Día 6: de Tamarindo a Montezuma


Advertisement
Published: August 4th 2010
Edit Blog Post

Total Distance: 0 miles / 0 kmMouse: 0,0

Etapa 3


UNA MÁSCARA CON MUCHA PERSONALIDAD, Y UN TRAYECTO DE MONTAÑA RUSA



9h20- Nos despertamos más tarde que nunca en Tamarindo. Será el efecto de haberse bañado en el océano el día anterior. Nos ponemos en marcha, listos para el desayuno.
Sonia se levantó con ganas de comer un bagel con salmón y queso tipo philadelphia. Justo en la esquina de la calle que bajaba, había un sitio de desayunos "Olga's Coffee Shop", por lo visto, la dueña es una rusa que lleva 12 restaurantes en Rusia y que se enamoró de Costa Rica y de su café... allá que vamos. Sorpresa! hay Bagels de salmón! (a lo mejor el subconsciente de Sonia se fijó el día anterior sin que se diera cuenta y le entró ganas de comerse esto en particular... si no, menuda coincidencia!)
El servicio no era muy allá, Tamim tuvo que ir a por un trapo y limpiar él mismo la mesa. Estamos de vacaciones, zen...
Intentamos pasar por una farmacia antes de salir para comprar pastillas para el mareo en barcos tipo biodramina, pero la farmacia estaba cerrada (aunque el cartel indicaba lo contrario... otra vez la historia de los carteles!)...

Recojemos nuestras cosas y nos ponemos en marcha, rumbo al sur de la peninsula de Nicoya. En principio, ibamos a ir a una reserva natural llamada "Reserva absoluta Cabo Blanco", pero de camino y leyendo la guía, nos damos cuenta de que cierra los lunes y los martes, justo cuando ibamos a estar por ahí. Sonia va leyendo la guía de la región mientras Tamim va conduciendo por unas carreteras con unos baches que parecen montañas rusas naturales.
En un principio, Sonia se sentía atraída por un sitio llamado "Mal País" por la única razón de que tenía un restaurante de Sushi "exquisito"... Pero la verdad es que el pueblo en sí no era muy recomendable si no surfeabas... Sonia siguió leyendo hasta encontrar el pueblo de Montezuma. Un pueblo descrito como Hippy pero que conserva su encanto, cosa que se aprecia después de pasar por Gringolandia.

Pasamos por varios pueblecitos pequeños. Las carreteras que nos llevan son en mayoría pistas, solo accesibles en 4x4. De repente, Tamim frena en seco y da marcha atrás para parar en la tienda de un artesano de la madera. Ahí tenía unas cuantas esculturas y máscaras. Qué máscaras! Preciosas! Un trabajo muy poético, dijo Sonia. Dudamos
Un tronquito de madera Un tronquito de madera Un tronquito de madera

en la playa de Montezuma
entre una máscara que pesaba más que los muros de la casa y una que estaba tallada en madera de caoba, y con un toque inacabado. La cara tiene un gesto con mucha personalidad, como si tuviera muchas historias que contar. Tamim dudaba entre una y otra y se decidió por la elección de Sonia. Seguimos nuestro camino hasta parar en una soda, también en el medio de unas pistas. Allí, tomamos un par de coca colas y luego un refresco llamado "Taranjo", un poco curioso, una bebida gaseosa con sabor a mandarina y pomelo a la vez (distribuida por coca cola, naturalmente).
Eran las 14h30 y aprovechamos para picar algo, unas "salchipapas", Salchicas con patatas fritas. Un poco grasientas para el gusto de Sonia pero parece que han sido el remedio para el estomago de Tamim, que se recompuso de repente.

Seguimos hacia Montezuma. Ojeando los hoteles, tenemos una preselección hecha. Igualmente, cuando nos acercamos a nuestro destino, vamos parando a visitar algunos por si acaso. Entramos en el hotel "Los horizontes de Montezuma", no quedaba exactamente cerca del centro pero era precioso, era como un riad muy luminoso y muy tranquilo pero no tenía vistas al mar. Y ya que estabamos cerca del océano pues mejor aprovechar... nos quedamos igualmente con la idea de volver en caso de que los demás hoteles no fueran de nuestro gusto.

