Mientras Maite disfruta de las aguas mas que templadas por el volcán, empiezan a caer gotas gordas del cielo, se nos mojan la ropa y las mochilas apoyadas en un árbol, pero tenemos al menos una toalla seca para la peque para llegar hasta el coche. Si ella esta arropada, nosotros así nos sentimos también y, aun sin ropa nosotros en el frio del anochecer, podemos tomar el camino de vuelta al coche. Mágico sentimiento, el de entrega a un hijo, de sentir que uno no necesita mas que lo que el necesita. Ahora me siento egoísta por todo lo que me he quejado en el pasado cuando tenia hambre, frío o suenho. Desde que soy madre, me alivia el alma dejar de pensar tanto en mi. Bueno, la verdad, de hambre me sigo quejando, y es que dice mi chico que soy un pozo sin fondo.

Volvemos de noche al Esencia a sentirnos en casa

Me los como

Con patatas

otro ratito, y nos damos cuenta de que personas que en otros viajes se habrían acercado a charlar, ahora nos ven con un bebe y huyen, como si les resultáramos una familia aburrida centrada en su bebe, y ahora son los abuelos los que sobre todo se acercan a nosotros, recordando a sus nietos que han dejado en casa. Me da pena que así sea, no por la pareja de holandeses que literalmente se levanta de nuestra mesa para ir a buscar otra pareja mas afin a ellos, sino por pensar que igual nos hacemos mayores y ya no pasamos por dos mochileros jovenzuelos en busca de aventura. Que nos da igual la verdad , porque asi nos sentimos, y ahora somos tres, y con la peque bajamos la media de edad.

La carretera a Monteverde esta, que sorpresa, sin asfaltar, y asi se há querido mantener para impedir el desarrollo excesivo de la zona, pero la llegada desde El Castillo es mas suave que la salida hacia Guacimal. Menos mal que Anais, la amable senhora que nos ha alquilado su casa estos días, me sugiere que la mejor forma de llevar al bebe por estas carreteras es en

Puerto Viejo

La mitad son espanoles

brazos, así lo ha hecho ella siempre con los suyos, y así, desde entonces, cada vez que se acaba el asfalto, saco a Maite de su sillita y la duermo en mis brazos preocupadome de sujetar bien su cabecita. Me siento mucho mejor y ella descansa mas tranquila. Tambien he desarrollado subconscientemente otra tecnica, cuando pasamos puentes sospechosamente suspendidos, y es la de meter la tripa, como para aliviar peso del vehiculo. No tengo claro que sirva para algo, pero lo sigo haciendo como reflejo automatico.

Los desayunos en casa de Anais nos han mostrado el caracter familiar de los Ticos, que hemos apreciado a lo largo y ancho del pais. Viajar con un bebe es una forma muy dulce de acercarse a la gente, y estamos acostumbrados a que las mujeres le muestren todo el carino a la peque, pero nos ha encantado ver que los hombres son muy afectuosos tambien. En casa de Anais, Olivier, el padre de familia, esta tan involucrado como ella en la educacion de los hijos y esto nos sorprende respecto a muchas otras culturas en las que los roles del hombre y la mujer estan claramente separados. Y creo que esto tiene

Se acabo la despensa

Pero no los mimos

que ver con el caracter honesto de la gente aqui, que cuando te encuentras a un hombre por la calle y necesitas una direccion o cualquier informacion, se vuelcan en dartela, y creo que en tus ojos perdidos ven un poco a su mujer, a su bebe, a su hermano. Eso si, hemos apreciado una dislexia considerable inherente a la cultura tica, y es que cada vez que nos tienen que indicar izquierda o derecha, apuntan, no sin titubear, al lado opuesto. Nos pasa una y otra vez, y cada vez que alguien se esmera en ayudarnos a encontrar el camino, intentamos aguantar la risa y centrarnos en escuchar como llegar a donde amablemente nos indican.

La madre que pario a Monteverde. Treinta años sufriendo el sirimiri en Euskadi y aquí se llama "piel de gato", pero viene a ser lo mismo. No ha parado de llover en casi tres días en el bosque húmedo. Y eso que estamos en la época seca. Bueno, época seca no existe como tal, hay época de lluvia y época de menos lluvia. Por lo visto la humedad del Caribe llega aquí, choca con las montañas y produce un efecto calabobo constante. Y

De faena

A por snishes

claro, con la peque, eso nos ha limitado los pateos al aire libre, porque su primera pulmonía en Costa Rica, aunque exótico, no seria muy apetecible. Aunque mi chico nos saca de la cama a las cinco de la manana para estar haciendo fila en la entrada al parque a las siete menos cuarto - que mono el, como le adoro -, llueve y llueve sin cesar y la peque y yo decidimos de buen criterio irnos a desayunar al hotel. Saca muchas fotitos y nos lo cuentas luego. Así que Javi, en su paseo, nos cuenta que ha visto unas flores que almacenan agua, como no, y ha atravesado también como curiosidad un punto limite en el que las gotas que caen justo a la izquierda van a morir al Pacifico y las que caen a la derecha del punto lo hacen en el Atlántico. Sin elección, por geología pura. Pero claro, como yo no estuve allí, me cuesta relatarlo con detalle y cariño, y es que hace poco descubri, dentro de la tranquilidad que dan las etiquetas que ayudan a poner nombre a lo que le pasa a una, que soy mas experimental que conceptual, y lo que

Volcan Arenal

Desde el Esencia

no he vivido yo, pues como que no existe para mi.

Disfrutamos de un cafe en el Hidden Canopy, un hotel en el bosque con casas suspendidas en los arboles, regentado por un matrimonio yanki-tico, con un concepto creado por una americana ejecutiva que, tras automatizar su propio trabajo en el micromundo tecnologico de Silicone Valley, se encontro fuera de la Compania y, con una buena indemnizacion, se puso rumbo a Costa Rica. Uno de esos lugares es los que, para garantizar el silencio a los huespedes, Maite es persona non grata por su juventud e inexperiencia, - y lo entendemos, nosotros mismos hemos buscado muchas veces estos sitios en nuestra era pre-babero - pero en el que compartimos un agradable momento con todo el equipo del hotel.

Monteverde es el destino que elige todo el mundo para los saltos en tirolina por el bosque. Pero a mi me da un poco de canguelillo y a mi chico no le apetece hacer de tarzan. Así que entre la inclemencia del tiempo y la saturación comercial del lugar, a pesar de que hemos disfrutado de la maravilla del bosque, decidimos seguir avanzando y poner rumbo a la costa del

Despues del bano

Y del pateo

Pacifico de nuevo, esta vez a Mal País, en la península de Nicoya.

Aquí descansaremos los últimos días del viaje, así que no creo que haya mucho mas que contar, por lo que creo que cerrare aquí mi blog de Costa Rica. Aunque nos acaban de decir en el Beija Flor, el rincón de colibrí balines que hemos encontrado, que nos acordemos siempre de cerrar la puerta del banho en la habitacion, ya que su configuración a cielo abierto es una tentación para los monos que juguetean de arbol en arbol encima de nuestra casita. Así que solo si Maite acaba con alguna mordedura de mono, o si me vuelve a dar la compulsion por darle a la tecla, le dedicaremos unas lineas mas en una nueva entrada de blog. Pura vida.

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