Saludotes varios, family... Los días van pasando poco a poco, y nosotros vamos quemando y recuperando fuerzas como podemos. En estas cuatro jornadas nos ha cambiado el chip totalmente. El entorno camboyano del que veníamos se ha transformado de forma radical... diría que para bien, pero... no, ni muchísimo menos!! Ni para bien ni para mal... simplemente, todo lo que nos rodea es distinto de lo de hace unas horas. De hecho, yo prefiero las calles contaminadas y malolientes de Phom Penh que a las playas llenas de recién casados con olor a protector solar, prometiéndose fidelidad eterna mientras por el hueco de las gafas de sol babean viendo culos escandinavos y pectorales italianos. Lo prefiero con los ojos vendados!!!!! Pero bueno, eso sólo son mis preferencias viajeras... En medio día, pillando dos vuelos internos dejamos
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