DÍA 10: Manuel Antonio

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LO QUE MAL EMPIEZA PUEDE ARREGLARSE CON UN PAR DE MONOS Y PEREZOSOS

8h30- Nos levantamos después de una noche toledana y ahí nos damos cuenta de que esta habitación es de las peores del país, y de las peores en las que hemos estado en nuestra vida. El somier se ha medio roto, hemos tenido que usar nuestros saco-sábana ante el tono de color de las sábanas de la cama. La tapa del water está reconcomida, no está sucio, pero da esta sensación... ¿Por qué no reparamos en ellos ayer cuando visitamos al habitación? Nos dejamos llevar por la buena crítica y por urgencia de coger la habitación antes de que los demás nos dejaran sin ella... ya pagamos por dos noches, así que nos tocaría repetir experiencia. Pero bueno... forma parte del trato... Tenemos que acordarnos de avisar a Lonely Planet. No pueden poner este hotel así de bien cuando está asi de dejado y cuando el trato es más parecido al de una fábrica que el de un hostal de mochileros.

Hemos quedado a las 9h con Justin y Amanda para el desayuno pero hablamos con ellos por teléfono, y nos dicen que se levantaron pronto y que ya desayunaron porque tienen 5 horas de camino hasta su próximo destino y quieren salir pronto. Quedamos entonces en el mismo sitio donde cenamos y comimos ayer, "el Café Milagro", así nosotros podemos ir desayunando y ellos nos alcanzan para un café. La verdad es que aquí, tienen muy buen café.
Antes del desayuno, pasamos por una farmacia a por medicina para los picores de Sonia. Una crema y un antihistaminico que por lo visto vale para esto. Sonia ya toma antihistaminicos todos los días para su alergia pero bueno, pica demasiado y tenemos cosas que hacer hoy mejores que pensar en los picores.
Vamos a desayunar. Sonia tiene gula repentina de dulce: pide unas crepes de banana, chocolate y coco (para los de Casablanca, os acordáis de las crepes de Boga Boga? pues ahí ahí está la cosa!), un batido de maracuyá y piña con yogurt y un café con chocolate, avellana y algo más. Como decía: dulce, dulce y más dulce... tanto que Tamim tuvo que lidiar contra tres abejas que se sintieron atraidas por el desayuno de Sonia, una de ellas se ahogó en su café...
Tamim pidió un croisan de tocineta (o lo que viene a ser lo mismo, bacon) queso y huevo, un café y zumo de naranja (este país no es de naranjas, aunque de eso se dio cuenta después).

Durante el desayuno, nos llaman Justin y Amanda y nos dicen que se han quedado atrapados en su hotel, que han levantado la carretera para un asunto de fontanería y que no pueden sacar su coche. Pensamos que era la carretera que llevaba a Manuel Antonio (que era donde ibamos nosotros) pero decidimos acercarnos al acabar nuestro café. Al menos, verles antes de que se fueran. La carretera estaba bien hasta llegar a la altura de su hotel. Efectivamente, habían levantado todo y no se podía pasar. Logramos saltar con la ayuda de los hombres trabajando ahí para pasar al hotel pero cuando llegamos nos informan de que nuestros amigos ya salieron. Claro, pusieron tierra para que pudieran salir coche hace 20 minutos y aprovecharon el momento para salir pitando. Ellos no tienen movil y les llamabamos o nos llamaban desde su hotel. No dio tiempo a una triste despedida, nos quedamos con el recuerdo de la última velada y con la certeza de que volveremos a verles.

Rumbo a Manuel Antonio. En 5 minutos, ya estamos dejando el coche para seguir andando. Pasamos a pagar nuestra entrada del parque. Tamim quiere ir con guía. Justin y Amanda nos contaron que vieron animales sin necesidad de guía pero Tamim insiste en que mejor con guía, así que así lo hacemos. Nuestro guía se llama Miguel. Acordamos ir solos y, auque hizo un intento de añadir a una pareja más, al final fuimos solos.

Este sitio es una pasada. El guía tiene ojos de águila! Nos enseña primero un grillo encima del tronco de un árbol. Estos grillos hacen un ruido enorme, se oyen mucho en los bosques ¿Pero cómo se pueden ver cosas tan pequeñas con vista humana?! Sigue la visita, vemos un saltamontes multicolor (lo llaman arco iris), una araña enorme, un cangrejo tropical en medio del bosque, un lagarto que tiene la capacidad de cambiar de color (pero solo de tonos de verdes, para fundirse con las plantas), una colección de murciélagos blancos pequeños, pero que se mueven juntos para asustar a sus depredadores, monos de todo tipo (mono titi o ardilla, mono congo o aullador y mono capuccino o cara blanca), perezosos (de los dos tipos, de dos garras y de tres, les vimos también en pareja), una tortuga con un diente extraño, unos patos encima de ramas de árbol... iguanas, un coatí, mapaches (que robaron una bolsa de comida a unos turistas en la playa...).
Este parque tiene un sendero que ronda la playa. Es precioso! Es imprescindible acercarse a Manuel Antonio si se viene a Costa Rica!
Vamos a preparar un juego de adivinanzas para ver si podéis encontrar el animal que se esconde detrás de cada foto. Es increible! Lo del guía fue acertado, y lo recomendamos. Miguel estuvo muy entretenido y muy avispado.

Cuando acabamos la visita, volvemos a la playa, nos cambiamos y nos damos un baño. Maravilloso!!! Volvemos hacia Quepos. Sonia está hambrienta y paramos a comer en un restaurante que vimos en la guía, una especie de Mexicano/Caribeño. Pedimos para compartir, un atún con patatas y encima, tomatitos cortaditos con cilantro y cebolla, y un taco de camarones.
El atún está... MIAM! riquísimo. Nos lo sirven además tal y como lo pedimos, rojo, nada más que vueltica y otra vueltica, pero está en su punto justo de cocción, es decír: crudo. Está pescado de esta mañana y se nota. Qué lujo.
Recapitulamos, en este país, dos manjares y un líquido que no se deben perder si vienen a Costa Rica: la piña y el atún, y evidentemente, el café!

Después de la comida, Sonia se siente muy pero que muy dormida. Vamos al hotel para echarnos una siesta (Sonia sobre todo). Se despierta de la siesta todavía más cansada. Vemos unos episodios de la serie "The IT Crowd" (ya no nos quedan episodios de The Wire) y salimos en la zona común del hotel. Hacemos tiempo antes de salir a cenar, y finalmente, nos damos cuenta que son las 22h y aquí, a estas horas, no se puede cenar en ningún sitio.

Así que regresamos a nuestra habitación con la cama rota y el colchón malo e intentamos dormir.

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Photos

Desayuno gargantuesco
... y dulce dulce para Sonia

cangrejo tropical
en medio del bosque

mapache cruzando
dispuesto a robarle un poco de comida a los turistas

Mono ardilla
o mono titi

Mono cara blanca
o capuccino

Autofoto
en la playa de Manuel Antonio

Comments

[Monoloco]

El animal que se esconde detrás de cada foto es... Tamim. Me lo habéis puesto muy fácil.