Bajamos al centro de Montezuma.Un pueblo que se compone, como mucho, de treinta casas. Como dice la guía: hippy pero muy encantador, respira serenidad. Vamos parando por distintos hoteles, uno de ellos, Luz de mono, era una de nuestras opciones. Pero la habitación que nos enseñaron era en la planta baja, y la habitación daba a una fuente de agua estanca. A Tamim le pareció bien pero Sonia quiso seguir mirando las demás opciones. Después de agotar nuestras opciones, nos quedaba una más por ver, que no lograbamos encontrar, el hotel "Amor de Mar". Ibamos preguntando, nos iban indicando, y siempre acabábamos teniendo que dar la vuelta. Cuando decidimos abandonar la búsqueda, ahí estaba, justo enfrente de nosotros... un poco escondido pero ahí estaba. Aparcamos y entramos. Wow! Qué espectácular sitio! Todo hecho de madera, decorado con esmero, con unas lucecitas discretas que lo hacen muy acogedor, y delante nuestro, un jardin muy bien cuidado, con flores, palmeras, arboles y plantas, precioso... hamacas, tumbonas (pero no del estilo turístico,
Tamim relajandoTamim relajandoTamim relajando

no se aprecia el hotel en esta foto pero mañana se podra ver de dia
todo parece fundirse con el decorado natural). Y en el fondo de este jardin con césped, el océano, ruidoso como solo un océano puede serlo.
Solo quedaba una habitación. Nos la enseñan. Pequeña, pequeñíta y encima con baño compartido, cosa que todavía no habíamos hecho. Pero el baño se compartía con una sola habitación más, estaba todo muy limpio, y este hotel, y esta terraza, y este jardin, y este océano... aquí nos quedamos!

Dejamos nuestras cosas en el hotel y bajamos a dar una vuelta por el pueblo caminando. Pasamos por la playa, de arena de color coco también. El pueblo es muy muy pequeño, tiene unos cuantos sitios con encanto y es muy colorido. Paramos a tomar unas cervezas en el bar "Chicos".
Ahí, hablamos de crear un blog para que nuestros familiares y amigos (y algún desconocido aburrido) puedan seguir nuestro viaje y dejar una huella para acordarnos luego de todo lo que vamos viendo y viviendo. Tamim está muy interesado en encontrarle un nombre original al blog, tipo "Tabaan.blogspot.com". A Sonia le apetece mucho escribir y no cree que la plantilla del blog será la de Blogspot. Pena de no tener su mac aquí... Esto
Sonia en el hotelSonia en el hotelSonia en el hotel

mañana el hotel de día
podría ser más personalizado, pero haremos lo que podamos, con un blog adaptado para viajes.

Luego, pasamos a ojear las excursiones a las Isla de la Tortuga en la que Sonia se fijó en la guía. Por lo visto, la isla tiene una de las playas más bonitas de toda Costa Rica, arena blanca y fina y cocoteros, el estereotipo de una playa de ensueño. Encontramos la opción perfecta: barco hasta la isla, snorkel para Sonia y buceo para Tamim. reservamos la excursión para salir al día siguiente y nos apresuramos a volver al hotel para ver anochecer desde esta magnifica terraza y para ir empezando nuestro blog mientras hacemos tiempo para la cena. Después de una búsqueda rápida en google: "travel+blog", elegimos la primera opción y con esa nos quedamos. Vamos haciendo el registro y ahi lo dejamos... Hora de cenar (o bueno... más bien, hambrecita...)

Sonia tiene una habilidad especial para saber donde comer bien. De hecho, Tamim sospecha (eufemismo para decir que lo sabe) que elige la paradas según los restaurantes que recomienda la guia, y va por ahí la cosa... Primero probamos a cenar en un sitio muy cercano, " La playa de los artistas" pero era domingo y estaba cerrado (aunque el cartel indicaba que el domingo abría hasta las 21h... ), y eran las 19h30.
Finalmente, fuimos a otra opción de Sonia, el restaurante Cocolores. Muy bonito lugar, con unas luces de diferentes colores pero como si fueran luz de vela, las mesas hechas de troncos de árbol, y una carta muy apatecible...
Nos pedimos una ración de almejas al vino blanco, acompañado de medio litro de vino blanco de Chardonnay. Sonia se pidió un ceviche y Tamim un filete de pescado a la plancha. El ceviche resultó ser el manjar de nuestro viaje hasta la hora. Qué rico! Tamim no se atrevió a pedirlo por miedo de que su estomago estuviera todavía fragil, pero lo probó y está de acuerdo! mmmmm, qué rico!
Acabamos la cena con una margarita para Sonia y Tamim terminándose el vino, y nos fuimos de vuelta al hotel.

Eran las 21h y algo, Sonia cayó como una tumba y Tamim se puso a ver su serie "The Wire" para coger el sueño, cosa que no tardó en suceder...

Advertisement



Tot: 0.099s; Tpl: 0.011s; cc: 11; qc: 54; dbt: 0.0497s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1; ; mem: 1.2mb